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viernes, 24 de abril de 2020

OBITUARIO: Alejandro Sáez González, deán emérito de la catedral de la Redonda e investigador de Uruñuela y Somalo (La Rioja)


catedral de Santa María la Real de la Redonda. Logroño

Alejandro Sáez-González, presbítero


Julia Sáez-Angulo

            24.4.20 .- Alejandro Sáez González (Uruñuela. La Rioja, 1934 – Logroño, 2020), presbítero, deán emérito de la catedral de Santa María la Real de la Redonda en la ciudad de Logroño, ha fallecido en un hospital de Logroño víctima de la pandemia covid-19.
            El finado es autor de las biografías sobre dos personajes ilustres en la Rioja: el abad Martínez de Uruñuela, primer abad del monasterio de Santa María la Real de Nájera que se independizó de Cluny (Francia) en el siglo XV y la del canónigo Juan González Mateo, que fue fusilado en Toledo durante la guerra civil española de 1936 – 39, por el solo hecho de ser sacerdote.

            Ambos personajes están relacionados con Uruñuela, pueblo natal del autor, en cuya parroquia de San Servando y San Germán está enterrado el abad Martínez de Uruñuela, en un histórico panteón, donde fue párroco don Juan González Mateo (Corella. Navarra, 1884 – Toledo, 1936) y donde fundó el Sindicato Agrícola Católico, que cumplió su primer centenario en 2016.
            Alejandro Sáez González facilitó la documentación del citado canónigo toledano don Juan González Mateo para el libro sobre los mártires durante la Guerra Civil Española en La Mancha.

            Alejandro Sáez González desempeñó su tarea de sacerdote durante casi veinte años en Alemania, entre los medios emigrantes españoles de los años 60 y 70. Después fue nombrado deán de la catedral de la Redonda en Logroño, célebre por sus torres gemelas.
            Recientemente don Alejandro escribió una monografía sobre los 25 años de esa labor pastoral de la diócesis de Calahorra y La Calzada-Logroño en suelo germano, “para dejar constancia de aquella presencia y trabajo apostólico”, señaló  el deán emérito.
            
            La última investigación de Alejandro Sáez Gonzáles iba sobre la antigua y desaparecida ermita de Nuestra Señora de Somalo (apenas si quedan vesigios de piedras), en el terreno denominado  Ermita  Caída, en el término de Somalo, lugar de peregrinaciones principalmente de los alrededores (Somalo, Uruñuela y Nájera) en el pasado reciente. Había descubierto que el ilustrado Gaspar Melchor de Jovellanos (1744 -1811), visitó ese lugar durante su viaje por La Rioja.
            Le envié un breve relato con esa breve noticia que me anticipó y se mostró encantado con el mismo. Dijo que pensaba leerlo en la conferencia que pensaba pronunciar en Uruñuela sobre sus recientes investigaciones.  Ahora habría que darles cauce.
        "La Virgen de Somalo  y otras pertenencias de la capilla de Somalo pertenecen a la parroquia de Uruñuela, tal y como se dispuso en el testamento de los dueños del caserío, aunque los herederos salesianos se las han llevado a sus casas", me dijo Alejandro recientemente en el entierro de Damián Leza en Uruñuela. "He hablado de esto con la diócesis de Logroño, pero, ya sabes, ellos son muy mirados y no quieren líos. Tendrían que ser la propia gente, los parroquianos de Uruñuela los que reclamaran el asunto, al fin y al cabo es una cuestión de arte sacro local, que pertenece a la comunidad histórica que lo adquirió y veneró. Lo contrario es meter la cabeza bajo el ala y atenerse a los hechos consumados. Este es un tema viejo en las iglesias diocesanas".

          Alejandro Sáez González tenía la bondad de un buen sacerdote y la elegancia de un príncipe.

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Don Juan González Mateo, presbítero (1884 - 1936)

sábado, 29 de febrero de 2020

Relato: "EL ERMITAÑO DE NUESTRA SEÑORA DE SOMALO"

EL ERMITAÑO DE NUESTRA SEÑORA DE SOMALO

A Alejandro Sáez González, presbítero   


Por Julia Sáez-Angulo

            El eremita recibió al personaje ilustrado junto al manantial de la ermita de Nuestra Señora de Somalo, al que ofreció una concha para que pudiera beber agua en el manantial. El varón bien acicalado de calzón brillante, levita aterciopelada y leontina de oro, miró el reloj, tras agradecer al ermitaño el recibimiento en su lugar de retiro y oración. Dar de beber al sediento es una obra de misericordia que nos encargó Nuestro Señor Jesucristo, le replicó el eremita. Corría el año 1795 y el hombre ilustrado se presentó ante el ermitaño como Gaspar Melchor de Jovellanos, escritor nacido en Gijón, que hacía un recorrido a caballo por la Rioja para escribir sobre ese territorio, como antes lo hiciera de otros territorios de España.
            El ermitaño Toribio, de luenga barba, le invitó a visitar la ermita donde se veneraba la Virgen de Nuestra Señora de Somalo, una imagen honrada desde el Medioevo, ante quien las gentes de todos los pueblos riojanos en derredor, principalmente Uruñuela, Nájera y Somalo, acudían dos veces al año en romería para implorar favores, primero, y dar gracias, después, por los recibidos. También llegaban numerosos peregrinos del Camino de Santiago.
            En aquel lugar sagrado, situado en un terreno fértil por el agua del manantial, se producían numerosos milagros, principalmente de conversiones del alma, informó el eremita al caballero, que escuchaba con atención y respeto.
            Jovellanos entró en el edículo de la ermita y contempló con parsimonia la imagen medieval; cuando se dispuso a salir, el ermitaño rezó en voz alta la oración de Nuestro Señor y el ilustrado se detuvo cortésmente hasta que acabó. Seguidamente montó en su caballo bien enjaezado y siguió su camino, bajo la mirada orante del solitario ermitaño.  Los cascos del equino resonaban en el silencio del lugar.
            Ese mismo año, el varón ilustrado escribió Descripción de la Rioja, donde figura la ermita de Nuestra Señora de Somalo.


            Nota Bene.- La ermita de Nuestra Señora de Somalo desapareció con el tiempo, pero el lugar donde se encontraba se recuerda actualmente como la “Ermita Caída”


           

domingo, 23 de octubre de 2016

Alejandro Sáez González, autor de dos biografías de riojanos ilustres: el abad Martínez de Uruñuela y el canónigo don Juan González Mateo





 Don Juan González Mateo (1936)



Julia Sáez-Angulo

            23.10.16 .- La Rioja .- Alejandro Sáez González, deán emérito de la catedral de la Redonda en la ciudad de Logroño, prepara las biografías sobre dos personajes ilustres en la Rioja: el abad Martínez de Uruñuela, primer abad del monasterio de Santa María la Real de Nájera que se independizó de Cluny (Francia) en el siglo XV y la del canónigo Juan González Mateo, que fue fusilado en Toledo durante la guerra civil española de 1936 – 39, por el solo hecho de ser sacerdote.

            Ambos personajes están relacionados con el pueblo natal del autor Alejandro Sáez González (Uruñuela. La Rioja, 1934), en cuya parroquia de San Servando y San Germán está enterrado el abad Martínez de Uruñuela, en un histórico panteón, y en donde fue párroco don Juan González Mateo (Corella. Navarra, 1884 – 1936) y donde fundó el Sindicato Agrícola Católico, que ha cumplido su primer centenario en 2016.

            Alejandro Sáez González desempeñó su tarea de sacerdote durante casi veinte años en Alemania, entre los medios emigrantes españoles de los años 60 y 70. Después fue nombrado deán de la catedral de la Redonda en Logroño, célebre por sus torres gemelas. Recientemente don Alejandro ha escrito una monografía sobre los 25 años de esa labor pastoral de la diócesis de Calahorra y La Calzada-Logroño en suelo germano, “para dejar constancia de aquella presencia y trabajo apostólico”, señala  el deán emérito.

            Sáez González ha facilitado la documentación del citado canónigo toledano don Juan González Mateo para el libro sobre los mártires durante la Guerra Civil Española en La Mancha.

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domingo, 8 de noviembre de 2015

Don Juan González Mateo, párroco de Uruñuela, fundador del Sindicato Agrícola Católico, canónigo de Toledo y mártir en 1936



Uruñuela


Julia Sáez-Angulo

          Alejandro Sáez González, sacerdote diocesano de Logroño, Calahorra y La Calzada, ha investigado sobre la figura de don Juan González Mateo, párroco de Uruñuela (La Rioja), fundador del  Sindicato Agrícola Católico de dicha localidad, más tarde canónigo de Toledo y finalmente mártir en 1936. Su trabajo dará lugar a un próximo ensayo histórico.

         Don Juan González Mateo (Corella, Navarra, 1884 – Toledo, 1936), estudió en el seminario de Burgos y se ordenó sacerdote en 1908. Después de nombrado coadjutor de la parroquia de San Gil de Cervera del Río Alhama (La Rioja) fue nombrado cura ecónomo de la parroquia riojana de Uruñuela en 1910. En 1921 obtuvo por oposición una canonjía en la catedral primada de Toledo.

         “Como párroco joven, emprendedor e ilustrado, don Juan llevó a cabo una gran labor al fundar el Sindicato Agrícola Católico en Uruñuela en 1912, tratando de interpretar así la doctrina social católica de la Iglesia en aquel momento, después de la célebre encíclica Rerum Novarum del papa León XIII”, declara Alejandro Sáez González (Uruñuela, La Rioja, 1934).

         “El acta de constitución tuvo lugar en la Casa Consistorial y se inscribieron 54 socios en el Libro de Registro.  Seguidamente se hizo un reglamento. Las cuotas eran de tres pesetas.”, añade el investigador del personaje. “El Sindicato fue considerado modelo en La Rioja.

         El edificio social del Círculo Católico tuvo lugar en 1915 y se inauguró con una fiesta solemnísima, en la que intervinieron con sus conferencias Luis Díaz del Corral y Primo de la Riva. Le siguió después una bodega cooperativa y una Caja Benéfica.

         Uruñuela cuenta con una calle que lleva el nombre de don Juan González Mateo en reconocimiento a la labor social importante que en su día hizo por el pueblo.

         En Toledo, don Juan ejerció de profesor en el Seminario Conciliar de San Ildefonso y el 1 de agosto de 1936, al poco de desencadenarse la guerra civil española, fue fusilado por el hecho de ser sacerdote, por lo que está incoada la causa de su beatificación.

       Alejando Sáez investiga actualmente sobre el abad Martínez de Uruñuela, que cuenta con una tumba en la iglesia de Uruñuela del siglo XV.

        

lunes, 8 de octubre de 2012

Juan González Mateo

Juan González Mateo, Biografía de un líder sindical y un mártir




Julia Sáez-Angulo

Alejandro Sáez González (Uruñuela, La Rioja, 1934), el que fuera hasta hace poco deán de la catedral de Santa María de la Redonda en Logroño, ha escrito la biografía de don Juan González Mateo, sacerdote, que fue fusilado por el hecho de serlo, durante la guerra civil española de 1936 – 39. González Mateo está considerado siervo de Dios, camino de su beatificación en los altares, cuyo proceso se encuentra en marcha en la Santa Sede.

Juan González Mateo (1884–1936) tuvo una carrera brillante y de santidad a lo largo de su vida. Nació en Corella (Navarra) el 20 de julio de 1884. A los doce años ingresó en el Seminario de San José (Burgos) y fue ordenado sacerdote el 13 de junio de 1908. Demostró gran aptitud y magníficas cualidades en sus años de estudio. El 24 de junio de 1908 fue nombrado coadjutor de la parroquia de San Gil de Cerrera del Río Alhama (La Rioja) cuyo cargo desempeñó hasta el 18 de octubre de 1910, en que fue nombrado cura ecónomo de Uruñuela, la villa se encuentra cerca de Nájera también en La Rioja. Mediante oposición ganó una canongía el 31 de enero de 1921 para la Santa Iglesia Catedral Primada de Toledo. También ejerció durante muchos años como profesor del Seminario Conciliar de Toledo.

El  Sindicato Agrícola Católico de Uruñuela que fundara don Juan González Mateo ha celebrado recientemente su centenario y en su sede, todavía abierta, se muestran en una vitrina diversos recuerdos de la figura del fundador y su obra, como por ejemplo una hermosa bandera bordada sobre la institución sindical, que aunó a más de ciento cincuenta personas de las doscientas que constituían la comunidad del pueblo empobrecido como el que se encontró el sacerdote.

“Desgraciadamente se han perdido algunos de los archivos locales sobre este sacerdote, si bien el Obispado guarda una buena semblanza del  sacerdote, publicada en La Rioja el siglo pasado”, explica don Alejandro Sáez González.

Una Memoria de 1916 publicada en La Rioja

Don Alejandro Sáez González, sacerdote e hijo del pueblo, que pertenece al Cabildo de Santa María La Redonda de Logroño, envió a la Postulación la “Memoria del Sindicato Agrícola Católico y Caja Rural de Uruñuela” que editó en 1916 la imprenta y librería de “El Riojano” de Logroño.

El pueblo de Uruñuela tiene dedicada una calle a don Juan González Mateo, por su gran labor a favor de la Federación Agrícolas Católicos de La Rioja. Por sus muchos trabajos realizados, fue nombrado hijo adoptivo y predilecto del municipio.

Últimos días de un mártir en Toledo

Desde el 22 de julio de 1936 no cesaban de llegar a sus oídos las noticias sobre los asesinatos de sacerdotes. Sabía que, si no lograba salir de Toledo, pronto le tocaría a él. Las últimas palabras que tuvo para sus familiares fueron las siguientes: "Si con mi vida se puede salvar España no me importa morir".

Salir por las puertas de la ciudad, muy vigiladas por los milicianos, era imposible sin ser detenido en algún control. Al ser verano y en aquella época eran muchos los que acudían al río Tajo, que circunda la ciudad, para bañarse. Don Juan era buen nadador y pensó que si lograba llegar al río como un bañista normal, lo cruzaría con facilidad, y escondiéndose en la otra orilla, esperaría a la noche para alejarse de esa especie de ratonera en que se había convertido la ciudad. Pero no lo consiguió. En el lugar denominado Barco de Pasajes fue descubierto, denunciado e identificado como sacerdote, siendo allí mismo fusilado. Era el 1 de agosto de 1936.