18-noviembre-2014.- Hoy ha concluido en Teguise (Lanzarote) el 75 Consejo de Patrimonio Histórico, órgano de coordinación
entre el Estado y las CCAA, presidido por el director general
de Bellas Artes y Bienes Culturales y de Archivos y Bibliotecas, Miguel Angel
Recio. En el Consejo, reunido desde ayer, han participado los directores generales de
Patrimonio Cultural de todas las Comunidades Autónomas así como las consejeras
de cultura de las Ciudades Autónomas de Ceuta y Melilla.
En las sesiones se han
tratado cuestiones vinculadas al Patrimonio Cultural Inmaterial, a los
Programas Europeos en materia de patrimonio, y al 1% cultural, y se
han seleccionado las cuatro candidaturas
presentadas: `Los Bosques de hayedos: Patrimonio común de Europa’, ‘Madinat
Al-Zahra’, el ‘Pórtico de Ripoll’, ‘Sitio del
Retiro y el Prado en Madrid’ a la Lista Indicativa de Patrimonio
Mundial de la UNESCO que España presentará en 2015. Estos bienes deberán estar
al menos un año en la Lista Indicativa para posicionarse como candidatos a la
Lista de Patrimonio Mundial de la UNESCO
BOSQUES DE HAYEDOS:
PATRIMONIO COMÚN DE EUROPA
Esta candidatura es un proyecto internacional de
ampliación del bien Patrimonio Mundial “Bosques primarios de
hayas de los Cárpatos y bosques viejos de Alemania” que fue inscrito en la Lista de
Patrimonio Mundial en 2007, a iniciativa de Eslovaquia y Ucrania, y fue
ampliado en 2011 a hayedos de Alemania.
Alemania
impulsó un estudio científico internacional de todos los hayedos europeos que cumplían
los requisitos para ser incluidos en la propuesta de candidatura: los de España,
Italia, Bosnia Herzegovina, Croacia, Eslovenia, Bulgaria, Albania, Kosovo, Ex
República Yugoslava de Macedonia, Serbia, Grecia, Montenegro, Suiza, Austria,
Rumanía, Ucrania, Polonia, Reino Unido, Bélgica y Suecia. En el caso de España,
se unirían inicialmente al proyecto los conjuntos de hayedos de Aztaparreta y
Lizardoia (Navarra) y Hayedos de Ayllón (Madrid y Castilla La Mancha).
El
haya es uno de las más importantes componentes forestales en el Bioma Forestal
templado de frondosas y representa un ejemplo sobresaliente de recolonización y
desarrollo de los ecosistemas forestales después de la última glaciación, un
proceso que todavía está en marcha. Representan aspectos clave de los procesos
esenciales para la conservación a largo plazo de los hayedos naturales e
ilustran cómo una sola especie forestal ha llegado a ostentar un dominio
absoluto sobre una amplia variedad de parámetros ambientales.
Madinat Al-Zahra
Se ha incluido el
yacimiento arqueológico correspondiente a la antigua ciudad califal de Madinat
al Zahra situada a unos 5,5 Km al oeste de Córdoba. Fue fundada hacia el año
940 por el califa Abd al-Rahman III como sede del recién creado Califato de
Córdoba. Tuvo una corta vida, pues fue destruida en el año 1010 por las
revueltas que provocaron el fin de ese Califato. Aun así el esplendor de sus
ruinas es ensalzado por la poesía andalusí del siglo XI. Tras el progresivo
abandono y con la ocupación cristiana, la ciudad cayó en el olvido, con lo que
se convierte para la cultura árabe en una referencia mítica inmaterial de una
antigua edad de oro en el perdido extremo occidental del Islam.
Las excavaciones iniciadas
en 1911 comienzan la recuperación
arqueológica de la ciudad, una labor que ha continuado hasta la actualidad y
para la que se abre una larga perspectiva de futuro.
La ciudad está enclavada en
un paisaje de especial atractivo. Dispuesta a lo largo de la línea de encuentro
de la ladera del macizo montañoso de Sierra Morena con la llanura de la vega
del río Guadalquivir, ofrece una amplia perspectiva panorámica. El conjunto
urbano está dispuesto en tres terrazas superpuestas que hacen patente la
jerarquía de aquel Estado. En la terraza superior se sitúa la residencia del
califa, en la intermedia los espacios de representación con los jardines y las
viviendas de los dignatarios, y en la
inferior la ciudad propiamente dicha, con la mezquita aljama, el caserío
urbano, algunas manufacturas estatales y los espacios libres.
El 11% del área excavada
hasta el momento, se ha centrado en la parte representativa y central del
Alcázar, con sus salones de recepción y sus grandes jardines y en la Mezquita
Aljama, ubicada en la Medina. Fuera del recinto se han investigado y recuperado
las grandes infraestructuras de calzadas y acueductos que servían a la ciudad.
Su excepcionalidad y
universalidad proceden, tanto de sus singulares valores en el campo de las
artes decorativas, la arquitectura, el urbanismo y la ordenación territorial, (que
incluyen algunos de los primeros y más importantes jardines islámicos conocidos),
como del hecho de ser un testimonio sin parangón de la cultura y la vida urbana
en un momento en que Córdoba era el mayor foco cultural de la Europa occidental
y el Magreb.
Madinat-Al-Zahra es un
ejemplo de integración urbana y paisaje, planificada para el disfrute y para el
realce de los rasgos naturales del sitio. Esta integración paisajística se
manifiesta tanto en el monumental modelado del terreno, como en el manejo de
los materiales pétreos locales, del agua y de la vegetación.
Finalmente, la propuesta
destaca también la excepcionalidad derivada del hecho de que, tras su corto
papel como centro de un vasto imperio y lugar de recepción de las embajadas de
los reinos cristianos y musulmanes de Europa, Asia Menor y Norte de África, su
súbita desaparición lo convirtiera en un mito que alimentó una rica literatura
en la que se evocaba, en todo el ámbito de lengua árabe, una suerte de paraíso
perdido.
El Pórtico de
Ripoll
El
monasterio de Ripoll fue construido con la voluntad de ser un centro religioso
privado para la familia del conde Wifredo el Velloso, en la confluencia de los
diferentes condados. El mismo conde fue el primero en ser enterrado allí tras
fallecer el año 897.
El
Pórtico del monasterio, del siglo XII, es un indiscutible referente del arte
románico. Tiene la forma de un arco triunfal que da acceso al templo de Santa
María y,
bajo símbolos bíblicos, es una exaltación de las conquistas de los condes Ramón
Berenguer III y IV y de los condes de Barcelona. Se levanta en la fachada
principal de la iglesia bajo los dos campanarios gemelos que se levantaron para
la consagración de la misma en el año 1032.
El Pórtico sobresale con
siete arquivoltas trabajadas, y sus correspondientes columnas. Las esculturas
en el arco de entrada explican pasajes del Nuevo y Antiguo Testamento, y
culminan en la parte más alta con la representación del cielo. La fachada,
extremadamente rica en figuras, rodea el Pórtico y se divide en seis registros
sostenidos por un zócalo. Una particularidad que le hace excepcional, es que
los canteros se inspiraron en un magnífico códice de un solo volumen que
procedía del propio monasterio de Ripoll, de tal manera que se recrearon las miniaturas que aparecen en este volumen.
Aunque
se desconoce el autor o autores del Pórtico, es evidente que existió un “taller
o talleres de Ripoll”, que tuvieron una influencia importante en el entorno y
que produjeron otras obras. De esta
manera, el Pórtico de Ripoll constituye un testimonio excepcional de un amplio
intercambio cultural durante la época medieval, cuando el arte románico se
extendía por Europa y significó una puerta de entrada a Europa de la cultura
clásica y musulmana, al tiempo que se impregnaba de la irradiación cultural de
otros países mediterráneos.
Sitio del Retiro y el Prado en Madrid
El área propuesta coincide
en gran medida con el antiguo Real Sitio del Buen Retiro, creado por Felipe IV
en el S. XVII. El valor de un paisaje
urbano único en el centro de Madrid, que constituye el Sitio del Retiro y el
Prado, reside en su singular unidad de conjunto, que refleja el extraordinario
ensamblaje de sus diversos elementos a través de períodos muy distintos de la
historia. Por una parte, dicha evolución, de más de tres siglos, se da en los jardines, que siguen sucesivos
patrones barrocos, neoclásicos, románticos y paisajistas y, por otra, destacan
estilos arquitectónicos diversos, todo lo cual se va engarzando entre sí a lo
largo del tiempo dentro de un todo que ofrece una unidad espacial, conceptual y
perceptiva que sigue arraigada en la sensibilidad y la conciencia de los ciudadanos.
Así, el espíritu del lugar, lejos de corresponder a una imagen fosilizada de
tiempos pretéritos, se hace vívidamente patente en aspectos culturales y
sociales de la actualidad.
El Sitio determina además
el inicio de la planificación urbana en cuadrícula del Plan del Ensanche de
Castro, emparentado con el de Barcelona, herederos de la formación de las
ciudades de los territorios españoles en América y un gran ejemplo de la
planificación urbana del siglo XIX.
Los orígenes del sitio se
remontan al reinado de los Reyes Católicos que trasladaron el antiguo
monasterio de Jerónimos a un lugar alto, bien aireado y con buenas aguas, en el
lado oriental de la ciudad. En 1630, el Conde Duque de Olivares impulsó la
creación de un área palaciega en los entonces alrededores de Madrid, digna de
constituir el escenario del Siglo de Oro español. Con la llegada de Felipe V,
el primer monarca de la dinastía borbónica, se realizaron diversos proyectos.
En el reinado de su hijo, Fernando VI y su esposa Bárbara de Braganza, cobraron suntuoso relieve las
representaciones musicales y de ópera y danza. El gran monarca de la
Ilustración, Carlos III, realizó una magnífica transformación del borde
occidental del Real Sitio, al convertir los antiguos prados de los Jerónimos y
de Atocha en el denominado Salón del Prado como gran espacio representativo de
aquella monarquía ilustrada. Los reinados de Fernando VII e Isabel II también
añadieron su impronta a estos lugares, así como las distintas fases históricas
hasta la actualidad.
El Salón del Prado
constituye un ejemplo de paseo urbano profusamente arbolado y puntuado por un
recorrido de fuentes alusivas a la naturaleza, la belleza y el conocimiento,
que complementa y sirve de acceso a las edificaciones, creando con ellas un
conjunto paisajístico excepcional.
El Real Sitio del Buen
Retiro fue un escenario representativo de la cultura universal del Siglo de Oro
español en el que desarrollaron su arte personajes como Calderón de la Barca,
Quevedo, Lope de Vega, Velázquez o Zurbarán y un lugar en el que se celebraban
representaciones teatrales conciertos, festejos, tauromaquias y naumaquias en
el estanque del Retiro, que se conserva hoy en día.
Aquella cultura tiene
continuidad en el presente con el recorrido museístico, único en el mundo, que
se inicia con el Museo del Prado, heredero del coleccionismo real, que se había
iniciado en el Salón de Reinos, conservado hoy en día, y se completa con otros
como el Thyssen Bornemisza y el Centro de Arte Reina Sofía que alberga el
“Guernica” de Picasso, icono del arte del siglo XX.
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