Julia
Sáez-Angulo
Zurich cuenta con dos interesantes catedrales la
Grossmünster y la Fraumunster o catedral de las monjas, dos recintos sagrados reformistas
que recientemente han restaurado la figuración en sus vidrieras encargándolas a
artistas modernos o contemporáneos como Augusto Giacometti, Marc Chagall o Sigmar
Polke.
El puritanismo de la Reforma protestante en Centroeuropa
llevó a destruir la pintura, escultura y vidrieras de buena parte de sus
catedrales e iglesias. Huldrich Zwinglio (1484 – 1531) fue uno de los
reformadores más radicales y el patrimonio artístico sacro de ciudades como
Zurich quedó arrasado. Heinrich Bullinger
fue el pastor sucesor más moderado que sucedió a Zwinglio y la Reforma se
contuvo en una situación más razonable que agradecieron los ciudadanos. Una
estatua lo honra a la salidad de la Grossmünster.
La idea de los reformistas radicales era que nada impidiera
la escucha de la Palabra de Dios, frente a los católicos de Roma, para quienes
las imágenes son, en primer lugar, catequéticas y, en segundo, ayudan a recoger
los sentidos ante la predicación de la Sagrada Escritura.
En el coro primero, separado por un arco de la nave central
de la Grossmünster, se encuentran tres vidrieras alargadas de Augusto
Giacometti (1847 - 1947), que cuentan con vivos colores las escenas de la Navidad y la
Epifanía. Recordemos que la catedral del Colonia está dedicada a la adoración
de los tres Reyes Magos.
Un
pulpito soberbio de 1853 es una pieza tallada en medio de la catedral para
proclamar desde allí la palabra reformada, así como la pila bautismal, que sirve
de mesa para conmemorar la Santa Cena –en la iglesia de Zwinglio no existe
altar para la Eucaristía.
Las excavaciones han extraído algunas pinturas murales de la
época románica para regocijo de los fieles, que han preservado una hornacina
con la imagen de la Virgen María junto a una gruesa columna no lejos de la
entrada. La leyenda e historia sagrada de Félix y Régula, que habrían
pertenecido a la legión de Tebas, da cuenta de la fundación de la Grossmünster.
Las reliquias de estos mártires se encuentran en la cercana catedral de Fraumünster.
La puerta de bronce de la entrada a la catedral, creada por
Otto Munch, ilustra ahora de modo catequético los distintos personajes bíblicos
que llegan a la Trinidad de Dios Padre, Dios Hijo y Dios Espíritu Santo. Los
diez mandamientos y los personajes de Caín y Abel también aparecen.
En las vidrieras laterales es el artista contemporáneo Sigmar
Polke (1941 – 2010) llevó a cabo las nuevas vidrieras de los muros laterales de
la Grossmunter en 2009. Fósiles de piedras semi-preciosas y algunas escenas
figurativas con animales como la cabra animan el color de sus trabajos.
Marc Chagall (1887 – 1985), el artista ruso de religión
judía y residente en Francia, fue el encargado de las cinco bellísimas
vidrieras de la Fraumünster o catedral de las monjas de Zurich. Rojo, azul,
verde, amarillo y anaranjado son los colores de fondo sobre los que se asientan
los dibujos bíblicos del artista sobre el Antiguo y el Nuevo Testamento.
Ciertamente son un gran atractivo para los visitantes de Zurich.
El Museo de Le Corbusier, regido por la Fundación Haidi
Weber, junto al Cabaret Voltaire son otros atractivos de interés artístico de
la citada ciudad suiza, además de su río Littan y el lago Zürich.
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