Salida de la Hermandad. Cofrades con cruz, dalmáticas y farolesCostaleras portando el trono de María del Auxilio
Julia Sáez-Angulo
Fotos: Juana María Herce
18/4/25 .- Madrid.- Las procesiones de Semana Santa son la representación escénica barroca más hermosa y permanente en el tiempo, tradición que se guarda con toda constancia y orgullo en España, países iberoamericanos y sur de Italia. Algunas de estas preciosas procesiones están fosilizadas en su fondo y forma, como lo que son: verdaderas joyas del arte sacro, en su mayoría civiles, pues no constituyen forma litúrgica alguna.
Javier Campos y Fernández de España, profesor de Historia de la Universidad María Cristina de El Escorial, es uno de los estudiosos más sobresaliente de estas fiestas y representaciones barrocas de las que ha escrito mucho. Este año él ha sido uno de los pregoneros de la Semana Santa. Ser pregonero es siempre un honor en cualquier foro.
Seguramente las procesiones de la Semana Santa andaluza sean de las mejores en cuanto a cofradías, pasos, tronos, mazas, varales, faroles, cirios encendidos, flores, velas rizadas, protocolos varios, bandas de cornetas y tambores, túnicas, capirotes, mantillas de blonda o chantilly, peinetas de carey, tocados hebreos para los niños, escapularios, estandartes, simpecados, columnas baldaquinos, palios… amén de los carteles y estampas que preceden al desfile… Parafernalia infinita. Los aplausos del público espectador no fallan, sobre todo cuando levantan las imágenes.
La preparación y el lujoso despliegue de la puesta en escena de una procesión resulta asombroso, magistral, cautivador, mágico… No es de extrañar que el director de teatro sevillano Salvador Távora (1930-2019), gran renovador del teatro andaluz, bebiera tanto de las procesiones de su tierra, y dijera aquello de que “el teatro es una representación de la vida”, al igual que una procesión donde la preparación y la entrega de los cofrades dura los 365 días del año.
Procesión de la Hermandad de Nuestro Padre Jesús a la entrada de Jerusalén
Para muestra de todo lo dicho, las recientes procesiones vistas en Benalmádena junto a la fotógrafa Juana Mari Herce, que deja testimonio con su cámara. Mis comentarios los replica o matiza. Le digo que me choca ver a cofrades vestidos con dalmáticas, que litúrgicamente pertenecen a los diáconos, según los ternos de la liturgia…
-Tú te callas, que los andaluces saben muy bien lo que hacen, me ataja. (No quería que me pasara de lista y me oyeran).
Obedezco y me callo. Me viene a la memoria el cuadro del Museo del Louvre con la Virgen revestida de casulla, que responde a la herejía que le atribuyó a María Santísima el sacramento del orden sacramental, algo incierto según el Dogma. Es el lastre de mis “culturillas” de teología y Derecho Canónico.
Lo cierto es que la dalmática, según el diccionario de la RAE: 1. f. Rel. Vestidura sagrada que cubre el cuerpo por delante y por detrás, con una especie de mangas anchas y abiertas, y que usan los diáconos encima de otras vestiduras en las celebraciones litúrgicas. En la sacristía hay casullas, túnicas y dalmáticas.
2. f. Túnica abierta por los lados, con mangas anchas y cortas, usada antiguamente por guerreros y personajes de relevancia, y hoy por maceros y heraldos.
Ambas teníamos razón
Curiosamente el párroco y los diáconos de la parroquia de la Inmaculada, en Arroyo de la Miel, desfilaban como simples cofrades con sus cordones e insignias sobre el traje clériman.
El trono de la Hermandad de Nuestro Padre Jesús a la entrada de Jerusalén pesa 1500 kilos y lo llevan en andas, incluso con brazos cruzados, 120 cofrades. La procesión dura 5 horas. Los costaleros/as, pese a su entrenamiento durante el año, con sacos de arena, llegan rendidos a la Casa de Hermandad de donde salieron. Todos ellos desfilan con amor y entrega. Barbilla alta y frente elevada. Los hay con barba o sin ella, tatuados o no; con piercing o sin él; con aro en la oreja o en ambas… incluso divisé a uno mascando chicle.
La apoteosis final llegó con la salida del gran trono henchido de flores y velas encendidas de María Santísima del Auxilio. Le siguen las mujeres con traje negro y peineta. Mujeres, en general bellas y jóvenes, raya en medio de su cabello recogido, para resistir el largo desfile procesional, engalanadas con las joyas adecuadas y luciendo su agraciado cutis mate, que tanto enamoró a los viajeros románticos llegados a Andalucía en el XIX.
Las jóvenes madres vigilan a sus niños con túnica negra, ellos, y azul, ellas, luciendo tocados de hebreos y muy agarraditos a un cordón azul común que impide su dispersión y pérdida.
Nada como una procesión andaluza de Semana Santa, que es lo nos ha tocado este año. La representación artística y sintetizada de la Pasión y muerte de Cristo, que mueve y conmueve a la fe y la fidelidad de muchos fieles y espectadores.
"El Paso" de Benalmádena es otra representación en el pueblo de Benalmádena, pero de él hablaremos en otra ocasión.
Más información
https://lamiradaactual.blogspot.com/2025/03/javier-campos-pregon-de-semana-santa.html
Niños en el desfile procesional con sus profesoras y madresNiños cofrades agarrados al cordón azul
Mamá con niño cofrade
Dalmáticas y capirotes
Nazarenos que portan la Virgen
Banda de música sacra en la procesión