Cuando
algo no tiene nombre y falta una palabra para designar aquello a lo quizás
nadie se atrevió a nombrar antes, Ena-poeta se la inventa.
Solitar es
una palabra acuñada por Ena Columbié para hacer referencia a un estado
en el que el ser humano vive una especie de aislamiento o auto aislamiento, en
el que incluso cuando está rodeado de otras personas logra el retiro hacia sí
mismo
De la misma manera, cuando nos
falta valor para mantener la mirada al semejante, Ena-fotógrafa nos reta a
sostenerla y nos sacude el alma.
Solitar
(Rostro de mujer) es una colección que se
enmarca dentro de un proyecto fotográfico mayor, que tuvo su primera etapa en
(Miami) junto a una serie de atardeceres del también artista Germán Guerra. La
sinergia de ambos resulto ser una lírica llamada a la sensibilización,
reflexión y valoración de la vida.
Esta vez, Ena Columbié nos
presenta sólo la imagen de la mujer mediante una selección de
instantáneas, tomadas en distintos puntos del continente americano. Las
imágenes de la muestra, seducen y escuecen al mismo tiempo. Recogen la fortaleza
de la mujer en ese estado de autoaislamiento y hacen visible el muro
psicológico que las contiene en una reclusión impenetrable.
Sería del todo insuficiente, hacer una interpretación de Solitar,
como mero acto de voluntad artística en busca de sensibilidad social
hacia aquellas personas desamparadas ante las que tantas veces pasamos
indiferentes. Al visitar la exposición nos damos cuenta de que estamos ante una
obra que nos lleva más allá de la denuncia social.
No es una exposición protesta, ni siquiera hace falta una mirada
atenta para sentir que estamos ante imágenes-verso, con rima en femenino.
Las
fotografías de Solitar nos hacen partícipes de un poema de
brutalidad naturalista y sensibilidad casi mística, pues Solitar es
también "una forma de luminiscencia espiritual" que, en ciertos
momentos, sabe a reclusión ascética y a canalización de emociones contenidas.
Por eso hoy, no puedo hacer otra
cosa que evitar extenderme para no robar tiempo al deseo de contemplar la
exposición y por encima de todo, agradecer a Ena su generosidad con Mujeres
en Igualdad y con el Foro Solidario de Caja Burgos,
permitiendo exponer en España, estas imágenes de mujeres desamparadas y dignas,
frágiles pero seguras, que nos miran con fuerza, que nos preguntan y nos
desafían a mirarlas.
Fotografías brutales y delicadas,
capaces de romper la tarde sacudiendo nuestra indiferencia. Rostros
geográficos, inquietantes paisajes vitales en sepia que parecen proceder
directamente del barro o de la misma tierra.
Carmen García-Gallardo
Comisaria de la exposición
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