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jueves, 30 de mayo de 2013



Carmelo San Segundo, Homenaje en Madrid y exposición en el Palacio de los Serranos



 
 Pintura de San Segundo


Julia Saéz-Angulo

         El pintor Carmelo San Segundo (Ávila, 1949) ha recibido un homenaje en la Tertulia Peñaltar de Madrid, presidida por Agapito Rodríguez Añel. El profesor Ángel Salamanca hizo la laudatio del artista, señalando las virtudes plásticas de su pintura. Por otro lado San Segundo expone su obra en el Palacio de los Serranos de Ávila en la muerta titulada “Artistas Abulenses”, que permanecerá abierta hasta el 20 de julio de 1913.

         El dibujo riguroso y preciso, el color y la luz, así como la tendencia a la abstracción fueron las características subrayada por el profesor Salamanca en su conferencia. También resaltó “el captar lo mágico o lo vulgar de la realidad simplificando las formas, unas veces y otras, trazando perfiles rigurosos en la pintura del objeto”.

         San Segundo reconoce que su obra se va decantando hacia la abstracción al detenerse más en más manchas de los fondos y retirando los objetos que antes colocaba delante. “Unos fondos que son atmósfera, ambientes y en los que el negro se hace protagonista”, según explica el pintor.




         Sus bodegones han dejado las antiguas frutas para ir a temas más cotidianos o domésticos de “naturalezas muertas” a base por ejemplo de fregonas y recipientes con productos de limpieza, paredes de azulejos, etc.

         Entre los asistentes al homenaje numerosos colegas artistas como el profesor paisajista José Carralero, a quien San Segundo confiesa su admiración y amistad; Maribel Torre Cañeque, Pablo Reviriego, Albano Hernández, Mercedes Ballesteros, Jesús Velayos, Antonio de Ávila, Sigrid Aker, Lola Saelices; el escritor Benito de Diego, etc.

         Carmelo San Segundo tiene una trayectoria nutrida de exposiciones , entre las que se recuerda la de “Membrillos” en Ávila, en la que el pintor hizo una demostración magistral de diversas interpretaciones de estos frutos amarillos.




www.carmelosansegundo.com/
        




         

viernes, 25 de noviembre de 2011

Edit Stein, de filósofa existencial a santa carmelita, retratada por Torre Cañeque



"La filosofía existencial de Martín Heidegger”
Edit Stein
Presentación de Carmen Revilla Guzmán
Editorial Trotta, Madrid, 2010 (95 pags)


Julia Sáez-Angulo


      25.11.11.- Madrid .- La filósofa alemana Edit Stein (1891 – 1942), autora, entre otros del libro "La filosofía existencial de Martín Heidegger”, publicado en España por Trotta, ha sido retratada en un gran cuadro en blanco y negro por la pintora madrileña Maribel Torre Cañeque, que la representa como religiosa bajo el nombre de Teresa Benedicta d la Cruz, hoy patrona de Europa por designación de la Santa Sede.
El cuadro se encuentra en el convento carmelita de El Burgo de Osma, ya que la comunidad de esta institución encargó el retrato a la artista. A partir de este original se han hecho estampaciones tamaño natural que figuran en otros conventos carmelitas españoles.
También se han reproducido estampas pequeñas de la misma imagen para difundir a un público general más amplio. Torre Cañeque ha querido acentuar la atención del retrato en los ojos y la mirada de esta mujer judía, capaz de renunciar a todo tras su conversión al cristianismo.
Asesinada en Auschwitz
En el reverso de la pequeña estampa se dice: “Rebelde, inteligente, inquieta, Edit Stein judía de Breslau (Alemania, nadó contra corriente. Fue universitaria y profesora, cuando las mujeres apenas pisaba n las aulas.
Discípula de Husserl y compañera de Heidegger, descubrió el catolicismo de mano de la filosofía. Acabó en el campo de exterminio de Auswitz, por ser judía, y olvidada de la ciencia, por ser católica. Hoy es patrona de Europa y digna reivindicadora de los derechos de la mujer”.
Maribel Torre Cañeque presentó el retrato de Edit Stein, ya carmelita, en la difusión digital que se hizo de su bra durante el homenaje que se le rindió en la Casa de Ávila en Madrid.
La capital de España tiene una iglesia católica que lleva el nombre de Santa teresa Benedicta de la Cruz.

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viernes, 11 de noviembre de 2011

Homenaje a Maribel Torre Cañeque en la Casa de Ávila en Madrid



Julia Sáez-Angulo



La pintora Maribel Torre Cañeque (Madrid, 1937) cumple sus bodas de Oro con la Pintura, desde su licenciatura en la Escuela Superior de Bellas Artes de San Fernando en Madrid. Con este motivo, se le dedica un homenaje en la Casa de Ávila en Madrid, al que se suman numerosos artistas, escritores y críticos. Elacto tendrá lugar el 24 de noviembre a las 20 horas.

Torre Cañeque confiesa que siempre ha firmado con sus apellidos para esconder su firma de mujer, ya que en sus comienzos, algunos coleccionistas eran reticentes a la adquisición de obras de arte realizadas por mujeres, porque “pensaban que lo nuestro era pintar flores y poco más”, confiesa la pintora.

Con un padre emprendedor y audaz, que siempre le animó a estudiar Bellas Artes y a viajar a Francia, Maribel Torre Cañeque pasó diversas temporadas vacacionales en París, donde conoció la bohemia juvenil de los artistas, que iban por los cafés del barrio latino vendiendo sus dibujos sobre manchas y posos de café. “Todavía conservo alguna pieza de aquellos años 50 y 60”.

Para ingresar en Bellas Artes, la pintora se preparó primero en los estudios de Julio Moisés y, después, en la Academia Peña. Obtuvo con buenas calificaciones el título de profesora de Pintura y Dibujo y se dedicó a la docencia en un estudio de la calle Milaneses, en el CEU, en el Colegio Hispano-Inglés, en e Instituto Isabel la Católica y en el Colegio Nuestra Señora de los Llanos o en el Centro Cultural de Boadilla del Monte. “Siempre me ha gustado la docencia y he disfrutado con ella, aunque reste de tiempo para pintar”, declara.


Figuración de pincelada suelta

La obra de Torre Cañeque se ha desenvuelto siempre en la figuración de pincelada suelta. “No me interesaba el realismo. Yo he buscado siempre la luz en los cuadros”, explica la pintora, cuyo repertorio va desde los amplios paisajes de Castilla a los múltiples desnudos masculinos y femeninos, pasando por la figura, como las numerosas africanas que pintó y vendió en Portugal, o las flores, floreros, verduras y frutas de sus bodegones.

“Cuando yo empecé a estudiar Bellas Artes, algunos familiares pudibundos me decían: ´ Parece ser que en la Escuela tenéis modelos desnudos para dibujar´. Para tranquilizarlos les decía: “Yo he elegido paisaje”. Eran otros tiempos, concluye la pintora, que ha sido galardonada en diversas ocasiones, como con el primer premio del Ayuntamiento de Madrid en 1995 o el primer premio del Certamen de Pintura Deportiva en Barcelona en 1999. “Ahora no me presento a premios”.

Entre sus dibujos figura una serie de retratos a escritores y artistas que se encuentra en marcha. “El retrato me ha interesado mucho y he llevado a cabo unos cuantos”, informa Torre Cañeque. El grabado también ha sido de su interés y lo ha practicado en todas sus técnicas: aguafuerte, litografía, punta seca, o linóleos. “Los he estampado en la Casa de la Moneda o en talleres particulares.

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lunes, 24 de mayo de 2010

Maru del Real, el ritmo de la luz y la danza del color


Maru del Real
Galería Kreisler. Madrid
Del 11 de mayo al 5 de junio






Julia Sáez-Angulo

El hombre parte de los sentidos, enseñaba Aristóteles. La pintora Maru del Real parte de la naturaleza que esconde y manifiesta los colores, pero la artista los manifiesta, no de manera mimética sino reinterpretado en una danza frenética y armónica, con unos registros de luz que conviven y se expanden al tempo que escondes sugerencias vagamente figurativas para los sentidos.

Los títulos de las obras refieren, sugieren y constriñen la interpretación en un juego animoso, humorístico o perverso con el espectador. Véase si no el cuadro titulado “La corte del dictador”, a partir de una mancha central rosada con otra negra a su vez en la parte superior a modos de gafas que aluden de forma casual o querida a un dictador latinoamericano.

“Yo no busco, encuentro”, decía Pablo Picasso en una sabia reflexión sobre la creatividad artística. Maru del Real pinta y encuentra de modo fortuito las formas que son y no son al mismo tiempo. Oquitas parte de una sensación, una noticia, una visión cromática de la actualidad para reinterpretar con su vocabulario icónico y cromático aquello. De manera renovada.

En el arte no hay progreso sino metamorfosis. Es el lenguaje o caligrafía del artista el que define una nueva maternidad, otra pareja de enamorados o un paisaje conocido cristalizado en “vedutta” como es Venecia.

Maru del Real pinta las “Brujas de Zugarramurdi”, las aliadas del diablo en una danza de aquelarre colorista o interpreta las vibraciones de una “Cantante de karaoke” a base de manchas que traen a la memoria los encendidos potentes de una televisión de fuertes ajustes cromáticos. “Paisaje con catarata”, “Geishas de Tokio”, Tertulia de clochards”, “Roquero con fans” son algunos otros títulos de la autora

Óleos sobre lienzo es el material y el soporte habitual de esta pintora que expone en Madrid su “tachismo” encendido y sin límite. Unos positivos y negativos que aluden sin dibujar, que insinúan sin determinar. Hay que respetar el misterio del cuadro. Ciertamente la artista lo hace sin privarse de un solo color de la paleta.

En la inauguración se dieron citas numerosos colegas del arte y la escritura como Isabel Torre Cañeque, Hernández del Pozo, Benito de Diego González... La Diputación de Navarra en Madrid patrocinó el evento.




viernes, 30 de abril de 2010

Homenaje al pintor Juan Alcalde en la Tertulia Peñaltar de Madrid




L.M.A.
El pintor Juan Alcalde ha sido objeto de un homenaje en la Tertulia Peñaltar de la Casa de Ávila de Madrid. Al mismo asistieron numerosos artistas y escritores como Oyonarte, Concha Hornero, Antonia Nieto, Eduardo Cárcamo, Benito de Diego, Mercedes Ballesteros, Eugenio López Berrón, Maribel Torre Cañeque, Pablo Reviriego, Ángel Salamanca o Mar Capitán.

El presidente del Hogar de Ávila, Agapito Rodríguez Añel hizo la presentación del acto diciendo que se mostraba a un joven artista de 93 años con gran vitalidad. Rosa María Manzanares, directora de la tertulia Peñaltar, mostró el prolongado currículo artístico de Juan Alcalde y Julia Sáez-Angulo, crítica de arte, comentó la obra del pintor.

"Es la pintura de la esencia en medio de una aparente simplicidad”, señaló la critica de arte. Juan Alcalde Alonso (Madrid, 1918) ha sabido captar de modo metafísico el alma solitaria de algunas ciudades como París o Praga y la desolación de los seres humanos que las habitan.

Una pintura, en su mayor parte al óleo, que se resuelve en blancos níveos, con toques de magenta, cyam y tonos melosos. El artista no necesita grandes recursos cromáticos para plasmar los temas de sus cuadros.

Sus bodegones de cacharros, botellas, tarros, vasijas y cristales de todo tipo traen a la memoria con su silencio a los de Zurbarán o Morandi, si bien es el trazo expresionista el que los conforma y define de manera esquemática y con economía de pinceladas.

El dibujo ha sido una constante en su trabajo y con él ha llevado a cabo numerosos autorretratos y retratos como los de Borges, Nietzche... y sobre todo de Marcel Marceau, el gran artista del mimo francés, que fue gran amigo suyo en París y del que llegó a hacer más de cuarenta dibujos de los que muy pocos le quedan en su estudio.

A Juan Alcalde se le puede incluir, aunque de modo tardío en la llamada segunda escuela de artistas españoles en París. Entre los consejos que suele dar a los jóvenes artistas está el de que desconfíen de la facilidad de pintar. “Hay que arriesgar para logar algo nuevo. Repetir se traduce en meras fórmulas sin interés alguno”.

Alcalde ha practicado también el grabado en el Taller del Prado y sus obras se han expuesto en las últimas ediciones de la feria Estampa. El artista pintor toreros porque le interesa el tema de la corrida como reto con la muerte.

Sáez-Angulo destacó la belleza de la firma de Juan Alcalde, sencilla, limpia y clara, que añade una suerte de grafismo a sus cuadros.

Juan Alcalde tiene publicados dos libros singulares, de bibliófilo, que acogen buena parte de su obra.
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