enclave del sur de Madrid, en colaboración con el CSIC
· El Cerro de Batallones es uno de los mayores
yacimientos de carnívoros extinguidos del mundo
· Se han encontrado restos de rinocerontes, tigres
dientes de sable, tortugas gigantes, jirafas, etc.
· Los animales quedaban atrapados en las cavidades
naturales, que actuaron como verdaderas trampas
· El Gobierno regional mantiene estas excavaciones,
únicas en el mundo, desde el año 2000
L.M.A.
La Comunidad de Madrid, en colaboración con el CSIC, ha
recuperado en los yacimientos del Cerro de Batallones, en Torrejón de
Velasco, más de 10.000 restos de animales que vivieron en la región
madrileña hace nueve millones de años, en la Era Terciaria. Este enclave es
uno de los mayores yacimientos de carnívoros extinguidos del mundo. Entre
los restos que se han sacado a la luz destacan los de rinocerontes, tigres
dientes de sable, tortugas gigantes, caballos primitivos, antecesores del
actual Panda Rojo y jirafas.
La consejera de Empleo, Turismo y Cultura, Ana Isabel Mariño, visitó
hoy el Cerro de Batallones, junto al alcalde de Torrejón de Velasco, Gonzalo
Cubas, y el director de las excavaciones, Jorge Morales. Según explicó
Mariño, los miles de restos óseos desenterrados corresponden
mayoritariamente a animales carnívoros de la Era Terciaria, como grandes
felinos semejantes a tigres dientes de sable (Promegantereon y
Machairodus). Además de éstos hay un conjunto faunístico muy amplio
conformado por tortugas gigantes, mastodontes y jirafas gigantes con
ejemplares completos, más de once especies de carnívoros, aves,
insectívoros, etc.
Estas acumulaciones de restos óseos, según la interpretación de los
excavadores, se debe a la existencia de cavidades naturales en el subsuelo
que actuaron como verdaderas trampas naturales: los animales que se
atrevían a entrar en ellas, casi todos carnívoros, quedaban atrapados sin
poder salir al exterior.
Estos yacimientos se descubrieron en 1991 y fueron declarados Bien
de Interés Cultural (BIC) por la Comunidad de Madrid en 2001. Desde el año
2000, el Gobierno regional, a través de la Dirección General de Patrimonio
Histórico, ha invertido más de 216.000 euros en su investigación
sistemática, que lleva a cabo en colaboración con el Museo de Ciencias
Naturales del Consejo Superior de Investigaciones Científicas.
La actual campaña de excavaciones comenzó el 17 de julio y se
extiende a lo largo de un mes. La visita de hoy se centró en Batallones 10,
yacimiento en el que se han encontrado restos de rinocerontes, jirafas,
hipariones, mastodontes y otros vertebrados típicos del Mioceno superior.
Yacimiento único en el mundo
El Cerro de Batallones alberga yacimientos únicos en el registro fósil
mundial. La causa de esta excepcionalidad se debió al desarrollo hace
nueve milllones de años de un sistema de hoyos naturales que actuaron
como trampas en las que quedaron atrapados multitud de animales, de todo
tipo, pero fundamentalmente grandes carnívoros, de los que se ha
recuperado la totalidad del esqueleto. La variedad de especies faunísticas
determinadas es muy alta, y especialmente abundantes son los carnívoros,
que llegan a representar el 90% de los fósiles extraídos. Además, el Cerro
de Batallones resulta excepcional por el estado de conservación de los
huesos, que permite estudiar íntegramente los esqueletos (frente a
yacimientos donde apenas se conservan piezas dentales).
El yacimiento fue descubierto casualmente en 1991, como
consecuencia de la explotación de sepiolita que la empresa Tolsa realizaba
en el Cerro y que puso al descubierto una gran concentración de restos
paleontológicos. A partir de ese momento se ha sucedido una serie de
campañas anuales de excavación del yacimiento así como un seguimiento y
vigilancia de las explotaciones de Tolsa, que han permitido descubrir nuevos
yacimientos de interés.
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