miércoles, 5 de junio de 2013



8º Foro Agua para el Desarrollo

LA DISTRIBUCIÓN EQUITATIVA DEL AGUA ES EL DESAFÍO DEL FUTURO

La Fundación Canal reflexiona, con motivo del Día Mundial del Medio Ambiente, sobre los factores que influyen en la seguridad alimentaria mundial, siendo el agua un factor determinante.


L.M.A.

Los principales factores ponen en riesgo el acceso de las personas a los alimentos  y el aprovechamiento biológico de los mismos son: la escasez potencial de agua, el cambio climático, la explosión demográfica y los problemas en la gobernanza de los países. Sobre esta cuestión se ha reflexionado en el 8ª Foro Agua para el Desarrollo, celebrado hoy en la Fundación Canal con motivo del Día del Mundial del Medio Ambiente.

En esta edición se ha debatido sobre Agua y tierra: Seguridad alimentaria, tema sobre el que han reflexionado y debatido los expertos en la materia: Elías Fereres, presidente de la Real Academia de Ingeniería; José María Medina, director de Prosalus; José María García Álvarez-Coque, catedrático de Economía Aplicada de la Universidad Politécnica de Valencia; Jan Cherlet, consultor de la International Land Coalition en Roma; Miguel Solanes, investigador senior en el área de Análisis Económico e Institucional de IMDEA Agua; Alberto Garrido, catedrático de Economía Agraria de la Universidad Politécnica de Madrid; y Ana Regina Segura, responsable de Seguridad Alimentaria de la Agencia española de Cooperación Internacional para el desarrollo.

Elías Fereres fue el primero en intervenir recordando la importancia vital del agua para garantizar la seguridad alimentaria de la Humanidad: “El desafío del futuro es alcanzar la distribución equitativa de un recurso cada vez más escaso como es el agua”. Pronosticó que “en el año 2050 harán falta entre un 70% y un 110% más de alimentos, necesidad que se verá afectada directamente por el aumento del precio de los alimentos”, el cual inició su subida en 2008 y las estadísticas indican que seguirá incrementando.

Por su parte, José María Medina reflexionó sobre una situación dramática: “una de cada ocho personas continúa viviendo en situación de hambre”, en gran parte, debido a “las crisis de los precios de los alimentos de 2008 y 2011 que han supuesto una disminución radical de la seguridad alimentaria.

Medina, durante su intervención, abordó un tema muy específico como es la producción de agrocombustibles (combustibles líquidos producidos a partir de materia prima vegetal, fundamentalmente cultivos agrícolas, a gran escala) que, en su opinión, “no siempre ayudan a reducir el impacto medioambiental pero sí influye directamente en el precio de los alimentos”. Los agrocombustibles se están planteando desde los países del Norte y desde la industria como la solución frente al cambio climático y frente a la crisis del petróleo. 

José María García Álvarez-Coque ha asegurado que “la inseguridad alimentaria no es solo un problema de producción alimentaria sino de acceso a los alimentos”. Esta situación se produce por la ausencia de leyes, lo que conduce a la inestabilidad de los precios de los alimentos, su especulación y su consideración como mercancías sin que se tenga en cuenta que es un derecho fundamental: “Para evitar esta situación son necesarias las alianzas a nivel internacional pero también a nivel local que aseguren el derecho humano a la alimentación”.
    
Jan Cherlet habló sobre las políticas de “acaparamiento de tierras” como resultado de la crisis alimentaria, que afecta especialmente a las poblaciones de África Subsahariana, Asia meridional y Latinoamérica. En este sentido Cherlet defiende que “la Ayuda Oficial al Desarrollo (AOD) se ha reducido en una quinta parte al mismo tiempo que la seguridad alimentaria se ha visto reducida”. Para Cherlet “la débil gobernabilidad y la falta de propiedades son los factores que facilitan la adquisición masiva de tierras”. Concluyó pidiendo responsabilidad a los gobiernos implicados para que reconozcan los derechos de las poblaciones rurales empobrecidas”.

Miguel Solanes, analizó el water grabbing, acuerdos de compra de tierras cuyo objetivo es el de apropiarse de los recursos hídricos, tanto para fines agrícolas como industriales. Esta situación afecta especialmente a África Subsahariana, donde la compra masiva de tierras implica el desplazamiento de comunidades indígenas que ven afectado su derecho humano al agua. Para Solanes “el acaparamiento de tierras y agua tiene lugar en países vulnerables y deudores con alta corrupción”.

Por su parte, Ana Regina Segura explicó la implicación de la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AECID) con la seguridad alimentaria. Para la Agencia, el desarrollo rural y la lucha contra el hambre en un sector de actuación prioritario, a la vez que mantiene su compromiso de cooperación en agricultura, desarrollo rural, seguridad alimentaria y nutrición en los países con los que coopera, para contribuir a hacer efectivo el derecho humano a la alimentación.

Alberto Garrido, durante su intervención, presentó el estudio de la Fundación Canal Agua virtual y cooperación internacional, realizado en colaboración con Universidad Politécnica de Madrid. Este estudio analiza las relaciones entre el comercio de agua virtual y la Ayuda Oficial al Desarrollo en la Cooperación Internacional. Garrido ha destacado el cambio producido en la orientación de la exportación de agua virtual hacia los países emergentes y del Golfo, que son los principales receptores. Subrayó que “no es la ayuda oficial agraria el factor clave a la hora de explicar los flujos de agua virtual, sino la evolución de la composición de la ayuda y la inversión privada en infraestructuras”. Destacó, además, que China se ha convertido en un país clave en la exportación de agua virtual desde 2009, tras la crisis del precio de los alimentos.


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