
MARÍA DOLORES GALLARDO LÓPEZ
El pasado jueves, día 29 de noviembre la Tertulia Peñaltar,
de la casa de Ávila que dirige  Rosa María
Manzanares homenajeó la larga y fructífera 
labor  de la pintora Ana Valcárcel. 
Desafortunadamente Rosa María 
no pudo estar presente  debido a
un luctuoso suceso familiar. Desde aquí le damos el más sentido pésame.
 Como es habitual Julia
Sáez Angulo, vicepresidenta de la Asociación Madrileña de Críticos de Arte,  desgranó  la trayectoria pictórica de la homenajeada.
    El efecto que consigue la pintura  de Ana Valcárcel normalmente  está logrado no por líneas, sino a base de
empaste, de pinceladas que se unen unas a otras  sin necesidad de dibujo. Esas pinceladas  dan coherencia y solidez a la obra. 
   Por otra parte  Ana es 
la pintora del color.
  Cada uno de sus  cuadros es planteado como  un problema que  resuelve de manera valiente.  Fundamentalmente trabaja  la pintura al óleo.
   Aunque  abarca  variados géneros y registros, ha destacado
fundamentalmente en el difícil arte del retrato.
  Sus retratos  generalmente no son están concebidos  en 
postura académica, áulica. Muy al contrario  en ellos hay diversidad de posturas, muchas de
ellas informales y divertidas,  como si
quisiera  desmitificar  el  concepto
que conlleva el  hecho de retratarse en
un cuadro al óleo.
  Junto a  retratos como el de José Luis Abellán -profesor
de la Facultad de Filosofía de la Universidad Complutense y director del Ateneo
madrileño- o el de  uno de los
rectores  de la Universidad de Murcia, Ana
Valcárcel ha pintado una larga serie de señoras, generalmente de la burguesía,
en los que ha ido haciendo un  largo registro  de sentimientos humanos. 
    Dota a sus modelos, especialmente a los femenino,
de una belleza y elegancia  por así decir
platónica: busca el lado bueno de las
retratadas y lo potencia teniendo muy en cuenta el equilibrio que siempre debe existir
entre los dos pilares que sustentan  el
del arte del retrato por encargo, a saber la vera efigie   y el decoro.
   Sus retratadas  aparecen con frecuencia  sobre fondos de manchas cromáticas que en
ocasiones  casi parecen abstracciones. 
 Particular encanto
tienen los retratos en los que pinta niños, a veces varios hermanos en una
misma obra,  en posturas graciosas y
poco  vistas en este género de pintura.
 También es de  resaltar la maestría con la que A. Valcárcel
trabaja las manos, que con frecuencia son visibles en sus retratados.
  Para  ilustrar la importancia del arte del retrato Julia Sáez Angulo hablo de  ese arte en la pintura española,  Velazquez en primera fila  con sus retratos de reyes, principes e infantas (Las  Meninas por ejemplo) o sus retratos de personajes a veces  anónimos  como el magistral retrato  de Vieja friendo huevos.
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