domingo, 17 de mayo de 2020

EL TEMOR EN LOS TIEMPOS DEL CORONAVIRUS


José Félix Merladet
Antiguo Diplomático y Funcionario de la Unión Europea

          18.05.2020 .- Cada vez está más claro que el mundo no será el mismo tras la llamada “crisis del coronavirus”. Probablemente los cambios serán tan fuertes como tras el 11-S y quizás por causas similares. Definitivamente ya no estamos en una era de cambios sino en un cambio de Era.
Nos encontramos prácticamente en un estado de guerra en el que el ejército podrá invadir las calles y territorios, las personas apenas pueden salir a la calle, miran con como leprosos a sus congéneres y, cuando se les permite salir, algunos ya deambulan como zombis enmascarados. Desde el gobierno central ya nos anuncian que el  llamado “estado de  alarma” del sábado 14-M se va a prolongar más allá de 15 días y las TV pregonan apocalípticamente que cada día aumentan un 25% los contagios.
La economía occidental está paralizada…Nos hallamos ante el posible germen vírico de una verdadera “Revolución” política y social que desconocemos de qué signo será. Lo que si barruntamos ya es que podría ser la primera “Revolución Global”.
En 2019 se celebraba como gran efemérides el medio milenio de la partida de la primera circunnavegación del globo de Magallanes-Elcano y ahora se inicia la primera gran infección global consecuencia de la globalización con aquella originada. Esta navegación pandémica ¿dará comienzo a esa nueva Era al igual que lo hizo aquella?
Se veía hace tiempo que la cosa era muy seria pese a aquellos que lo tomaban a risión o insistían en que no era más que una simple y nueva gripe estacional con más capacidad de contagio. Después algunos pensaron que serían una especie de vacaciones y bastantes se lanzaron en masa a sus casas de la costa para gran enfado de los locales. Las medidas se tomaron tarde y mal: ni a posta se podría haber gestionado peor la crisis en todo el mundo y particularmente en España.
Pero el bichito sigue su curso. El Premier italiano Conte ya ha anunciado que lo peor está por llegar así que ya nos ha dado un buen aviso a navegantes. Macron, tan lento como Sánchez en esto, no canceló las elecciones municipales pero al cabo se despertó y habló de un nuevo tipo de guerra… Ya, cosa insólita, se están cerrando fronteras dentro de Schengen hasta con Portugal.
La Bolsa se ha desplomado más de un 40%y sigue en caída a la espera del rebote de la famosa V si es que llega… Los ERTEs se multiplican y muchos autónomos y PYMES tendrán que echar el cierre. Vamos abocados hacia una autentica gran “Depresión”… Y la herida seguirá agrandándose a medida que transcurran las semanas sin que sepamos cual va a ser el shock nuestro de cada día.
En algún momento puede que haya cortes de suministros; a lo peor se colapsa el sacrosanto internet o nos quedamos sin TV o sin poder disponer de dinero… o tenemos escasez de comida con lo que puede haber nuevos brotes histéricos de mercadonamanía, incluso con conatos de violencia y robos de supermercados, farmacias y casas. Y no tenemos ni idea de cuánto va a durar...
Es de temer que, o sacan la vacuna/remedio rápido, o esto puede durar meses hasta agotarnos o desmoralizarnos. El ejército está en las calles para no dejar circular -nos dicen- aunque también puede ser para ensayar nuestra docilidad a la supresión de las libertades más básicas y un eventual  régimen policial que pueda reprimir violentamente protestas futuras. Ya vemos por la TV actuaciones brutales. Y el eufemístico estado de alarma podría transformarse poco a poco en un estado de sitio o de guerra en el que queden en suspenso las garantías constitucionales.
¿Quién sabe cuántas semanas podrán las gentes pasar encerradas en sus casas viendo que se van al paro o pierden su negocio y sufriendo un confinamiento peor que el de un toque de queda sin rebelarse...? Y es previsible que haya una radicalización política, un voto de castigo a la coalición de gobierno por su incompetencia, un ataque en toda regla a la monarquía, como chivo expiatorio, por la corrupción impune del Emérito que no será tolerada en tiempos de penuria por la gente y tantas consecuencias ahora imprevisibles…
En el ámbito internacional podría haberse producido una diferencia evidente, aunque aún no sabemos de qué signo, entre el enfoque del Reino Unido –y EE.UU- con su “business as usual”, primando la economía y el enfoque europeo continental que ha cerrado la sociedad y muchos negocios primando la salud sobre la economía. Pero hasta el propio B Johnson se ha visto obligado a rectificar.
Me decía un amigo: USA screws China > China screws the world. No solo con la infección proveniente de su suelo, nadie sabe si natural o artificialmente, sino que ya hay rumores muy plausibles –dentro de esta nueva guerra fría que les enfrentaba a los EE.UU- de que los chinos han recuperado el control de muchas multinacionales aterradas por la pérdida de mercados causada por el C-19 que operaban en su territorio, comprando sus acciones a la baja – hasta un 40% se dice- en lo que sería una jugada de bolsa maestra. A la postre todo el mundo le estamos comprando su mascarillas y otros equipos...
El régimen comunista y despótico chino actual no pestañearía si tuviera que dejar morir a 3000 o 30000 de sus mayores si con ello “they screw the world”, lo desestabilizan económicamente obteniendo beneficio en ello, gana una guerra económica no convencional con los EE.UU con un arma biológica colosalmente disruptiva de las poblaciones y para la que tal vez ya tienen la cura.... Y, además, podrían si quisieran reemplazar brillantemente a la eutanasia (los viejos, allí y aquí, sobramos porque costamos y porque tenemos criterio, experiencia y todavía experiencia y capacidad de movilización).
El coste excesivo para las finanzas públicas de los ancianos -y el hecho de que eran excesivos- ya fue evocado por la aquel entonces Presidente del FMI (y hoy para nuestro infortunio del BCE), Ch. Lagarde, que quizás aspirara en superar en cretinismo o delincuencia a sus egregios predecesores. Sobra gente para la “nomenklatura” global, que siempre ha creído en la eugenesia y el darwinismo social, y quizás les ha parecido que la implantación legal paulatina de la eutanasia era demasiado lenta. El C-19 podría ser mucho más rápido y eficaz al afectar a los más débiles y más ancianos: cerca de un 90% de los fallecidos tiene más de 70 años…
Tal vez el origen de este coronavirus no ha sido solo China. No hace falta ser demasiado conspiranoico para ver que algunos se están forrando especulando en bolsa con el pánico creado; otros están a punto de hacerlo con los macro presupuestos de emergencia que pagaremos con deuda pública que enriquecerá a los prestamistas de siempre; y se forrarán aún mucho más, con miles de millones de dinero público, los dueños de los laboratorios que saquen una vacuna…Lo espantoso sería que los protagonistas de estas tres tragedias ¡pudiesen ser los mismos!
La amenaza del virus está narrada premonitoriamente en 1981 en la novela de título también terrible The eyes of Darkness de Dean Koontz que hablaba de un virus surgido en Wuhan, el Wuhan-400, y preparado en un laboratorio como el arma biológica perfecta (sic). Aquí ha circulado otro virus pero esta vez de tipo informático (curiosa coincidencia que se llame igual a lo que en nuestros días infecta con más peligro tanto a las mentes como a los cuerpos) que atribuye a esa novela otro texto que indica que ese virus aparecerá en 2020 y afectará al sistema respiratorio. Este otro texto pertenece a End of the Days de la vidente Sylvia Browne publicado en 2008. Ambos textos conjuntamente eran una profecía inquietante, por separado lo son mucho menos.
También interesante es ver el video de la conferencia TED Talk en Vancouver, en marzo del 2015 en la que Bill Gates, un miembro notorio de la élite mundial, explica como la mayor amenaza para la humanidad vendrá de la epidemia creada por un virus (cuya imagen en su charla es muy semejante a la del Covid-19) para el que no hay disuasión ni contención posible y no de un ataque nuclear para el que sí la hay. Tal vez por eso “ha renunciado” casualmente al Consejo de Microsoft hace 4 días. ¿Sabe, ha hecho o dicho demasiado? ¿O quiere desaparecer del mapa?
Pero, sobre todo, hay que analizar con atención la impactante reunión llamada Event 201 organizado por el Center for Health Security de la Universidad John Hopkins el 18.10.2019 enfocada a “cómo mejor prepararse para una pandemia” y a sus “enormes consecuencias sociales y económicas” organizado por el World Economic Forum, la Fundación de Bill y Melinda Gates (de nuevo), y que creó un “Pandemic Emergency Board” con participantes de los Centros chino y de EE.UU para el control y la prevención de enfermedades, la CIA y el Banco Mundial, etc., para estudiar posibles “escenarios apocalípticos” y que se centró en el coronavirus.  
Event 201 reunió en Nueva York a 15 personalidades de los negocios, gobierno y salud pública, incluyendo algún directivo farmacéutico. Su leit motiv era que debido a la globalización “los estallidos de enfermedades infecciosas eran inevitables pero los daños económicos que causan sí eran evitables”… Allí se habló de “preparación y gobernanza global” para una “global crisis” y se “previó” un “evento catalítico”, en particular un simulacro de pandemia surgido hipotéticamente hacía 3 meses y ya con 500.000 infectados que se extendería por todo el mundo y… ¡llegaría a matar a 65 millones de personas en los primeros 18 meses! Y una caída en pánico de la economía y del PIB mundial del 11%, y de las bolsas entre el 20 y el 40% (¿suena conocido?). No se habló en el panel de escasez de medicinas, médicos  o de atención sanitaria por el colapso, sino de posibles “revueltas populares “y como prepararse para ello. O sea que se  concentraron en temas políticos y financieros mientras que el tema de la salud fue un mero catalizador…Todo el evento fue filmado y podía ser visto en YouTube. La coincidencia en las fechas con la aparición del Covid-19 es inquietante
No sabemos si alguien habrá diseñado este nuevo shock que supera y hará olvidar a todos los demás que, junto a un exceso de información, se van sucediendo cada vez más vertiginosamente para hacernos olvidar los escándalos anteriores, disminuir nuestra percepción, debilitar nuestra voluntad y aceptar duras reformas, conforme a una hábil manipulación psicológica social que ya explico muy bien “La doctrina del shock” de N. Klein, pero con el nuevo mantra de que "a problemas globales soluciones globales" ¿podría ser que todo esto no sea sino un gran ensayo mundial con merma de libertades en toda regla de los globalistas a ultranza para ver como reaccionamos, hasta donde se puede tensar la cuerda y prepararnos para un gobierno central mundial a la china?
Es decir, ¿nos hallamos ante un intento serio de avanzar hacia la globalización total con un poder autoritario y un régimen capitalista, ambos controlados por unos pocos desde lejos con la vigilancia omnipresente de la llamada “vigilancia digital” –a la que se añadirá la vigilancia biométrica con chips implantados en el cuerpo de los que nos habla ahora Bill Gates- desde lejos, desde un nuevo Leviatán central, mundial y virtual?
En este orden de cosas, ¿cuál puede ser el corolario del coronavirus? Parecería que éste podría servir para que la gente pensara que en algunos países ha habido epidemia y en otros no y se concienciara de que la falta de soberanía y una correlativa apertura insensata de fronteras por una globalización que les ha sido impuesta están destruyendo nuestras industrias nacionales y socavando irremisiblemente los tan penosamente conseguidos derechos laborales y sociales. Parecería que el Sistema occidental liberal de fronteras permeables está mostrando en sus carnes que la globalización, en tanto aniquilación paulatina de las naciones, sería un enorme fracaso.
Algunos pueden incluso dejarse llevar por su entusiasmo y esperan que este gran movimiento sísmico barra de escena a la obscura red global de financieros sin escrúpulos, tan global e hinchada como el cuerpo esférico del coronavirus del que parece que parten unas naricillas de marcianitos de la vieja estampa. Al final va a acabar por caernos bien el animalito; en todo caso seguro que le echaremos de menos cuando llegue el COVID-20
No obstante, para otros puede haber un corolario opuesto: necesitamos dichas soluciones globales para catástrofes globales. Y, para ello, lograr una gran Convención internacional sobre armas biológicas que reemplace a la obsoleta de 1972 que incluya una verificación eficaz por una autoridad internacional. De aquí no hay más que un paso para pedir a los gobiernos que cedan su control sobre la Salud Pública y se cree una Sanidad Global controlada por un organismo tipo la OMS con poder supranacional real con el objetivo de prevenir y combatir futuras pandemias Es decir: una “gobernanza global dirigida forzosamente por una pequeña élite mundial dominando el destino del mundo.
Por un lado el Covid-19 puede ser el arma que aprovechen los antimundialistas o identitarios para parar o revertir seriamente el proceso de globalización y por otro la excusa prediseñada por los antinacionalistas o globalistas que buscan diluir las naciones y sus fronteras. Son dos concepciones existencialmente opuestas.
Por otro lado, el C-19 puede ser un episodio clave en la lucha por la hegemonía entre China y EE. UU, sea o no la primera batalla con muertos en una posible 3ª Guerra Mundial. Las estructuras políticas y económicas internacionales van a ser cambiadas en un giro copernicano lo que debe llevarnos a los europeos a descubrir por fin la necesidad, ahora ya existencial, de una mayor unión y coordinación para tener una opción propia acorde con nuestros valores en el nuevo orden. Ello supondría superar nuestras divisiones internas e incluir medidas conjuntas de política fiscal y económica para reflotar la economía, una verdadera política exterior y de seguridad común y una Sanidad Europea capaz de prevenir y solventar amenazas como esta.
Con la deuda monstruosa que va a generar el C-19 si no nos unimos y nos ponemos a trabajar enérgicamente la crisis la van a pagar las conquistas de nuestro Estado del bienestar. Si no actuamos, la pandemia podría ser el RIP de la UE.
Todo apunta a que va a haber una confrontación muy fuerte entre las fuerzas que se enfrentan realmente y por cuestiones vitales en el tablero geopolítico mundial y espiritual. Esperemos, sin embargo, que esta gravísima pandemia nos sirva –a todos- para reflexionar sobre nuestra inmensa fragilidad y pequeñez como individuos pero también como Humanidad.

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