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miércoles, 28 de abril de 2010

Palomo Linares y Marina Danko exponen juntos en el Museo Ulpiano Checa



Palomo Linares y Marina Danko
Museo Ulpiano Checa
Colmenar de Oreja. Madrid
Del 28 de abril al 31 de mayo
Patocinio: Fundación ANDE


Julia Sáez-Angulo


Pintura y joyas respectivamente de Palomo Linares y Marina Danko son motivo de exposición en el precioso Museo Ulpiano Checa de Colmenar de Oreja. El torero y la diseñadora colombiana han querido poner en diálogo sus obras y en cierta “rivalidad” de cromatismo. La muestra fue patrocinada por la Fundación ANDE.

La pintura de Sebastián Palomo (Linares, Jaén, 1947), al óleo o en acrílicos, contempla el paisaje desde una abstracción colorista muy viva, al estilo del desaparecido Manuel Viola, aunque con el color más encendido. “Son los colores de la primavera en el campo”, alega el artista, que tiene su finca no lejos de Colmenar.

Las joyas de la diseñadora Marina Danko, antes modelo, son todas ellas piezas únicas realizadas en piedras nobles o semi-preciosas, sobre todo ágatas de distintos colores. También se podían ver en las seis vitrinas expuestas, esmeraldas en bruto acogidas en unos pendientes y sortija a juego. Sus precios oscilan entre ciento cincuenta y mil quinientos euros

El anillo de pedida de Palomo a Marina fue precisamente en su día, una preciosa esmeralda de Colombia. Hoy la pareja tiene tres hijos y su matrimonio aparece entre los más estables de las celebridades de hoy.

Palomo Linares, que ha situado sus cuadros en buenas colecciones y museos, dice que lleva cuarenta y dos años pintando por lo que sabe de qué va y se siente profesional sin desfallecimiento. Samuel Flores adquirió dos cuadros suyos el primer día de exposición. Los precios de los cuadros de Palomo oscilan entre mil quinientos y quince mil euros.

En el acto de inauguración estuvieron entre otros personajes, la alcaldesa del pueblo, Pilar Algavia, el director del citado museo, Ángel Benito; el empresario Samuel Flores; Olivia de Borbón, novia del torero Sebastián Palomo, hijo; Luz Elena Bermúdez; el torero colombiano El Puno; Dani Martín...

La alcaldesa de Colmenar de Oreja está satisfecha de haber podido sacar los coches de la bella plaza mayor del pueblo durante estos días de la fiesta del Cristo del Humilladero y confía en que después del montaje de la plaza taurina, quede de nuevo despejada la plaza para que, tanto los lugareños como los visitantes, puedan apreciarla en su belleza y proporciones. Sabe que hay que buscar un espacio alternativo para que puedan aparcar los coches y está en ello, en una futura operación de gran aparcamiento.

El director del Museo Ulpiano Checa, por su parte, acaricia la idea de obtener dos préstamos del Museo del Prado, para un plazo de cinco años, de dos pinturas: una del propio Checa y otra de Palmaroli, un retrato que este último hiciera en su día a Ventura Miera, un ciudadano de Colmenar de Oreja, que pagó los viajes a Roma de dos pintores jóvenes como Eduardo Rosales y el propio Palmaroli. Ventura Miera era a su vez pintor, aunque no alcanzara la celebridad de los anteriores.

Colmenar de Oreja es uno de los municipios más bellos e históricos de la región de Madrid y cuenta con un soberbia iglesia fortaleza y un espléndido convento de monjas que le dan un aire evocador del pasado, además de su celebre plaza porticada. "Quiero que la plaza luzca en todo su esplendor", insiste la alcaldesa de Colmenar.

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domingo, 31 de enero de 2010

Ulpiano Checa, Pintura y Vida del Artista en un Museo de Colmenar de Oreja




Julia Sáez-Angulo


El pintor madrileño Ulpiano Checa gozó en vida de un gran reconocimiento y aceptación de su pintura en las grandes capitales durante el arco que va del siglo XIX al XX. La alta burguesía de París y Buenos Aires principalmente, adquirieron muchos de sus cuadros, que hoy se pueden contemplar de vez en cuando en las grandes subastas. Su representación de la Roma clásica sirvió al cine norteamericano de inspiración para su vestimenta.

Nacido en la pintoresca e histórica localidad madrileña de Colmenar de Oreja, Ulpiano Checa (186o – París, 1916) donó varios cuadros a su pueblo, a los que se unió más tarde una generosa donación de sus descendientes en los 50, lo que constituyó el núcleo de una colección monográfica de autor que habría de ampliarse con adquisiciones en subastas, hasta crear un hermoso y amplio Museo, que presenta 300 obras con la museografía más actual.

Frente al tradicional recorrido cronológico o temático, el Museo Ulpiano Checa de Colmenar ha optado por el singular paso del artista por diferentes geografías, que a su vez dan lugar a distintos períodos en su obra. Las obras que posee se distribuyen en los espacios: Colmenar de Oreja; Mundo Romano; espacio de tránsito; América, África, España y Francia.

El primer Museo Ulpiano Checa se ubicó en la Casa de los Siete Patios en 1960, pero su ampliación en 2004 ha permitido mil metros en nuevas salas con las diferentes piezas que adquirió el Ayuntamiento de Colmenar y algunas donaciones o depósitos particulares. El Museo está dirigido por Ángel Benito.

“Los últimos días de Pompeya”

El cuadro más emblemático es el titulado “Los últimos días de Pompeya” (1900), de grandes dimensiones hasta ocupar una pared. En él se ve el fuego rojizo del Vesuvio al fondo, mientras que los habitantes huyen despavoridos a caballo. El boceto de “La invasión de los bárbaros” se suma en este espacio.

Son visiones espectaculares, casi cinematográficas, “donde el artista da todas sus posibilidades más allá de las fórmulas aprendidas. En estos cuadros está su caligrafía pictórica personalizada”, declara el veterano pintor Manuel Ortega (Madrid, 1922) que ha visitado el Museo de Ulpiano Checa y se siente satisfecho de haberlo hecho.

Gran dibujante, Ulpiano Checa gusta de plasmar la cabalgada veloz de los caballos y carruajes en sus distintas pinturas, algo así como un “futurista del XIX” que ama la velocidad del transporte de su tiempo, vísperas del automóvil a mayor escala.

“La Ninfa Egeria dicta a Numa Pompilio las leyes de Roma”, es otro espléndido cuadro del autor, propiedad del Museo del Prado y depositado con acierto en el museo de Colmenar. Una de las ilustraciones del pintor para la película “Quo Vadis” se encuentra igualmente en este espacio de Mundo Romano.


El pintor marcó el cine del Mundo Romano

La relación de la película “Ben Hur” de Hollywood y la “Carrera de los carros” de Ulpiano Checa (1890) se pone en evidencia en esta sala “cinematográfica”.

Ulpiano Checa cultivó el retrato de sociedad, del que vivió largamente. El del argentino general Mitre, después de haber sido presidente de la nación, figura en una digitalización sobre lienzo. El retrato de sus hijos Felipe y Carmen, siendo niños, es de clara sensibilidad y belleza.

La pintura orientalista no podía faltar en un artista decimonónico y sus “fantasías” de moros a caballo están presentes, al igual que las escenas de género en el espacio de “España”, donde se recogen las palabras de la publicación “Nouvelliste” de Nantes donde se afirma que Checa es “un buen colorista y dibuja mejor que Delacroix”.

“Con la creación del Museo Ulpiano Checa, su obra se ha revalorizado en el mercado internacional”, declara una fuente cercana al museo, que además de pintura muestra las medallas y diplomas del autor.