jueves, 11 de junio de 2020

Corpus Christi. Nostalgia en Toledo



 Corpus Christi en Toledo (Foto David Utrilla)


Rogelio Sánchez Molero

Hoy es Toledo la pena colgando en nuestros balcones. Hoy no hay toldos en las calles, ni flores, ni reposteros. No perfuma la mañana el aroma del tomillo, del cantueso y el romero. Hoy, Toledo, solo pasean tus calles la nostalgia y el silencio. La blanca voz de los seises no acompañará el desfile, No tintinearán divinas las campanillas celestes de la Custodia de Arfe. Ni el incienso elevará las volutas de la gloria hacia tus límpidos cielos. Hoy será distinto el Corpus. Porque no saldrá a tus calles Cristo en el Sacramento. Porque no iluminará con su Presencia Divina cada piedra de tu Historia.

Sabemos por nuestra fe que Él siempre está con nosotros. Pero sabemos también que la procesión no es tan solo un ritual. Es la manifestación de Su misterio insondable. Pues Dios no es solo la penumbra de los templos, ni la quietud del convento. Dios es el Dios de las calles que se mezcla con tus gentes. Que yo he visto y sigo viendo lágrimas en los rostros cuando pasa el Corpus Christi. Que yo siento y he sentido una especial emoción cuando una salva de honor anuncia que la Custodia sale de la Catedral, cuando entra en Zocodover y cuando vuelve entre vítores al Sagrario en la Primada…

Hoy es, Toledo, la pena colgando en nuestros balcones. La nostalgia. La añoranza. Es un nudo en la garganta. Que yo sé que el jueves de Corpus Christi el aplauso de tus calles nace de los corazones.

R. S. M.

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    CORPUS CHRISTI[1]

Dios está aquí: El señor de tierra y cielo
En vino y pan se da como alimento
Al alma que Lo tiene por sustento,
Por refugio de amor y por consuelo.

Dios está aquí: De miel se llena el suelo,
De paz y luz la tarde; un dulce viento
Piadoso alfombra el nuevo mandamiento:
Amad al hombre, al pobre con más celo.

Dios está aquí: De amor todo llenemos,
De Dios-Amor que está siempre presente,
Vistiendo de su Vida lo creado.

Dios está aquí: Que alcance a nuestra mente
De luz su resplandor. Todos gritemos:
¡Viva, viva, Jesús sacramentado!
              
           Lucrecio Pérez Blanco                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                     
[1] Compuesto a petición de Alberto Aranda, Presidente de la Adoración nocturna en Ciudad Real

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