viernes, 9 de julio de 2021

El Ministerio de Cultura y Deporte adquiere obras en ARCO para el Museo Reina Sofía por un valor aproximado de 300.000 euros




L.M.A.

    09.07.2021.- Madrid.- La Comisión Permanente del Real Patronato del Museo Reina Sofía, tras la reunión mantenida a primera hora de la mañana de hoy, ha aprobado la adquisición de un conjunto de obras que serán asignadas por el Ministerio de Cultura y Deporte a la colección de este Museo.

El valor global de las 18 obras que engrosarán los fondos del Reina Sofía asciende aproximadamente a 300.000 euros que han sido aportados por el Ministerio. Corresponden a 14 artistas y un colectivo, españoles e internacionales, históricos y jóvenes.

Si algo caracteriza al conjunto de trabajos adquiridos es que cubren un amplio abanico tanto de estilos como de técnicas y épocas. Hay obra sobre papel, instalaciones, videoinstalaciones, películas, pintura, escultura o impresiones fotográficas. Las obras provienen de galerías de diferentes puntos de la geografía española como Valencia, Badajoz, Sevilla, Barcelona…

LISTADO DE ARTISTAS Y OBRAS

AGUSTÍN IBARROLA

Sin título (Década de 1970)

Conjunto de cuatro xilografías sobre cartulina

50 x 70 cm / 70 x 50 cm / 45 x 65 cm

MANUELA BALLESTER

3 ilustraciones para el libro La Perla que Naixque en lo Fang, (1934)

Esgrafiado sobre cartulina negra

16 x 12 cm cada uno

MANUEL QUEJIDO

Círculo y triángulo, (1968)

Acrílico sobre cartulina

50 x 50 cm cada uno

ANA PETERS

Cuentaquilómetros (1966)

Acrílico sobre papel encolado a táblex

130 x 100 cm

ALONSO GIL

Ignou Road Batiks Series (2016-2017)

Batik a la goma arábiga y tintura sobre tela de algodón

6 piezas de diferentes dimensiones

Entre 110,5 x 138 cm y 110 x 110 cm cada una

COLECTIVO AYLLU

Perrear el dolor (Serie Perrear el dolor) (2018-2020)

Seis litografía medidas variables (124 x 204 cm c/u)

Ed. 10

Mas el registro fotográfico, póster, pancarta Nuestra venganza es sobrevivir y réplicas de las alas de No esperaban que sobreviviéramos (2020) Acción pública

CLARA MONTOYA

Llorona I (2021)

Técnica mixta

333 x 35 cm

EVRU/ZUSH

Casa Bruja (1995)

Técnica mixta

235 x 235 x 235 cm

ANDRÉS PACHÓN

Proyecto Máquina abstracta, Mapa de Calor

Consta de 16 impresiones fotográficas, programa informático y plano

40 x 40 cm (c/u)

BOUCHRA KHALILI

The Tempest Society (2017)

Película digital 2k 60’

Edición 2 de 5

ÁNGELA FERREIRA

For Mozambique

(Model no.4 of Screen-Tribune-Kiosk celebrating a post-independence Utopia) (2008-2020)

Madera, cable de acero, proyección de video de dos canales (color, sonido, 60’, loop)

500 x 270 x 270 cm

DIAS & RIEDWEG

Cocoon (casulo) (2019)

Video installation (single-channel con audio, 4K)

Dimensiones variables / Loop 30 min / en portugués

Sin subtítulos

Edición 3/5

BABI BADALOV,

Sin título (2019)

Pintura sobre tela

2 metros x 1,50 metros

LILIANA MARESCA

El Dorado – Ecuación (1991)

Boceto - Tinta, témpera y lápiz sobre papel

35,5 x 21,8 cm

Pieza única

El Dorado – Ecuación (1991)

Boceto - Tinta, témpera y lápiz sobre papel

35,5 x 22 cm

Pieza única

MAJA BAJEVIC

Women at Work - Washing Up (2001)

Proyección o pantalla plana

15.14 min, color, sonido 1/2 AP (Ed. de 5)

Sobre los artistas y su obra Agustín Ibarrola (Basauri, Vizcaya, 18 de agosto de 1930) pintor y escultor nacido en el seno de una familia obrera, ingresa muy pronto en la Escuela de Artes y Oficios de Bilbao donde en 1948 celebra su primera exposición individual. A raíz de esta muestra en la capital vizcaína, se traslada a Madrid e ingresa en el taller de Daniel Vázquez Díaz. Desde muy joven se interesa por aunar la tradición pictórica vasca con las corrientes de vanguardia del Arte Contemporáneo. Artista comprometido, además de la obra gráfica y pictórica, experimenta en el uso de variados materiales como traviesas de ferrocarril, cartones, maderas, acero, etc. Los troncos del bosque de Oma, cercano a las cuevas prehistóricas de Santimamiñe y a su actual residencia, se convierten en el soporte de una de las aventuras estéticas más reconocidas de su creación. En 1993 recibe la Medalla de Oro al Mérito en Bellas Artes junto a los integrantes del Equipo 57.

Manuela Ballester (Valencia, 17 de noviembre de 1908 - Berlín, 7 de noviembre de 1994). Fue una reconocida pintora, ilustradora, cartelista, escritora, editora y poeta. Artísticamente, pertenece al realismo español, y a la llamada Generación Valenciana de los treinta, con influencia de las corrientes vanguardistas y revolucionarias, cuyo artista más representativo es Josep Renau con quien se casa en 1932. Dirigió la revista Pasionaria, el órgano de expresión de las Mujeres Antifacistas del Partido Comunista de Valencia. Durante los años de la guerra civil realiza una extensa producción de carteles políticos, colaborando con Renau, en aquel momento director general de Bellas Artes, en la organización del Pabellón de la República Española de la Exposición Internacional de París. Trabajó como dibujante de la Sección de Prensa y Propaganda del Comisariado General del Ejército de Tierra hasta 1939 y al término de la guerra, se exilió primero a Francia y posteriormente a México donde la comunidad artística la acogió calurosamente y siguió trabajando en distintos proyectos.

Manolo Quejido (Sevilla, España, 1946). Pintor y artista gráfico español que en 1964 comenzó a trabajar en Madrid con un grupo de artistas que exponían en la galería Buades, caracterizándose por su compromiso político frente a la dictadura de Franco y por la utilización de un lenguaje experimental en su práctica. En este primer periodo de su trayectoria se registra una clara huella del grupo artístico Equipo 57, y siguiendo el ejemplo del grupo desarrollará obra en el marco del Seminario de Generación Automática de Formas Plásticas del Centro de Cálculo de la Universidad de Madrid. Posteriormente se sitúa entre el Pop Art y la pintura neoexpresionista, con una obra llena de color y desenfado. Su obra forma parte de colecciones como la del Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía de Madrid, la Fundación “La Caixa” de Barcelona, el IVAM de Valencia, el Museo Marugame Hirai de Kagawa en Japón o el MACBA de Barcelona. Ana Peters (Bremen, 1932 - Dénia, 2012) es reconocida por su importante labor artística dentro del contexto intelectual y cultural de la España franquista así como por su posterior producción abstracta. Nació en Alemania pero pasó la mayor parte de su vida en España, donde desarrolló también su obra.

Formó parte del grupo artístico Estampa Popular de Valencia, de raíz antifranquista que optaba por un léxico que hundía sus raíces en el lenguaje del cómic y la publicidad, utilizaban la estampa y la serigrafía como medio de difusión. Pero es en 1990 cuando alcanzó el lenguaje pictórico que la caracteriza, los llamados monocromos, que conformaban ya una tradición arraigada dentro del arte del siglo XX. Inicia así lo que podemos denominar su segunda etapa artística en la que se sumerge en el lenguaje abstracto. Los monocromos de Peters están sutilmente tocados por ondas, manchas, huellas o rayas que buscan sugerir movimientos suaves naturales, estados de ánimo y momentos específicos, lo que los mantiene vigentes pese a las diversas relecturas.

Alonso Gil (Badajoz, 1966) Licenciado en Bellas Artes por la Universidad de Sevilla, actualmente vive y trabaja en la ciudad andaluza. El artista a menudo produce una obra que se desarrolla en un espacio donde el mito y el cuento, la realidad y la experiencia, se entremezclan. Dependiendo del contexto en el que trabaje, recluta una gran variedad de medios para su práctica: vídeo, pintura, fotografía, música, publicaciones, intervenciones y acciones urbanas. Ha realizado numerosas exposiciones y proyectos individuales, y participado en colectivas como Afrotópicos. Núcleo de Arte. Maputo. Mozambique (2019); Provincia 53. Musac. León/CDAN Huesca, (2017-18); Art beyond boundaries. NIV Art Gallery. New Delhi. India (2016); El Mediterraneo como frontera, realidad y representación. Centro de las Artes de Sevilla. CAS (2016); Humanitarian Aid for the First World. Nuit Blanche Toronto, Canadá (2015), entre otras.

Colectivo Ayllu El Colectivo Ayllu es un grupo colaborativo de investigación y acción artístico-política formado por migrantes racializadxs, disidentes sexuales y de género provenientes de las excolonias europeas en América Latina y el Caribe. El colectivo nace en el 2017 (herederxs de Migrantes Transgresorxs, creado en 2009) y propone una crítica a la colonialidad realizando producciones artísticas en múltiples formatos y generando procesos de aprendizaje colectivo, de mediación y producción escritural. Ayllu, que en lengua quechua significa familia extendida o no sanguínea, está basado entre las ciudades de Madrid y Barcelona, y representa una comunidad afectiva, una familia que se teje desde distintos lugares, recuperando la memoria ancestral y transitando con otras poéticas a lugares futuros colectivos. El colectivo Ayllu está compuesto por: Alex Aguirre Sánchez (Quito, Ecyuador); Leticia Kimy Rojas Miranda (Guayaquil, Ecuador); Francisco Godoy Vega (Santiago, Chile); Lucrecia Masson Córdoba (Ombucta, Argentina): Iki Yos Piña Narváez (Caracas, Venezuela). Su punto de partida es el Centro de Residencias de Matadero Madrid que sirve como laboratorio de experiencias, diálogos y de creación.

Clara Montoya (Madrid, 1974) vive y trabaja entre Bruselas y Madrid. Para la realización de sus trabajos, le gusta mezclar los materiales más clásicos con las nuevas tecnologías. La artista en sus trabajos hace uso de máquinas, vídeo, perfomance, instalaciones, new media, escultura o dibujo y pintura. Para Montoya cada proyecto es un reto artístico y técnico. “Aprendo siempre algo en cada pieza”, ha manifestado la artista quien piensa que a través de su trabajo explora la belleza de intentar comprender el mundo. En su obra aúna intereses muy diversos en todo lo que tiene que ver con diversas disciplinas científicas: la astronomía, la física o la biología. Sus exposiciones individuales vienen sucediéndose desde 2005, en espacios como el Centro de las Artes de Lille, el Círculo de Bellas Artes, BilbaoArte, o la Fundación Marcelino Botín. Entre las becas y premios que le han sido otorgados destacan los de la Fundación Marcelino Botín, la Cité Internationale des Arts (París), The Cooper Union (Nueva York) o la Real Academia de España en Roma.

Evru Zush. Vive y trabaja en Barcelona, donde nació en 1946. Su nombre de nacimiento es Alberto Porta, pero asume el seudónimo Zush para luego ser Evru. Sus dibujos y pinturas crean un universo de códigos con su propio alfabeto, himno, bandera, pasaportes o moneda. Formó parte de Documenta VI (Kassel, 1977) y en la exposición Les Magiciens de la Terre (Centre Pompidou, 1989), entre otras. Su trabajo ha sido visto en prestigiosos museos, entre los que se incluyen incluyen el Guggenheim y MoMA de Nueva York.

Andrés Pachón (Madrid, 1985) Durante los últimos años ha desarrollado una práctica visual sobre la construcción del imaginario colonial a través del uso de archivos fotográficos en antropología y etnografía. Para ello ha colaborado con instituciones como el Museé du Quai Branly de Paris, el Museo Nacional de Antropología de Madrid, o el Archivo Fotográfico del Museo de Arte de Lima (MALI) en Perú. En sus trabajos reflexiona sobre la construcción del conocimiento a través de la fotografía, estableciendo relaciones entre las prácticas del S. XIX y XX, y los usos tecnológicos del presente. La manipulación de imágenes preexistentes con procedimientos tecnológicos es la base de su trabajo, su procedimiento para desvelarnos que las fotografías, a pesar del tiempo transcurrido sirven para reflexionar acerca del valor y las posibilidades del propio medio fotográfico.

Bouchra Khalili (Casablanca, Marruecos, 1975) es una artista franco-marroquí que actualmente vive en Berlín y trabaja en video, fotografía, dibujo e instalación. Estudió cine en la Sorbonne y artes visuales en École Nationale Supériere de Cergy. A menudo emplea el género del cine documental para redirigir las convenciones por las cuales se pide a los ciudadanos presentarse a sí mismos delante del estado, usando testimonios, retratos y discursos políticos. La artista asume el desafío de desarrollar un planteamiento crítico y ético a cuestiones de ciudadanía, comunidad y agencia política. Ampliamente reconocida a nivel internacional, ha participado en las principales citas del arte contemporáneo: las bienales de Sharjah (2011), Sídney (2012), Moscú y Venecia (2013), además de la Trienal de París (2012) y la última documenta de Kassel (2017). Al mismo tiempo, ha expuesto individualmente en el MoMA de Nueva York, en el Palais de Tokyo de París o en el MACBA de Barcelona.

Ângela Ferreira (1958) nació en Maputo, Mozambique, creció en Sudáfrica y obtuvo su maestría en Bellas Artes de la Escuela de Bellas Artes Michaelis de la Universidad de Ciudad del Cabo, y desde los años 90 vive a caballo entre Portugal y Sudáfrica. El trabajo de Ferreira se preocupa por el impacto continuo del colonialismo y el poscolonialismo en la sociedad contemporánea. Con una metodología de trabajo a medio camino entre la razón y la intuición, Ferreira utiliza registros de presentación tan variados como el dibujo, la fotografía, el vídeo o la escultura, mediante los que explora el fracaso impositivo de la modernidad y su impacto y repercusión en el territorio africano. Representó a Portugal en la 52ª Bienal de Venecia en 2007 con una continuación de sus investigaciones sobre los mecanismos a través de los cuáles el modernismo europeo ha querido adaptarse, fracasando en numerosas ocasiones, a las realidades del continente africano, con un proyecto que se concibió a partir de la historia de la “Maison Tropicale” de Jean Prouvé.

Dias & Riedweg Desde 1993, el brasileño Maurício Días (Rio de Janeiro, 1964) y el suizo Walter Riedweg (Lucerna, 1955) desarrollan juntos una obra que investiga la relación entre la ética y la estética, lo individual y lo colectivo, lo público y lo privado, así como entre la alteridad y la percepción. La implicación directa de los espectadores es una de las características principales de su arte público, que abarca desde la performance hasta la videoinstalación. Días tiene formación como pintor y dibujante mientras que Riedweg es músico, actor y creador teatral. Su proceso se centra en la percepción del otro, interesándose por su vida y sus creencias, pero sin tratar de imponer sus propias convicciones. En sus proyectos vemos como los distintos personajes abren su interior a los artistas tratando temas políticos, culturales y sociales replanteando así la relación entre la ética y la estética. El MACBA de Barcelona les dedicó en 2003 la retrospectiva “Posiblemente hablemos de lo mismo” para la cual Dias & Riedweg crearon expresamente la obra “Voracidad Máxima”, centrada en hombres que se dedican al trabajo sexual en el entorno gay.

Babi Badalov (Lerik, Azerbaiyán, 1959) es artista visual y poeta que vive y trabaja en París. Expresa sus ideas a través de la poesía visual, los objetos, las instalaciones y las presentaciones en vivo. También experimenta con palabras y escribe poesía oscura, mezclando idiomas e imágenes de diferentes culturas. El lenguaje es el material esencial de su trabajo. Está interesado en sus límites y su capacidad para aislar al individuo del resto de la sociedad. Badalov usa el lenguaje para pensar en la situación geopolítica actual, relacionándola con sus experiencias personales de migración a través de países de la antigua Unión Soviética, Estados Unidos, Europa, Asia y Oriente Medio. Sus dibujos, collages y poesía ornamental manifiestan la superposición cultural, histórica e ideológica de nuestro mundo globalizado. Su poesía visual a menudo toma la forma de un diario, creado a partir de una combinación de su investigación lingüística y de material pictórico manipulado, principalmente de contenido político.

El trabajo de Badalov se ha exhibido en exposiciones individuales en el Tensta Konsthall (Estocolmo, Suecia), el Museo de Arte Contemporáneo de Castilla y León (MUSAC, León, España), el Palais de Tokyo (París, Francia) y la Kunstraum München (Múnich, Alemania) y en muestras colectivas en el Museo de Arte Contemporáneo de Cracovia (MOCAK, Cracovia, Polonia), el Kunstmuseum (Berna, Suiza), el New Museum (Nueva York, Estados Unidos) y el Museo de Arte Contemporáneo de Amberes (M HKA, Amberes, Bélgica).

Liliana Maresca (Buenos Aires, 1951-1994) fue una figura emblemática en el ámbito artístico argentino desde principios de los años 80 hasta su fallecimiento. Los historiadores del arte que han estudiado su trabajo coinciden en la imposibilidad de definir sus obras y acciones en una única línea de análisis o pertenencia a los procesos artísticos ocurridos en los años ochenta y mediados de los noventa. Sus obras exceden las modalidades disciplinares y se yuxtaponen en un recorrido que articula pintura, escultura, objetos, foto-performances, instalaciones, intervenciones espaciales, entre tantas otras operaciones que pueden destacarse en el frenesí de su hacer.

El MAMBA, Museo de Arte Moderno de Buenos Aires, presentó en 2017 la mayor retrospectiva de Liliana Maresca, titulada "El ojo Avizor" reuniendo todo el cuerpo de obra de la artista y presentando un importante catálogo de su trabajo. Sus obras forman parte de colecciones como la del Museo Reina Sofía; el MALBA - Museo de Arte Latinoamericano de Buenos Aires; el MAMBA - Museo de Arte Moderno de Buenos Aires, o la TATE Modern de

Maja Bajevic (Sarajevo, 1967) fundamenta su trabajo en una revisión poética y sutil de las fracturas sociales e históricas, en la que implica la toma de conciencia del espectador como agente o público. Un trabajo en el que se analiza la relación entre violencia, poder y construcción identitaria, se reflexiona sobre el impacto que tienen los conflictos políticos y sociales en la vida cotidiana y se plantea la necesidad (y también dificultad) de ponerse en el lugar del otro. Este conjunto de reflexiones siempre pasa por la implicación activa del espectador. Bajevic empezó a ser conocida a nivel internacional por su proyecto Women at Work (Mujeres trabajando) (1999-2001), una serie de performances en las que participaron cinco mujeres víctimas de la masacre de Srebrenica. En una de estas performances, Washing up, lavaban a mano varios trapos con lemas de la época del dictador Tito hasta que lograban borrar las palabras que había en ellos. Un acto cargado de simbolismo poético y político que, en cierta medida, tuvo un efecto catártico.

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