viernes, 4 de octubre de 2024

JVLIVS, Julio Mendoza Díaz, “un demiurgo del arte”. Doce cuadros recuperados de un coleccionista


Obras de JVLIVS, Julio Mendoza Díaz

Fotografía de JVLIVS, Julio Mendoza Díaz


Hay otros mundos

pero están en este

(Paul Éluard)

Texto y fotografías

Julio Mendoza Sánchez

    4/10/24 .- Madrid.- Acabo de recuperar doce preciosos cuadros pintados por mi padre, el artista Julio Mendoza Díaz, JVLIVS, procedentes de los herederos del fallecido coleccionista Luis Aparisi, a quien recuerdo con mucho afecto, pinté el retrato de su esposa Visi.  Un beso al Cielo para ellos dos y mi gratitud a sus descendientes por permitirme adquirir estas joyas.

Esto he escrito a mis hijas con la primera instantánea de esta ampliación de mi colección de arte: ... estas tablas parecen pintadas ayer, con una imaginación, frescura y matices de color, detalles y precisión maravillosos. Son manjares, un verdadero banquete visual. Dignas de museo.

Yo no podría ni firmar tan pequeño y bonito. Vuestro abuelo también pintó cuadros de gran formato, incluso murales. Hacer estas casi miniaturas demuestra un dominio excepcional.

Son paisajes y personajes inventados - se podría decir soñados, pero sonaría casi cursi. Tienen un realismo narrativo, más que onírico casi metafísico. De puro clásico es moderno y atemporal. En su conjunto forman capítulos como en un cubo de Rubik, de rayuela, y ofrecen las claves de una narración propia, libre, cambiante, relajada y tranquila.

¿Dónde están estos lugares, entornos naturales apacibles anclados en un tiempo posiblemente pretérito, preindustrial, de paseos a pie por pequeñas villas rurales o minúsculas urbes en el horizonte, casitas esparcidas, puentecitos de cuento y solitarios torreones? Están en su imaginación, y en la nuestra. Son lugares indeterminados para evadirse, relajarse y observar sin aglomeraciones hacia fuera y hacia dentro.

Me gustaría ver su proceso de creación, de invención. Los colores son delicados y harmoniosos, y las pinceladas precisas, seguras. Variaciones sobre temas similares y elementos comunes. Podría escribir bastante más sobre ello.

Admiro que pueda crear espacios tan amplios, cielos, lagos, pueblos, personajes paseantes deambulando, trasladándose en quehaceres desconocidos, todo ello plasmado con tan poca materia en tan pequeño tamaño - su maestría también de ceramista se percibe. Son ventanas y son puertas, accesos abiertos que se expanden en esos otros mundos invitándonos a visitarlos.

De algún modo como creador JVLIVS es un demiurgo, casi un dios. ¡Hágase este pueblo, esta costa, este mar, estas barcas, hágase estas gentes...! y se crean, se construyen y nacen. ¡Haga frío, congélese el agua, póngase el sol! y esos mundos se hacen con su batuta mágica, con sus pinceles como teclas de un piano. Vuestro abuelo Julio es un maestro de Hogwarts con poderosa magia benéfica y pócimas de colores, sin duda.

Podría hablar de la influencia de la pintura flamenca, de sus incursiones en El Prado para explorar y cazar inspiración y detalles, de la técnica, del valor abstracto, de la gama cromática. Pero para disfrutar plenamente de estos cuadros hay que entrar en ellos, como hizo Alicia en el País de las Maravillas en la madriguera del conejo, y pasear por esos lugares, saludar a esas gentes. Estos cuadros invitan a verdaderos viajes, como el de Mary Poppins, los niños y Bert el deshollinador cuando saltan y se introducen en un paisaje pintado en el suelo, y se lo pasan genial en el tiovivo, con los pingüinos y en la cacería del zorro.

Sólo el que aprecia, imagina y disfruta vive de verdad. Dios nos ha dado los sentidos y el alma para usarlos con gozo e intensidad. Sólo eso ya justifica vivir, aunque la vida nos da muchas cosas más. Es casi nuestro deber ser felices. 

Estos cuadros son supercalifragilísticoespialidosos, permítaseme la casi irreverente licencia.

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