lunes, 11 de mayo de 2020

PUNTUALIZACIONES SOBRE EL “APAGÓN CULTURAL”

        


             Víctor Morales Lezcano
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11.05.20 .- La oleada infecciosa que está abatiendo la salud, la economía, el turismo y la cultura en España, y en otros países europeos vecinos, se empecina en no ceder en su embate mortífero. Cierto es, y ahí están las estadísticas para probarlo, que se está ganando el pulso al Covid-19, aunque a unos costes muy altos.
Dentro del panorama formado por los sectores castigados por la pandemia, hay uno, en particular, que va a salir malparado, aunque esté intentando ahora, con la desescalada, superar el agobio que venía asfixiándolo. Me refiero al sector cultural, que involucra tanto a espectáculos como a teatros, cine, conciertos musicales, museos, bibliotecas y librerías, solo por mencionar a vuela pluma el elenco de víctimas que acabo de recordar. Se ha hablado, y con fundamento sobrado, de apagón cultural. Ello ha arrancado a Manuel Hidalgo una inesperada rabieta, según comenta: La verdad, estoy viviendo en un delirio de subdesarrollo político, sanitario y económico. Puesto que, para un infinito número de ciudadanos ¾más pasivamente en muchos de ellos, más activamente en otros¾  la privación de las opciones culturales que ha clausurado la oferta cultural ha venido a reducir tales opciones.
Por ceñirme a la esfera de la industria del libro y a su plataforma pública, las librerías, recojo un dato. Ahí va, lector: la Federación de Cámaras del Libro (en España) ha calculado, desde que estalló la crisis sanitaria de marras, que las pérdidas registradas en este sector durante los meses de marzo y abril alcanzaron más de mil millones de euros. No obstante, el hecho es que está iniciándose con cautela la reapertura de librerías con arraigo en Madrid, como es el caso de Tipos Infames (tan atractiva y variopinta en su oferta) y Marcial Pons (jurídico e histórico), que tanta competencia ha puesto en su acendrada ruta bibliográfica, desde hace décadas. Sin embargo, va a costar mucho un relanzamiento del mundo del libro en los meses que se avecinan. Un relanzamiento que ponga un contrapunto luminoso al apagón cultural, que, entre otras lindezas, nos ha traído la pandemia que sufrimos.
Si los créditos, dichos blandos, y otros alicientes económicos y fiscales se prodigaran, en una suerte de ICO, se haría una operación de rescate tan necesaria como puede ser la mano financiera tendida, que arrancaría de los labios de un don Quijote de La Mancha una indignada exclamación, que sonaría algo así: ¡Nunca más, en tiempos venideros, un 23 de abril tan penoso como el último que no han podido vuesas mercedes celebrar en 2020!
Nunca más, lectores, nunca más, otro 23 de abril, como el que acabamos de dejar atrás.

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