Joan Oliver i Torrents
“Cuando un error entra en
el dominio público, ya no sale nunca más de él; las opiniones se trasmiten
hereditariamente y, al final, eso se convierte en la historia”,
Remy de Gourmont
Definición de historia: “Narración y exposición
de los acontecimientos pasados y dignos de memoria, sean públicos o privados”.
La historia puede ser cierta, o no serlo, cuando
la narración y exposición de los acontecimientos pasados lo es, o no lo es. De
aquí la importancia en que la narración y exposición de unos hechos sea veraz y
tenga una base en el pasado que la haga posible.
En la historia de Cristóbal Colón hay muchas
invenciones, contadas mil veces, que se tienen por verdad. Si a ello unimos que
los libros de texto no reflejan, en la mayoría de los casos, las
investigaciones recientes, nos
encontramos en que la idea que se tiene es errónea y antigua. Se estudia y
promociona lo aceptado oficialmente hasta principios del siglo XX.
Hay muchas casualidades y golpes de suerte que
ofenden cualquier inteligencia y que niegan la realidad, o certeza, en unos
hechos necesarios para poder lograr la
hazaña más importante que hombre haya realizado, el Descubrimiento del Nuevo
Mundo.
Sólo con una base histórica y científica podía
lograrse tal acontecimiento.
El Colón oficial no cuadra con las necesidades
científicas e históricas que precisaba para poder ser el descubridor.
Las bases del Descubrimiento empezaron con
Aristóteles al indicar que la tierra era redonda.
Continuaron con Eratóstenes al medir la longitud de la
circunferencia terrestre.
Estrabón, en su Geografía (siglo I a. C.) y basándose en Eratóstenes, dice:
“si no fuese un obstáculo
la colosal extensión del Océano Atlántico, se podría llegar fácilmente por mar, siguiendo el mismo grado
de latitud, desde la Península Ibérica hasta las Indias. La parte media de este
grado comprende más de una tercera
parte de la circunferencia terrestre.
En el año 150 de nuestra era,
TOLOMEO trazó en veintisiete mapas el primer atlas del mundo, que dividió en
líneas horizontales, y señaló ocho mil puntos que podía localizar en latitud y
longitud según las referencias dadas por navegantes antiguos. Trescientos
cincuenta de esos puntos constaban de manera segura, según el cálculo de
coordenadas astronómicas”. (Pascale
Rey. El Maestro Cartógrafo. P.309)
Con el libro de Esdras que indicaba, equivocadamente,
que la tierra estaba compuesta por seis
partes de tierra firme y una de mar océana.
Con el sabio mallorquín Ramón Llull perfeccionador de instrumentos
navales, de la cartografía e iniciador
del lulismo tan presente en el hacer y pensamiento de Colón. Copiemos lo escrito por Dn. Bartolomé Escandell Bonet,
en AMERICA Y MALLORCA. P. 15:
La
intuición luliana del Nuevo Mundo.
“...En cambió Ramón Llull
alude y razona directa y expresamente, la
existencia empírica y concreta
de una orilla continental opuesta a la atlántica de Francia, Inglaterra,
Iberia, o África. Recordemos sus intuitivas frases escritas en 1287 en su obra Questiones per Artem Demostrativam solubilis”:
“Toda la principal causa del
flujo y reflujo del Mar Grande o de Inglaterra es el arco de agua del mar que en el
Poniente estriba en una tierra opuesta a
las costas de Inglaterra, Francia, España, y toda la confinante de
Africa...Porque el arco que forma el agua como cuerpo esférico, es preciso que
tenga estribos opuestos en que se afiance... La parte opuesta de Poniente
estriba en otro continente que no vemos ni conocemos desde acá...” Quiero destacar el que en 1287 Ramón Llull nombra España refiriéndose
a toda la Península Ibérica. España era toda la Península, toda. Fue una lástima
la separación. Los portugueses en los siglos XII, XIII, XIV y XV decían, de
forma aclaratoria, que “Portugal es el
reino más occidental de España”.
Con la llamada Escuela de Cartografía Mallorquina
base de los descubrimientos portugueses y españoles.
Con los viajes, a partir de 1342, a las Islas
Canarias de los marinos, mercaderes y religiosos mallorquines. Los mallorquines
colonizaron, evangelizaron –la primera
diócesis canaria fue la de Telde y sus tres primeros obispos fueron
franciscanos mallorquines- y mercadearon con los habitantes de las islas. Emplearon
las Islas Canarias como base para desplazarse a Cabo Bojador y Cabo Verde para intercambiar sus mercancías. El
conocimiento de las Islas Canarias y el Océano Atlántico, por parte de los
mallorquines, fue un paso más para el Descubrimiento.
Con Mestre Jacome de Mallorca contratado por el
Infante Dom Henrique el Navegante para que organizase y dirigiese la Escuela de
Sagres, posterior Escuela de Navegación Portuguesa, que inició la era de los
descubrimientos portugueses.
Con cartógrafos, marinos, geógrafos, matemáticos,
astrónomos, constructores navales, mercaderes, hombres observadores del mar,
del viento y de la necesidad de surcar los mares que hicieron posible el viaje.
Volvamos a Cristóbal Colón.
La nacionalidad oficial del Almirante se
fundamenta en intereses políticos, económicos y religiosos que dieron pie a una
errónea interpretación de documentos y que concluyeron en que era italiano.
Interpretaron mal que era “extranjero”, “ligur” y “ginovés”. Lo hicieron
genovés. Unas veinte poblaciones
italianas se disputan ser su patria chica. No hay unanimidad, Génova tiene más
adeptos.
A pesar de los hallazgos demostrados por
investigadores, desde 1927, la teoría genovesa es publicitada continuamente.
En mí artículo “CRISTÓBAL COLÓN. ¿Extranjero?, ¿genovés?,
¿español?, ¿títulos?”, publicado en LA
MIRADA ACTUAL el 16 de febrero de 2015, intenté descifrar el significado de
estas tres palabras; “extranjero”, “ligur” y “ginovés”; Extranjero significaba que no había
nacido en el Reino de Castilla. Podía ser español, haber nacido en otro
territorio de España, y ser extranjero en Castilla. Ligures, según los
griegos, lo eran los habitantes del
occidente europeo hasta el Rin y el Danubio. Ginovés, respecto a Colón, indicaba que
era judío o converso, no genovés como muchos creen y anotan. A Martín Alonso Pinzón
también le señalaban ginovés, por otro concepto, y era andaluz. Se equivocan al calificarlo de genovés por
estos tres apodos. Repito, podía ser español, como creo, siendo extranjero en
Castilla, ligur y ginovés.
Aparecen nuevas teorías que, a la luz de nuevas investigaciones,
creen y promocionan su posible lugar de nacimiento en diferentes naciones o
ciudades europeas, aunque por su idioma materno catalán se debiera circunscribir en que podía ser español de Cataluña, de
Valencia o de Baleares.
Salen a la luz pruebas que ponen en duda que el
Almirante fuera italiano.
Para el Descubrimiento del Nuevo Mundo se
precisaban unos conocimientos científicos y una historia que lo hiciesen
posible. La casualidad o suerte no pudo
posibilitar tal acontecimiento. Suerte la tiene la persona preparada que sigue
con su idea y, con constancia y esfuerzo, consigue lo buscado, ó, la persona preparada
que al ver unos hechos, los analiza, y,
aprovechando sus propios conocimientos
consigue el resultado que otros no ven. Los golpes de suerte no suelen
ser la base de grandes logros, se
precisa formación, carácter, constancia y esfuerzo.
Desde 1927, con
la aparición del libro de Dn. Luis Ulloa “CRISTÒFOR COLOM fou CATALÀ”,
la investigación y los hallazgos conseguidos han demostrado la imposibilidad de
que fuese genovés. Su idioma materno no era italiano ni tenía italianismos.
La posibilidad de que hubiera nacido en otro
territorio ha ido cogiendo entidad. Hoy
debemos dar crédito a nuevas investigaciones que nos muestran otras posibles
tierras donde debió nacer.
Hay que valorar su idioma materno - demostrado
científicamente que era judeo-catalán por
la Dra. Estelle Irizarry en el libro “EL ADN DE LOS ESCRITOS DE CRISTÓBAL COLÓN”,
su nombre, las bases históricas y
científicas necesarias para el Descubrimiento, la sociedad que lo formó, sus
apoyos científicos, económicos,
políticos, religiosos, etc.
En este punto, del idioma, indicar tres palabras
utilizadas por C. Colón que creo pueden ser aclaratorias: Dio el nombre de Sant
Salvador a la primera isla descubierta. Muchos historiadores la reproducen sin la “t” final. En Mallorca existe el
Santuario de Sant Salvador, con “t” final. Otra isla la bautizo con el nombre
de Margalida, con “l” y que transcriben, mal, como Margarita. Firmaba “Almirant”, también
con “t” final. En Cataluña escriben “Almirall”, en Mallorca “Almirant”. Son pequeños detalles que se copian erróneamente
y que tienen su significado exacto.
En 1929 aparece en Milán el
llamado Documento Borromei que es enviado a Dn. Manuel Rubió Borrás, Director
de la Biblioteca de la Universidad de Barcelona, en 1930. Estudiado el Documento, por el Sr. Rubió Borrás, se confirma la
autenticidad del mismo; papel, clase de letra y tinta empleada a finales de
siglo XV. El Documento tiene fecha de 1494 y, por ello, la tesis mallorquina es tan antigua como la
genovesa al indicar que Cristóbal Colón era mallorquín.
“El
hallazgo de ese manuscrito, pese a ratificar la tesis del origen mallorquín de
Colón, no hizo ya mucho ruido. Los estudiosos españoles estaban escarmentados
por la triste experiencia de las actas de Pontevedra”. (Simon Wiesenthal. P. 105. Operación Nuevo Mundo)
Es
interesante el comentario del Sr. Wiesenthal. Nos retrata el estado de ánimo en
que quedaron los estudiosos españoles después del fiasco producido en la
falsificación de los documentos de la
teoría gallega. Ésta alteración de documentos perjudicó la investigación de la
posibilidad mallorquina.
Dn. Renato Llanas de Niubó, en su libro “El enigma
de Cristóbal Colón”, redactaba la llegada
del Documento Borromei a Barcelona, los estudios realizados que aseguraban su
autenticidad y la posibilidad de que el Almirante fuese español de Mallorca y
concretamente de Felanitx.
Con las investigaciones de D. Luis Ulloa, que
indica que el idioma materno del nauta era el catalán, y con el Documento
Borromei diciendo que había nacido en Mallorca, se inician nuevas indagaciones
del Descubridor. La teoría italiana carece de bases históricas y científicas
que la hagan posible.
D. José Antonio Hurtado García nos ilustra, en su
libro “La Ruta T y D”, demostrando que
Cristóbal Colón utilizo para su Viaje de Descubrimiento, el Mapa-mundi de
Cresques Abraham realizado en 1375 en Palma de Mallorca. Una prueba más de la
aportación judía mallorquina a los descubrimientos.
Hemos
indicado, de forma breve, investigaciones que posibilitan que no fuera italiano
y que dan pie a demostrar una nueva nacionalidad. Hay que buscar y demostrar nuevas bases, presentes en el
nauta, que hagan posible una nueva y verdadera biografía.
Bases
del Cristóbal Colón Descubridor:
El
lulismo, tan presente en el Almirante, nace en Mallorca con Ramón Llull.
La
Escuela de Cartografía Mallorquina, base de los descubrimientos portugueses y
españoles. Reproduzcamos unos comentarios del historiador
portugués
Alfredo Pinheiro Marques sobre el origen de la cartografía portuguesa en el
siglo XV “... As suas produçôes
continuam perdidas, mas nem por isso deixamos de ter testemunhos probatórios da
existência, e do carácter inovador em
termos geográficos, desta escola do Infante (a que, pessoalmente, prefereríamos
talvez chamar escola de Jaime de Maiorca).
Sâo já o valor e a experiència desta cartografia portuguesa, feita na
esteira dos ensinamentos do maiorquino, que explicam o brilhantismo e a
perfeiçâo com que nos irá surgir a cartografia dos Reinéis ou de Jorge de
Aguiar. Este brilhantismo nâo poderia ter surgido do nada”. La base de la cartografía
portuguesa, que propicio sus descubrimientos, fue de Jaime de Maiorca de
la Escuela de Cartografía Mallorquina.
El idioma materno. Copiemos
lo escrito en el prólogo del libro del Sr. Ulloa;
“…Deixem, doncs, en l’oblit, Cristoforo Colombo i que
sorgeixi a la vida Xristo-Ferens Colom”, “…posar en clar la influència i les
relacions de Colom amb el lulisme, amb la ciència geogràfica i la cartografia
catalana o mallorquina que ve a ésser igual,...”, “...Colom resultarà ésser la
derivació i el complement de Raimond Llull”.
Quiere que quede claro “…Dejemos, pues, en el olvido, Cristoforo Colombo y que surja a la
vida Xristo-Ferens Colom”, “…poner en claro la influencia y las relaciones de
Colom con el lulismo, con la ciencia geográfica y la cartografía catalana o
mallorquina que fue igual…” “…Colom resultará ser la derivación y el
complemento de Ramón Llull”
Por su lengua materna es
demostrativo que no puede ser el genovés. Debió ser un ciudadano de habla catalana.
Hay que poner en claro la
influencia y las relaciones de Colón con el lulismo, con la ciencia geográfica y la cartografía mallorquina. Todas las obras de cartografía mallorquinas
se escribieron en catalán, de aquí que se les califique de catalanas. En París bautizaron al mapa-mundi de Cresques
Abraham, Ciutat de Mallorca 1375, como
Altas Catalán por estar escrito en este idioma. Por el idioma confunden que lo
hecho en Mallorca fue realizado en
Cataluña.
Cada día hay más pruebas del
idioma materno de Colón y de los conocimientos necesarios para conseguir lo
descubierto por el nauta.
Sabemos, a ciencia cierta, el
idioma materno de Cristóbal Colón. Su castellano aprendido lo fue a través del
catalán de Mallorca, el mallorquín. El castellano, en Mallorca, comenzó a
introducirse como lengua culta en el siglo XV.
Copiemos lo publicado recientemente;
“El castellà s’havia començat a introduir com a llengua de cultura al segle
XV. El mallorquí Jaume d’Olesa (mort el 1443) escrivia sonets en castellà. A
les biblioteques mallorquines del XVI, després del llatí la llengua predominat
és el castellà [1]. A Barcelona s’editaven llibres en castellà, un 43,94% dels
editats al segle XVI, representant un 5,76 % del total dels editats al primer
decenni i el 76,21 al darrer, baixant els editats en llatí del 61,53 % al 15,53
% y els editats del 32,69 % al 8,25”. (Onofre Vaquer. Dr. en Historia.
La introducció del català a Mallorca. Última Hora, viernes, 4 de Septiembre 2015)
Por ciencia, Colón, sólo podía ser de Mallorca. Simon Wiesenthal, en su
libro “Operación Nuevo Mundo” deja claro la base de los descubrimientos: “El papel de los científicos hebreos de Mallorca en la
nueva representación cartográfica del
mundo, que puso la base para los viajes de descubrimientos, no ha sido todavía
justamente valorado. La contribución de la laboriosidad judía y de la
inteligencia judía a la <>, como se diría
hoy, constituye uno de los capítulos más gloriosos de la historia del pueblo
judío” .
Pocas regiones, o ninguna otra, tienen el bagaje en
historia y ciencia como lo tiene Mallorca. Mallorca fue la cuna de la ciencia
que hizo posible los descubrimientos, tanto portugueses como españoles. Ésta
ciencia fue precisa para la sociedad que se desarrolló en la isla. Eran
los ciudadanos -mercaderes- los que requerían éste saber
marítimo. Ciencia que, con los acontecimientos motivados, hizo la historia de este pueblo. Sólo de esta tierra podía nacer un Cristóbal
Colón Descubridor.
Para ver que clase de historia, de ciencia y de necesidades
tenía esta sociedad mallorquina, reproduzcamos lo que publico en 1847 Dn. José María Quadrado en su libro “FORENSES
Y CIUDADANOS. Historia de las discusiones civiles de MALLORCA en el siglo XV”.
Indiquemos que en 1847 no había ninguna sospecha en que el Almirante no fuera
genovés. Lo publicado en 1847 se tiene que valorar como imparcial en el tema
Colón Descubridor y prueba de la
necesidad, en bases científicas e históricas, de la sociedad de Mallorca:
“Era de prosperidad y opulencia corría para Mallorca á mediados del siglo
XIV. Trescientas sesenta naves mayores ó de gabia, de las cuales treinta y tres
eran de tres puentes, salían del puerto de la ciudad, según un escritor contemporáneo,
á difundir las producciones del feraz aunque reducido suelo y los tejidos y
artefactos de sus naturales, desde el estrecho de Gibraltar hasta los más
remotos senos del mar Negro por el Mediterráneo, y por el Océano desde la
tostada Etiopía hasta las cenagosas playas de Flandes. Rodas, Alejandría,
Jafa y Constantinopla, familiarizadas con el pabellón mallorquín, cuatro ó
cinco veces al año veían aportar unas mismas naves á su ribera; y de los dos
últimos puntos venían aquellos rebaños de esclavos, ó cabezas como los hemos
visto llamados, rusos, tártaros, búlgaros, mingrelios, y circasianos, á cuya
introducción más de una vez hubo de ponerse coto por excesiva. El comercio de
Berberia, aún no conocido por los venecianos, se hallaba exclusivamente en
manos de nuestros isleños, que en cambio de telas y de aceite extraían de allí
preciosas especies y oro finísimo de Tibar, y tenían cónsul y casas de
contratación establecidas en las ciudades principales de la costa africana.
Catalanes, vizcainos, sardos, genoveses, forasteros de toda provincia,
extranjeros de toda nación, afluían por turno con sus embarcaciones á este
puerto considerado como escala y como mercado, ó se establecían en clase de
mercaderes dentro de la ciudad, enriqueciéndose y enriqueciéndola con la
circulación de cuantiosos capitales.
En aquel tiempo treinta mil seiscientos marinos ocupaban la parroquia de
Santa Cruz y el largo arrabal que unía los muros de la ciudad con las torres de
Portopi; siete ú ocho mil hogares se agrupaban de la otra parte del foso desde
la puerta de Santa Catalina hasta la de San Antonio….”
(Dn. José Mª Quadrado. Forenses y Ciudadanos. Pgs. 25-26)
En 1847 no se hablaba de la posibilidad mallorquina en
el tema Cristóbal Colón. Lo escrito por el Sr. Quadrado es una prueba que
demuestra la base histórica de Mallorca y las necesidades científicas de la
sociedad isleña.
Mallorca, antes que Génova o
Venecia, era el centro comercial de aquel mundo conocido, el Mediterráneo.
Sólo una sociedad conocedora del Mediterráneo podía
ser la base del Descubrimiento del Nuevo
Mundo
La biografía del Cristóbal Colón Descubridor debe
realizarse de nuevo. Olvidémonos, como dijo el Sr. Ulloa, del oficial.
El Colón Descubridor y el Cristoforo Colombo italiano
no eran la misma persona.
Cristóbal Colón posiblemente era español de Mallorca,
pero no hijo del Príncipe de Viana.
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