Mostrando entradas con la etiqueta Oscar Wilde. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Oscar Wilde. Mostrar todas las entradas

lunes, 30 de marzo de 2020

Oscar Wilde: Cuentos para sus hijos y para todos los lectores, editados por Cátedra


Oscar Wilde



Julia Sáez-Angulo

            31/3/20 .- Madrid .- El escritor  irlandés Oscar Wilde escribió maravillosos cuentos de fantasía para sus hijos y, de paso, con su buen estilo, para todos los lectores, y ahora han sido editados por Cátedra Base. La edición corre a cargo de Julio Ángel Olivares Merino y la traducción de Flora Casas Vaca.
            El libro abarca los siguientes títulos: El gigante egoísta, El  príncipe feliz, y El ruiseñor y la rosa. Algunos de estos títulos han sido llevado a composiciones musicales.
            Oscar Wilde (Dublín, Irlanda, 1854 – París 1909) utiliza estas narraciones maravillosamente escritas para transmitir valores como la generosidad, la constancia, el sacrificio... al tiempo que critica la soberbia, el egoísmo ola injusticia.

            “Ingenioso y hábil en la comunicación oral, maestro de la conversación, Oscar Wilde fue por encima de todo, un alquimista de la palabra”, explica el editor en la introducción del libro. Como erudito y amante de la cultura clásica, sacó el máximo rédito de la arquitectura verbal, el arte de la oratoria y la composición e hizo casar contenido y forma con suma elegancia”.
            “Aclamado como uno de los genios de la literatura tardovictoriana, la vida de Wilde incurrió en una basculación entre  luces y sombras, éxito y glamur, no exenta de polémica o aspectos escabrosos”

            Wilde fue un esteta de la palabra y de la vida. Su homosexualidad le costo su carrera de escritor en Inglaterra, donde de éxito como dramaturgo pasó a conocer  la hiel del destierro y la prisión. Hoy está enterrado en el cementerio del Père Lachaise de Paris, y su panteón recibe numerosas flores y visitas de sus admiradores.

Más información

sábado, 13 de enero de 2018

Oscar Wilde, autor del libro “El crítico como artista. La importancia de no hacer nada. La importancia de discutirlo todo”







Julia Sáez-Angulo

            13/01/18 .- MADRID .- El escritor Oscar Wilde es el autor del libro El crítico como artista. La importancia de no hacer nada. La importancia de discutirlo todo, publicado por la editorial Reino de Cordelia. Se trata de un ensayo con lenguaje desenfadado y mordaz en la que propone que la labor del crítico es más meritoria que la del artista y aprovecha para escandalizar a la sociedad de su época con provocaciones y epigramas”.

            “Todos estos ensayos coinciden con elmomento en que Wilde alcanza su madurez como escritor”, escribe el editor en la presentación del libro El crítico como artista. “ Con ellos logró una enorme celebridad entre el público culturalmente elevado, que valorço el ingenó de su razonamientos y epigramas; al tiempo se ganó el desprecio y la enemistad de las clases populares, que lo veían como un frívolo cínico y pedante. Oscar Wilde (Dublín, 1854 – París, 1900) no buscó nunca la paz con sus detractores, sino que los atacó, convencido que su público inglés se siente mucho más a gusto “cuando le habla un mediocre”, según escribe en La importancia de no hacer nada.

            Ciertamente Wilde es inteligente, ingenioso y provocador, también cínico y pedante con frecuencia, sabedor de su inteligencia, creedor de su superioridad y sin un átomo de humildad o compasión, que hubo de aprender al final de sus días dramáticos en la cárcel.

            La obra de Wilde es una sucesión de frases inteligentes y/o ingeniosas, que seducen al lector y le hacen pensar. El diálogo de Gilbert y Ernest en la biblioteca de una casa de Piccadilly con vistas a Green Park no tiene desperdicio.

            “El engreimiento no pierde su atractivo ni siquiera cuando se ve ante la vida cotidiana”, dice Gilbet en uno de sus largos parlamentos. Una de las citas junto a otras citas como: “los grandes artistas trabajan de forma inconsciente, que son “más sabios de lo que saben”, como creo que dijo Emerson en alguna parte”. Wilde habla con frecuencia con voces interpuestas en los diálogos y el teatro.

            Wilde defiende los libros de memorias, porque están escritos por personas que “han perdido por completo la memoria o nunca han hecho nada digno de ser recordado”. Vivimos “una época en las que las gentes son tan laboriosas que se han vuelto rematadamente estúpidas” es otra de sus sentencias.

            Ciertamente los prontuarios de citas de Oscar Wilde son un vivero de reflexión aunque suene a cínico.

           

-->

sábado, 12 de marzo de 2016

“Salomé” de Oscar Wilde en el Teatro Fernán Gómez de Madrid, interpretada por Victoria Vera






Julia Sáez-Angulo

         Salomé es el prototipo de mujer fatal como lo es Lilith en el imaginario de las artes: poesía, teatro, música, pintura, escultura…. Oscar Wilde hizo su versión poética, modernista sobre la mujer que se enamora de Jokaanan -Juan el Bautista-, encerrado en la cárcel de Herodes Antipas, porque denuncia al tetrarca por haberse casado con la mujer de su hermano, Filipo después de hacerlo matar.

         El Teatro Fernán Gómez ha puesto en escena esta obra de Wilde, Salomé, prohibida en Inglaterra y estrenada en París (1891), cuando el escritor británico cumplía condena. Una Salomé que da una vuelta de tuerca a la versión evangélica ya que Salomé pide la cabeza del profeta por despecho, porque Jokaanan la desprecia como mujer de Sodoma y Babilonia.

         En la versión original, la evangélica, Salomé pregunta a su madre Herodías, que pedir al tetrarca Herodes, quien le ha prometido incluso la mitad de su reino si baila para él. Ella, que odia a Jokaanan porque le acusa de su pecado de incesto, hace que solicite su cabeza. Salomé lo hace en una suerte de inocencia y banalidad ante el mal. Oscar Wilde sin embargo la convierte en víctima del despecho.



         Se trata de una obra dramática en un acto, que el director Jaime Chávarri ha resuelto muy bien en una coreografía de Ricardo Cue, sobria y suficiente para evocar ambiente de palacio y prisión.

         Victoria Vera interpreta el papel de Salomé con corrección, si bien una piensa que no es el papel adecuado para ella, ya que Salomé es una joven, más bien una nínfula y Vera, aunque conserva belleza y buen saber hacer, no tiene la edad adecuada. Manuel de Blas está espléndido en su papel de Herodes admirador baboso de Salomé, dispuesto a todo, incluso a lo que no quiere llevar a cabo. Inés morales está perfecta en su papel de Herodías, erguida y arrogante.

         Sí se ha cuidado el personaje de Jokaanan, José Carlos Illanes, un actor guapo y bien parecido que representa bien al hombre que atrae fatalmente a la princesa de Judea.         Jacinto Bobo, Ignacio Gijón, Joaquín Oliván, Álvaro Navarro y Miguel Berlanga cumple con el resto de los papeles.

         La música de Richard Strauss, compositor también de una obra Salomé –inspirada en la de Wilde-, suena de fondo en algunos momentos de la interpretación dramática en un diálogo acertado, principalmente en la danza de los siete velos.

         Margarita Xirgu representó en 2010 el papel de la Salomé descrita por Oscar Wilde.





domingo, 7 de diciembre de 2014

Denis Rafter, autor, director y autor de “Beloved Sinner” sobre Oscar Wilde






Julia Sáez-Angulo

         La tumba de Oscar Wilde en el cementerio del Père Lachaise en parís es una de las más visitadas y en ella pueden verse con frecuencia flores frescas. Los últimos días del escritor irlandés en París, su reflexión sobre su vida, es el tema de la obra de teatro “Beloved sinner” (el pecador amado), que Denis Rafter, autor, director y autor ha puesto en escena en el Teatro Español de Madrid.

         Con elegante presencia británica, quizás algo lejos de la fisonomía de Oscar Wilde (Dublín, Irlanda, 1854 – París, 1900), Denis Rafter lleva a cabo un monólogo de hora y cuarto en inglés, en el que recorre su vida y reflexiona desde su largo nombre hasta sus estancias en la cárcel al final de su vida, pasando por la composición de sus obras, sobre todo El retrato de Dorian Gray, con cuyo protagonista dice identificarse, o El ruiseñor y la rosa.

         Oscar Wilde llego a la cima de la fama, la popularidad y celebridad en vida, su caída, por una denuncia sobre su homosexualidad, le hizo caer de las alturas; él mismo contribuyó a ello, seguro de sus posición.

         La caída le dio distancia y humildad; sin perder su genio se humanizó. Arruinado, con problemas de oído por falta de cuidado en la cárcel, bebedor de absenta… Wilde camina a su fin y Denis Rafter lo hace ver de modo contenido en el escenario, con un sobrio decorado de unas mesas de bar.

         La obra presenta dolor, cierto humor –algunos esperaban más- y recital de poesía, en una puesta en escena natural y suficiente.



viernes, 22 de enero de 2010

Brummell, Baudelaire y Wilde, Tres figuras del Dandismo, en el CGAC

« Sur le dandisme d´aujourdui »
Del maniquí en el escaparate a la estrella mediática
Centro Gallego de Arte Contemporáneo
Santiago de Compostela.
Del 15 de enero al 21 de marzo
Comisariado RMS La Asociación



Julia Sáez-Angulo

El diccionario de la R.A.E. define la palabra dandi como “hombre que se distingue por su extremada elegancia y buen tono”, el CGAC de Santiago de Compostela presenta una curiosa exposición sobre el dandismo a través de tres figuras históricas que lo encarnaron como nadie: Georges Bryan Brummell (1778-1840), Charles Baudelaire (1821-1867) y Oscar Wilde (1854-1900). Objetos, vestimentas, papeles, escritos, mobiliario... todo ilustra sobre el arte de vivir del dandi en el siglo XIX, por excelencia en este modo de entender la vida. Una exposición singular y curiosa.

Los organizadores de la muestra recueredan que “el Antiguo Régimen ha caído a golpe de guillotina, la igualdad seestablece como principio, la industralización modifica usos y costumbres, además de imponer a una nueva clase social, las ciudades se iluminan por la noche y las avenidas se ensanchan para convertirse en escenarios de una nueva vida.

A mediados del siglo diecinueve la sociedad europea se abre paso hacia la modernidad enarbolando la idea de progreso como estandarte.

Solo unos pocos, hasta cierto punto nostálgicos, algo decadentes y bastante melancólicos se resisten a su avance. El dandi, figura heroica que resiste los envites de la modernidad con los nudos de su corbata y bibliotecas llenas con los mejores títulos de todas las épocas de todos los países, enfrenta a la homogeneidad, la distinción; a la masa, el yo más absoluto.

La definición más común de dandismo solo hace referencia al buen gusto, como mucho sumado a una cierta excentricidad precursora de nuevos estilos. Pero los dandis del siglo diecinueve fueron mucho más y han sobrevivido hasta nuestros días a través del mito, convertidos en personajes de novela y en motivos de tratados y ensayos, y también a través de ciertas estrategias que fueron asumidas con las vanguardias y perceptibles en la obra de muchos artistas contemporáneos.

La narración de la exposición se articula a través de tres figurasparadigmáticas para resaltar las aportaciones de cada una de ellas —George Bryan Brummell, Charles Baudelaire y Oscar Wilde— a esta peculiar genealogía del dandismo. La medida actitud del dandi brummelliano es la necesaria afirmación del yo como única verdad demostrable, lo que convierte el resto en una realidad construida, maleable al gusto de aquél dispuesto a hacerlo”.