sábado, 19 de agosto de 2017

Águeda Castellanos, profesora y divulgadora del arte




 Águeda Castellano junto a Macarena D´Ocón (1916)

Julia Sáez-Angulo


            María Águeda Castellano Huerta (Madrid en 1944). Docente y conferenciante. Licenciada en Derecho. Cursos de Doctorado con la calificación de sobresaliente en la U.N.E D. Consejera del Instituto de Estudios Giennenses del C.S.I.C. Miembro Colaborador del Instituto de Estudios Madrileños del C.S.I.C. Académico de la Hispanidad. Miembro de la Cofradía Internacional de Investigadores.  Presidenta de la Comisión Fuero 250 de las NN PP de Sierra morena y Andalucía
            Entre sus publicaciones sobre Madrid: Eulalia de Borbón, una madrileña universal; La casa Palacio de Fernán Núñez, El convento madrileño de Benedictinas de San Plácido; Teatros madrileños del siglo XVII (Revista  P.S.); Fueros de Madrid (Trabajo de doctorado); Procesos inquisitoriales: La apelación de una sentencia madrileña  (Trabajo de doctorado); María Teresa de Borbón, fundadora de las Damas de la Almudena (en preparación).
            Otras publicaciones: La Villa de Belmonte; El mudéjar en los castillos españoles; Los señoríos de los Pacheco en la raya de Portugal; Castillos y poblamientos en el marco de la batalla de las Navas de Tolosa; Apuntes históricos del castillo y ermita de Membrilla (C. Real); Decadencia de una encomienda sanjuanista en el siglo XVIII (Actas de  Congreso sobre Historia de la Orden de Malta); Las Reales Manufacturas de las NNPP y su repercusión en la demografía, y Viajes Reales a La Carolina.


 Águeda Castellano, en el centro

-¿Qué es el arte para usted? ¿Qué definición le convence más?
 La exaltación de la belleza unida a la creatividad

-¿Qué periodo de la historia del arte ha investigado más y por qué?
El  románico por su sencilla y perfecta armonía y su potente expresividad

-Se dice que Italia y Flandes son la cuna de la pintura ¿qué diría al respecto?
Posiblemente nada seria igual sin esas dos escuelas.

-¿Cómo ve la pintura de la escuela española, respecto a l italiana o francesa?
España, es con diferencia, la potencia artística de Europa junto con Italia. No hay comparación posible con otros países.

-¿Qué destacaría como singularidad del arte español?
La austeridad incluso en el periodo barroco, Hemos creado el barroco lineal. El compartimiento del espacio, la búsqueda de lo esencial. Y sobre todo la continuidad en el tiempo. No ha épocas " perdidas"

-España es un rico yacimiento arqueológico ¿Por qué interesa menos la arqueología en general?
La arqueología por su dificultad es mas lejana. Aparte de que estéticamente buscamos lo visualmente  bello y cercano en el gusto actual.

-Usted practica la docencia de arte. ¿Qué programas suele enseñar principalmente?
El arte junto con la historia. No es posible separar ambas. Añadiría la geografía. Esta es el escenario, la historia los personajes y el arte la acción   de estos.

-¿Qué preparación suele tener la gente ante el arte? ¿Qué experiencias gratas le ha dado esta docencia?
Hay una malísima preparación  artística. No se estudia bien y sobre todo no se enseña bien desde los primeros años. Educar en ese tema es hoy un sueño. Les parece algo lejano y cuando consigues que se acerquen les emociona.

-El arte sacro es clave en nuestra historia ¿qué arte sacro español le conmueve de modo especial?
La trascendencia románica, la plasticidad barroca y el misterio de la época mozárabe

-Se dice que los tres grandes azotes del arte en España han sido la Afrancesada, la Desamortización de Mendizábal y la Guerra Cilvil de 1936. ¿Qué comentarios le merecen estos hechos?
Además de los tres tristes episodios mencionados hay que añadir la incultura del siglo XX. Se ha despreciado por mucha gente en pequeños y no tan pequeños lugares su patrimonio. Se han apropiado de piezas aparentemente sin dueño. Se han vendido desde claustros hasta  códices, se han dejado caer tejados, etc. Eso es casi peor que los otros horrores.

-¿Prepara algún programa o libro nuevo?
Siempre hay que estar preparando algo. Ahora me dirijo a terminar la tesis doctoral


viernes, 18 de agosto de 2017

ALMIREZ ; Ir contra el nido de la serpiente





por Julia Sáez-Angulo

            19.08.17 .- De nada sirve que “la mayor preocupación de Europa sea el terrorismo”,  según se desprendió en la última reunión de máximo mandatarios, tal y como afirma el presidente del Gobierno. En mi familia se nos enseña que “no hay que preocuparse de las cosas, sino ocuparse de ellas”. Obama, con todo su pasado islámico, tuvo arrestos para eliminar a Bin Laden en el nido de la víbora en que se encontraba, con ello demostró a sus administrados, que los Estados Unidos eran capaces de tomar medidas contra el asesino de cientos de norteamericanos.

            Es hora de que Europa, con la OTAN o sin ella, se ocupe de atajar el mal, exterminando el nido de la serpiente del Estado Islámico, que tome medidas, drones o lo que haga falta, para proteger a sus ciudadanos, máxime de unos fanatizados por el veneno de la serpiente, que solo necesitan una furgoneta y unos cuchillos –ni siquiera tenían explosivos o pistolas- para causar numerosas bajas en Madrid, Londres, París, Berlín, Barcelona… Hay una astucia calculada que desea cambiar el orden mundial del planeta, según algunos expertos militares. El nivel máximo de alerta no parece ser la solución, porque los kamikaces yihadistas necesitan poca cosa para actuar. ¡Hay que ir al nido!

            Los europeos no queremos sentirnos impunes ante estos yihadistas a los que su tradición les enseña, como a nadie, a degollar inocentes, como hicieron no hace tiempo con un sacerdote octogenario en Normandía, mientras celebraba misa.  Ahora, en vez de tiro en la nuca, degollados cuchillo. No nos gusta ser carne de cañón de indeseables fanáticos del Islam.

            Resulta ya patético el espectáculo de las flores y las velas. Sobra dolor, luto y falta toma de decisiones. Faltan estadistas y sobran políticos indecisos y temblones. Las víctimas, sus familias y los vivos exigen acción y no lamentos. Queremos pasear o ir a una estación de trenes o autobuses sin la amenaza de esos asesinos yihadistas, que practican el Islam radical.
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            De Arabia Saudí y el comportamiento salafista hablaremos otro día.

NOTA BENE.- Islamista es aquel que quiere imponer la religión del Islam en la política, verbigracia el autoproclamado estado Islámico. Yihadista es aquel que además emprende la llamada "guerra santa", para matar al "infiel"  que no opina lo mismo. Los dos términos se solapan con frecuencia.


“Lutero, su obra y su época”, libro coordinado por el profesor F. Javier Campos y Fernández de Sevilla y publicado por el Instituto Escurialense
 de Investigaciones Históricas y Artísticas



 Retrato de Martín Lutero


Profesor F.Javier Campos y Fernández de Sevilla

L.M.A.

            El profesor F. Javier Campos, OSA, ha sido el coordinador del equipo investigador que ha dado lugar al estudio y libro Lutero, su obra y su época, publicado por el Real Colegio Universitario María Cristina en la colección del Instituto Escurialense
 de Investigaciones Históricas y Artísticas, no 55.
            La publicación va dedicada al “profesor José Manuel Pérez-Prendes, maestro y amigo, por el interés mostrado en que estos trabajos vieran la luz de las prensas”.
            Javier Campos y Fernández de Sevilla dice en la presentación:
            En el mundo religioso y cultural, político y económico, este año 2017 no pasará desapercibido la conmemoración del V Centenario en que un religioso agustino, profesor de la Universidad de Wittenberg, en octubre de 1517 propuso 95 Tesis a un reducido grupo de teólogos como materia de estudio y trabajo para un debate que nunca se celebró. Los más serios biógrafos niegan que fuesen clavadas en la puerta de la capilla del castillo de Wittenberg, debiendo suprimirse la escenografía que este supuesto hecho ha tenido en la historia de la Reforma aunque ese acto sin mayor trascendencia que la académica terminó convirtiéndose en el inicio de una sucesión de hechos cuyo fin nadie podía prever.
“Con el deseo y el anhelo de esclarecer la verdad, las siguientes proposiciones se debatirán en Wittenberg bajo la presidencia del R.P. Martín Lutero, Maestro en Artes y en Sagrada Teología, y Lector Ordinario de esta última en la mencionada población. Por ello, ruega que, los que no puedan debatir con nosotros presencialmente, que lo hagan, aunque estén ausentes, por escrito. En el nombre de Nuestro Señor Jesucristo. Amén”.
(Encabezamiento de las 95 Tesis, traducción del Prof. M. A. Coronel en esta misma Revista).
Las propuestas que hace Lutero son sobre las indulgencias, materia sobre la que no tiene un pensamiento claro -incluso con ciertos matices heterodoxos-, y busca opiniones de teólogos con los que contrastar su pensamiento y encontrar argumentos para fundamentar su visión de la justificación, al tiempo que rechaza la extendida concepción de la penitencia que se mantenía en la religiosidad popular. Para eso debía impugnar el sentido y valor de las indulgencias, cuyo factor desencadenante fue la predicación de una indulgencia concedida por León X para la fábrica de San Pedro (basílica vaticana) que se estaba predicando en los pueblos de la zona de Wittenberg.
Motivos ajenos a la disputa teológica que pretendía tener Lutero en el campo académico comenzaron a ensombrecer el horizonte; el agustino fue espoleado en sus creencias y sus angustias, al tiempo que era utilizado por el príncipe elector de Sajonia Federico III y sus intereses, por los otros príncipes alemanes y sus aspiraciones, por el emperador Carlos I y sus problemas, por los legados pontificios y el mismo León X que también necesitaba ayuda. Todos intentaron obtener provecho de los acontecimientos de variada cualidad y cuantificación.
Por medio estaba la Orden de San Agustín que no supo descubrir y aproximarse al problema espiritual de uno de sus miembros de la Congregación de la Observancia de Sajonia, inteligente y trabajador, y con una enorme personalidad científica inmersa en el individualismo renacentista que se extendía por Europa. También orgulloso -“Yo soy sajón; un rústico y duro sajón”, repetía-, por ser consciente de su valía, que se mezclaba con una angustia personal y luchaba con una conciencia amenazada por dudas y temores. Junto a su entrega sincera estaba el convencimiento de que los votos religiosos no anulaban la condición humana de nacimiento, y lo que con ello se transmitía, y a lo que se añadía cierta implicación de un sentimiento histórico de tipo nacionalista.
Se antepusieron intereses políticos a las razones religiosas y las posturas se fueron alejando y radicalizando, en la medida que los intentos diplomáticos fracasaron, hasta resultar cada vez más desconocidos cualquiera de los protagonistas según fueron transcurriendo los años. Terminó imponiéndose la vía romano- canónica a la académica-teológica; fr. Martín confesaba al P. Staupitz: “Dios me arrebata y me arrastra; no soy dueño de mí”.
Cuando Lutero quemó la bula de excomunión en Wittenberg y a las hogueras encendidas por el decreto de Worms se arrojaron las obras de fray Martín, también en las llamas se comenzaba a abrasar el respeto a la autoridad pontificia que enseñaba, regía y santificaba la Iglesia cristiana por voluntad del mismo Jesucristo. Y también se hacían cenizas determinadas ideas, creencias, modelos de vida y principios morales.
Desde el punto de vista ecuménico este año habrá que recordarlo porque el papa Francisco -sucesor de León X, Adriano VI, Clemente VII y Pablo III-, viajó a finales del pasado año 2016 a Suecia al comenzar la Iglesia Anglicana las conmemoraciones del centenario. De él tomamos unas palabras:
Queridos hermanos y hermanas: Doy gracias a Dios por esta conmemoración conjunta de los 500 años de la Reforma, que estamos viviendo con espíritu renovado y siendo conscientes que la unidad entre los cristianos es una prioridad, porque reconocemos que entre nosotros es mucho más lo que nos une que lo que nos separa. El camino emprendido para lograrla es ya un gran don que Dios nos regala, y gracias a su ayuda estamos hoy aquí reunidos, luteranos y católicos, en espíritu de comunión, para dirigir nuestra mirada al único Señor, Jesucristo”.
(Palabras del Papa en el Evento ecuménico en el Malmoe Arena, lunes 31 de octubre de 2016. © Copyright - Libreria Editrice Vaticana).
“... También nosotros debemos mirar con amor y honestidad a nuestro pasado y reconocer el error y pedir perdón: solamente Dios es el juez. Se tiene que reconocer con la misma honestidad y amor que nuestra división se alejaba de la intuición originaria del pueblo de Dios, que anhela naturalmente estar unido, y ha sido perpetuada históricamente por hombres de poder de este mundo más que por la voluntad del pueblo fiel, que siempre y en todo lugar necesita estar guiado con seguridad y ternura por su Buen Pastor. Sin embargo, había una voluntad sincera por ambas partes de profesar y defender la verdadera fe, pero también somos conscientes que nos hemos encerrado en nosotros mismos por temor o prejuicios a la fe que los demás profesan con un acento y un lenguaje diferente...”.
(Homilía del Papa, en la Oración ecuménica conjunta en la catedral luterana de Lund, lunes 31 de octubre de 2016. © Copyright - Libreria Editrice Vaticana).

LUTERO, SU OBRA Y SU ÉPOCA. 
Siguiendo esa actitud y caminando en esa dirección la Orden de San Agustín no debería permanecer en silencio y tener algún gesto institucional de reconciliación con quien fue hijo suyo, admirado y respetado durante tiempo.
Consciente del hecho histórico la Dirección de la Revista e-SLegal History Review ha querido sumarse a la conmemoración centenaria reuniendo un conjunto de trabajos de especialistas sobre diversos aspectos de la vida, la obra y la época de Martín Lutero. (e-SLegal History Review, no 24, Enero 2017. ISSN 1699-5317), cuyos textos salen ahora en edición impresa, con el agradecimiento del Instituto Escurialense de Investigaciones Históricas y Artísticas”.



jueves, 17 de agosto de 2017

ALMIREZ : Islamistas e islámicos






Por Julia Sáez-Angulo

            18/08/17 .- La filósofa francesa Simone Weil llegó a escribir “Nosotros, judíos, culpables de nuestro propio gueto”, incluso después de la gran tragedia del holocausto causada por un monstruo humano y sus seguidores en Alemania. No son buenos ni recomendables los guetos de ningún tipo, es una manera de segregarse con fines nunca convenientes y con posible efecto bumerang. Los guetos más peligrosos de hoy en Europa son los islámicos, porque en ellos se mimetizan con facilidad los islamistas radicales y asesinos, germen del mal contra el país de acogida de los primeros.

            Los barrios islámicos de Bruselas, Francia o España dan lugar a nidos de refugio del mal, según la propia experiencia que está constatando Europa en los últimos años. El autodenominado Estado Islámico lo sabe y allí concentra sus mezquitas embaucadoras, imanes radicales, ayatolas furibundos y proclamas asesinas. Al grito o sin grito de “Alá es grande” -autentica blasfemia en boca de asesinos islamistas-, islámicos y no islámicos estamos sufriendo su barbarie de exterminio y muerte.

            Claro que hay que distinguir el trigo de la paja, pero el primer interesado de ello debe ser el trigo. Los islámicos  deben ser los primeros en denunciar y aislar a los islamistas, pero no parece ser así. Esto lo único que crea es reserva y recelo de muchos ciudadanos hacia ellos, enfundados en sus guetos con frecuencia de inmigración acogida y subvencionada. El miedo y resquemor es instintivo más que libre. Muchos madrileños recelaban de fisonomías magrebíes en el metro, tras la masacre del 11 M.


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            Felipe IV expulsó a los moriscos, entre otras causasc por el temor a que informaran y apoyaran a los turcos en una posible invasión a la península. Hoy, digámoslo con pensamiento claro y real –no políticamente correcto- muchos europeos piensan que los islámicos acogen, envuelven y protegen en sus barrios particulares o guetos sui generis a los islamistas partidarios del supuesto califato de ese monstruo sanguinario Estado Islámico. Europa, eso está muy claro, es su objetivo principal y fácil, respecto a los Estados Unidos, más firmes en su rechazo.