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martes, 18 de junio de 2013

José López Martínez, autor del poemario “Brasas de la memoria”



                                                José Lopez Martínez, escritor



Julia Sáez-Angulo

         18.06.13.- Madrid.- El escritor José López Martínez, residente en Madrid, ha publicado su último poemario Brasas de la memoria, editado por Ediciones Vitrubio en la colección Baños del Carmen. El libro que fue presentado en el espacio poético del madrileño Café Comercial, lleva un prólogo de Miguel Galanes.

José López Martínez (Tomelloso. Ciudad Real, 1931) es un escritor versátil: poeta, narrador y ensayista. Como periodista ha escrito numerosos artículos, sobre todo para los medios informativos latinoamericanos. Memoria de nuestros clásicos fue publicado por la misma editorial Vitruvio en 2010. El escritor es igualmente un buen conferenciante.
        
         “Con Brasas de la memoria, título también de su primera parte, se inicia ese nuevo recorrido –sobre silvas de versos blancos, cuartetos libres o sonetos, por lo ya andado, por lo ya imaginado y por los sfumatos del deseo: Volver a caminar por los callejones de esa memoria que el tiempo le ha ido modelando, unas veces doblando esquinas, sorteando trampas o cabalgando en sueños…”, dice Galanes en el prólogo de Brasas de la memoria (título idéntico al del poemario de Myriam de la Prada, publicado por Ebook, en traducción de la lengua francesa).

         Mnemosine, la memoria como filtro de la vida y sus sentires, es el recurso del poeta López Martínez a la hora de escribir estos versos. El tiempo que esculpe y modela la existencia y la mirada del escritor sobre la misma. Memoria y tiempo son los conceptos manejados por el autor como se observa en el poema “Agarrados al tiempo”:

         Agarrados al tiempo, / curtidos por los años,/ seguimos el camino/ andando, tropezando./ Campos de la memoria,/ que fueron cultivados/ por sueños que nacían/ con los días contados.
         
    El prologuista señala dos poemas claves en el libro: Tarde otoñal y El Amor, “donde se comprende la totalidad del libro, cuando en todo camino, en el buen arte de caminar, siempre se cumplen las cuatro estaciones, por muy breve que fuere el tiempo o más corto fuera el camino: pasan la horas en las que se halla / la esencia del amor y se recoge / el eco de la vida, tristemente”.

         José López Martínez es director general de la Asociación de Escritores y Artistas Españoles, AEAE, y de su revista Mirador.


viernes, 31 de mayo de 2013

Alfredo Gómez Gil, autor del poemario “Nervio” publicado por Vitrubio


Alfredo Gómez Gil, escritor



Julia Sáez-Angulo

         31.05.12.-Madrid.- El catedrático de Literatura España e Hispanoamericana, Alfredo  Gómez Gil (Alicante, 1936) es autor del poemario Nervio, publicado en 2013 por Vitrubio Ediciones en la colección Baños del Carmen.

Vicente Ramos es el autor del prólogo, en el que acerca el poeta al mismo Lope de Vega y analiza los distintos aspectos de su poesía: “no hay confines metapoéticos en sus versos: sí en cambio una carga tremenda de metaironía, erotismo, angustia, sarcasmo, fenoménica irreverencia, gusto por lo grotesco, contradicción y protesta, en suma, de lo que quiere y no quiere, de lo que ama y desama…”

“Tu retina electrocuta el nervio/ Tus iris toritos son enfrentados/ Tus ojos aniquilan la propuesta, colman ellos la ceguera de los míos/ de inamovibles sólidas musarañas/ pese a ello resisten/ sustituyéndose en memoria, y en esta línea recuperan su pigmento/ siguiendo por su humor regándote ovaciones”.



         Alfredo Gómez Gil, traductor y profesor durante varios años en los Estados Unidos,  es un poeta con gracia y brío. Sus poemas, cortos y largos, abarcan un registro temático muy variado en los que siempre hay ritmo y cadencia.

         El autor se retrata en los versos: “Mi afición/ es escribir con tinta/ y no con sangre/ más si me privan la tinta/ la sangre vale”. “para Gomez Gil escribir poesía es confesarse, y así lo evidencia autodefiniéndose, en 1970: “…pecador no arrepentido que gusta hablar y sentirse al mismo tiempo confesor (…) Un poeta que busca la paz y que, al no encontrarla, la inventa”, escribe Vicente Ramos en el prólogo.

         El poema Mordisco, dice así: Hurón manso y juguetón/ que minando encrucijadas/ haces de mi hogar el tuyo/ ocultando muy consciente/ tu instinto por madrigueras… Tigre domado en un circo/ ¡Olvídate de la selva!

         Alfredo Gómez Gil une vida y poesía, experiencia y arte poético. Lo cotidiano en el ver y en el sentir puede motivarle un poema de igual manera que lo trascendente y sublime. Es una amante y disfrutador de la vida que puede transmutar en verso como una pirueta enraizada en su genética de profesor de Literatura Española.


miércoles, 15 de febrero de 2012

Carmen Bermúdez publica el libro de Poesía “Filosophari”


"Filosophari”
La furia y la armonía
Poesía
Carmen Bermúdez Melero
Ediciones Vitrubio
Colección Baños del Carmen, Nº 289
Madrid, 2011 (44 páginas)


Julia Sáez-Angulo


La poetisa, pintora y crítica de arte Carmen Bermúdez Melero (Jaén, 1940), residente en Madrid desde 1979, ha publicado su libro “Filosophari. La furia y la armonía” en el rincón de Don Antonio del Café Comercial de Madrid, en la glorieta de Bilbao.

María José Pérez Grange ofició la ceremonia de la presentación en un acto que estuvo muy concurrido y en el que no faltaron el poeta Antonio Hernandez ó Tomás Paredes, también poeta y presidente de la Asociación Madrileña de Críticos de Arte, AMCA, quien ha escrito sobre la autora:

"Filosphari" huele a naturaleza, a campo; en sus poemas se desata un ritmo que nos impregna de música; sueños, ensoñaciones, imaginación y fantasía cabe una lisura campechana del decir. Sin dejar de ser profundo es sencillo, sin renunciar a la dureza es se-da; sin levantar la voz, canta con los pájaros que vuelven. Y nostalgia, hay melancolía, soledad, dolor, y un son de despedida. “Fue ciego el corazón creyendo/ que siempre volverían las primaveras”.

Treinta y dos poemas donde la autora reflexiona sobre la vida, su sorpresa y su sentido, en definitiva filosofa en el sentido de preguntarse por las cuestiones más arduas y esenciales del vivir y el existir, la ansiedad, el deseo, la esperanza...

“¿Por qué no puede un deseo remover el mundo”, se pregunta en uno de sus poemas. “Ruge la noche en el ánfora del tiempo,/ rugen los deseos removiendo las pupilas,/ los abismos, los vacíos, los espacios; un azar exigente, cruel, trazó el camino; la vida se llenó de errores rompiendo la armonía…”

El poemario “Filosophari” termina con el poema titulado “Mi legado”: “Os dejo tanto inacabado, tanto…, / porque he vivido soñando distraída/ y me faltó llegar a todos los planetas”.

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lunes, 17 de enero de 2011

Alberto Infante recita “Los Poemas de Massachussets” en Madrid



“Los poemas de Massachussets”
Alberto Infante
Ediciones Vitrubio
Madrid, 2009 (75 pags) 10 Euros




Pertenece a la fecunda saga de médicos literatos con don Gregorio Marañón a la cabeza. Alberto Infante ha llevado a cabo un recital de su último libro “Los poemas de Massachussets” en el aula de Poesía “Orillas de Ávila” en Madrid. El autor ha sido presentado por el poeta –a su vez farmacéutico- José Félix Olalla y por María Anunciación Guil Redondo, vicepresidenta del Hogar de Ávila en la capital de España.

Alberto Infante Campos (Madrid, 1979) es doctor en Medicina y Cirugía por la Universidad Complutense Actualmente trabaja como profesor de la Escuela Nacional de Salud Pública en Madrid. Su amor por la creatividad literaria se traduce en los poemarios “La sal de la vida” y “Diario de ruta” (2006), igualmente publicados por Vitrubio.

Según declaraciones del autor: “Los poemas de Massachussets” es mi libro de poemas más ambicioso hasta el momento. Escrito entre 2005 y 2006, arranca con una Oración a modo de conjuro para limpiarle al lector los malos humos y el polvo del camino. Le sigue Retrato en sepia con poemas antiguos que han resistido (me parece) los efectos del tiempo y la distancia; una suerte de paso atrás para tomar impulso y entrar en materia explorando lo absurdo e irónico de la vida en la tercera parte, No hay Godot en Becket, cuyos poemas suponen una evolución, hasta cierto punto lógica, del estado de ánimo, más optimista y vital, de mis dos libros anteriores (La sal de la vida y Diario de Ruta). Ironía y desaliento de los que ayuda a reponerse el retorno a los poetas preferidos que, como reza el título de la siguiente sección, Siempre están. Mi deuda con ellos es, y seguirá siendo, impagable”.


“Reconfortado, el poeta puede reemprender el viaje (¡siempre el viaje!), cruzar el Atlántico y recorrer bajo la dulce luz de agosto las colinas de Massachusetts: desde Salem, la cuna de Nathaniel Hawthorne, a las Berkshires, donde Melville escribió Moby Dick, pasando por Amherst y la casa de donde prácticamente no salió Emily Dickinson. El libro concluye con un largo poema en prosa para cuyo hilo conductor, a medio camino entre la esperanza y la desesperación, y modalidad expresiva, coloquial y dialogada a ratos, reconozco mi deuda con Ashbery. Su título es más que una mera declaración de intenciones: Sostenido destello en busca de algo”.

Un excelente recital


Infante es un excelente rapsoda. Lee, recita, declama y gesticula como un buen actor que sabe dar vida al verso. Reflexiona sobre la poesía y en el poema “Preceptiva” da una serie de consejos con sabor irónico para un poeta novel que termina diciendo: “Tembloroso, acércate a lo que queda”.


Para el autor, la poesía habla del amor (“comercio sentimental profundo”, lo definió con cierto humor), la vida y la muerte, al decir de Rilke y Juan Rulfo entre otros muchos poetas. Escritor culto, cosmopolita y viajero, los lugares le incitan al poema, como París, India, Massachussets...

Le gustan las variaciones sobre poemas de otros vates como “sobre un tema de Franz Wirgh” o de una cita de García Montero. También dedica sus particulares homenajes a poetas como Vicente Aleixandre o Lao Tse.


“La poesía tiene componentes de exploración y búsqueda, de revelación de algún secreto y de experimentación”, concluyó.

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