Esta exposición sirve de preámbulo al proyecto Capital Animal que se
desarrollará en Madrid en diversos museos y destacados centros culturales.
L.M.A
Madrid, 26 de enero de 2016. Con esta exposición de Santiago Ydáñez se presenta la
segunda edición del proyecto Reinterpretada que nació en 2014 con la aproximación a
la Colección del Museo realizada por el artista Enrique Marty.
Este programa, a través
del cual los artistas se implican en el conocimiento y la reinterpretación de las obras
del Museo, es sin duda uno de los retos más importantes que está llevando a cabo el
Museo Lázaro Galdiano para dar a conocer y acercar al presente su valor.
A través de la invitación a diferentes artistas a lanzarse al conocimiento amplio y
pasional de la Colección del Museo, se plantea un puente de diálogo entre el pasado y
el presente en el que todas las partes afectadas salen beneficiadas: la Colección es
repensada con nuevos ojos, el público puede ver ese trabajo de lectura desde la
creación contemporánea de una manera directa y el artista asume un reto muy
estimulante que engrandece su visión y su obra.
Las Cenizas del Ruiseñor hace alusión a una de las piezas más singulares de la
Colección. Se trata de una urna cineraria que albergó las cenizas de un ruiseñor que
fue deleite de una, se supone que, mujer de la nobleza llamada Luscinia Philomena.
Que a un animal tan insignificante se le dedique un objeto tan suntuoso como este
habla por sí mismo de la relación de amor entre un ser humano y otro ser no humano y
abre la puerta a lo que es un camino en el que se vislumbre una relación más justa
entre uno y otro.
Esta exposición explica Rafael Doctor “supone un preámbulo de Capital Animal, un
proyecto cultural que tendrá lugar en Madrid en primavera, a través del cual se
producirá un acercamiento entre la cultura y el arte y los animales”.
Santiago Ydáñez (Puente de Génave, Jaén, 1969) es uno de los pintores españoles más
destacados de las dos últimas décadas. El comisario añade que “su particular forma de
abordar la pintura figurativa desde lo gestual y lo fotográfico al unísono, le ha hecho
ser dueño de un lenguaje propio que evoluciona constantemente”.
Después de pasar
varios años representando el rostro humano y su expresividad facial empezó a
investigar géneros como el paisaje o el animal. En estos momentos en su trabajo
conjuga todas estas vías con una aproximación directa a la historia de ciertos periodos
convulsos de la historia de la humanidad.
“El reto de esta exposición ha consistido en mirar a la Colección del Lázaro Galdiano
buscando un acercamiento a algunos de los animales que aparecen representados en
sus obras y al mismo tiempo detenerse en algunos de los paisajes de esos cuadros de
animales y otros de autores clásicos allí representados” asegura Rafael Doctor.
“Campesinos a la entrada de una gruta/ La Buenaventura” de Teniers, “El camino de
East Bergholt a Flatford” de Constable, “La entrada al Arca de Noé” de Brueghel o
“Meditaciones de San Juan Bautista” de El Bosco, toman una nueva dimensión a través
de un juego de eliminación y adición de elementos.
El artista, al mismo tiempo, ha sucumbido ante la presencia abrumadora de retratos de
la propia Colección a los que se ha acercado de una manera muy respetuosa y
particular. El espectador descubrirá de nuevo a Carlos II, a Gertrudis Gómez de
Avellaneda, al torero Costillares o a la marquesita de Roncali.
De la misma forma se ha producido un acercamiento a los objetos de la Colección, a
los libros –José Lázaro era un gran bibliófilo y editor, solo hay que decir que su
biblioteca atesoraba más de 20.000 volúmenes- y a la Colección de tejidos. Santiago
Ydáñez ha adquirido libros del siglo XIX, cajas de cubiertos de diferentes épocas y dos
casullas.
Todos ellos han sido intervenidos por el artista y se muestran en las vitrinas
que recorren el Museo. En los libros, Ydáñez pinta en las sobrecubiertas internas
animales o retratos como el del propio José Lázaro o el de Enrique Marty (haciendo un
guiño al artista de Reinterpretada I) al igual que hace también en las casullas o en las
cajas de cubiertos, donde además se establece un juego visual entre lo pragmático de
los cubiertos y lo espiritual de las imágenes representadas.
Asimismo, ha trabajado
sobre obras del Museo, como en el estuche de una escopeta de caza, realizada por
Ramón Zuloaga, colocando en el interior de la tapa el retrato de la familia LázaroFlorido.
La muestra se podrá visitar desde el 4 de febrero hasta 14 de mayo de 2016 en el
Museo y con posterioridad podrá verse en centros culturales de la AECID en América
Latina.
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