miércoles, 17 de diciembre de 2025

ORIOL MASPONS, fotógrafo, en la Sala 54 del Museo de la Real Academia de San Fernando

Fotografía de Oriol Maspons

Del 17 de diciembre 2025 - 12 de abril de 2026


L.M.A.

        Madrid, 17 de diciembre de 2025. Ha tenido lugar en la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando la presentación a los medios de la nueva exposición de fotografía, Oriol Maspons. Han participado Tomás Marco, director de la Academia y Publio López Mondéjar, académico y foto-historiador. La muestra, décima de la serie Maestros de la fotografía en la Academia de Bellas Artes de San Fernando, reúne una selección de doce obras de Oriol Maspons, miembro del grupo de fotógrafos de Barcelona.

    En esta ocasión es especialmente relevante el material bibliográfico y hemerográfico procedente de la colección Pedro Melero / Marisa Llorente, debido a la múltiple aparición de la obra de Oriol Maspons ilustrando cubiertas de libros, revistas y discos.

    La sala de fotografía se ha consolidado dentro del museo de la Academia, con la voluntad de extenderse en el futuro, si bien su tamaño es reducido, las obras que se muestran son fundamentales en la historia de la fotografía española. Iniciado por Alberto Schommer, los fondos de fotografía moderna de la Academia han seguido creciendo y conformando una colección excepcional que se muestran por autores en este espacio.

    Oriol Maspons (Barcelona, 1928-2013) fue uno de los más activos e influyentes fotógrafos de la Escuela de Barcelona, de la que fue uno de sus miembros más insignes. En 1951 ingresó en la Agrupación Fotográfica de Cataluña y dos años después comenzó su amistad con Catalá-Roca. Entre el salonismo de la Agrupación y el talento de Catalá, no tuvo dudas: eligió al maestro. En 1953 fue enviado a París por una compañía de seguros. Allí frecuentó los ambientes fotográficos y conoció a Robert Doisneau, Cartier Bresson, Brassaï, Guy Bourdin y a los miembros del influyente Grupo Los 30 x 40. Cuando en 1956 regresó a Barcelona, ya sabía que iba a ser fotógrafo, pero no un diletante aficionado como sus antiguos compañeros de la AFC, sino un fotógrafo profesional, capaz de hacer reportajes, retratos y fotografías de moda y de publicidad. 

    Desde entonces, y durante casi medio siglo, no dejó de trabajar para la prensa, las editoriales, los estudios de cine y las emergentes compañías publicitarias. En tan largos años reunió una obra importante, que comenzó a hacerse pública a partir de los años setenta. Asimismo, ha estado presente en todas las exposiciones, antologías y jornadas fotográficas importantes celebradas en España y países de Europa y América. Con el tiempo, se convirtió en uno de los ciudadanos más populares de su ciudad, que le premió en diversas ocasiones.

    “En la obra de Maspons -ha escrito Lluis Permanyer en el prólogo de uno de sus libros- conviven con toda naturalidad dos mundos bien distintos, el amable y mundano con el surrealista y denunciable. Tal dicotomía es habitual en él, ya que en el fondo no se plantea posiciones ideológicas, sino que hace en todo momento y en cada etapa lo que le pide el cuerpo y la cámara, porque casi siempre ha sido un ojo que vive tras el objetivo”.        Maspons trabajó siempre de una manera intuitiva, alejado de toda disciplina estética, mostrando siempre los aspectos más disonantes de la realidad. Así ha sido capaz de hallar la belleza en los ámbitos más variados del universo del tardofranquismo y de los umbrales de la democracia. Así fue capaz de legarnos una estampa comprensiva y deslumbrante de aquellos años de penitencia.

    Siete años después de su muerte, el Museo Nacional de Arte de Cataluña le dedicó una extraordinaria exposición antológica, significativamente titulada, La fotografía útil, que reunió sus obras más conocidas y muchas de las que habían quedado ocultas en el desorden de su archivo, dice Publio López Mondéjar, Académico. Sección de Artes de la Imagen.



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