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martes, 7 de mayo de 2019

"Viaje al país de los blancos", libro del africano Ousman Umar


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Ousman Umar


Julia Sáez-Angulo

            6/5/19 .- Madrid.- El  africano Ousman Umar es el autor del libro Viaje al país de los blancos, publicado por la editorial Plaza y Janés. Una experiencia de superación de un inmigrante en España que cuenta su experiencia y dice : “Necesito contar esta historia  hasta que no haya más historias que contar”.
            Los capítulos del libro dicen: El niño que nació un martes; Ciudad de los sinkers; La sangre de un negro es peor que la de un perro; En busca del salto; La ciudad de la mafia; Polvo en medio del océano o El paraíso era esto.
           
            El libro va dedicado a “Musa y a todos los que cada día pierden la vida en el camino hacia el País de los Blancos. A mi madre por darme la oportunidad de volver a nacer y a mi padre por haberme apoyado en todo momento”.

            El desierto está lleno de cadáveres que salpican las dunas. A nosotros unos mafiosos nos habían abandonado a traición en medio de la nada, sin ninguna explicación. Queríamos llegar al paraíso, a la Tierra Prometida. Éramos cuarenta y seis personas. Solo sobrevivimos seis”, cuenta el autor en la introducción al libro, después de dejar a un compañero que se negaba a seguir adelante porque le había fallado sus fuerzas.

            Los capítulos del libro llevan los siguientes epígrafes: El niño que nació un martes; Ciudad de los sinkers; La sangre de un negro es peor que la de un negro; En busca del salto; La ciudad de la mafia; Polvo en medio del océano, y, El paraíso era eso. El epílogo se cita como Alimentando mentes.

            “Soy consciente de que mi caso es una excepción y que, entre los cientos de jóvenes que cada día inician viajes como el mío, la mayoría no llegan a su destino”, cuenta el autor Ousman Umar en su nota final. “He tenido suerte, y se la quiero devolver a todos los niños y niñas de mi país, dándoles herramientas para que puedan decidir su futuro habiendo recibido educación e información”.

Más información
https://nascoict.org/es/socios
           

sábado, 1 de diciembre de 2018

Inocencio F. Arias, autor de las memorias “Yo siempre creí que los diplomáticos eran unos mamones”, que va por su cuarta edición




 Inocencio f: Arias


Julia Sáez-Angulo

            1/12/18 .- MADRID .- Inocencio  F. Arias, más conocido por Chencho Arias,  es el autor de las memorias Yo siempre creí que los diplomáticos eran unos mamones, publicado por la editorial Plaza y Janés, libro que ya va por la cuarta edición. El diplomático ya había escrito otros libros de recuerdos o memorias diplomáticas como Confesiones de un diplomático (2006), La trastienda de la diplomacia (2010), junto a Eva Celada o Los presidentes y la diplomacia (2014).

            Hombre observador, como buen periodista o colaborador habitual de prensa, Inocencio F. Arias (Almería, 1940), está casado con una mujer rusa, Ludmila, y acaba de ser abuelo por primera vez de Milo Andrei.

            Su desparpajo y simpatía ha cultivado una imagen popular que se ha visto incrementada por su presidencia del equipo deportivo futbolísticos Real Madrid durante algún tiempo y la realización de algunos cameos en el cine. Su figura y su voz puede verse y escucharse en la radio y la TV, amén de poder leer sus colaboraciones en prensa.  Actualmente dirige el Club Siglo XXI.

            El autor almeriense no ha podido menos que citar a Ortega y Gasset en su conocido aserto: “Estos hombres de la “Carriere” son el universal casi. Son casi elegantes, casi aristocráticos, casi funcionarios, casi inteligentes y casi donjuanes, pero  el casi es sinónimo de ausencia”.

            El propio Chencho Arias recuerda sus primeras impresiones sobre los diplomáticos cuando en Murcia conoció a uno de ellos ataviado con un elegante chaleco, en medio de la temperatura tórrida de la ciudad… pero él, que en principio quería ser periodista o espía, acabó siendo diplomático, tarea de la que no ha abnegado y ha ejercido en diversos países y ciudades entre otras en Nueva York, exactamente en las Naciones Unidas, ONU.

            El índice del libro acoge capítulos sugerente como: Caerse del caballo, Guerra funesta y posguerra con algunos colores, Calle mayor, El mítico Che mete la pata, La orgullosa Argelia, El contagio de los claveles, la entonces sacrosanta Transición, El breve e ignorado Calvo-Sotelo, La dudosa reputación de la OTAN, El poder de los grandes … y de los pequeños, El palco del Bernabeu, ¿Sirve para algo la ONU en el siglo XXI?, Clinton retoza en el Despacho Oval, De lo peligroso que es estar en el Consejo de Seguridad, Los pseudofamosos, “Que el perro está rabioso o no lo está” y Oda final.

            Memorias amenas, interesantes, llenas y desboreantes de anécdotas y chascarrillos, muy propios del autor, que ha recorrido más de cuarenta foros para presentar su libro Yo siempre creí que los diplomáticos eran unos mamones, lo que explica que vaya por la cuarta edición.

           


viernes, 25 de mayo de 2012

JAVIER REVERTE, NUEVO VIAJE A ÁFRICA EN “COLINAS QUE ARDEN, LAGOS DE FUEGO”





Julia Sáez-Angulo

         25.05,12 .- Madrid .- Es el rey de los viajes personales y amenos. Javier Reverte (Madrid, 1944) es un viajero de mochila y un escritor sagaz y atento para contar los lugares como nadie. Él no escribe para turistas sino para aquellos amantes de la literatura viajera que va más al fondo de la geografía física y humana. “Colinas que arden, lagos de fuego” es su último libro publicado por Plaza y Janés que nos lleva por el fantasmal lago de Turkana, en el norte de Kenia, por el Tanganika, en Tanzania o Chitambo, la pequeña aldea de Zambia, donde murió David Livinstone.

         “Volver a las colinas, las praderas, los bosques y los lagos del este de África, después de varios años de ausencia, acelera los latidos del corazón y renueva los fluidos del espíritu. Además de eso, recorrer a pie algunos de sus senderos, igual que lo hicieron sus antiguos exploradores, resulta emocionante como diferente a otro tipo de viaje. Caminándola se percibe mejor la esencia de África, que no es otra que la esencia misma de la palabra “aventura”, escribe el viajero Javier Reverte.

         Gracias a los lectores, confiesa, se puede dedicar por entero a la escritura, porque la venta de sus libros, casi siempre superventas, le permite vivir holgadamente y es a lo que siempre soñó, a vivir de la escritura, sin jefes ni horarios, con la sola disciplina de la escritura, de la literatura cuidada en su estilo.

         En este último viaje no lo ha hecho solo sino con amigos, lo que le ha permitido un enfoque diferente y un compartir experiencias enriquecedoras. Confiesa que han ido por lugares muy solitarios donde prácticamente no había hombre blanco alguno. En realidad, el libro “Colinas que arden, lagos de fuego” es fruto de dos viajes fundidos en una misma narración y le ha permitido un título poético y real.


RÍOS, LAGOS Y GENTE

         “Me gustan los ríos y los lagos porque permiten recorrer distintos lugares cercanos o distantes a escala humana, viajando en barcos en los que la acumulación de pasajeros siempre sobrepasa a lo permitido con el consiguiente reto de la llegada”. El escritor ha recorrido aldeas y pueblos en los que la gente todavía convive en sus chozas con animales como las cabras.

         Para el escritor, África sigue siendo un continente muy explotado y no ha mejorado sensiblemente desde los primeros viajes que hizo a sus distintos países. Reconoce que África crea adicción y tiene preferencia por Tanzania porque es un país hermoso y la gente es amable.

         No siente el deseo de viajar a Hispanoamérica ni hacer la ruta de Cortés. “México es un país interesante y surrealista pero demasiado inseguro para viajar a solas”, declaró en la presentación del libro que tuvo lugar en el Círculo de Lentores y tuvo a David Trias como presentador, quien califico el volumen como una “mezcla de aventura personal e historias varias”.

         Javier Reverte tiene intención de viajar por segunda vez a Irlanda para completar su libro viajero sobre ese país. Muchos lo esperamos.




“Colinas que arden, lagos de fuego”
Nuevos viajes por África
Javier Reverte
Editorial Plaza y Janés
Barcelona, 2012



jueves, 18 de febrero de 2010

Hipatia, la filósofa alejandrina más novelada del momento

“Ágora”
Marta Sofía
Novela
Booket. Planeta, 2009 (313 pags)




Julia Sáez-Angulo


Película criticada por su discutible rigor histórico y premiada con varios Goya por la Academia del Cine Español, “Ágora” es, en todo caso, una película claramente taquillera y mimada por el poder del Gobierno de Zapatero que aterrizó con la cúpula y varios ad látere a la inauguración de la misma. Marta Sofía presenta en Booket su novela “Ágora” con el rótulo “la novela basada en la película de Alejandro Amenábar”, cuando lo habitual es lo contrario: “la novela en que se basa la película”.

La autora, Marta Sofía (Madrid, 1977) se define como escritora autodidacta si bien se apoya en su múltiples lecturas y viajes para esculpir su perfil de narradora. Llevó a cabo algunos estudios de Historia en la Universidad de Zaragoza y actualmente reside en la Ciudad Condal, donde trabaja como editora.

No es el único libro en el mercado que ha narrado la vida de la protagonista: “Hipatia de Alejandría” de María Dzielska en la editorial Siruela, es uno de los libros sobre ella “Hipatia. La estremecedora historia de la gran filósofa de la Antigüedad” de Clelia Martínez Maza en la editorial “La Esfera de los Libros” es otro, entre otros como "El sueño de Hipatia" del autor egabrense José Calvo Poyato, publicado por Plaza y Janés. "El jardín de Hipatia" de Olalla García es otro de los más interesantes y ha sido publicado por la editorial Espasa.

Hipatia ha quedado así canonizada, mitificada por visiones imaginarias, a veces seesgadas, que en nada esclarecen la realidad histórica de los sucesos en Alejandría y su célebre Biblioteca de la antigüedad en el siglo IV. Quizás se deba a la contradicción existente en el concepto de novela histórica, que o es lo primero o es lo segundo, por más que algunos aleguen que en ella “son ciertos los hechos y falsos los sentimientos” que añade la narradora, algo que no siempre sucede.

En la Hipatia novelada por Marta Sofía, la filósofa alejandrina, con todos los ingredientes cinematográficos de hermosa, inteligente y tolerante, sostiene su presencia entre la peripecia amorosa de Orestes y su esclavo Davo, el trío necesario para un enredo amoroso que avive a su vez una polémica sobre maneras de ver el mundo, mostradas de modo maniqueo en la película de Amenábar: Antigüedad versus Cristianismo.

El libro de Booket se acompaña de preciosas fotografías en color de la película citada, así como de algunos dibujos que dejaron antiguos sabios como Apolonio y Ptolomeo.

sábado, 17 de octubre de 2009

"Yo fui ministra en España", libro sobre las ministras, por Cristina Larraondo

Yo fui ministra 
Cristina Larraondo 
Editorial Plaza y Janés Barcelona (271 pags) 


Julia Sáez-Angulo

    17.10.2022.- Madrid.-  Ser ministra en España comenzó con Soledad Becerril en la cartera de Cultura, por nombramiento del presidente de gobierno Leopoldo Calvo Sotelo en 1981. Desde entonces a hoy, más de una veintena de mujeres han pasado por un departamento ministerial con diferente reconocimiento. 
Con el segundo gobierno socialista se impuso la paridad de hombres y mujeres, tema que despertó polémica ya que muchas féminas quieren acceder al poder por méritos propios y no por cuota de 50 por ciento. 
La periodista Cristina Larraondo (Bilbao, 1963) ha escrito un libro bajo el título de Yo fui ministra donde cuenta los avatares de unas mujeres que desempeñaron el poder en un Ministerio con distinto resultado de eficiencia e imagen. 
 Las ministras de tres legislaturas, las de los presidentes Calvo Sotelo, Felipe González y José María Aznar desfilan por las páginas de este libro, a la espera de que las de la última legislatura terminen su mandato. 
    Sus nombres: Soledad Becerril, Rosa Conde, Matilde Fernández, Carmen Alborch, Ángees Amador, Cristina Alberdi, Esperanza Aguirre, Loyola de Palacio, Isabel Tocino, Margarita Mariscal de Gate, Celia Villalobos, Pilar del Castillo, Ana Palacio, Anna María Birulés, Ana Pastor, Elvira Rodríguez y Julia García-Valdecasas
    Adolfo Suárez, primer presidente de la democracia española no contó con ninguna mujer en su gabinete, pero paulatinamente los nombres femeninos se fueron instalando con mayor número a medida que se renovaba el equipo de Gobierno. La autora del libro dice que “todas ellas me han confesado que han tenido que luchar con dificultad añadida de ser mujeres en una sociedad que hasta hace dos días apenas había oído hablar de conciliación laboral y familiar, ni del reparto de las tareas domésticas”. 
 “Resulta todavía difícil a las mujeres consolidar liderazgos”, reconoce Carmen Alborch, en sus declaraciones. Ella fue una ministra de Cultura muy mediática y ha escritos tres libros sobre la situación de las mujeres titulados Solas, Malas y Libres (Editorial Planeta). Es una mujer que ha luchado mucho tiempo por la igualdad de las mujeres. Es consciente de que ellas hoy en día salen bien preparadas para ejercer cargos públicos y aplaude su presencia en el Gobierno. 
     Isabel Tocino, fue ministra de Medio Ambiente con Aznar, es una mujer de expediente profesional brillante en el mundo del Derecho, profesora titular en la Universidad Complutense y hoy consejera de distintas entidades financieras privadas. Con ella se hizo el Libro Blanco del Agua y un Plan Hidrológico Nacional que el presidente de Gobierno no se atrevió a poner en marcha por su impopularidad en algunas zonas de España, máxime con las elecciones en ciernes. 
     Pilar del Castillo ocupo dos carteras refundidas, las de Educación y Cultura. Se le criticó mucho por su forma de vestir –campo que focaliza la atención hacia las féminas en el poder- y curiosamente creó el Museo del Traje, una institución que ha logrado gran éxito, pues ocupa el cuarto lugar de museos más visitados, después del Prado, el Reina Sofía y el Thyssen. 
     Elvira Rodríguez, otra ministra de Medio Ambiente de Aznar, no sostenía el estereotipo de mujer alta, delgada, rubia y con pañuelo de firma. Era una mujer rellenita, sonriente y licenciada en Ciencias Económicas. El chapapote del Prestige, un petrolero que perdió su carga en las costas de Galicia, y el hostigamiento de la oposición minó la política de su Gobierno y, después de 365 días de trabajo, tuvo que abandonar el cargo. 
     Trabajo, luchas, avatares, incomprensiones... todas tuvieron que luchar para desempeñar su tarea, para hacerse respetar en el desempeño de su ministerio porque sabían que una lupa mayor de críticas iba a caer sobre sus cabezas en caso de deficiencias. 
    El libro de Cristina Larraondo ilustra muy bien la sociología del país para encarar a estas mujeres bien preparadas que fueron ministras.