Julia Sáez-Angulo
Fotos: Juana Mari Herce
15/4/25 .- Benalmádena (Málaga).- Ibn al-Baytar, botánico del siglo XII cuenta con un Instituto de Segunda Enseñanza, un parque y una estatua en Benalmádena, pueblo malagueño orgulloso de ser cuna del ilustre sabio, aunque algunos duden sobre el dados histórico de su nacimiento. Al botánico y farmacólogo Al Baitar le debe mucho la farmacopea mundial de la Historia.
Ḍiyāʾ Al-Dīn Abū Muḥammad ʿAbdllāh Ibn Aḥmad al-Mālaqī (ضياء الدين أبو محمد عبد الله بن أحمد المالقي ) en árabe), (el malagueño) y al-Nabatí (el botánico); comúnmente conocido como Ibn al-Baytar, fue un médico y botánico andalusí, nacido hacia 1190[1] o 1197 en la Provincia de Málaga (se especula con que nació en el municipio de Benalmádena) y muerto en 1248 en Damasco. Su nombre significa, en árabe, hijo del veterinario, se explica en Wikipedia.
Ibn Al-Baytar estudió con el botánico Abu al-Abbas al-Nabati en Sevilla donde comenzó una colección de plantas cuyo estudio se centraba en sus propiedades medicinales. Hacia 1220 emigró al Próximo Oriente atravesando el norte de África y visitando Anatolia y Siria para finalmente establecerse en El Cairo, donde fue nombrado botánico jefe de Egipto por el sultán. Allí estudió las propiedades medicinales de las plantas y realizó numerosos viajes de investigación con sus alumnos.
Ibn al-Baitar fue responsable de numerosos trabajos que recogen el conocimiento farmacéutico de su tiempo en África del Norte. Su obra más conocida es Kitāb al-Jāmiʻ li-mufradāt al-adwiya wa-l-aghdhiya ("Libro recopilatorio de medicinas y productos alimenticios simples"). Nombró las plantas y describió el uso de más de 1400 especies mayormente de la farmacopea Árabe cuya lengua tenía que perfectamente conocer.
Su obra sería utilizada y traducida durante toda la Edad Media.: Traité des simples, Paris, Imp. Nac., 1877-83, 3 vol; traductor Lucien Lecrec[2] (reedit. 1980).Tratado de los limones.
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La vida y las vacaciones siguen en Benalmádena. Paseos por sus calles, con nombres que hablan del lugar, nombres de poetas andaluces, desde Blas Infante, padre de la patria andaluza”, según reza el pie de su escultura en la avenida que lleva su nombre, a Vicente Aleixandre (Sevilla, 1898-1984) (su casa, al fin adquirida por la Comunidad de Madrid, se convertirá en Casa de la Poesía y referencia de la brillante Generación del 27, con tres grandes poetas malagueños: Manuel Altolaguirre, Emilio Prados y José María Hinojosa) o Federico García Lorca (Granada, 1898-1936)) elevado a mito nacional. ¿Qué cantan hoy los poetas andaluces?, se preguntaba el célebre poema de Rafael Alberti (Cádiz), poema cantado por numerosos cantantes como Aguaviva, el más conocido.
«Balada para los poetas Andaluces de hoy»
¿Qué cantan los poetas andaluces de ahora?
¿Qué miran los poetas andaluces de ahora?
¿Qué sienten los poetas andaluces de ahora?
Cantan con voz de hombre, ¿pero dónde los hombres?
Con ojos de hombre miran, ¿pero dónde los hombres?
Con pecho de hombre sienten, ¿pero dónde los hombres?
Cantan, y cuando cantan parece que están solos. (…)
Los poetas andaluces de hoy siguen cantando. Y también las poetas como la brillante María Victoria Atienza (Málaga, 1931), Premio Reina Sofía de Poesía 2014, “por su capacidad de convertir lo cotidiano en trascendente”. Ahí están también Rosa Romojaro, Beatriz Ros, Mesa Toré, José Infante (Málaga, 1946), Alfredo Taján o Francisco Ruiz Noguera.
Ibn Al-Baytar
Retrato de María Victoria Atencia en la placa conmemorativa en forma de mosaico cerámico (azulejo) dedicada a María Victoria Atencia en el antiguo cementerio de San Miguel, Málaga, España. En la placa, se leen unos versos de su poema Entre los que se fueron:
«Entre los que se fueron
Entre los que se fueron, por estas avenidas
voy más llena que nunca. Roza la primavera
Mi piel como un anuncio de lo que se avecine.
Mármoles y naranjos, el rumor de una abeja
Y un silencio tan solo comparable al momento
En que van a cruzarse dos predestinaciones.
Narcisos dejaré más allá de esta hora
Y que toquen sus pétalos nombres entrelazados.
Fuera de este recinto está el vacío sobre
la ciudad anhelante a cuya luz me encuentro
con el significado preciso de la vida
como un libro de abriese de par en par sus verjas.
La placa fue inaugurada el 1 de noviembre de 2021 e incluye un retrato de María Victoria Atencia. El trabajo cerámico aparece firmado por «García Parreto»
2 comentarios:
Pasión,poesía,procesiones,música de tambores y cornetas,paseos a la orilla del mar,una caña fresca en un chiringuito del paseo marítimo ,bajo la atenta mirada de Iban Al - Baytar.
Preciosas crónicas Malagueñas.
Gracias Julia
Julia, poeta ella misma, cronista de viajes, critica literaria e historiadora es capaz de aunar en un texto alado el relato de un botanico arabe, un recorrido por los poetas andaluces del 27, y una parada en Victoria Atienza y en otras poetas andaluzas, y seguir su caminar sereno y cultivado por la Malaga de todos los tiempos. Es un placer leerla en sus viajes o en sus paseos. Siempre aprendemos, recordamos y soñamos. Gracias
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