Mayca NÖIS
09/10/2025 Madrid.- La emblemática Sala Goya en la primera planta del Circulo acoge la inauguración a la exposición que puede considerarse una retrospectiva del artista Martín Chirino coincidiendo con el centenario de su nacimiento el 1 de marzo de 1925 en Las Palmas de Gran Canaria y la multiplicidad de actos conmemorativos del Circulo con motivo del centenario del edificio Circulo de Bellas Artes.
Presentes en el acto Valerio Rocco, director del Circulo de Bellas Artes; Manuel Lagos, director General de Cultura e Industrias Creativas de la Comunidad de Madrid; Fernando Castro, comisario de la exposición; Jesús Castaño, director de la Fundación de Arte y Pensamiento Martín Chirino; familiares de Martín Chirino. La muestra se ha realizado en colaboración con la Comunidad de Madrid y la Fundación de Arte y Pensamiento de Martín Chirino.
En 2013, hace doce años, ya se realizó una muestra en el Circulo “Martín Chirino.Obras para una colección” que el propio autor comisarió. Que estuvo dotada por quince esculturas que hoy son parte de la Fundación. La selección actual reúne esculturas y obras sobre papel que son consideradas grandes ejes en su trayectoria: viento,espiral,criculo,raíz y la forja del hierro como lenguaje poético en un recorrido atemporal que nos enseñan a descubrir facetas intimas y experimentales con el dibujo y la grafia gestual que dan paso a la plasmación de su pensamiento plástico.
La trayectoria vital y artística de Chirino estuvo ligada al Circulo como presidente entre 1983 y 1992 a la que accedió con una nueva Junta Directiva al que se unieron artistas e intelectuales en un impulso de proceso de refundación para trasformar el Circulo en una institución cultural abierta y multidisciplinar que hoy conocemos privada y sin ánimo de lucro, declarada de utilidad pública.
En su mandato se la considera un “verdadero faro de modernidad y pensamiento, atento a las corrientes artísticas más innovadoras y experimentales”
En el muy interesante libro “Pasos en Espiral”(Con el recuerdo entusiasta del Círculo) que acompaña la exposición, Fernando Castro Flórez (Plasencia 1964) comisario de la exposición nos introduce “Todo comenzó al borde del mar, tumbado en la playa o admirando la construcción de grandes barcos (su infancia)……….” Su vinculación con El Paso, el gran momento del informalismo español en el que como explica Ángel Ferrant “la naturalidad personal de Martín Chirino se trasmitió a sus hierros, en los que no hay nada fingido. Suya y de ellos es la austera serenidad que los caracteriza: la efusiva expansión en que se distinguen”.
En “Martín Chirino.¿Sin pasión no hay vida!” Juan Manuel Bonet esboza en su artículo “Martín Chirino, enraizado,libre,universal” a cómo “las piezas que salieron de su estudio, un precario cobertizo de uralita en un solar propiedad de su tío”. Más tarde Valeriano Bozal en “Arte del siglo XX en España, Pintura y Escultura 1939-l990” explicita “la forja es un procedimiento original en la joven escultura española, llaman la atención los efectos espresivos sobre el material….. pero sobre todo llama la atención la construcción lineal y simultáneamente espacial de estas esculturas. Su sobriedad y su temporalidad, la familiaridad de un material que es auténtico y que ha de ser trabajado de una forma auténtica, en el golpe de la forja”.
Ignacio Ruiz Quintano “Martín Chirino, poética de la espiral” Galería Malborough reconoce a Chirino “En Chirino el dibujo antecede siempre a la escultura, de elegancia alada: esa geometría de reflejos que adopta la forma fascinante de la espiral que vuela, ondea, flamea o revolotea, símbolo del viento y de la palabra”
Los momentos importantes se fueron sucediendo como su viaje a Paris 1952, lo que era casi preceptivo en el arte, donde entre otros puede contemplar en el Musée Nationale d´Art de la Ville la exposición de Julio González con la que comprende el anuncio de una “Edad del hierro” por lo que el duro material estará en las manos “pacificas” de los artistas. Lo que amplia en su visita a Londres en 1953 y conocer las esculturas de Henry Moore y Barbará Hepworth.
Se puede constatar su dominio del hierro con el que Chirino impone su voluntad tomando como ejemplo la serie “Herramientas poéticas e inútiles” -1956-57. Así lo comenta en un texto titulado “La reja y el arado” dedicado en 1959 a El Paso ,”Mi escultura se aproxima más a las herramientas en sus orígenes. Está hermanada con el arado o la reja. Mi obra podría tener lo que esos instrumentos tienen de prolongación humana. Unen al hombre a la tierra en una armoniosa y necesaria tarea…….” Y lo refuerza “Para mí, el mundo empieza y acaba en la fragua; cuando horadé aquella montaña para hacer mi primer taller en Madrid, y la puse a funcionar con una manivela, ya supe que esa devoción no tendría retorno…..” “Martín Chirino, la memoria esculpida”.
Aunque para comprender conviene tener presente que la literatura, y especialmente la poesía, fueron muy importantes para el escultor admirador de Cocteau, lector de Nietzsche ……por lo que sus esculturas que simbolizan el viento contienen ese tono poético.
Se considera que Nueva York fue ciudad determinativa para su desarrollo creativo al trabajar para la Grace Borgenich Gallery, exponer en instituciones como el Smithsonian de Washington y la ayuda del matrimonio Perry que le facilitó alojamiento y espacio de trabajo.
Su gran amigo y conocedor Millares definía su arte en 1958 “un querer salirse en fuerza vertical” con un deseo de emprender el vuelo, realizando con el hierro un “salto imposible”. Así “el viento”, y ”la espiral” giran en el imaginario del escultor. Serge Faucherau “Antes de que llegara Chirino a nadie se le había ocurrido esculpir el viento” en una “Nueva Edad del Hierro, que siempre deseó forjar el espacio” explica Herbert Read.
Concordante con su esfuerzo artístico y compromiso cultural le decidió a aceptar la presidencia del Circulo de Bellas Artes en 1983 para convertirlo en una “plataforma de primer nivel” sin adscribirse a concesiones que convirtieron la trayectoria de su vida en una “reivindicación extrema de libertad” estando ya inmerso en su madurez creativa y exponiendo en Galerías tanto nacionales como en el extranjero. Lo que hace más valorativa su adscripción ya que llega a la institución en un momento de crisis extrema que además requiere hacer un trabajo de gestión, conocimiento que no poseía, por lo que se rodeó de un buen equipo ejecutivo y continuar afianzando “su espiral”.
Reconocimiento con esta muestra para celebrar al gran creador fundamental de la segunda mitad del siglo XX, con premios entre otros la Medalla de Oro del Circulo 2001, fallecido en Madrid el 11 de marzo de 2019 sus cenizas descansan en Las Palmas de Gran Canaria y habiendo sido nombrado Hijo adoptivo de Morata de Tajuña en 2016 donde realizó su vivencia durante sus últimos años.
Fernando Castro escribe “Los pasos de Martín Chirino, sus bellas obras siguen guiándonos, especialmente en estos tiempos oscuros en los que parece que no sabemos adónde vamos (salvo que deseemos completar la catástrofe) …. Martín Chirino ofrece (de nuevo en el Circulo) un recorrido en espiral que desea el centro y, sobre todo, nos hace recordar que el arte es una promesa de felicidad” Unas palabras que son determinativas y definitorias de arte y trayectoria muy en su consonancia como profesor titular de Estética de la Universidad autónoma de Madrid, crítico de Arte ABC Cultural, y comisario de Exposiciones.
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