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miércoles, 1 de enero de 2025

TRINIDAD ROMERO y PILAR AROCA.Villancicos y poemas para la fiesta de Reyes Magos. EPIFANÍA del Niño Dios a los gentiles

Dibujos de Trinidad Romero



06.01.2025

Por Trinidad Romero

LA VIRGEN LLEVA UNA ROSA

EN SU DIVINA PECHERA

SE LA REGALÓ JOSE

EL DIA DE NOCHEBUENA.

SAN JOSÉ VA CAMINANDO

GUIADO POR UNA ESTRELLA,

PARA LLEGAR A BELEN

ANTES DE LA NOCHEBUENA.

CON PALILLLOS Y SONAJAS

LLEGAREMOS AL PORTAL

SIGUIENDO A LOS REYES MAGOS

A PUNTO ESTAN DE LLEGAR.


ARRE, ARRE, ARRE

LA MARIMORENA

DON QUIJOTE VA DELANTE

Y DETRÁS LA GENTE BUENA.


*****

A BELEN NOS VAMOS LLENOS DE ALEGRIA A VER A DIOS NIÑO A JOSE Y MARÍA. A BELEN NOS VAMOS JUNTO A LOS PASTORES A CANTAR AL NIÑO Y ROGARLE FAVORES. LA ESTRELLA DE ORIENTE NOS GUÍA AL PORTAL A OFRECER AL NIÑO

AMOR Y AMISTAD.

*****

        Por Pilar Aroca

"Dos Décimas Mayores en dónde la poeta cuenta lo sucedido en la Noche Santa, y cómo llegaron los Magos a Belén de Judea."


Quiero contaros qué pasó ese día
que la estrella fulgió y guió a los Magos

hasta aquel portalillo de los pagos
de Belén de Judea: Anochecía.
¡¡ Y una explosión de luz enceguecía !!...
Y dejadme que os cuente emocionada
(en verso humilde, pero apasionada),
lo que allí sucedió, en la oscura cueva,
aquella Noche de la Buena Nueva.
Aquella Noche de la Llamarada.
***
Permitidme que os haga apología
de aquesta Noche, que jamás se viera...
Pués, no se conoció que compitiera
estrella alguna de la profecía
con aquel SOL, nacido de María:
Rutilante de Amor, tanto brillara
que, hasta a José le floreció una vara.
¡¡ Fue una orgía de luz... y fue un torrente!!...
Hoy os lo cuento detalladamente,
como el Ángel Gabriel nos lo contara...
                    
                                        Pilar Aroca

*****

Poema

El regalo que yo quiero Yo no deseo un regalo que se compre con dinero. He de pedir a los Reyes algo que aquí no tengo: pido dones de alegría y la canción de un jilguero, y la flor de la esperanza y una fe que venza el miedo. Pido un corazón muy grande para amar al mundo entero Yo pido a los Reyes Magos las cosas que hay en el cielo: un vestido de ternura, una cascada de besos, la hermosura de los ángeles, sus villancicos y versos, y una sonrisa del Niño. El regalo que yo quiero.

Gloria Fuertes

Más información

https://ceipobispoblanconajera.larioja.edu.es/images/19lunespoeticos/2022_Fuertes.pdf


jueves, 4 de enero de 2024

ANA CATALINA EMMERICK: Visiones sobre los Reyes Magos, relatadas al escritor Clemente Brentano

Reyes Magos en camello.
La beata Ana Catalina Emmerich recibió numerosas visiones de la vida de Jesús y de María, entre ellas la visita de los Reyes Magos en Belén


    L.M.A.

        04.01.2023 .- Madrid.- Ana Catalina Emmerick fue una monja agustina alemana, nacida en 1774, que recibió numerosas visiones sobre escenas de la Biblia, y en particular de los misterios de la Natividad y de la Pasión. Los fue relatando al escritor Clemente Brentano, quien les dio expresión literaria. 

    Ana Catalina sufrió las llagas de la Pasión y durante varios años solo se alimentó de la Eucaristía. Murió en 1824 y fue beatificada en 2004 por San Juan Pablo II. Como en el caso de cualquier visión o aparición, las de Ana Catalina no son materia de fe, pero la Iglesia las considera de gran valor para la meditación del Evangelio. Por ejemplo, sirvieron de inspiración a Mel Gibson para su película La Pasión de Cristo (2004). Se han publicado en volúmenes como  La vida oculta de la Virgen María  y  La amarga Pasión de Cristo , preparados por el mismo Brentano.

El libro, según las visiones de la Beata Ana Catalina Emmerick , ha sido traducido del original alemán por José María Sánchez de Toca (1942- 2020), uno de los grandes conocedores de la vida y obra de la religiosa. Forma parte de La vida oculta de la Virgen María, y en él descubrimos quiénes eran los Reyes Magos, cuántos formaban el séquito de sus caravanas, cómo llegaron hasta Belén, el momento de la adoración del Niño Jesús...

Detalles significativos

Ana Catalina describe así la estrella que les guió: "Relumbraba en la noche como una bola de fuego, parecía como la luna de día y no era exactamente redonda  sino como dentada; a menudo la ocultaban las nubes".

    Su descripción de los Reyes Magos difiere un tanto de la iconografía popular, que señala a Melchor como el de mayor edad: "Mensor (Melchor), el atezado, que era el más joven, iba delante y le seguían el castaño Seir (Baltasar) y Zeokeno (Gaspar), el más blanco y anciano".

"Vi llegar la caravana al mismo edificio fuera de Belén donde se inscribieron José y María", continúa la Beata Emmerick, quien recuerda los vínculos del esposo de la Virgen con la localidad: "Era la antigua casa solariega de David, de la que todavía existe algún muro. Esta casa había sido también del padre de José. Era una casa grande con otras más pequeñas alrededor; tenía delante un patio cerrado y delante de él una plaza plantada con  árboles y una fuente. En esta plaza vi soldados romanos, ya que la Tesorería estaba en este.

Los Magos, quienes tras hablar con Herodes ya habían advertido del peligro que suponía  para el niño, hicieron lo posible por ser discretos: "Cuando la caravana llegó allí, se formó a su alrededor una considerable aglomeración de curiosos. Había desaparecido la estrella y los  Reyes estaban un poco inquietos. Se les acercaron unos hombres que les preguntaron. Les dijeron que el Valle de los Pastores era un buen sitio para acampar, pero tardaron algún  tiempo en decidirse. No oí que preguntaran por el rey de los judíos recién nacido. Sabían que éste era el lugar de la profecía, pero tras la conversación con Herodes temían llamar la  atención".

Como niños

¿Quieres conocer el relato completo? Lo encontrarás gratis en  Los Reyes Magos según las visiones de la Beata Ana Catalina Emmerick , que se estructura en dos grandes capítulos:

https://religionenlibertad.info/libros-rel/los-reyes-magos-segun-las-visiones-de-la-beata-ana-catalina-emmerick/

El primero, La caravana de los Reyes Magos, les deja llegando a Jerusalén e incluye escenas muy curiosas sobre su caminar y sus acampadas o sobre el paso del Jordán.

Y el segundo, La adoración de los Magos, refleja cómo fue evolucionando el pensamiento de Herodes tras su llegada, hasta formarse su voluntad asesina contra el Niño. Luego nos presenta el emocionante encuentro de aquellos sabios convertidos de repente en los más humildes súbditos: 

"Las  palabras de los Reyes y de todo su séquito eran extraordinariamente emotivas e infantiles. Se dejaban caer... [y] estaban como completamente arrobados... Con una oración infantil y ebria de amor encomendaron al Niño Jesús los suyos, su país y su gente, su hacienda y sus bienes y todo lo que para ellos tenía valor en la Tierra".

domingo, 29 de noviembre de 2020

“Y corrieron hacia Belén. Un viaje con los Magos de Oriente”, libro para niños de Hervé Alústiza en PPC




Julia Sáez-Angulo

29/11/20.- Madrid.- Nada más fascinante que la historia de los tres sabios reyes magos que desde Oriento fueron a conocer al Niño Dios para adorarle, siguiendo una estrella deslumbrante, según nos cuentan san Mateo en su Evangelio de la Biblia. Para los niños españoles es especialmente entrañable, porque cada año esos Reyes Magos les dejas juguetes en su habitación.

Relatar la historia de los Reyes Magos que cuentan con una catedral en la ciudad alemana de Colonia, porque la tradición dice que están allí enterrados, es un reto para muchos escritores que enfocan la historia desde su estilo y punto de vista.

El escritor Hervé Alústiza ha querido contar la historia a los niños a partir de los camellos que acercaron los Reyes Magos a Belén: 

    “Somos tres camellos aventureros que, un día llevamos a tres ilustres sabios hasta el portal de Belén. 

    Dos mil veinte años después, fuimos a la casa de un niño a llevar regalos con los Reuyes magos. Encima del zapato de su mamá, nos encontramos un cuento escrito con versos con nuestro retrato. Este cuento lo había escrito el pequeño Giuseppe y su papá… “

    La historia narrada por Alústiza continúa a lo largo de hermosas ilustraciones en color de Gema García Ingelmo, porque los dibujos diseñados por esta artista son tan importantes como la historia misma y van en paralelo en las 45 páginas que cuenta el libro “Y corrieron hacia Belén. Un viaje con los Magos de Oriente”, publicado por la editorial PPC.

Un libro escrito y dedicado con amor y devoción.

Más información

https://lamiradaactual.blogspot.com/search?q=Reyes+Magos


jueves, 12 de diciembre de 2019

“Los Reyes Magos” en la poesía de Félix Sánchez y en la conferencia de Francisco Vázquez


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"La adoración de los Reyes Magos" por Pedro Pablo Rubens.


Julia Sáez-Angulo

            12/12/19 .- Madrid .- “Los Reyes Magos” en la poesía de Félix Sánchez y en la conferencia de Francisco Vázquez, fueron motivo de recital y exposición en el Hogar de Ávila, presidido por María Anunciación Guil, como preludio de las fiestas navideñas, que culminaran en la institución con el almuerzo de la Cofradía de la Buena Pitanza, presidida por Eugenio López Berrón, en el mismo Hogar de Ávila el día 19 de diciembre.

            El poeta y rapsoda Félix Sánchez leyó sus propios poemas navideños, en especial sobre los Reyes Magos,  y también poemas de Manuel Benítez Carrasco y Luis López Anglada, con este último parangonó su poema sobre igual tema: como montar un belén.

            El profesor Francisco Vázquez recorrió el relato de la Epifanía, la manifestación del Niño Dios a los Reyes Magos desde el Evangelio canónico de san Mateo hasta los evangelios apócrifos, pasando por su número y sus nombres, así como su representación iconográfica, desde las catacumbas a las representaciones abulenses en San Vicente o en la catedral, pasando por autores como Velázquez, Rubens, y otros pintores del Museo del Prado. 
        La fiesta de los Reyes Magos se celebró ante en la iglesia de Oriente, En Roma se celebró a partir del Renacimiento. Los supuestos restos de los Reyes Magos se encuentran en un cofre de plata sobredorada en la catedral de Colonia.

miércoles, 3 de enero de 2018

De “magos” a Melchor, Gaspar y Baltasar: la leyenda de los tres Reyes en la BNE

La Biblioteca Nacional de España atesora testimonios escritos y artísticos medievales sobre cómo se forjó la tradición





L.M.A.

-3 de enero de 2018- La Biblioteca Nacional de España atesora en su colección valiosas piezas, como el Auto de los Reyes Magos o códices medievales y renacentistas, que nos permiten reconstruir cómo se forjó la leyenda de los tres Reyes Magos durante la Edad Media.
En el Evangelio de Mateo, el único texto bíblico que los cita, “se habla solo de unos ‘magos’, no se precisan sus nombres, ni que fuesen reyes ni tan siquiera que fuesen tres”, explica Javier Docampo, director del Departamento de Manuscritos, Incunables y Raros de la BNE.
A lo largo del medievo, se fue configurando la leyenda que conocemos hoy en día: fueron dignificados como ‘reyes’, se estableció que eran tres –por las tres ofrendas que cita el Evangelio (oro, incienso y mirra) y porque se prestaba mejor al simbolismo trinitario-, se les ‘bautizó’ como Melchor, Gaspar y Baltasar y su culto se extendió por toda Europa.
Gracias a los testimonios escritos y artísticos que guarda la BNE podemos acercarnos a la construcción de esta leyenda a lo largo de los siglos. Una de las piezas más excepcionales es el llamado Auto de los Reyes Magos (siglo XII), obra fundamental en la historia de la literatura española por ser el texto teatral más antiguo conservado en lengua castellana. Fue descubierto en el siglo XVIII por un canónigo de la catedral de Toledo, Felipe Fernández Vallejo, en un códice misceláneo y entró en la Biblioteca Nacional junto a otros manuscritos toledanos en 1869.
En la obra aparecen Melchor, Gaspar y Baltasar pero que no son definidos como “reyes” sino como “steleros”, es decir, astrólogos, señala Docampo. A pesar de la inexistencia de acotaciones escénicas, el auto se suele dividir en cinco escenas.
La primera son tres monólogos simétricos en los que los tres magos debaten sobre el hallazgo de una nueva estrella y su posible significado. La segunda escena narra cómo deciden emplear los regalos para averiguar la verdadera naturaleza del infante: si fuera un rey de la tierra, preferirá el oro; si fuera un rey del cielo, querrá la mirra. Pero dejará las dos por el incienso. La tercera los muestra visitando el palacio de Herodes, que promete adorar también al Niño. La cuarta es un monólogo de Herodes que teme el nacimiento del nuevo rey y hace llamar a sus sabios para tratar sobre lo ocurrido. Finalmente, en el debate con esos sabios se interrumpe la obra.
Miniaturas en códices medievales
La BNE custodia también testimonios artísticos sobre la leyenda de los Reyes Magos, como los dibujos y grabados conservados en el Departamento de Bellas Artes y Cartografías, aunque sobresalen las miniaturas de los códices medievales y renacentistas, tanto de libros de horas como de otras tipologías, indica Docampo.
El Libro de horas Clinton, elaborado en Francia en el tercer cuarto del siglo XIII para una dama inglesa, contiene una secuencia de seis escenas donde también aparecen los tres magos. En la primera se les representa siguiendo la estrella; en la segunda se encuentran delante de Herodes, a continuación hay una escena doble en la que están adorando al Niño y después la representación de un sueño en el que un ángel les advierte para que no regresen junto a Herodes. La escena final, la Matanza de los Inocentes, es la consecuencia de todo lo anterior.
En el Breviario de amor de Matfré Ermengaud, una obra catalana fechada en torno a 1400, hay también escenas con los tres sabios de Oriente. Los vemos ante Herodes y en una adoración al Niño, en la que un rey está arrodillado y los otros dos de pie, con uno de ellos señalando la estrella que los ha guiado.
No obstante, la escena más común en la iconografía cristiana será siempre la Epifanía o Adoración de los Reyes Magos. En los libros de horas del siglo XV es muy común, sobre todo para ilustrar la hora de Sexta dentro de la secuencia de Horas de la Virgen. La BNE cobija numerosos ejemplos en libros de horas flamencos y franceses. También existen en la Biblioteca Nacional evangeliarios italianos del siglo XII o franceses del siglo XVI en los que se observa esta frecuente representación.
La leyenda de los tres Reyes Magos en Occidente
En el Evangelio de Mateo (Mateo, 2-12), se cuenta que unos magos de Oriente llegan a Jerusalén buscando al rey de los judíos, cuyo nacimiento les ha sido revelado por una estrella. Herodes el Grande, gobernante de Palestina, les convoca a su palacio, les interroga y les hace prometer que regresarán cuando hayan encontrado al Niño para que él también vaya a adorarlo. Después, llegan hasta el lugar donde se para la estrella y descubren al Niño con María y se postran ante él para ofrecerle oro, incienso y mirra. Advertidos en sueños de no volver ante Herodes, toman tierra por otro camino.
Para remediar la parquedad del relato evangélico, se desarrolló la historia de los “magos de Oriente” en los evangelios apócrifos (Protoevangelio de Santiago, capítulo XXI; Evangelio de Pseudo Mateo, capítulo XVI y Evangelio árabe de la infancia, capítulo VII).
El término de mago debe ser interpretado en sentido de astrólogo, de especialista en el firmamento, asegura Docampo, que explica que dados los significados negativos del término, pronto fueron dignificados como reyes.  Tertuliano, en el siglo III, fue el primero que les denominó como tales.
Fueron diversas las especulaciones sobre cuántos eran estos magos y la Iglesia siria los elevó a doce en paralelismo a las tribus de Israel y a los doce apóstoles. Sin embargo, el número tres se impuso por varias razones. El evangelio cita tres ofrendas –oro, incienso y mirra- y así, se asoció los regalos a los donantes. El tres además se prestaba mejor al simbolismo trinitario y a que representasen las tres partes del mundo conocido en la Edad Media (Europa, Asia y África).
Los nombres –Melchor, Gaspar y Baltasar- aparecen por primera vez en el mosaico de San Apolinar el Nuevo de Rávena (siglo VI) y después se generalizaron en todo Occidente.
El culto a los tres Reyes Magos se extendió por toda Europa, en parte vinculado a sus reliquias, que se conservan en la catedral de Colonia dentro de un sarcófago de orfebrería de Nicolás de Verdún, fechado en torno al año 1200. Fueron considerados como protectores de los viajeros y de los peregrinos, a causa de la rapidez y el éxito de su viaje a Belén. También se les consideraba protectores contra la epilepsia, ya que habían “caído ante los pies de Cristo”. Asimismo se usaban sus iniciales G.B.M. en las puertas de las casas y de los establos el 6 de enero, día de los Reyes Magos, para proteger a las personas y animales contra demonios y brujas.


Para más información consulte:

domingo, 6 de enero de 2013

LOS REYES MAGOS. ICONOGRAFÍA y SIMBOLOGÍA A TRAVÉS DEL TIEMPO

En pos de una estrella



M.  DOLORES  GALLARDO  LÓPEZ
  
     06.01. 13 .- Madrid .- Las referencias que tenemos sobre ellos provienen del Evangelio de San Mateo y de algunos otros evangelios no aceptados por la Iglesia católica, los denominados “evangelios apócrifos”. A ellos hay que añadir  las referencias contenidas en el Salmo 72[1] e Isaías 60[2], en los cuales también se ha basado la tradición de la iglesia, como recordó Benedicto XVI en su reciente libro La infancia de Jesús, Planeta, 2012.
   El Evangelio de Mateo es la única fuente bíblica que menciona unos magos que, tras  haber visto una estrella, buscan al «Rey de los Judíos que ha nacido en Jerusalén”, guiándoles dicha estrella hasta donde vivía Jesús.
    Ningún testimonio conservado (salvo las posibles alusiones que se leen el Salmo 72 e Isaías, 60) califica de hecho como “reyes” a los personajes que, según la tradición cristiana, visitaron al niño Jesús. Tampoco indica ninguno cuántos eran.
    Poco es lo que el Evangelio de Mateo dice sobre estos personajes: no indica un número específico, aunque menciona que entregaron tres regalos simbólicos: oro, incienso y mirra:

  Mateo 2,1-2:
      “Nacido, pues, Jesús en Belén de Judá en los días del rey  Herodes llegaron de oriente a Jerusalén unos magos  preguntando: ¿Dónde está el rey de judíos los  que acaba de nacer? Hemos visto su estrella en oriente y venimos a adorarlo”.
Mateo 2,11:
“Y al entrar en la casa, vieron al Niño con su madre María, y postrándose, lo adoraron; y abriendo sus tesoros, le ofrecieron presentes: oro, incienso y mirra”.
   Según el relato de  Mateo 2,12, estos magos, advertidos por un sueño,  emprendieron el camino de vuelta a casa sin pasar a visitar a Herodes.
    Piadosas leyendas posteriores dicen que tiempo después, en tanto el apóstol Tomas  evangelizaba oriente, estos sabios habían convertido a la fe en aquel niño al que habían visto a poco de nacer. Por tanto habrían muerto como cristianos y a  una edad avanzada.  
  La palabra "magos" (griego Μαγός, latín Magi) como  bien ha señalado Benedicto XVI[3] tiene  diversas connotaciones que van desde la positiva a la más negativa. Los magos que visitan a Jesús “aunque no pertenecían a la clase sacerdotal persa, tenían sin embargo un conocimiento religioso y filosófico que se había desarrollado y aún persistía en aquellos ambientes”[4].
   Como hemos visto en uno de los textos del evangelista Mateo, mencionado más arriba,  se indica  que fueron tres los regalos otorgados por los  Magos al Niño Jesús, pero   no se dice  cuántos eran ellos. Este dato tampoco aparece en ninguna otra fuente.
   En un principio el número de los Magos fue indeterminado. En las pinturas de las catacumbas romanas  a veces  vemos dos, otras cuatro. La Iglesia de Siria creyó que eran doce, lo que parece  prefigurar los doce apóstoles futuros.
   Algunas tradiciones de la Iglesia copta elevan el número hasta sesenta y citan los nombres de más de una docena de ellos.
     En el siglo IV su número entre  los cristianos parece quedar  en tres. Después, en el siglo V, el Papa  León I el Magno  definitivamente fija su número en tres para toda la cristiandad.


A)  ICONOGRAFÍA

El aspecto con el que se  representan ha variado notablemente en el transcurso del tiempo. Los  Magos siempre aparecen como una entidad colectiva,  no como individuos; por eso durante mucho tiempo fueron representados exactamente iguales. Aparecían vestidos con  traje oriental formado por  pantalones anaxyrides, una especie de túnica corta  y  tocados con el gorro frigio. Así exactamente iguales los vemos en los sarcófagos paleocristianos, aunque a veces el objeto que  cada uno porta en sus manos (donde va guardada la ofrenda para el Niño) es diferente, así sucede por ejemplo en el  sarcófago de Layos (Toledo),  fechado entre 310-320 y en otros muchos.
Sarcófago de Layos (Toledo)

    
En algunos casos los regalos son presentados en simples bandejas, otras veces  en cofres,  copones e incluso en  el cuerno de la  Abundancia. 
En unas  tapas para guardar evangelios del siglo V, del tesoro de la catedral de Milán, decorada  con escenas de la vida de Cristo, en el panel superior se representa la Adoración de los Magos. La Virgen aparece  sentada en una silla de alto respaldo y se en un plano elevado  (está sobre una tarima) con respecto a los Magos. Dos de los Magos portan bandejas, pero el Mago que está en el centro lleva un cuerno de la Abundancia.
     A mediados del siglo VI se establece en la iconografía una importante  novedad, la diferenciación en la edad: uno de los magos es presentado con barba blanca  -para reflejarlo de más edad-, otro con barba oscura y el tercero y más joven sin ella.
    
  Así aparecen  representados a mediados del siglo VI en  la iglesia de San Apolinar el Nuevo, en la ciudad italiana de Ravena. Esta iglesia fue construida como templo arriano bajo el rey ostrogodo Teodorico a fines del siglo V, pero el conjunto de las dos procesiones  que se muestran en los muros de la nave central fue hecho cuando la iglesia, ya bajo Justiniano, pertenecía a la fe católica.
     En los muros de la nave central  hay sendas procesiones: en uno de ellos los mártires, saliendo  del palacio de Teodorico, se dirigen en procesión hacia el altar y hacia Jesús entronizado; en el muro opuesto una procesión de santas va encabezada por los tres Magos y se dirige hacia María y el Niño. Los tres  Magos conducen la procesión vestidos a la moda persa y tocados con el gorro frigio, su actitud es la de ir a ofrecer lo que llevan en las manos a la Virgen, sentada en un trono con el Niño en su rodilla izquierda. Encima de sus cabezas, de derecha a izquierda, se pueden leer tres nombres: Gaspar, Melchior, Balthassar 

S.Apolinar (Italia). Obsérvese los nombres escritos en la parte superior


    Beda El Venerable  (673-735) -monje benedictino de gran erudición, autor de la monumental obra Historia eclesiástica de los ingleses, que alcanzó un notable éxito- en uno de sus textos recoge, además de los nombres de los Magos (Melchor, Gaspar y Baltasar), su aspecto físico  y los regalos que ofrendaron al divino Niño: "El primero de los Magos fue Melchor, un anciano de larga cabellera cana y luenga barba... le  ofreció  oro, símbolo de la realeza divina. El segundo, llamado Gaspar, joven, imberbe de tez blanca y rosada, honró a Jesús ofreciéndole incienso, símbolo de la divinidad. El tercero, llamado Baltasar, de tez morena (fuscus en latín) le ofreció mirra, que significaba que el hijo del hombre debía morir...".
       Los magos son, pues, representados con diferentes edades. De esta manera  venían a representar simbólicamente  las tres etapas de la vida  del ser  humano: juventud, madurez y vejez. 
    Con el paso del tiempo  los gorros frigios con que se representaba originariamente  a los Sabios o Magos  fueron sustituidos por coronas; también desaparecieron los pantalones anaxyrides. En tiempos medievales se representan vestidos aristocráticamente, con ricas telas, pieles, adornos de oro y de plata. Obsérvese la Epifanía de Navasa (Museo Diocesano de Jaca, Huesca), van vestidos con atributos de realeza, con edades diferentes (barba blanca, castaña e imberbe), los tres reyes siguen siendo  blancos.
 
Epifanía de Navasa. Museo diocesano de Jaca (Huesca, España)



























    

    Acaban ciñendo corona real y las ofrendas que llevan a Jesús  se van poniendo  en ricos y costosos vasos. Así se ven, por ejemplo en el tríptico de Covarrubias, Burgos, del siglo XV. La iconografía muestra, pues,  un gran cambio: han pasado de ser considerados sabios, intelectuales y astrólogos a aristócratas y reyes.





  


















Baltasar, el rey  diferente
        

    En los sarcófagos paleocristisnos, en los mosaicos italianos antiguos, en el mundo bizantino y en el arte románico hispano (por ejemplo en la Epifanía de Navasa, Museo Diocesano de Jaca) y en general hasta la segunda mitad del siglo XV los Reyes son blancos, aunque Beda El Venerable, como hemos visto más arriba,  llamaba a Baltasar  fuscus, es decir de tez morena. 
 En un códice miniado de comienzos del siglo XV -Les très riches heures du duc de Berry- aparecen sirvientes negros en el cortejo de uno de los reyes, pero los tres reyes son blancos. Es decir a comienzos del siglo XV no se había producido o al menos generalizado la iconografía de un rey de piel negra.
    La imagen de un  joven y guapo rey de piel negra  posiblemente comenzó a aparecer en la escuela renana. Pese a su color, al principio este rey no tenía los rasgos propios de la raza negra: en el retablo de Covarrubias podemos ver un bello rey negro de este tipo.

Retablo de Covarrubias (Burgos) parte central


Desde el siglo XIV, quizás por influencia de la vocación ecuménica de los predicadores, se  empieza a dar un carácter  universal a 
los reyes magos y  pasan a simbolizar las tres razas humanas admitidas en la antigüedad (blanca, amarilla y negra) y prefiguradas por los tres hijos de Noé: Sem, Jafet y Cam, tal y como el Antiguo. También, obviamente, de entonces  arranca la tradición de representar a Melchor, Gaspar y Baltasar montados sobre animales correspondientes a sus geografías: un caballo, un dromedario y un elefante, respectivamente.  

   Tras el descubrimiento de América, para que  los Reyes Magos representaran a todas las razas del planeta, algún devoto cristiano tuvo la idea de que también el Nuevo Mundo se viera representado en el cortejo real. De esta forma en el retablo portugués de la Catedral de Viseu, Baltasar, en lugar de ser un rey negro, es representado como un pintoresco jefe indio de Brasil de emplumada jabalina. 

Belén de la catedral de Vitoria (España)

 

















    Asimismo en algunos belenes napolitanos -el de Vitoria- por ejemplo el rey negro está sustituido por un  sultán turco

   B. LAS RELIQUIAS DE LOS REYES MAGOS


Relicario de los Reyes Magos, catedral de Colonia, Alemania


    
a)  El relicario de  los Reyes Magos 


        La catedral de  Colonia es uno de los monumentos góticos más impresionantes de Europa. Es también el lugar donde en la actualidad se encuentra las reliquias de los Reyes Magos. En el año 1164 el arzobispo Reinaldo de Dassel, canciller imperial y arzobispo de Colonia,  trasladó desde Milán a Colonia estas reliquias.
    En el año 1248 se inició la construcción de la  catedral de la ciudad para, entre otras cosas,  albergar estas importantes reliquias.  Actualmente es  la iglesia gótica más grande de Europa septentrional. La actual configuración de la catedral presenta siete capillas, la tercera corresponde a la tumba del arzobispo Conrado de Hostaden -que el 15 de agosto de 1248  puso la primera piedra de esta catedral- y la cuarta a las reliquias de los tres Santos Reyes. En las vidrieras se representa  la historia de los Reyes Magos y  la historia del emperador Constantino y su madre Santa Elena.
    En esta magnífica catedral, detrás del Altar Mayor, se encuentra el llamado “Relicario de los Reyes Magos”. Está formado  por tres sarcófagos: dos de ellos unidos el uno al otro,  el tercer sarcófago descansa sobre  los otros dos. El conjunto formado por los tres tiene la forma de una basílica. 
    La estructura básica está hecha de madera, la madera está revestida de oro y plata. Lleva 74 figuras en bajorrelieve entre las cuales se encuentran escenas de la vida de Cristo y esculturas de los  apóstoles y los profetas, todas ellas recubiertas con oro. El  conjunto está decorado con esmaltes, marfil y  unas 1000 piedras preciosas.
   Algunas partes del relicario fueron diseñadas por el famoso orfebre medieval Nicholas de Verdún, que empezó el trabajo en el año 1180 o en el 1181. El relicario se completó alrededor de 1225.
       Examinemos cómo han llegado hasta Colonia las reliquias.
   
    b) Las reliquias de los Reyes Magos en  Milán
        
  Cómo llegaron las reliquias a Milán es algo que  a ciencia cierta no se sabe. De las reliquias de los Reyes Magos en Milan  desde el año 1158, no antes.  En el siglo XII empezó a circular la siguiente leyenda:
    Elena -santa Elena, si se quiere- fue  madre del emperador  Constantino el Grande. En el 324 había seguido a su hijo el  emperador Constantino a Palestina y allí reunió numerosas reliquias. Incluso milagrosamente encontró en la colina del Gólgota restos de la Cruz donde Jesús fue crucificado (esa reliquia es llamada la Vera Cruz). También  desde Persia hizo trasladar a Costantinopla los despojos mortales de los Reyes Magos, que hasta entonces habían permanecido dispersos. En Constantinopla los huesos fueron puestos en un gigantesco sarcófago de granito,
  Tiempo después, en el siglo VI, los milaneses eligieron como obispo a Eustorgio, el cual visitó Constantinopla para que el emperador le permitiera aceptar su reciente nombramiento. El emperador de Bizancio le regaló los cuerpos de los tres reyes.
    Eustorgio decidió trasladar las reliquias hasta la lejana sede de su diócesis. Para ello adquirió dos robustos bueyes y un carro, hizo cargar sobre éste el sarcófago y emprendió la marcha. Alguna versión de esta leyenda refiere que la misma estrella que siglos antes había señalado a los Reyes el camino de Belén, resplandeció en la ruta de San Eustorgio, y lo guió a todo lo largo del difícil camino. Pero al pasar por las ásperas montañas de los Balcanes,  un lobo hambriento asaltó y mató a uno de los dos bueyes. Para continuar su viaje, San Eustorgio domeño a la fiera insolente y la unció al yugo de su víctima.  El lobo salvaje acabó  transformado en lobo de tiro. San Eustorgio llegó a Milán con el carro cargado con los restos de Melchor, Gaspar y Baltasar y tirado por un buey y un lobo manso. Fue recibido con júbilo por los milaneses.
    No es la única leyenda sobre las reliquias de los  Reyes Magos. Un cronista francés, Roberto de Monte Saint-Michel (¿1110?-1186, nacido en Torigni-sur-Virey  y conocido en la actualidad como R. del Monte Saint, por ser abad de la famosa abadía de ese monte) escribía que  en el año de 1158 los milaneses habían encontrado en una capilla cercana a la ciudad los restos de los cuerpos de los tres Magos.
  También se dice que el cronista anglosajón Guillermo de Newbury  -vivió en la segunda mitad del siglo XII- escribió que,  cuando Federico I Barbarroja, emperador del Sacro Imperio Romano Germánico, asediaba Milán, los milaneses, para no dar facilidades a los asediadores, decidieron arrasar los arrabales y entonces hallaron las reliquias  «compactas en los huesos y en los nervios... y cuando fueron encontradas un cerco de oro rodeaba los cuerpos, uniéndolos entre sí». Naturalmente los preciosos restos fueron trasladados dentro de las murallas.
       En el año 1162 Milán fue tomada, saqueada y destruida por  Federico I Barbarroja, emperador del sacro Imperio Romano Germánico. Su consejero Reinaldo de Dassel, obispo de Colonia, en medio de la contienda no olvidaba los intereses de su diócesis,  pidió  y obtuvo del emperador permiso para llevar a la ciudad renana las ilustres reliquias. También hay una serie de leyendas acerca de cómo consiguió quitar las reliquias a los milaneses. En  1164  las reliquias salieron de Milán.
     c) Las reliquias en Colonia 
    El traslado a Colonia se produjo con gran pompa. El sucesor de Reinaldo, Felipe de Heinsberg, mandó construir el magnífico relicario que más arriba hemos descrito.
 Las peregrinaciones se multiplicaron y el Papa Inocencio IV estableció indulgencias para quien  peregrinara a venerar los cuerpos de los Magos.
      ¿Y Milán? Siempre hubo en la ciudad quienes que no se resignaron  a la pérdida de las reliquias. En el año 1495, el  papa con el nombre de Alejandro VI (Rodrigo de Borja) a instancias del duque de Milán Ludovico  Sforza “el Moro”, pidió al arzobispo de Colonia la restitución de las reliquias pero el arzobispo   se negó.
 Tampoco tuvieron éxito en sus gestiones Pío IV, que era milanés, ni Gregorio XIII  ni  Felipe II, el rey de España, cuando dominaba el Milanesado. El 20 de julio de 1864 el relicario se abrió y fueron descubiertos restos  humanos y monedas de la época de Felipe de Heinsberg.
    En la frontera del siglo XIX con el XX triunfó la habilidad diplomática del Cardenal Ferrari, arzobispo de Milán: en 1903 obtuvo la restitución de una tibia, un húmero y un esternón. Estos tres huesos hicieron el viaje en tren, vía Basilea-Lucerna-Como; a su llegada fueron transportados con gran solemnidad a la Basílica de San Eustorgio.
Belleza en la playa de Matalascañas (Huelva)

  Bibliografía
 Para elaborar este artículo ha tenido gran importancia 

 P. Grau- Diekman, "Una iconografía polémica: Los Magos de oriente", www.revistamirabilia.com/Numeros/Num2
  L. Arbeteta, Oro, incienso y mirra, Madrid 2000
Benedicto XVI, La infancia de Jesús, Planeta 2012

[1]Salmo 72,10-11?: ”Los reyes de Tarsis y de las islas traigan presentes; los reyes de Sabá y de Seba ofrezcan tributo; (11) y póstrense ante él todos los reyes de la tierra; sírvanle todas las naciones. (12) Porque él librará al necesitado cuando clame, también al afligido y al que no tiene quien le auxilie”.

[2] “Y acudirán las naciones a tu luz, y los reyes al resplandor de tu amanecer. (4) Levanta tus ojos en derredor y mira: todos se reúnen, vienen a ti;….. (6) Una multitud de camellos te cubrirá, camellos jóvenes de Madián y de Efa; todos ellos vendrán de Sabá, traerán oro e incienso, y traerán buenas nuevas de las alabanzas del Señor”.
[3] La infancia de Jesús, ed. Planeta, 2012, 3ª edición, p.98.
 [4 ]   Ibid, p.99