sábado, 30 de octubre de 2021

“Refranes y proverbios para emprendedores y directivos”, por Luis Vázquez Suárez y Roberto Sánchez Gómez




        L.M.A.

          30/10/21.- Madrid .- No hay nada más práctico que una buena teoría y las mejores teorías surgen de observar mucho la práctica. Este es, precisamente, el origen de refranes y proverbios. Nada más profundo y práctico que las observaciones que han cristalizado en estos, porque siempre reparan en lo esencial. 
        El libro “Refranes y proverbios para emprendedores y directivos”, por Luis Vázquez Suárez y Roberto Sánchez Gómez, publicado por la editorial Pirámide, ofrece veinticuatro claves que abarcan la planificación, puesta en marcha y desarrollo de un proyecto empresarial, el control de los resultados y la necesidad de realizar cambios, y lo hace sirviéndose de una recopilación de casi doscientos cincuenta refranes y proverbios útiles para emprender o dirigir un negocio, además de pensamientos de destacadas personalidades clásicas y actuales.

viernes, 29 de octubre de 2021

"La dirección de la guerra:conducción operacional y gobierno político de las operaciones militares", libro de Pedro Valdés Guía


 

L.M.A.

    El libro "La dirección de la guerra:conducción operacional y gobierno político de las operaciones militares", de Pedro Valdés Guía, aborda el tema de la dirección de las operaciones militares durante el conflicto armado, para dilucidar si su "acontecer operacional" es una mera continuación de la política, cuando pone en juego sus medios más graves o, por el contrario, introduce una nueva lógica en el devenir de lo político, que no podría manejarlo conforme a los parámetros de una razón instrumental.

    El libro, publicado por Tecnos, comienza analizando la obra de Clausewitz, en cuyo núcleo late un nuevo nivel de dirección, bautizado un siglo más tarde como "operacional", encargado de conducir como un todo las operaciones militares de un determinado teatro. A continuación afronta la evolución de este concepto en el pensamiento militar contemporáneo: desde las teorías soviéticas fundadoras del arte operacional, pasando por el análisis de sistemas de la guerra de Vietnam, la teoría del "air-land battle", o la revolución en los asuntos militares, entre otras; hasta las más actuales de conducción del conflicto asimétrico.

    Este recorrido evidencia que, cuánto más auténtica es la complejidad que desafía a la conducción operacional, más se aproxima éste a una racionalidad autónoma que incorpora sus propios fines. El conflicto no es un "continuum"; la "ruptura de hostilidades" introduce una nueva lógica, de carácter instituyente, que aconseja la sustitución del "paradigma instrumental" de relación político-militar, por otro de carácter "simbiótico", en el que la lógica política no "dicta" pero sí "domina" a través de la "intermediación" estratégica.

“¿Qué es la Historia intelectual?”, libro de Richard Whatmore, publicado por Tecnos



L.M.A.

        30/10/21 .- Madrid.- En un mundo marcado por la exuberancia de información y datos, en el que las grandes construcciones del pensamiento parecen haber agotado su capacidad comprensiva y los sistemas ontológicos han quedado atrás, al menos momentáneamente, la irrupción de una nueva fenomenología desconocida y extraordinariamente lábil reclama respuestas que las obsoletas teorías recogidas en los Tratados de Ideas tradicionales son incapaces de suministrar. La muerte de la definición filosófica de la política -anunciada por Laslett en 1956- ha dejado paso a otros modos de estudio del pensamiento que sitúan su énfasis en el análisis del lenguaje político estructurado en forma de discursos enfrentados y entienden la Historia como fuente de orientación de un presente que no se conforma ya desde el ineluctable futuro que antes de 1989 exhibían los intelectuales comprometidos.

        Richard Whatmore explica en este libro, cómo se ha gestado y en qué consiste la labor de scholars como Pocock o Koselleck, que desde diferentes enfoques coinciden en recuperar la dimensión intelectual de las categorías democráticas, en un afán que, lejos de limitarse a lo historiográfico, aspira a ofrecer significaciones a un Tiempo en que lo constitucional se muestra escaso de herramientas para afrontar los desafíos que continuamente le opone una realidad enfurecida.

“El tiempo como materia activa”, libro de Josean Ruiz Esquíroz, con prólogo de Luis Fernández-Galiano



L.M.A.

        30/10/21.- Madrid .- En la antigüedad los arquitectos pretendieron burlar el paso del tiempo mediante sus sólidas construcciones. Esta quimera se cuestionó a comienzos del siglo XX con la obsolescencia programada de los futuristas: «Las casas durarán menos que nosotros… Cada generación deberá construir su propia ciudad». El presente texto nos explica cómo el tiempo se ha convertido en una materia activa más en el trabajo del arquitecto contemporáneo. La arquitectura, como la música, la literatura o el cine, es una disciplina temporal. Veremos que en el Renacimiento la arquitectura tomará conciencia de su propia historia. También cómo con Palladio, el papel impreso se convertirá en un medio más eficaz para conquistar el futuro que la propia realidad construida. Pero el verdadero cambio vendrá en el siglo XX cuando desde las ciencias, las artes y los medios de comunicación se infiltre una nueva conciencia temporal que cambiará el discurso de los arquitectos en la segunda mitad del siglo. Desde la asimilación del espacio-tiempo, pasando por la imagen-tiempo cinematográfica o el tiempo espectacular del capitalismo, el autor propone un viaje a través de la multiplicidad del tiempo que inevitablemente reverbera en la arquitectura actual.

 Josean Ruiz Esquíroz (Pamplona, 1975) es profesor de Proyectos en la ETSAM y Doctor Arquitecto con Premio Extraordinario por la Universidad Politécnica de Madrid. Con once años, durante un viaje familiar a Brasilia, quedó impactado por la ciudad y preguntó a su padre: «¿qué hay que estudiar para construir edificios?». Inició sus estudios de arquitectura en Pamplona y los finalizó en Barcelona. Fue becado por la Caixa para realizar un máster en la Universidad de Columbia en Nueva York. Ha compaginado su carrera de arquitecto con su pasión por la docencia y la investigación. Fundó los estudios Zon-e y Ruizesquiroz Arquitectos y fue el primer director de la Norman Foster Foundation. Impartió docencia en la Universidad de Columbia, en la Universidad Estatal de Nueva York y en la Universidad Francisco de Vitoria. Sus proyectos y textos han sido publicados en revistas como Arquitectura Viva, LOG y The Architectural Review, entre otras.


HAMISH FULTON. WALKING EAST EN EL CENTRO GALLEGO DE ARTE CONTEMPORÁNEO


30 octubre 2021 - 20 febrero 2022

Planta baja y sótano

Comisariado: Pep Benlloch


 

L.M.A.

        Santiago de Compostela, 29 de octubre 2021.- Hamish Fulton (Londres, Reino Unido, 1946) ha construido su obra desde el acto de caminar. Sus recorridos e itinerarios han seguido sendas o caminos históricos y han construido otras formas de entender el mapa y visualizar el territorio, pero sobre todo ha estructurado una forma vivencial de relacionarse con la naturaleza y el paisaje. Sus trabajos fotográficos tienden a integrar texto e imágenes a través de fórmulas de diseño que se acercan a los objetivos comunicativos e informativos del cartel, condensando la experiencia subjetiva de un camino desde su descripción más objetiva, expresada en distancias, kilómetros o millas; en duración, tiempos de recorrido en días o semanas; y en puntos o localizaciones geográficas de origen o destino. Dentro de su trabajo abunda un tipo de obra delicada e intimista de carácter escultórico u objetual que consiste en pequeñas siluetas de horizonte esquemático de perfiles de montañas realizadas en madera y en cuyos bordes puede explicitarse un recorrido.


 


Sus caminatas y recorridos constituyen el núcleo de su propio concepto artístico. En alguna ocasión el artista ha afirmado que es “un artista que camina, y no un caminante que hace arte”

Ha recorrido diversos lugares del mundo, reflejando sus caminatas en imágenes fotográficas, cuadernos de viaje, murales, esculturas y dibujos que toman cuerpo en exposiciones, en las que se reconstruyen itinerarios para el espectador.

Para Hamish Fulton cada una de las caminatas comienza con una idea que es transformada posteriormente en una experiencia real.

Hamish Fulton pertenece a una generación de artistas que desde finales de los años sesenta del siglo XX, buscaron una relación directa con la naturaleza, transformando la experiencia artística en una experiencia vivencial. Algunos integraron lo que se denominó Land Art, y aunque Hamish Fulton es a menudo incluido en esta etiqueta, su trabajo marca distancias porque su objetivo no es incidir, intervenir o dejar huella en la naturaleza, sino recorrerla, experimentarla, vivirla, observarla.

Del mismo modo busca provocar en el espectador una mirada crítica 

hacia el entorno y los ecosistemas amenazados por un progreso 

meramente economicista, que no tiene en cuenta la preservación de la 

naturaleza y las culturas a ella asociadas.


 


El título de la muestra Walking East, describe perfectamente el proyecto realizado, para la ocasión: un recorrido partiendo desde Finisterre, en dirección a Santiago de Compostela, Pamplona y Roncesvalles hasta llegar a Hendaya. Desde hace algunos años el artista va enlazando caminatas del pasado por medio de nuevos proyectos, entendiendo su trabajo como una unidad que se va actualizando continuamente.


 


En esta exposición se muestran también una selección de obras procedentes de otros proyectos desarrollados en España, una serie de proyectos internacionales y por primera vez todo el conjunto de obra seriada producido por Hamish Fulton a lo largo de su trayectoria artística. Además se han realizado ocho grandes murales que convierten toda la exposición en una instalación. La exposición ha contado con préstamos de diversas colecciones privadas y públicas españolas, como el MNCARS Reina Sofía y Colección de Inelcom de Madrid, Bombas Gens de Valencia, Museo Helga de Alvear de Cáceres y Fundación Cerezales de Cerezales del Condado en León. También se incluyen una fotografía y dos esculturas de madera pertenecientes a la Colección CGAC.

Este proyecto ha sido realizado conjuntamente con el Museo Universidad de Navarra (MUN) de Pamplona a donde la muestra viajará en marzo de 2022.Esta muestra coincide significativamente con el año Xacobeo 21-22, pone de relieve la importancia del caminar como hecho estético y artístico, así como el Camino de Santiago y conecta a dos ciudades marcadas por su historia: Pamplona y Santiago. 

Walking East de Hamish Fulton cuenta en el CGAC con el apoyo de la Axencia de Turismo de Galicia, Xacobeo Galicia 21-22.

Se editará una publicación reuniendo los trabajos realizados específicamente para este proyecto a lo largo del Camino de Santiago entre Finisterre y Hendaya, al modo de un libro de artista.

Como en otras ocasiones, Hamish Fulton realizará una caminata colectiva en las inmediaciones del museo.

jueves, 28 de octubre de 2021

EL MARRUECOS QUE FUE . Colección de postales 1920-1940 del actor y pintor orientalista Pastor Arcís





Francisco Manuel Pastor Garrigues

        28.10.2021.- Valencia .- Entre el escaso legado  que he recibido de mi abuelo, el actor y pintor orientalista Manuel Pastor Arcís (1881-1964), el cual actualmente se encuentra en casa de mis padres, figura un conjunto de alrededor de cuarenta tarjetas postales del antiguo Sultanato de Marruecos, fechadas entre los años 1920 y 1940. Este conjunto de imágenes fueron adquiridas en el territorio marroquí, en el transcurso de su estancia laboral en el país norteafricano.

          Si seguimos las impresiones de Gómez Barceló, la imagen fotográfica resulta bastante más que una simple ilustración; pasa a ser un testimonio histórico de una época,  en este caso la del Imperio jerifiano en el período de entreguerras, que nos aporta multitud de informaciones y que participa, además, de todas las características del resto de las tipologías documentales incluidas en las modernas ciencias de la documentación o la archivística.  De hecho, presentes en Marruecos desde la guerra de 1859-1860, los fotógrafos europeos,  españoles primero y luego los franceses fueron bastante numerosos, tanto los que tuvieron su estudio en el país como aquéllos que tomaron imágenes para publicaciones periódicas, estudios o como simples testimonios de viaje. De esta manera, los radicados en el Sultanato llegaron a conformar toda una red de profesionales cualificados que satisfacían cumplidamente las necesidades de la población, poseyendo incluso algunas empresas fotográficas, sucursales en diferentes localidades del Imperio jerifiano. Respecto en concreto al tema de las postales, habría que recordar que ya en el siglo XIX los profesionales españoles convivían con los fotógrafos franceses que se asentaron en el Sultanato, para captar y ofrecer imágenes del Marruecos pre-colonial desde los años 70; entre estos últimos destacaron Valentine, Veyre y la compañía de J. Lévy, amén de la británica de Wilson. Al iniciarse el siglo XX, proliferaron si cabe de forma más numerosa las ediciones de postales que se repartieron el mercado con publicaciones de paisajes, interiores y tipos tanto marroquíes como de la vecina colonia argelina y que inundarían los países del norte africano; en su estética, todas estas heterogéneas publicaciones se reconocían, no por la calidad, sino más bien por el precio debido a las tiradas tan importantes que se hacían, tanto en impresiones en blanco y negro como en color.

          En líneas generales, la colección de Pastor Arcís se puede clasificar, para su estudio, en tres grandes tipos: 

a) Son bastante abundantes aquellas postales que captan el marco desértico sahariano, al sur del Sultanato. No podía ser menos si ponemos en relación lo que transmiten estas imágenes con las cosmovisiones dominantes en la Europa de aquel contexto histórico, inmediatamente posterior a la I Guerra Mundial, sobre el norte de África. Y es que se estaba procediendo a reestructurar todo el territorio magrebí bajo el estilo y las necesidades del Occidente europeo (y de Estados Unidos), requiriéndose la configuración del norte africano como una suerte de “eterno intemporal”. Así se conseguía la delimitación  como parcela de huida, para escapar de una monótona cotidianeidad burguesa, de un territorio que no sólo se concebía como alteridad geográfica, sino también como alteridad temporal y ante todo, mental. Y es que amén de representar el desierto, el marco más adecuado para operaciones místicas e intimistas de comunión con la Providencia, en la cultura de comienzos del siglo XX se recurría también de manera reiterada al desierto para subrayar la rebeldía frente al sistema de vida burgués occidental. Así el desierto representaba la totalidad de lo infinito contra el universo parcelado de Europa. Sintiéndose desubicados en un mundo regido por valores pragmáticos, capitalistas, materialistas y burgueses, los artistas y los escritores, siguiendo la guía de la única certidumbre que les restaba, esto es, su propia subjetividad creadora, se lanzaban a la construcción y búsqueda de paraísos naturales, como era el caso del desierto. De esta serie, mi abuelo adquirió las postales tituladas Dans le Sud. Chameliers dans les Sables; La Prière au Désert; Dans le Sud. Au bord d´un Chott; Dans le Sud-Le Transport des Dattes a travers le Sahara; La Prière au Sahara y Convoi de Chameaux, esa última, registrada en la Chauia, la región en torno a Casablanca. En estas imágenes evocadoras se nos va a desplazar por un escenario que va a trasmutar desde las apetecibles sombras bajo los frondosos árboles de los oasis hasta unos metros más allá, al ámbito donde el paisaje se vuelve árido, mostrándonos un rojizo suelo que se convierte casi en blanquecino bajo el ardor implacable del sol. Contrastes propios de una vena lírica que tamiza las lentes de los fotógrafos. El refugio de la sombra frente a la luz deslumbrante e intensa.

b) Un segundo bloque de postales, muy abundante, desvela la importancia de la imagen fotográfica que muestra su preferencia por la obra colonial y el hábitat de la población marroquí en el mundo urbano, un Marruecos no tanto ensoñado, sino más auténtico y que estaba al alcance de la mano del visitante o del colonizador. En este sentido tanto la fotografía como la imagen pictórica son igualmente manipulables para alterar las conciencias de los espectadores, y este bloque de representaciones gráficas, en concreto, nos lleva a entenderlas como invitaciones: desde finales del siglo XIX, tanto las sociedades africanistas españolas como  el poder político (y aquí tendríamos que citar la figura del jefe del gobierno, Francisco Silvela) trataron de llevar a todos los rincones de España el mensaje intervencionista, animando a la colonización y a la penetración en el Sultanato de Marruecos, recurriendo a imágenes como las propias de este grupo iconográfico analizado. Con ellas se trataba de vender las posibilidades que ofrecía el país norteafricano, la riqueza que podría generar para su colonizador, el prestigio internacional que se conseguiría para una potencia en recesión, si se instalaba en el noroeste africano, en una época de creciente mundialización económica y competencia imperialista…  Se entendía, además, que España debía estar presente en el norte de África porque era importante para los Estados poseer un “muro de protección”, una frontera o glacis estratégico natural como garantía de su independencia. Es por ello que ya en 1900 Francisco Silvela desencadenó una intensa ofensiva para controlar las aguas del Sûs y ocupar los vastos territorios de Tarfaya y la Saqîa al-Hamrâ, en una sucesión de meses, en los que cada decisión audaz del jefe del gobierno español venía seguida de otra aún  más audaz, de modo que cuando sus adversarios en el objetivo de colonizar Marruecos (la Tercera República francesa) se sentaban a planificar la respuesta, Silvela ya les llevaba dos cuerpos de ventaja con nuevas decisiones que redefinían el escenario marroquí. Aunque quizá no leyera a Danton, Silvela sabía lo que era la audacia como virtud táctica. Asimismo se esforzó por darle a la ciudad de Tánger un carácter cada vez más hispano, potenciando la llegada de inmigrantes de la Península ibérica y creando en la urbe, un órgano de prensa, un periódico, difusor de propaganda de la causa hispana. En este segundo bloque de postales se puede distinguir aquellas que se centran en las arquitecturas nativas, las cuales para el ideal romántico de muchos fotógrafos (y por supuesto, espectadores) significaban algo así como una ensoñada vuelta atrás en el tiempo. En este subgrupo se encuadrarían Tánger (Marruecos). Entrada en la población del lado del puerto, con una gran profusión del típico arco apuntado islámico, y dominando la perspectiva una sucesión de cañones de pequeño calibre, Tánger. Villaje moruno en la Playa de Tánger, Tanger. Vista general; Tánger (Marruecos). Un santuario en la Alcazaba, Tánger. Una calle (con esta rotulación aparecen dos postales de paisajes urbanos distintos), Tánger. La Gran Mezquita, Tánger. Djamaar el Kibir, Todas ellas, representativas de la arquitectura doméstica musulmana, ofreciendo poquísimos huecos al exterior (fruto del recato y reserva del oriental),  con habitaciones angostísimas y dispuestas sin orden, quedando los huecos que se ven al exterior con balcones volados con celosías de madera. Las calles son angostas, estrechas, dispuestas sin planificación urbanística, arracimadas sin una organización clara. A destacar, los palacetes reflejados en Tangier. The Treasury & Court House; Vue artistique prise de la Kouba y  Vue artistique a la Kouba, un tipo de arquitectura que las administraciones coloniales dominadoras de Marruecos trataron de preservar y que tuvo gran influencia, llegando a desarrollarse incluso un estilo, el neoárabe, el cual inundó los nuevos ensanches de las ciudades en el Marruecos colonial, y que llevaba a imitar no sólo las fachadas de los palacios tradicionales musulmanes, sino también los espacios y hasta las decoraciones interiores. En estas imágenes cabe destacar el uso continuo que hace el arquitecto musulmán de las columnas clásicas, no en una suerte de copia repetitiva o mimética de las arquitecturas griega o romana, sino respondiendo a la lógica del arte de síntesis que es el musulmán, con un desarrollo propio y particular  a partir de elementos exógenos,  en este caso descansando las más de las veces en podios corridos, y sustentando tanto arcos apuntados como de medio punto, dotados incluso de tímpanos en los que se refleja el “horror vacui”, por la exuberante decoración floral que ocupa hasta el más reducido espacio a ornamentar. Un segundo subgrupo lo conformarían las imágenes de edificaciones construidas por la mano colonial. Gómez Barceló apunta que miles de postales de este tipo salieron desde el Sultanato a todos los destinos inimaginables, mostrando la restauración que los colonizadores realizaban de las medinas, el nuevo urbanismo de los ensanches, la vida en los centros gubernativos, administrativos, educativos y sociales construidos por las administraciones coloniales. Es el caso de Casablanca. La Subdivision, incluyendo en este caso la presencia de diversos miembros de las tropas coloniales francesas presentes en la ciudad (hay dos postales distintas de este mismo bloque de edificios), Casablanca. La Résidence; unas europeizadas visiones las muestran asimismo Casablanca. Rue du Commandant-Provost,  Casablanca. Boulevard de l´Horloge y Casablanca. Bab Kedin. La ciudad de Tánger queda también reflejada en la colección de postales Pastor-Arcís, en un contexto cronológico que es el de los disparatados tiempos de la guerra civil española y los inmediatamente anteriores. Las imágenes son un reflejo de lo que constituía la urbe, mucho más que los mitos y los ritos de la vida cosmopolita que en ella se desarrollaba. Tánger internacional fue una ciudad mayoritariamente española, poblada por inmigrantes hispanos. A este grupo pertenecen Tanger.  Vue générale prise de la Villa de France y Tanger, Rue des Siaghines (con dos imágenes distintas llevando la misma titulación), piezas iconográficas con elementos clave de la parte europea de la ciudad escogidos con sumo cuidado, buscando una ambientación extrema y precisa, plenas de detalles lo bastante significativos por sí solos para crear un clima adecuado incitando a la inmigración al lugar sin tener que recurrir a digresiones, acumulaciones descriptivas, ni exceso de datos visuales. A este mismo tipo de invitación a la colonización europea se hace referencia en una postal de la zona ocupada por los franceses, Casablanca. Un Débarquement, que muestra la llegada de europeos al puerto.

c) Un último grupo de postales corresponde a una iconografía etnográfica de los habitantes del Sultanato. Recuerdo, a este respecto, que un compañero de instituto en Xirivella (Valencia), cuando se las mostré me espetó, de entrada su impresión de que se correspondían a un “mundo que se estaba en aquel momento muriendo, desapareciendo”… Este profesor acertaba al categorizar el tono predominantemente melancólico y evocativo que suele caracterizar este tipo de imágenes. La captación de los lugares y las costumbres de los habitantes de Marruecos aparece teñida de melancolía, de luz de ocaso, como si se tratase de un mundo que agonizaba, que estaba a punto de desaparecer, y que ya no se podría gozar. Algo propio de una imaginería que referenciaba el Sultanato como una suerte de paraíso terrenal, identificado con un Oriente mitificado. Esta asimilación del Oriente con el paraíso, el Oriente situado al lado de la Europa Oeste, frente a la monótona y ordenada existencia de la Europa burguesa, iba a resultar una constante en la imaginería orientalista del siglo XIX y mantendría su vigencia hasta bien entrado el siglo XX. No obstante, acogía en su interior esa profunda paradoja de la certeza de la imposibilidad y la fragilidad de los lugares virginales e intocados que pronto iban a ser hollados y destruidos, perdiéndose su perfume sutil y melancólico. Aquí podríamos incluir, todas ellas, en escenarios de paz,  Tánger (Marruecos). Mujeres árabes, mostrando la riqueza étnica del Imperio jerifiano encarnada en dos jóvenes mujeres que sin velo que tape su cabeza muestran sus cabellos bajo el arco apuntado de la puerta de su casa, Tánger. A Moorish boy, Tangier. Moors Beggars, Maroc. M´chand d´ferraille, Maroc. Les Petits Métiers chez les Beni-Snassen, realizando tareas artesanales sentadas en el suelo una serie de mujeres de esta cabila, golpeada por la incursión francesa en la década de 1850, la cual probablemente motivaría la invasión española del Sultanato en la Guerra de África; La Belle Mamah; Marchand d´Étoffes; el fiero askari (soldado, militar) de Mokhazenis en grande tenue, las colectivas La Prière Arabe, Tánger. Mercado de la sal y La Rââhbâ, grande lutte indigène. Le Vainqueur acclamé fait le tour devant les assistants, Vendedoras de legumbres para terminar con Jeux d´enfants y una serie de imágenes exóticas y eróticas de jóvenes musulmanas, todas ellas mostrando sus pechos, Jeune Femme Arabe,  Joven mujer árabe (Marruecos), Aïsha y Una mora, imágenes que destacan por la gran cantidad de objetos de exquisita orfebrería en oro y plata lucidos en las muñecas y cuellos, y por último Intérieur Arabe, con el tema de la decoración exhaustiva que recorre todos los objetos contenidos en una habitación y que acompañan a la figura de una joven.  

                                                                                                 Francisco Manuel Pastor Garrigues

                                                         Diplomado por la UNED en “Fuentes gráficas e

                                                        Historia Contemporánea.: Fotografía y cine”







José María Merino Sánchez, Premio Nacional de las Letras Españolas 2021


 El jurado ha destacado “su maestría y excelencia en la creación de literatura fantástica en las modalidades narrativas de novela, novela corta, cuento y microrrelato”

José María Merino, escritor (Foto RAE)


    L.M.A.

        28-octubre-2021.- El jurado del Premio Nacional de las Letras Españolas, ha propuesto a José María Merino Sánchez para ser galardonado con el Premio Nacional de las Letras Españolas, correspondiente a 2021.

El jurado ha reconocido a José María Merino Sánchez “por su maestría y excelencia en la creación de literatura fantástica en las modalidades narrativas de novela, novela corta, cuento y microrrelato, y también por la inteligencia de sus reflexiones teóricas sobra la ficción. José María Merino es todo un referente para sucesivas generaciones”.

El premio, concedido por el Ministerio de Cultura y Deporte, está dotado con 40.000 euros. Distingue el conjunto de la labor literaria, en cualquiera de las lenguas españolas, de un autor español o autora española, cuya obra esté considerada como parte integrante del conjunto de la literatura española actual.

Biografía

José María Merino nació en A Coruña en 1941, aunque se le identifica con León, pues allí vivió un largo periodo de su vida, hasta que se trasladó a Madrid.

Colaboró con la Unesco en proyectos educativos para Hispanoamérica y fue director del Centro de las Letras Españolas del Ministerio de Cultura. Es patrono de la Fundación Alexander Pushkin y patrono de honor de la Fundación de la Lengua Española, embajador de Hans Christian Andersen (Ministerio de Cultura de Dinamarca) y fue presidente honorífico de la Fundación del Libro Infantil y Juvenil 'Leer León'. Académico correspondiente de la Academia Panameña de la Lengua y de la Academia Norteamericana de la Lengua Española. En 2014 fue nombrado Doctor "Honoris causa" por la Universidad de León. En 2015 recibió la Medalla de Honor de la Asociación de Licenciados y Doctores Españoles en los Estados Unidos (ALDEEU). Es miembro de la Real Academia de la Lengua desde el año 2008.

Empieza en la literatura en el grupo Claraboya, grupo que edita en León la revista con el mismo nombre. Sus primeros libros publicados fueron los poemarios ‘Sitio de Tarifa’ (1972) y ‘Cumpleaños lejos de casa’ (1973). Unos años después, en 1976, se dio a conocer con ‘Novela de Andrés Choz’, por la que mereció el Premio Novelas y Cuentos. Desde entonces viene alternando la publicación de novelas con la de libros de relatos, poesía y literatura para jóvenes y mereciendo premios como el de la Crítica en 1985 por su novela ‘La orilla oscura’; el Nacional de Literatura Infantil y Juvenil en 1993 por ‘No soy un libro’; el Premio Miguel Delibes de narrativa por ‘Las visiones de Lucrecia’ (1996); Ramón Gómez de la Serna de Narrativa en 2004 por ‘El heredero’; el Premio Torrente Ballester por ‘El lugar sin culpa’ o el Premio de la Crítica de Castilla y León por ‘El río del Edén’ (2012) que mereció también el Premio Nacional de Narrativa.

En su faceta de articulista creó, junto a Juan Pedro Aparicio y Luis Mateo Díez, la figura de Sabino Ordás seudónimo bajo el cual redactó multitud de artículos en el suplemento literario ‘Pueblo’, dirigido por Dámaso Santos.

Además de su labor como escritor, ha pronunciado conferencias en numerosos centros educativos, universidades y bibliotecas europeas y americanas. Ha impartido también talleres de creación literaria en la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP).

Jurado

El jurado, presidido por María José Gálvez Salvador, directora general del Libro y Fomento de la Lectura y actuando como vicepresidenta Begoña Cerro Prada, subdirectora de Promoción del Libro, la Lectura y las Letras Españolas, ha estado formado por: María Paz Battaner Arias, designada por la Real Academia Española; Adolfo Arejita Oñarte-Echebarria, por la Real Academia de la Lengua Vasca/Euskaltzaindia; Montserrat Bacardí Tomàs, por el Instituto de Estudios Catalanes/Institut d'Estudis Catalans; Santiago Posteguillo Gómez, por la Conferencia de Rectores de las Universidades Españolas (CRUE); Carlos Fortea Gil, por la Asociación Colegial de Escritores de España (ACE); Ángel Basanta Folgueira, por la Asociación Española de Críticos Literarios; Mónica Tourón Torrado, por la Federación de Asociaciones de Periodistas de España (FAPE); Teresa San Segundo Manuel, por el Centro de Estudios de Género de la UNED; María Laura Espido Freire, por el Ministerio de Cultura y Deporte y Luis Mateo Díez Rodríguez, autor galardonado en la convocatoria de 2020. 

PROYECTO “YESS” DE ESCULTURAS EN MADERA PINTADA. UN CANTO DE BIENVENIDA Y AMISTAD. Presentado en la Casa-Museo El Romeral


Esculturas del proyecto YESS

"Los Amigos," se asoman a la piscina de la Casa-Museo El Romeral




Julia Sáez-Angulo
Fotos:M. Saslovsky y R. Gallego

28/10/21 .- Madrid.- Agustín Lanza, escultor ha creado el proyecto “Yess!” de esculturas pintadas en el que participan nueve artistas: Amparo Alegría Pellicer, Mayte Spínola, María Jesús de Frutos, Adriana Zapisek, María José Bro, Oscar M, Rosa Gallego, Malena Fridman y Manuel Menárguez y él mismo. 

    Todos ellos son el núcleo fundador y decisorio, acorde con la idea surgida en el Hotel del Agua de Marmolejo. Un canto de bienvenida y amistad tras la pandemia dura.

    El proyecto se ha presentado en la Casa-Museo El Romeral y será itinerante por distintas ciudades españolas, en las que podrán seguir incorporándose distintos escultores o pintores del lugar hasta hacer una cadena infinita.

Ocho esculturas de madera lisa, pintadas por cada uno de los lados, que representan a personajes masculinos o femeninos, saludan con los brazos en alto, en un gesto de alegría, bienvenida y amistad.

Las ocho esculturas reunidas en torno a la piscina de la Casa-Museo mostraban su gozo y entusiasmo a todos los presentes. Y contagiaban su alegría. Algunos tienen nombre propio como el de Adriana Zapisek, que se llama Lolo, porque la escultura para pintar me llegó el 10 de agosto, fiesta de san Lorenzo”. “La mía es niña”, decía María Jesús de Frutos que dibujó en su escultura frutas de alegre colorido. “A mí me salió clásica”, explica Amparo Alegría ante las magníficas figuras que dibujó y pintó sobre la escultura de madera.

Para Mayte Spínola, “las esculturas simbolizan la unidad y la amistad, algo muy importante en este momento de pandemia, porque se pasearán por toda España, donde irán participando más artistas que quieran incorporarse de cada provincia. Ya les hemos bautizado a todos juntos con el nombre de “Los Amigos “.

Artistas en la Casa-Museo El Romeral. Pozuelo de Alarcón
Julia Sáez-Angulo hizo la laudatio


miércoles, 27 de octubre de 2021

El Museo Nacional del Prado, una parte fundamental de la vida de Juan José Luna

Hoy se ha subastado su vivienda en el auditorio del Museo Nacional del Prado

Juan José Luna (Madrid, 1946-2020), conservador del Museo del Prado



 L.M.A.

        28.10.2021.- Madrid.- Juan José Luna, conservador del Museo Nacional del Prado vinculado a la institución desde 1969, falleció el 23 de marzo de 2020, habiendo designado al museo heredero universal de todos sus bienes mediante testamento de 25 de mayo de 1995.

    Esta herencia incluye una vivienda que ha sido enajenada hoy mediante subasta pública presencial por el importe de 3.230.000 €, que se destinará a la adquisición de obras de arte, cumpliendo así, el deseo del que fue conservador de la institución. 

    Para Juan José Luna (Madrid, 1946-2020), el Prado era “un centro que está muy próximo, por la historia que despliega, los tesoros que guarda y porque ha determinado durante largo tiempo mi vida”

“CINCO ARTISTAS POR AMOR AL ARTE”. EXPOSICIÓN EN EL CENTRO SOCIOCULTURAL SARA MONTIEL



Klaudia, Ignacio, Javier, Patricia, Julia, Socorro y Adolfo



Julia Sáez-Angulo

28/10/21 .- Madrid.- “Cinco artistas por amor al Arte”, es el título de la exposición que ha tenido lugar en el luminoso Centro Sociocultural Sara Montiel y que ha sido celebrada con una reunión de artistas visuales, poco antes de su clausura, el próximo sábado, día 30 de octubre.

Los participantes en la muestra han sido Patricia Larrea, Ignacio Puras, Klaudia Neuhardt, Linda de Sousa y Juan Jiménez. Todos ellos pertenecen al colectivo “Por amor al Arte”, al que se van incorporando distintos nombres, con el objetivo de llevar a cabo diferentes proyectos artísticos.

Patricia Larrea mostró su reciente pintura y escultura, en las que está presente el vidrio como elemento gozoso en el que trabaja para llevar a cabo objetos y joyas. Ignacio Puras ha aparcado de momento sus “Rostros”, para centrarse en un países esbozado, geométrico y colorista. Klaudia Neuhardt presenta preciosas manchas de color en las que el paisaje aparece de modo nítido en algunos de sus cuadros. Linda de Sousa presenta sus mujeres dibujadas sobre fondo negro, dentro de su línea de denuncia por la marginación y explotación de la mujer. Juan Jiménez, maestro del dibujo, presenta una temática diversa con su pulso firme.

Entre los asistentes al acto, los artistas visuales: Adolfo Asmat, María Gloria Andrade, Socorro Maroc, Patricia Nieto Silva, Javier Setas, Oscar Martín…

Ante las obras de Juan Jiménez, de izquierda a derecha de la imagen: Julia Sáez-Angulo, Patricia Larrea, Ignacio Puras, Klaudia Neuhardt, José Luis López, Patricia Nieto, María del Socorro MoraC, Asmat Chirinos-Zavala y, agachado, Óscar Martín.


Javier Setas y Patricia Larrea

Patricia Nieto, pintora hondureña



El Museo del Traje reabre sus puertas estrenando colección permanente y nuevo discurso expositivo


• El museo de titularidad estatal, dependiente del Ministerio de Cultura y Deporte, mejora sus instalaciones y accesibilidad, tras una reforma que ha supuesto una inversión cercana al millón y medio de euros

 • La nueva exposición muestra más de mil piezas, de las cuales la mitad son inéditas, en un recorrido que incluye indumentaria, piezas antropológicas y archivos documentales 

• En las vitrinas, destacan diseños de Mariano Fortuny, Asunción Bastida, Cristóbal Balenciaga, Oteyza o Yves Saint Laurent 



L.M.A.

        27-octubre-2021.- El Museo del Traje-Centro de Investigación del Patrimonio Etnológico, museo de titularidad estatal dependiente del Ministerio de Cultura y Deporte, reabre hoy sus puertas tras las obras de reforma del edificio - levantado hace más de 50 años-, que han supuesto mejoras en la fachada, las cubiertas y las azoteas. Los trabajos, con una inversión cercana a los 1,5 millones de euros, han dotado al museo de nuevos espacios adaptados a la conservación preventiva de las piezas que custodia, así como a la mejora de los espacios de visita pública. 

El cierre por obras ha permitido hacer un cambio en la exposición permanente, un acontecimiento único en la trayectoria de un museo. En este caso, se ha repensado el discurso expositivo y se ha ideado un recorrido en el que podrán verse más mil piezas (solo un 1% de la colección que alberga el museo), de las cuales más de la mitad se exhiben ahora por primera vez. 

La nueva exposición incluye piezas del fondo textil, pero también bienes etnológicos y documentales que ayudan a contextualizar las distintas épocas y a entender que las modas trascienden al ámbito de la indumentaria. A través de escenografías, que muestran el arraigo de las modas en los objetos cotidianos, se propone un recorrido cronológico desde los siglos XVII y XVIII hasta nuestros días, explicando cómo las distintas corrientes se adaptan y perduran a lo largo de los siglos. 

Dentro de las colecciones de indumentaria histórica expuestas, una de las piezas más antiguas es un guante de encaje del siglo XVII, así como el ‘Tratado de Sastrería’ de Juan de Albayzeta de 1720. En este itinerario, se hace referencia también a los diferentes modos de vestir en distintas épocas desde la perspectiva de género, así como a la participación de la publicidad y los medios de comunicación en la generalización de las modas a través de figurines - destacando los de Pedro Rodríguez, Asunción Bastida o Manuel Comba-, revistas, carteles o televisores, además de los hábitos de salud, higiene y belleza asociados. 

Asimismo, de forma monográfica, se dedica una sección a la indumentaria tradicional, con una rica colección de trajes regionales en la que se pueden ver desde ricos trajes populares, como el de Pozoantiguo (Zamora); hasta indumentaria asociada al calendario festivo, como el Diablo de Artà (Mallorca). Otra de las secciones monográficas pone el foco en la figura de Mariano Fortuny, creador del conocido traje Delphos. Entre las piezas contemporáneas expuestas destacan los vestidos de Cristóbal Balenciaga, que ejerció una enorme influencia en la moda española a la vez que cambiaba la moda internacional; la capa de la firma madrileña Oteyza, que muestra la pervivencia del arquetipo español de los siglos XVI y XVII; o el chándal de Jeremy Scott, que reinterpreta el traje de luces y refleja, a su vez, la influencia del majismo. 

La exposición finaliza con piezas de diseñadores nacionales e internacionales tan notables como Yves Saint Laurent, Elio Berhanyer o Manuel Piña, cuyas vitrinas fueron producto de un comisariado colectivo a través de redes sociales con el hashtag #YoExpongoMT. 

La experiencia de la exposición permanente se completa con visitas guiadas, material para realizar visitas familiares de forma autónoma, una visita virtual y más activades que se irán desarrollando a lo largo de la temporada. Maniquíes invisibles El Museo del Traje es uno de los pocos museos que realiza maniquíes invisibles para mostrar su fondo textil. 

Con ocasión de la renovación de la exposición permanente, ha sido necesario hacer 40 nuevos soportes específicos para las piezas seleccionadas. En total, la nueva exposición ha necesitado 150 maniquíes realizados a mano, puesto que las piezas de antes de los años 50 no se corresponden con las tallas industriales, sino que todas eran piezas únicas hechas a medida. Su función es tanto estética como de preservación de la pieza: por un lado, invisibilizan el soporte; y, por otro, la pieza queda asentada en su medida exacta sin sufrir ninguna tensión. Una institución de referencia Desde sus inicios, el Museo del Traje ha sido una referencia nacional e internacional, tanto por lo excepcional de sus colecciones, como por lo renovador de sus enfoques de investigación. 

Con la nueva exposición permanente, continua su misión de conservar, proteger y promover las colecciones de indumentaria y moda, así como el conocimiento que se desprende de ellas y proporcionar a sus visitantes actividades basadas en un discurso accesible; a los estudiantes de moda, un lugar de intercambio de conocimientos; y a los profesionales del sector, un punto de encuentro y desarrollo.




PAULA LÓPEZ RECIBE LA MEDALLA DE ORO MAYTE SPINOLA EN LA CASA-MUSEO EL ROMERAL

Mayte Spínola entrega un cuadro suyo a Paula López

Carmen Spínola, Alicia Pardo, Mayte Spínola, Paula  López Espinosa, Pedro Sandoval y Julia Sáez-Angulo


Julia Sáez-Angulo

Fotos: R. Gallego y M. Saslovsky

28/10/21.- Madrid.- Pedro Sandoval, presidente del Grupo pro Arte y Cultura, GpAyC, entregó la Medalla de Oro Mayte Spínola 2020, a Paula López Espinosa, couch, guía y escritora de literatura espiritual, por su excelencia en este campo. El acto se llevó a cabo en el jardín de la Casa-Museo El Romeral y en presencia de Mayte Spínola, pintora y fundadora del GpAyC y de Alicia Pardo de Garay, condesa del Valle Suchill, delegada del Grupo en Iberoamérica.

Julia Sáez-Angulo, portavoz del GpAyC, hizo el elogio de la escritora recordando que se trata de una profesional de gran inteligencia y sensibilidad. El pasado año, la autora colombiana presentó en España su reciente libro “Tu alma. Una joya para pulir”. Mayte Spínola en sus palabras celebró la concesión de esta Medalla de Oro a Paula López, le entregó un cuadro suyo y tuvo un recuerdo afectuoso del padre de la escritora, fallecido recientemente.

Paula López agradeció la concesión de la Medalla de Oro y la brindó, emocionada, a su padre. 

La escritora colombiana Paula López Espinosa (Bogotá, 1968) estuvo acompañada de familia y amigos, así como por numerosos miembros del Grupo pro Arte y Cultura, artistas visuales, escritores, empresarios como Andrada-Vanderville y su esposa Paloma Vizcarro, los condes del Valle Suchill, Margaret, condesa del Salobral, la archiduquesa Alicia Habsburgo, Carmen Spínola, presidente de la Fundación Arauco, Paz López-Bilbao, Grachya Barreiros, Mario Saslovsky, Adriana Zapisek, María Jesús de Frutos, Cuchi de Osma, Mercedes Antoñanzas, Paloma Casado, Carlos Peñaloza, Rosa Gallego, Maica Bas, Manuela Picó, Raúl Apausa, Noel Vanososte, Agustín Lanza, Amparo Alegría, Teresa Escarpenter, Cecilia de Lassaletta, Pilar Engelmo, Milu Sostres y esposo, Agustín Lanza…

Más información

https://lamiradaactual.blogspot.com/2020/01/paula-lopez-espinosa-conferencia-en-la.html

Paula muestra la Medalla de Oro y su libro


Paula y Pedro Sandoval



Condesa del Valle Suchill, Mayte Spínola y Paula López

martes, 26 de octubre de 2021

"El centenario del Desastre de Annual: una conmemoración políticamente incómoda", mesa redonda en el Ateneo de Madrid



    Julia Sáez- Angulo

        27/10/21.- Madrid.- Una mesa redonda sobre el suceso denominado “Desastre de Anual” , por el ejército español en Marruecos en 1921, ha sido tema de una mesa redonda en el Ateneo de Madrid. El evento, que fue presidido por Juan Ermindo Hernández Montero, y en él participaron: el general Salvador Fontela: José Antonio Alarcón, historiador y director del Instituto de Estudios Ceutíes; José Manuel Riesgo, africanista del Instituto de Humanidad del URJC; Mohammed Al Masmoudi, medico neurólogo e investigador; Federico Martín de la Escalera, historiador y escritor. Basilio Rodríguez Cañada, editor y africanista fue el moderador
    Se convocó con motivo del centenario y a él acudieron diversos africanistas.
Entre los datos que se barajaron se habló del número de víctimas identificadas, al parecer en 7683, según últimos datos barajados, frente a las diez o quince mil, que a veces se barajan. Fue una de las pérdidas mayores del ejército español, si bien hay eventos franceses, ingleses e italianos con desastres similares en torno a la misma época.
Más que una batalla fue una pérdida de hombres por huida y desbandada, ya que el general Silvestre, responsable del Desastre de Annual, no supo organizar la retirada.
La pérdida del territorio que supuso el Desastre de Annual, fue compensada en menos de dos años por el miso ejército y sobre todo por el Desembarco de Alhucemas en 1925, que supuso volver a la situación dominio y administración sobre el Rif.
Marruecos ha emitido un sello ridículo y anti diplomático sobre el suceso de Annual, en el que representa al rifeño Abd El Krim a caballo mirando al monte Gurugú al fondo y aplastando a los españoles suplicantes. Manca fineza, que dirían los italianos. Nada que ver con el cuadro de Velázquez, “La rendición de Breda”, en que Ambrosio Spínola levanta del suelo al vencido que le entrega las llaves.
Abd El Krim, que no estuvo en el Gurugú, como la mayoría de los rifeños no querían la presencia de España en su territorio, pero tampoco la de la monarquía alauita, a la que sentía ajena y lejana.
El episodio de Monte Arruit se recordó con dolor, porque, pese a la rendición pactada de los españoles, se degollaron a todos y calcinaron sus cadáveres. La retirada de los mismos fue terrible, como una visión dantesca.
El papel de las figuras del general Berenguer y el rey de España Alfonso XIII, así como el célebre Informe Picasso (publicado íntegro por la editorial Almena en 2003) fueron asuntos barajados en la mesa redonda. 
La política internacional marcó de modo decisivo la presencia de España en el protectorado de Marruecos”, que logró la independencia en 1954, pero el ejército español estuvo allí hasta tres años más tarde, para garantizar la estabilidad de la situación, se recordó.
La actuación cultural de España en el protectorado de Marruecos fue un hecho innegable en la ampliación urbanística de las ciudades con plazas, avenidas, ciudades, arquitectura importante, hospitales, escuelas, industrias, comercios y otros elementos importantes y notorios, si bien, la actuación de Hassan II fue la destrucción de buena parte de estas presencias -destrucción, por ejemplo, de los grandes y preciosos azulejos en las plazas. El deseo del alauí era borrar lo español e introducir el francés.



 

Pedro G. Romero. El Museo Reina Sofía presenta "Máquinas de trovar", una exposición antológica del artista

 

L.M.A.

Pedro G. Romero. La sevillana (la farsa monea), 2017. Pieza producida por Dokumenta 14. © Pedro G. Romero


    27.10.2021.- Madrid.- La muestra Máquinas de Trovar que se presentará el próximo martes 2 de noviembre  en el Reina Sofía, nos acerca al trabajo del artista, investigador, comisario y editor Pedro G. Romero (Aracena, Huelva, 1964) que asistirá al acto acompañado del director del Museo, Manuel Borja-Villel.

Se verán sus obras desde los inicios en la década de los 80 hasta sus investigaciones recientes, con una selección de sus proyectos más destacados que dan cuenta de una práctica multidisciplinar, del contexto político y social en que se produjeron y de los principales temas que vertebran su obra.

La exposición incluye además un proyecto realizado específicamente para la ocasión, Canciones de la guerra social contemporánea II, una gran instalación y escenografía concebida a modo de plaza y espacio documental donde tendrán lugar diferentes performances a modo de recuperación de textos de Guy Debord, musicalizados y versionados por Pedro G. Romero junto a varios compositores e intérpretes colaboradores entre los que se encuentran Rodrigo Cuevas, Niño de Elche, Christina Rosenvinge o Soleá Morente, entre otros.

"PINTURA ITALIANA DE LOS SIGLOS XIV AL XVIII DE LA COLECCION DEL BARON THYSSEN-BORNEMISZA"


Museo Nacional Thyssen-Bornemisza -Paseo del Prado,8-Madrid

Del 25 de octubre de 2021 al 9 de enero de 2022





Maica NÖIS

    26/10/2021-Madrid- El Museo Thyssen-Bornemisza abrió sus puertas en 1982 y la colección del barón se reorganizó. Este fue el caso de las pinturas de las escuelas italiana y alemana que se depositaron en el Museo de Pedrales de Barcelona. En 2004 pasaron a exhibirse en el Museu Nacional d´Art de Catalunya en Barcelona. 

Como parte de los actos en celebración en este año en conmemoración del centenario del nacimiento de Heinrich Thyssen-Bornemisza es por lo que en número de doce hoy podemos contemplar una selección de las mismas repartidas en las salas 1,4,6,14 y 18 de la planta 2 como colaboración entre el Museo y la Comunidad de Madrid.

En el acto de presentación Marta Rivera de la Cruz consejera de Cultura, Turismo y Deporte de la Comunidad de Madrid y Mar Borobia, Jefe de Pintura Antigua del Museo Nacional Thyssen-Bormemisza y comisaria de la exposición.

Comienza la exposición con el arte sacro del siglo XIV y los primitivos italiano con tres tablas de Bicci di Lorenzo (1373-1452) "El ángel de la anunciación" "La crucifixión con la Virgen y San Juan" y "La Virgen de la Anunciación". Les acompaña  "La Natividad" obra de Tadeo Gaddi (Florencia 1325-1366) sus obras son un compendio del maestro Giotto. La obra estuvo depositada en el Museum of Fine Arts de Boston de 1876-1977 donde pasó a la colección Thyssen en 1979.

 La última obra de esta sala 1 es "La Virgen y el Niño en el trono con seis ángeles" de Lorenzo Mónaco que es uno de los mejores representantes del gótico tardío en Florencia. Pietro de Rímini está  presente en esta sala con una tabla de pequeñas dimensiones "La natividad y otros temas de la infancia de Cristo"-la tabla formó parte de la colección británica Dixon y fue adquirida por el barón en 1979.

La sala 4 dedicada a la pintura italiana del siglo XV con la obra maestra del monje dominico Fra Angelico "La Virgen de la humildad" corresponde al periodo de madurez del artista, fue comprada por el barón en 1986 procedente de  la condesa Margit Batthyáni.

La sala 6: Galeriade Villahermosa muestra "La lapidación de san Esteban" atribuida a los hermanos Dosso y la "Adoración de los Reyes" por un autor anónimo siempre denominado Maestro de la Adoración.

La sala 15: pintura italiana del siglo XVII -luces y sombras del barroco. Con el imponente "San  MIguel Arcángel venciendo a Lucifer", obra única del artista Francesco Maffey, realizada sobre lámina de piedra y representa un tema inédito en la que el artista veneciano crea una escena potente con las alas desplegadas reflejando movimiento.

Sala 18: pintura italiana del siglo XVIII con la que finaliza el recorrido en el "Grupo de mendigos" primera obra del artista lombardo Giacomo Ceruti y que fue incorporada a la colección en 1975. Y la obra "El sacrificio de Isaac" (1715) del veneciano Giambattista Piazzetta y que corresponde con una de sus obras maestras.

Apreciable hacer este podríamos denominar "viaje introductorio" a un arte reflexivo, motivador y tan bien ejecutado por los maestros que nos inundan de su intencionalidad y técnica de finales del siglo XIII a la segunda mitad del siglo XVIII.