Un libro tierno, austero, valiente, revelador e irrepetible.
Lo que J. J. Benítez nunca contó
L.M.A.
"Pactos y señales" prosigue la titánica senda investigadora que J. J. Benítez emprendió hace más de cuatro décadas: probar la existencia del más allá. A partir de los pactos establecidos en vida entre dos personas, y la muestra explícita en forma de señales que nos llegan a través del universo, y que uno de los dos, ya en el más allá, manifiesta al otro como prueba irrefutable de que hay vida después de la muerte.
Cada capítulo expone un caso que, como es habitual en las obras de J. J. Benítez, se basa en sorprendentes testimonios. Más de doscientas evidencias de personas que han recibido y sabido interpretar estas señales y que nos enseñan a reconocerlas para dar sentido a nuestras vidas. Así, veremos que las señales son muy diversas tanto como su significado, y que cada persona alberga el poder para interpretarlas de forma correcta. Estos mensajes nos alertan de peligros o nos encaminan hacia una dirección correcta.
En definitiva, un libro que ofrece las claves para interpretar los mensajes que nos llegan constantemente y que nos indican cómo seguir en la senda de la felicidad y la plenitud.
Si deseas entrevistar al autor o cubrir el acto de presentación, contacta con Fátima Santana en uno de estos teléfonos: 91 423 03 27 / 620 489 460 o envía un correo electrónico a fsantana@planeta.es
Datos Biográficos
Juanjo Benítez nació en Pamplona (1946). Vivió en dos cuarteles de la Guardia Civil (dieciocho años). Cursó estudios en los Hermanos Maristas (once años). En 1965 se licenció en Periodismo por la Universidad de Navarra (España) (ahora es apóstata). Fue redactor de La Verdad de Murcia (1966-1968). Se especializó en diseño (allí dio su primer beso). Hizo el servicio militar en el CIR número 10, en Zaragoza. En 1968 empezó a trabajar como redactor en El Heraldo de Aragón (allí se casó). En 1972 se trasladó a Bilbao, contratado por La Gaceta del Norte (ese mismo año descubrió el fenómeno OVNI y se especializó en grandes enigmas). En 1975 publicó su primer libro: "Existió otra humanidad". Hasta el momento ha escrito 62 libros (cinco inéditos). En 1979 abandonó el periodismo activo y se dedicó a la investigación (con la oposición de todos). Actualmente vive junto a la mar, su segundo amor. Se casó por segunda vez. Tiene diez nietos. Celebra la Navidad el 21 de agosto. Tema favorito: Jesús de Nazaret. Admira a Julio Verne y a José Benítez, su padre. Hasta el día de hoy ha dado más de cien veces la vuelta al mundo (demasiadas). Ama la música, la lectura y el cine. Se dedica, fundamentalmente, a pensar. En los ratos libres escribe.
En apariencia, sólo en apariencia, porque en realidad fue mucho antes, cuando comenzaba su carrera periodística en Murcia y Zaragoza, J. J. Benítez comenzó a buscar evidencias de la existencia de otras realidades en 1972. La culpa la tuvo un teletipo… Por entonces, trabajaba en el mítico periódico bilbaíno La Gaceta del Norte. Le mandaron a cubrir aquella noticia, que hablaba del aterrizaje de un objeto desconocido en Burgos. No era la primera vez que se topaba con lo desconocido, pero a raíz de aquel reportaje lo misterioso le atrapó y ya no pudo —ni quiso— escapar de sus garras. En 1975 llegaría su primer libro, Existió otra humanidad. Después vinieron muchos más. Y aunque Benítez siempre fue infatigable y publicó varios libros anuales, algunas de sus pesquisas quedaron sin ver la luz. Aún no había llegado el momento.
Con la publicación en 1984 de Caballo de Troya su obra alcanzó repercusión mundial. Tras la primera parte llegó una segunda, una tercera… y así hasta nueve. Se trató de uno de los fenómenos editoriales más importantes de todos los tiempos. Millones de personas en todo el mundo leyeron aquella saga en la que se presentaba a un Jesucristo tan humano en su comportamiento como divino en su naturaleza, justo lo contrario a lo que se pregonaba desde los altares. No podía ser de otro modo: fue perseguido por la Iglesia, a la que renunciaría oficialmente años después. Tenía fe, pero una fe distinta de la que tenían allá arriba. Lógicamente, no podía seguir siendo creyente mientras formara parte de la iglesia católica. Y renunció formalmente de su acta de bautismo. Sabe que la verdad es otra, y ahora no tiene dudas: “Demostrado: los apóstatas también recibimos señales”, asegura. Y en su nuevo libro lo demuestra.
Tras el éxito internacional de Estoy bien (Planeta, 2014), obra en la que recopila cientos de casos de apariciones de fallecidos, a los que él llama “resucitados”, en este nuevo trabajo J. J. Benítez aporta nuevos casos y episodios, en muchos de los cuales él mismo es protagonista de experiencias asombrosas y mágicas que cuenta por primera vez. Ha abierto sus archivos, pero también ha abierto —de par en par— su corazón y cuenta experiencias y vivencias que nunca antes se había atrevido a explicar en sus viajes, con otros investigadores, con sus más cercanos. Quizá ahora se puedan entender muchas cosas…
“Pactos y señales es la consecuencia lógica de Estoy bien”, dice sin dudar. En este nuevo trabajo, de más de ochocientas páginas, “con 215 casos para los que he necesitado 70 años”, explica cómo la vida de cada uno está regida por la magia y gobernada desde el cielo. Se trata de una de las investigaciones más honestas y rotundas del periodista navarro.
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