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martes, 4 de abril de 2017

‘BOMARZO’ VUELVE A EUROPA EN EL MARCO DEL BICENTENARIO DEL TEATRO REAL

Medio siglo después de su creación en 1967, el Teatro Real estrena en España,
la ópera Bomarzo, de Alberto Ginastera y Manuel Mujica Lainez,
con una amplia programación paralela




L.M.A.

Se ofrecerán 5 funciones de la ópera, entre el 24 de abril y el 7 de mayo, en una nueva producción del Teatro Real y la Ópera de Ámsterdam, con dirección de escena de su director artístico, Pierre Audi.

La dirección musical correrá a cargo de David Afkham, director principal del Coro y Orquesta Nacionales de España, que estará al frente de un selecto reparto, y del Coro y la Orquesta Titulares del Teatro Real.

Estrenada en 1967, Bomarzo se basa en la novela homónima de Manuel Mujica Lainez, inspirada en las impresionantes esculturas del Parque de los Monstruos, al norte de Roma, realizadas en el siglo XVI.

La ópera es un vertiginoso viaje al pasado cuando, en el paroxismo de la muerte, un duque jorobado, atormentado por la deformidad física y obsesionado con la inmortalidad, repasa su vida corrupta y libertina en el seno de la nobleza italiana del cinquecento.

La última representación escénica de Bomarzo en Europa tuvo lugar en 1976 en Londres, por lo que la ópera no se ha escenificado en un teatro europeo desde hace más de 40 años.




UNIVERSO GINASTERA

El TEATRO REAL ofrecerá una amplia programación en torno a Bomarzo con tres atractivos conciertos en su sala principal protagonizados por María Bayo (25 de abril), Ariel Ardit (3 de mayo) y Adriana Varela (6 de mayo), un concierto de Los domingos de cámara (30 de abril), el taller infantil ¡Todos a la Gayarre! (9 de abril) y un coloquio con artistas, Enfoques, el 19 de abril.

En el AUDITORIO DE LA ESCUELA DE MÚSICA REINA SOFÍA se podrán ver tres conciertos de tango: Concierto Ginastera con distintos grupos de cámara (6 de abril), Lidia Borda y cuarteto (20 de abril) y Patricia Noval y trío (26 de abril).

La FUNDACIÓN JUAN MARCH ofrecerá un Ciclo de tres conciertos, los días 19 de abril, 3 y 10 de mayo enmarcados en el ciclo Ginastera, del nacionalismo al realismo mágico.

En la BIBLIOTECA NACIONAL se podrá contemplar la exposición Bomarzo: donde los monstruos no mueren (del 20 de abril al 25 de junio) y en la RESIDENCIA DE ESTUDIANTES tendrá lugar un Coloquio (6 de abril) con Gustavo Tambascio, Tomás Marco y José Ramón Encinar.

Las representaciones de Bomarzo cuentan con el patrocinio del Grupo PRISA.


BOMARZO, DEL BOSQUE SAGRADO AL PARQUE DE LOS MONSTRUOS
En Bomarzo, provincia de Viterbo, 100 km al norte de Roma, se encuentra un frondoso parque donde habitan unas colosales estatuas de piedra del siglo XVI, entre árboles, arroyos y parterres, que evocan a seres míticos y fantásticos tallados con una mirada casi expresionista. Estas inquietantes esculturas que brotan de las rocas nacieron bajo los auspicios del duque Pier Francesco Orsini, quien, al parecer, expurgó el dolor de la muerte de su mujer encargando a los arquitectos manieristas Pirro Ligorio y Jacopo Vignola su extraño Sacro bosco (Bosque sagrado), conocido posteriormente como Parco dei Mostri (Parque de los monstruos) por el carácter tenebroso que adquirió con el paso del tiempo.

Sus esculturas distorsionadas y misteriosas, que fascinaron a Salvador DalíJean CocteauAndré BretonMichelangelo Antonioni o Luchino Viscontiinspiraron también a Manuel Mujica Lainezque, a partir de esas intrigantes figuras pétreas, escribió su célebre novela Bomarzo.

LA NOVELA DE MANUEL MUJICA LAINEZ
Manuel Mujica Lainez (1910-1984), escritor argentino de alcurnia e incansable viajero, con una gran cultura humanística y dotado de una prosa rica e inventiva, ha sido un brillante autor de novelas históricas. Con Bomarzo, concluida en 1962, se recrea en la atribulada vida del contrahecho duque Pier Francesco Orsini y a lo largo de más de 600 páginas cuenta en primera persona episodios entrelazados de su vida mezquina y disoluta, entre las maquinaciones de la nobleza renacentista. Despreciado por su familia y engañado por su mujer, el duque vive amargado, confiando en la inmortalidad que le fue conjurada al nacer. Pero el elixir de la vida eterna que le dan de beber es, finalmente, el veneno que lo hace morir.

LA ÓPERA DE ALBERTO GINASTERA
Fascinado por la novela de su compatriota, al que le unía una misma atracción por el mundo esotérico, Alberto Ginastera (1916-1983) compuso en 1963 la cantata Bomarzo, para recitador, voz masculina y orquesta de cámara. Posteriormente, viendo el potencial dramatúrgico de la obra, decidió atender al encargo de la Opera Society de Washington con una ópera basada en las tribulaciones del duque de Bomarzo, contando con la complicidad de Mujica Lainez como autor del libreto.

La ópera está construida como un flashback en el que el protagonista, al morir, repasa episodios de su vida siniestra, sin dulcificar sus perversiones, obsesiones, fantasías eróticas, bisexualidad e impotencia, retratadas en 15 escenas, todas con la misma estructura interna ─exposición, clímax y desenlace─ y articuladas por interludios, a la manera de la ópera Wozzeck de Alban Berg.
La música, con una escritura audaz y personal, rehúye la tonalidad y llega a utilizar el microtonalismo aleatorio, aunque también se acerca a la escritura modal, quizás para evocar la música italiana renacentista, sugerida además por la utilización de formas arcaicas tradicionales como el madrigal, lamusetta, o la villanella.

La partitura vocal va del recitado rítmico y hablado hasta el canto ortodoxo, con todo tipo de variantes. Lo mismo ocurre con las partes corales, que exploran desde el canto a base sólo de consonantes hasta la utilización fonética de la palabra ‘amor’ en cuarenta y cuatro idiomas en el Ballet erótico.

La orquesta, con una base convencional de cuerdas, maderas y metales, incluye 73 instrumentos de percusión, a los que se suman el clave, la mandolina, la viola d’amore y la viola da gamba, dando a la obra, en momentos especiales, un perfume renacentista.

Bomarzo se estrenó el 19 de mayo en el Lisner Auditorium de Washington con una calurosa acogida y elogios de la crítica. En agosto de ese año, pocos días antes de su estreno en el Teatro Colón de Buenos Aires, el general golpista Juan Carlos Onganía obligó a retirar la ópera de la programación alegando la necesidad de “resguardar la moralidad pública”. La obra, grabada en 1967 para el selloCBS Records, se presentó en Nueva York y Los Ángeles antes de su estreno en Argentina en 1972. Desde entonces volvió al Teatro Colón en 1984, 2003 y 2016.

En EuropaBomarzo hizo su debut en 1970 en la Ópera de Kiel (Alemania), presentándose posteriormente en la Ópera de Zúrich en 1972 y en el Coliseum de Londres en 1976. Desde entonces, la obra ha permanecido alejada de los escenarios europeos, aunque se grabó una versión audiovisual en el escenario natural del Parque de los Monstruos con dirección de Jerry Brignone titulada Bomarzo 2007, en referencia al año de su estreno.

La ópera vuelve ahora a Europa, 50 años después de su creación, el próximo 24 de abril en el Teatro Real, con la presencia de la hija del compositor, Georgina Ginastera.

En su concepción de la ópera, Pierre Audi se aleja de la referencia física y estructural de las estatuas del parque de Bomarzo y de la corte renacentista italiana para dejarse llevar por la ensoñación del protagonista, que revive los episodios de su vida, desdoblándose en diferentes figuras humanas dependiendo de la edad y el momento de cada experiencia recordada en el paroxismo de la muerte. Las escenas transcurren bajo su delirante percepción de la realidad, lo que permite al escenógrafo e iluminador Urs Schönebaum crear un decorado claustrofóbico e irreal, casi lunar, donde las diferentes escenas se suceden con las atmósferas creadas por el diseño de luces y las proyecciones del prestigioso videoartista John Rafman.  

La dirección musical correrá a cargo de David Afkham, que debuta en el Real, con un reparto encabezado por John Daszak (Pier Francesco Orsini, duque de Bomarzo) y secundado por Germán Olvera (Girolamo, hermano mayor de Pier Francesco), Damián Del Castillo (Maerbale, hermano menor de Pier Francesco), James Creswell (Gian Corrado Orsini, el padre), Hilary Summers (Diana Orsini, abuela del duque), Milijana Nikolic (Pantasilea, cortesana de Florencia), Nicola Beller Carbone (Julia Farnese, esposa del duque), Thomas Oliemans (Silvio De Nardi, astrólogo del duque), Albert Casals (Nicolás Orsini, sobrino del duque) y Francis Tojar (mensajero), que estará acompañado por el Coro y Orquesta Titulares del Teatro Real.


lunes, 14 de febrero de 2011

“TRADICIÓN Y VANGUARDIA EN LA MÚSICA LATINOAMERICANA (1930-1970)” EN LA FUNDACIÓN JUAN MARCH





L.M.A.

El pasado viernes 11 de febrero se inauguró en la Fundación Juan March (www.march.es, también en Facebook) la exposición América fría. La abstracción geométrica en Latinoamérica (1934-1973) y en el mismo acto tuvo lugar el primer concierto del ciclo Tradición y vanguardia en la música latinoamericana (1930-1970), que continúa, a partir de este miércoles 11 de febrero, a las 19,30 horas, y en miércoles sucesivos hasta el próximo 2 de marzo.

*El pasado viernes 11 de febrero, en el concierto inaugural, la soprano Claudia Yepes y el pianista Duncan Gifford, ofrecieron al piano canciones de Alberto Ginastera, José Rozo Contreras, Heitor Villa-Lobos y Gisela Hernández.

El resto del ciclo, en miércoles sucesivos –día habitual de los ciclos monográficos y transmitidos por Radio Clásica, de RNE, como es igualmente habitual-, es el siguiente:

*Miércoles 16 de febrero: el Trío Arbós (Miguel Borrego, violín; José Miguel Gómez, violonchelo; y Juan Carlos Garvayo, piano), con obras de Mario Davidowsky, Aurelio de la Vega, Juan Carlos Paz y Heitor Villa-Lobos.

*Miércoles 23 de febrero: Humberto Quagliata, piano, con obras de Eduardo Fabini, Luis Cluzeau Mortet, Ángel Lasala, .

*Miércoles 2 de marzo: Ángel Luis Quintana, violonchelo, y Carmen Martínez-Pierret, piano, con obras de Heitor Villa-Lobos, Cláudio Santoro y Alberto Ginastera.


Es una selección de obras procedentes de distintos países que ilustra las tendencias estéticas, a veces contrapuestas, en la composición latinoamericana. Durante buena parte del siglo XX convivieron la persistencia del folclore tratado con técnicas “modernas”, el neoclasicismo y el dodecafonismo de la década de 1930 y la vanguardia más atrevida. Unas tendencias que, pese a su clara inspiración europea, supieron dotarse de un perfil distintivo.

Los cuatro conciertos que conforman este ciclo esbozan, pues, la riqueza, con sus particularidades y contradicciones, de la vida musical latinoamericana durante buena parte del siglo XX. A través de repertorios y autores vinculados a los países representados en la exposición de arte América fría. La abstracción geométrica en Latinoamérica, estos recitales exploran las relaciones de convivencia entre la tradición y la vanguardia. Esto es, entre una estética basada en músicas folclóricas locales tratadas con técnicas más o menos modernas o en modelos europeos importados de corte romántico, y otra propia de las décadas centrales del siglo XX de naturaleza rompedora en busca de nuevos lenguajes, cuyo emblema más consumado sería el dodecafonismo. Las canciones seleccionadas para el concierto inaugural y las obras del tercer programa encarnan estos extremos artísticos, entre los cuales tienen cabida puntos intermedios muy variados. En este espacio cabe insertar, por ejemplo, el neoclacisimo y la “nueva objetividad” propia de la década de los 30, con las Bachianas brasileiras de Villa-Lobos y buena parte de la producción del Grupo Renovación argentino, como las obras de Luis Gianneo, entre otras.

La posibilidad de escuchar composiciones que rara vez forman parte de la programación musical actual implica irremediablemente reflexionar sobre el modo en el que se construye la historia de la música, al tiempo que permite constatar sus exclusiones. La música del continente americano, con pocas excepciones, forma parte de ese mundo musical marginado, pese a los méritos estéticos indudables que muestran muchos de sus protagonistas, algunos de los cuales aparecen representados en estos cuatro conciertos. La introducción y las notas al programa son de Omar Corrado, musicólogo argentino, especializado en música latinoamericana del siglo XX.

Claudia Yepes, colombiana, reconocida intérprete de música contemporánea, completó sus estudios en la Escuela Superior de Canto, de Madrid. Duncan Gifford es un pianista australiano afincado en España, donde desarrolla una intensa labor concertista. El Trío Arbós se formó en Madrid en 1996 y actualmente es uno de los grupos de cámara más prestigiosos de la música española. El pianista uruguayo Humberto Quagliata ha dado ya más de dos mil conciertos en salas de todo el mundo. Ángel Luis Quintana, uno de los más apreciados violinistas españoles del momento, solista de la Orquesta Nacional de España (ONE) y profesor del Conservatorio Superior de Aragón forma dúo habitual con la pianista Carmen Martínez-Pierret.
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