Una serie publicada por Diábolo Ediciones y de la que son autores los guionistas Pepe Rey y Manuel López Poy y el dibujante Miguel Fernández
LA DELEGACIÓN DE LA XUNTA ACOGE LA PRIMERA PRESENTACIÓN EN MADRID
L.M.A.
Madrid, 7 de marzo de 2019.- Una familia de campesinos gallegos, despojada de su casa y obligada a huir de la venganza de los señores feudales, se refugia en las recónditas montañas de la Sierra de Los Ancares y para sobrevivir se une a una cuadrilla de salteadores que actúan en el Camino de Santiago. En su lucha por la supervivencia se cruzarán con la guerra que libran los poderosos, una guerra sorda de todos contra todos en la que los nobles y la Iglesia se disputan el poder en tierras y riquezas y luchan por la gloria que otorga la posesión de una misteriosa espada traída de Tierra Santa, por un santo varón, un cruzado cuyo cadáver yace en una perdida ermita. Este es el argumento central de “La espada de San Eufrasio”, la serie de cómic gallega, de ambientación medieval, protagonista del acto celebrado hoy en la Delegación de la Xunta en Madrid/Casa de Galicia: la presentación, por primera vez en Madrid, de “La aldea maldita” y “Tierra de lobos”, sus dos primeros capítulos.
La serie mezcla la ficción con hechos históricos reales y está ambientada en Galicia, en los tiempos previos a la Revuelta Irmandiña, una de las mayores sublevaciones populares registradas en Europa durante la Edad Media. Su publicación, en volúmenes de tapa dura y a todo color, corre a cargo de Diábolo Ediciones, cuyo director, Lorenzo Pascual, participó en la presentación junto a los autores de la obra, los guionistas Pepe Rey (madrileño descendiente de gallegos por línea paterna) y Manuel López Poy (Sarria, Lugo) y el dibujante, Miguel Fernández (Baralla, Lugo), y el coordinador de Actividades de la Casa de Galicia, Ramón Jiménez, que intervino en nombre del delegado de la Xunta, José Ramón Ónega. López Poy y Fernández, son dos autores gallegos con una consolidada trayectoria en el mundo del cómic y Pepe Rey es el autor de la idea original.
Jiménez observó que “en el ya largo camino cultural que lleva recorrido esta Casa se han presentado multitud de libros en este sala, e iba a decir de todo tipo pero no, faltaba la historieta gráfica o dibujada, que es lo que en definitiva es el cómic, de modo que hoy esta sala se convierte con gran satisfacción para nosotros en el Salón del Cómic”, apreciando que se trata de “una voz ésta, cómic, tan arraigada ya en el idioma español que no creo que pueda ya nunca desalojarse de él”.
Pepe Rey expuso que "el proyecto surgió hace más de diez años, durante unas vacaciones en la casa de la familia de mi padre en Villalba, Lugo”. “Se me ocurrió la idea de ubicar allí una historia familiar ambientada en la Edad Media, en los agitados y duros días que precedieron a la revuelta de los Irmandiños. Pase varios años documentándome para conseguir la adecuada ambientación histórica, hasta darle forma como una novela, que resultó ser excesivamente histórica para ser novela de ficción y tenía la parte personal familiar que la alejaba del libro de historia académica. El proyecto se quedó en un cajón hasta que decidí resucitarlo en una conversación con Manuel López Poy".
Por su parte, Manuel López Poy señaló que "mi labor en este proyecto fue poner mi experiencia como escritor y guionista de cómics al servicio del proyecto que tenía hecho Pepe y que yo conocía desde hacía años. De hecho todo se activó cuando encontré por azar el proyecto de Pepe revisando unos papeles y decidí proponerle darle forma de cómic. Me pareció muy atractiva la combinación de relato de aventuras medievales protagonizadas por una familia de campesinos gallegos y el relato histórico protagonizado por personajes reales. Esa mezcla de ficción y hechos históricos creo que es una combinación que le da un atractivo especial, además de abordar una historia de este tipo por primera vez en Galicia".
"El proyecto es un reto muy interesante para un dibujante ya que combina la acción con el estudio de personajes populares de zonas rurales gallegas, muy parecidas a la propia zona, Baralla, donde yo nací”, valoró Miguel Fernández. “Una de las características más importantes de la obra es el trabajo de documentación, sobre todo en cuanto a los edificios históricos. Hay que tener en cuenta que la mayoría de los castillos fueron destruidos precisamente durante la revuelta de los Irmandiños y muchos edificios civiles, como puentes y caminos, o religiosos, como iglesias y catedrales, han sufrido modificaciones muy importantes a lo largo del tiempo. El trabajo de reconstrucción histórica ha sido muy minucioso y en general he empleado un estilo de dibujo que combina el expresionismo de la caricatura y el realismo del dibujo histórico", detalló sobre su trabajo el dibujante.
Lorenzo Pascual explicó que “conocía a Miguel Fernández y a Manuel López Poy de haber trabajado con ellos en proyectos anteriores y cuando me propusieron éste decidí embarcarme en él porque me gusta como trabajan y porque me pareció interesante la novedad de una obra ambientada en Galicia, con el fondo de aventuras en el Camino de Santiago”. “La edición está acorde con la obra, en tomos de 48 páginas, en cartoné y a color”, valoró.
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