J.S.A.
Cuatro tomos de El Quijote del año 1819, un libro de la vida
de Cervantes y otras publicaciones, textos legislativos, manuscritos,
retratos de personalidades de la época y varios paquetes con objetos aún
sin identificar. Y prácticamente todo en un buen estado de conservación.
Es el contenido de la cápsula temporal que los madrileños de 1834
prepararon meticulosamente con motivo de la colocación de la primera
estatua de Cervantes en Madrid (en la Plaza de las Cortes) y que
insertaron en su base a la espera de que generaciones futuras la
encontraran y abrieran.
Esta semana, 175 años después, la Comunidad de Madrid autorizó
la extracción de la caja, que se había detectado recientemente con motivo
de las obras municipales en dicha plaza, y ayer se procedió a su apertura
en el Museo Arqueológico Regional, situado en Alcalá de Henares, cuna
de Cervantes, sacando a la luz este tesoro que ha dormido ajeno al
ajetreo de los madrileños durante cerca de dos siglos.
El vicepresidente y consejero de Cultura y Deporte de la Comunidad
de Madrid, Ignacio González, comprobó hoy en el museo el contenido de
la cápsula, un cofre de plomo herméticamente sellado y que guardaba
objetos relacionados con el homenaje a Cervantes y el contexto histórico
en que fue erigida la estatua.
Inventario singular
Tras realizar un primer análisis del contenido, los arqueólogos de la
Comunidad de Madrid han identificado los siguientes elementos:
- Diario de Aviso de Madrid de 1834, que envuelve un libro calendario
manual y guías de forasteros para el año 1834 (Imprenta Real).
- Cuatro tomos de El Quijote del año 1819 (Edición de la Imprenta Real
y de la Real Academia).
- Estatuto Real para las Cortes del Reino.
- Libro de la vida del General Mina.
- Un manuscrito envuelto en papel de trapo.
- Libro de la vida de Cervantes.
- Ocho pequeños paquetes envueltos en papel.
- Dos libros envueltos y lacrados.
- Papel enrollado con textura de trapo que envuelve seis láminas del
año 1831 con diversos retratos, entre ellos de Isabel II niña y de don
Manuel Martínez Varela, que fue el mecenas que costeó el
monumento.
- Periódicos de la Gaceta de Madrid.
Una caja con un completo sistema de conservación
Los restauradores del Laboratorio del Museo Arqueológico Regional
procedieron, ayer, 17 de diciembre, a las 17:00 horas, a la primera
exploración de la cápsula del tiempo. Tras separar la tapa de la caja
exterior de plomo, se apreció que ésta contenía en su interior otra caja
minuciosamente encajada de vidrio en un óptimo estado de conservación.
A primera vista, y a través de la tapa de cristal de esta segunda
caja, se pudo observar superficialmente algunos de los contenidos: entre
ellos, un envoltorio de papel donde –casualmente- se podía leer la línea
“el jueves a las cinco de la tarde”, dentro de unas recomendaciones de
ocio de un periódico de la época.
Los técnicos procedieron al levantamiento de la caja interior sin
mayor dificultad y a la apertura de la misma mediante un sistema de
bisagra en el lateral. La primera comprobación al abrir la urna fue que los
contenidos de la caja, en su mayoría de papel, habían sido impregnados
originalmente con un químico tóxico en prevención del posible desarrollo
de insectos y microorganismos. Este producto aún impregna los
contenidos de la cápsula, dotándolos de cierta humedad, despidiendo un
fuerte olor e implicando riesgo de toxicidad si fueran objeto de exposición
pública. Sin embargo, tanto la cuidada estructura formada por las cajas de
plomo y vidrio, como la utilización de este químico, han favorecido que los
contenidos de la cápsula se presenten a día de hoy en un excelente
estado de conservación.
Las arcas o cápsulas del tiempo
El acto de instalar un arca que contenga objetos del momento en que se
realiza la inauguración, construcción o instalación de un edificio, escultura,
etc. se ha dado desde la antigüedad. Los romanos, por ejemplo,
colocaban monedas en la cimentación de aljibes, termas, foros… y
pueblos pre-romanos creaban pozos fundacionales (siglo IV-I antes de
Cristo).
Otros ejemplos de cápsulas del tiempo encontradas en Madrid son:
La fundacional del Congreso de los Diputados (con paleta de plata,
constitución y monedas), la fundacional del Asilo de Lavanderas en
Príncipe Pío, y la fundacional de la apertura de la Gran Vía.
El monumento a Cervantes en la Plaza de las Cortes
La escultura de Cervantes, donde se ha hallado el cofre misterioso, fue la
primera dedicada a un personaje civil que se instaló en Madrid. Se
encargó al prestigioso escultor neoclásico Antonio Sola y su atuendo es de
la época, en la mano derecha porta un rollo de papel (escritor) y en la
izquierda una espada (militar). En el proyecto participaron los más
insignes artistas del momento, poniendo de relieve la importancia histórica
del acontecimiento. Pasados unos años desde su inauguración, la estatua
se desplazó unos metros respecto de su ubicación inicial y, por lo tanto,
también de la base original, basamento que siguió conteniendo el arca
fundacional encontrada ahora durante las obras supervisadas por la
Dirección General de Patrimonio Histórico de la Comunidad de Madrid.
El color de los dioses llega a España
Tras comprobar el contenido de la cápsula del tiempo de Cervantes,
González, acompañado por el nuevo embajador en España de la
República Federal de Alemania, Reinhard Silberberg, inauguró la
exposición El color de los dioses, que se podrá visitar en el Museo
Arqueológico Regional hasta el próximo 18 de abril de 2010. La muestra
da un giro de 180º a la visión tradicional de la escultura antigua: las
estatuas que representaban a los dioses y héroes clásicos no eran
blancas, sino de ricos y expresivos colores.
Esta exposición, que se exhibe por primera vez en España y está
compuesta por unas 40 reproducciones de famosas esculturas y relieves
clásicos que recrean la policromía reconstruida por los estudios científicos
realizados al respecto, así como por otras tantas piezas originales
prestadas por los principales museos españoles (Arqueológico Nacional,
Nacional de Arte Romano de Mérida, Arqueológicos de Sevilla, Córdoba y
Cádiz, etc.).
Gracias a recientes técnicas, ha sido posible reconstruir las trazas
de color encontradas en las esculturas, lo que ha permitido realizar una
serie de sorprendentes reproducciones de famosas esculturas clásicas
acercándolas a su color original. Estas reproducciones han sido realizadas
por un equipo multidisciplinar dirigido por Vinzenz Brinkmann, profesor de
las universidades de Frankfurt y Bochum, conservador de las colecciones
de escultura clásica de la Liebieghaus Skulpturesammlung de Frankfurt y
miembro de la Junta Directiva de la Stiftung Archäeologie de Alemania,
productora de las reproducciones y promotora de la itinerancia de la
muestra.
En la exposición se entrecruzan dos líneas argumentales. Por un
lado, la idea contemporánea de la escultura en mármol blanco frente al
color de la estatuaria antigua. Y, por otro, la línea comisariada por el
profesor Manuel Bendala, -catedrático de Arqueología de la Universidad
Autónoma de Madrid y comisario de la parte española de la muestra-, que
indaga en los orígenes de la estatuaria hispana coloreada que, desde los
ejemplos orientalizantes de época prerromana, fluye hasta épocas
medievales y modernas, y está relacionado con el uso de areniscas,
estuco, pintura y el gusto orientalizante de enjoyar.
Bendala y Brinkmann, que es comisario de la parte internacional de
la exposición, asistieron a la inauguración de hoy, así como Ulrike Koch-
Brinkmann, restauradora responsable de las reproducciones, y Michael
Albert, presidente de la Stiftung Archäeologie.
La muestra ha visitado, entre otros museos, la Gliptoteca de Munich,
los Museos Vaticanos, la Gliptoteca Ny Carlsberg de Copenhague y el
Museo Nacional de Arqueología de Atenas.
Visitas guiadas, talleres infantiles y publicaciones
Como complemento a la exposición, los fines de semana se han
organizado visitas guiadas (sábados) y talleres infantiles (domingos) a las
12h. Estos segundos están dirigidos a niños de entre 7 y 12 años. Para
ambos casos, es imprescindible la reserva previa en el teléfono 91 879 66
66 hasta cubrir el cupo de 20 personas por grupo y actividad.
También se ha editado un catálogo integrado por diferentes artículos
de investigadores que han trabajado en la reconstrucción de las estatuas,
así como por los textos de especialistas que se han ocupado de la
coloración en la escultura antigua en España.
Cuatro tomos de El Quijote del año 1819, un libro de la vida
de Cervantes y otras publicaciones, textos legislativos, manuscritos,
retratos de personalidades de la época y varios paquetes con objetos aún
sin identificar. Y prácticamente todo en un buen estado de conservación.
Es el contenido de la cápsula temporal que los madrileños de 1834
prepararon meticulosamente con motivo de la colocación de la primera
estatua de Cervantes en Madrid (en la Plaza de las Cortes) y que
insertaron en su base a la espera de que generaciones futuras la
encontraran y abrieran.
Esta semana, 175 años después, la Comunidad de Madrid autorizó
la extracción de la caja, que se había detectado recientemente con motivo
de las obras municipales en dicha plaza, y ayer se procedió a su apertura
en el Museo Arqueológico Regional, situado en Alcalá de Henares, cuna
de Cervantes, sacando a la luz este tesoro que ha dormido ajeno al
ajetreo de los madrileños durante cerca de dos siglos.
El vicepresidente y consejero de Cultura y Deporte de la Comunidad
de Madrid, Ignacio González, comprobó hoy en el museo el contenido de
la cápsula, un cofre de plomo herméticamente sellado y que guardaba
objetos relacionados con el homenaje a Cervantes y el contexto histórico
en que fue erigida la estatua.
Inventario singular
Tras realizar un primer análisis del contenido, los arqueólogos de la
Comunidad de Madrid han identificado los siguientes elementos:
- Diario de Aviso de Madrid de 1834, que envuelve un libro calendario
manual y guías de forasteros para el año 1834 (Imprenta Real).
- Cuatro tomos de El Quijote del año 1819 (Edición de la Imprenta Real
y de la Real Academia).
- Estatuto Real para las Cortes del Reino.
- Libro de la vida del General Mina.
- Un manuscrito envuelto en papel de trapo.
- Libro de la vida de Cervantes.
- Ocho pequeños paquetes envueltos en papel.
- Dos libros envueltos y lacrados.
- Papel enrollado con textura de trapo que envuelve seis láminas del
año 1831 con diversos retratos, entre ellos de Isabel II niña y de don
Manuel Martínez Varela, que fue el mecenas que costeó el
monumento.
- Periódicos de la Gaceta de Madrid.
Una caja con un completo sistema de conservación
Los restauradores del Laboratorio del Museo Arqueológico Regional
procedieron, ayer, 17 de diciembre, a las 17:00 horas, a la primera
exploración de la cápsula del tiempo. Tras separar la tapa de la caja
exterior de plomo, se apreció que ésta contenía en su interior otra caja
minuciosamente encajada de vidrio en un óptimo estado de conservación.
A primera vista, y a través de la tapa de cristal de esta segunda
caja, se pudo observar superficialmente algunos de los contenidos: entre
ellos, un envoltorio de papel donde –casualmente- se podía leer la línea
“el jueves a las cinco de la tarde”, dentro de unas recomendaciones de
ocio de un periódico de la época.
Los técnicos procedieron al levantamiento de la caja interior sin
mayor dificultad y a la apertura de la misma mediante un sistema de
bisagra en el lateral. La primera comprobación al abrir la urna fue que los
contenidos de la caja, en su mayoría de papel, habían sido impregnados
originalmente con un químico tóxico en prevención del posible desarrollo
de insectos y microorganismos. Este producto aún impregna los
contenidos de la cápsula, dotándolos de cierta humedad, despidiendo un
fuerte olor e implicando riesgo de toxicidad si fueran objeto de exposición
pública. Sin embargo, tanto la cuidada estructura formada por las cajas de
plomo y vidrio, como la utilización de este químico, han favorecido que los
contenidos de la cápsula se presenten a día de hoy en un excelente
estado de conservación.
Las arcas o cápsulas del tiempo
El acto de instalar un arca que contenga objetos del momento en que se
realiza la inauguración, construcción o instalación de un edificio, escultura,
etc. se ha dado desde la antigüedad. Los romanos, por ejemplo,
colocaban monedas en la cimentación de aljibes, termas, foros… y
pueblos pre-romanos creaban pozos fundacionales (siglo IV-I antes de
Cristo).
Otros ejemplos de cápsulas del tiempo encontradas en Madrid son:
La fundacional del Congreso de los Diputados (con paleta de plata,
constitución y monedas), la fundacional del Asilo de Lavanderas en
Príncipe Pío, y la fundacional de la apertura de la Gran Vía.
El monumento a Cervantes en la Plaza de las Cortes
La escultura de Cervantes, donde se ha hallado el cofre misterioso, fue la
primera dedicada a un personaje civil que se instaló en Madrid. Se
encargó al prestigioso escultor neoclásico Antonio Sola y su atuendo es de
la época, en la mano derecha porta un rollo de papel (escritor) y en la
izquierda una espada (militar). En el proyecto participaron los más
insignes artistas del momento, poniendo de relieve la importancia histórica
del acontecimiento. Pasados unos años desde su inauguración, la estatua
se desplazó unos metros respecto de su ubicación inicial y, por lo tanto,
también de la base original, basamento que siguió conteniendo el arca
fundacional encontrada ahora durante las obras supervisadas por la
Dirección General de Patrimonio Histórico de la Comunidad de Madrid.
El color de los dioses llega a España
Tras comprobar el contenido de la cápsula del tiempo de Cervantes,
González, acompañado por el nuevo embajador en España de la
República Federal de Alemania, Reinhard Silberberg, inauguró la
exposición El color de los dioses, que se podrá visitar en el Museo
Arqueológico Regional hasta el próximo 18 de abril de 2010. La muestra
da un giro de 180º a la visión tradicional de la escultura antigua: las
estatuas que representaban a los dioses y héroes clásicos no eran
blancas, sino de ricos y expresivos colores.
Esta exposición, que se exhibe por primera vez en España y está
compuesta por unas 40 reproducciones de famosas esculturas y relieves
clásicos que recrean la policromía reconstruida por los estudios científicos
realizados al respecto, así como por otras tantas piezas originales
prestadas por los principales museos españoles (Arqueológico Nacional,
Nacional de Arte Romano de Mérida, Arqueológicos de Sevilla, Córdoba y
Cádiz, etc.).
Gracias a recientes técnicas, ha sido posible reconstruir las trazas
de color encontradas en las esculturas, lo que ha permitido realizar una
serie de sorprendentes reproducciones de famosas esculturas clásicas
acercándolas a su color original. Estas reproducciones han sido realizadas
por un equipo multidisciplinar dirigido por Vinzenz Brinkmann, profesor de
las universidades de Frankfurt y Bochum, conservador de las colecciones
de escultura clásica de la Liebieghaus Skulpturesammlung de Frankfurt y
miembro de la Junta Directiva de la Stiftung Archäeologie de Alemania,
productora de las reproducciones y promotora de la itinerancia de la
muestra.
En la exposición se entrecruzan dos líneas argumentales. Por un
lado, la idea contemporánea de la escultura en mármol blanco frente al
color de la estatuaria antigua. Y, por otro, la línea comisariada por el
profesor Manuel Bendala, -catedrático de Arqueología de la Universidad
Autónoma de Madrid y comisario de la parte española de la muestra-, que
indaga en los orígenes de la estatuaria hispana coloreada que, desde los
ejemplos orientalizantes de época prerromana, fluye hasta épocas
medievales y modernas, y está relacionado con el uso de areniscas,
estuco, pintura y el gusto orientalizante de enjoyar.
Bendala y Brinkmann, que es comisario de la parte internacional de
la exposición, asistieron a la inauguración de hoy, así como Ulrike Koch-
Brinkmann, restauradora responsable de las reproducciones, y Michael
Albert, presidente de la Stiftung Archäeologie.
La muestra ha visitado, entre otros museos, la Gliptoteca de Munich,
los Museos Vaticanos, la Gliptoteca Ny Carlsberg de Copenhague y el
Museo Nacional de Arqueología de Atenas.
Visitas guiadas, talleres infantiles y publicaciones
Como complemento a la exposición, los fines de semana se han
organizado visitas guiadas (sábados) y talleres infantiles (domingos) a las
12h. Estos segundos están dirigidos a niños de entre 7 y 12 años. Para
ambos casos, es imprescindible la reserva previa en el teléfono 91 879 66
66 hasta cubrir el cupo de 20 personas por grupo y actividad.
También se ha editado un catálogo integrado por diferentes artículos
de investigadores que han trabajado en la reconstrucción de las estatuas,
así como por los textos de especialistas que se han ocupado de la
coloración en la escultura antigua en España.
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