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miércoles, 26 de marzo de 2025

“BORGES POR PIGLIA”. Recopilación de cuatro clases sobre el autor de “El Aleph”

Ricardo Piglia, escritor argentino




L.M.A

26/3/25.- Madrid.- “Borges por Piglia” es el libro del escritor argentino Ricardo Piglia, que acoge la recopilación de cuatro clases sobre el autor argentino de “El Aleph”. El libro ha sido editado por Eterna Cadencia.

    Descripción: Este libro reúne las cuatro clases que Ricardo Piglia dictó en el programa homónimo de la TV Pública en el año 2013. Si bien Piglia se detiene en varios aspectos biográficos de Borges tales como su linaje familiar, los distintos trabajos que tuvo, su vínculo con los premios literarios, con otros escritores e incluso con la industria editorial, su verdadero interés radica en la producción escrita de Borges. Así, selecciona un corpus de textos borgeanos paradigmáticos, desde aquellos protagonizados por cuchilleros hasta los más fantásticos, y los lee y analiza con un estilo que le es característico y que le permite moverse en un programa de televisión como si estuviera en un aula universitaria. 

    También se reproducen las conversaciones que Piglia mantuvo con varios invitados, entre ellos María Pía López, Germán Maggiori, Luis Sagasti y Horacio González. Se suma a esta edición un anexo que contiene una entrevista inédita a Borges realizada por Piglia y Mario Szichman, las anotaciones que el mismo Piglia hizo a los guiones de las clases, los programas de los seminarios que dictó sobre Borges en la Universidad de Buenos Aires y en la Universidad de Princeton y fotografías. Borges por Piglia se vuelve un libro fascinante e ineludible para quien quiera indagar y reflexionar sobre la literatura, la política y la sociedad.

    Ricardo Piglia (Adrogué, 1941-Buenos Aires, 2017) es unánimemente considerado un clásico de la literatu¬ra actual en lengua española. Publicó en Anagrama sus cinco novelas, Respiración artificial, La ciudad ausente, Plata quemada (llevada al cine por Marcelo Piñeyro; Premio Planeta Argentina), Blanco noctur¬no (Premio de la Crítica, Premio Rómulo Gallegos, Premio Internacional de Novela Dashiell Hammett y Premio Casa de las Américas de Narrativa José Ma¬ría Arguedas) y El camino de Ida; los cuentos de La invasión, Nombre falso, Prisión perpetua y Los casos del comisario Croce; y los textos de Formas breves (Premio Bartolomé March a la Crítica), Crítica y fic¬ción, El último lector y Antología personal, que pue¬den ser leídos como los primeros ensayos y tentati¬vas de una autobiografía futura, que cristaliza en Los diarios de Emilio Renzi, divididos en tres volúmenes. Piglia fue galardonado también con el Gran Premio de Honor de la Sociedad Argentina de Escritores, el José Donoso, el Iberoamericano de Narrativa Ma¬nuel Rojas, el Konex y el Formentor de las Letras. 

    La acogida crítica de este autor en España fue realmen¬te excepcional: «Espectacular desembarco» (Ignacio Echevarría, El País); «Una de las cabezas más lúcidas del actual panorama latino hispanoamericano, no solo argentino» (Joaquín Marco, El Mundo); «Hay pocos escritores necesarios que estén demostrando, hoy día, la vitalidad de sus propuestas intelectuales» (Jordi Carrión, Avui); «Ricardo Piglia, el clásico re¬belde» (J. A. Masoliver Ródenas, La Vanguardia).

    Más información: https://www.escritores.org/recursos-para-escritores/19593-copias

miércoles, 29 de marzo de 2023

"BORGES, la posesión póstuma". Foca, España, 2000.


Borges y María Kodama (Foto Assouline)

     por    Juan Gasparini, Ginebra, Suiza

     20.03.2023.- Borges desconcertó en sus tramos finales, al refugiarse inesperadamente en Ginebra, donde falleció el 14 junio de 1986. Durante esos seis meses exploró la posibilidad de obtener un permiso de residencia, preámbulo del pedido de la nacionalidad helvética, cuya realización quedó trunca al caerle la muerte.

    La unión de Borges con María Kodama fue matriculada el 26 de abril de 1986 en el caserío de Colonia Rojas Silva, en Paraguay, mientras la pareja permanecía en habitaciones separadas del Hotel l’Arbalète de Ginebra. Kodama era soltera. Borges se encontraba bordeando la agonía e imposibilitado de casarse nuevamente según la legislación argentina de la época, habiendo obtenido la separación de Elsa Helena Astete en 1971, no autorizándolo a segundas nupcias.

    Escrutando el asentamiento del matrimonio en el Archivo Central del Estado civil en Asunción, se le adjudican a Borges 87 años, cuando tenía 86. Quedó vacío el espacio reservado a su estado civil, probablemente un subterfugio para no caer en la ilegalidad de reconocerlo como separado, lo cual le habría impedido volver a casarse en ese momento, de acuerdo a las leyes paraguaya y argentina. Dichos papeles presentan a una María Kodama de 45 años, nacida en Buenos Aires en 1941, diferente a lo que figura en el registro de la Capital Federal , indicando que su venida a este mundo se situó el 10 de marzo de 1937. El juez que celebró la diligencia en Paraguay se llamaba Julián Fretes, presunto usurpador del cargo, supuestamente expulsado de dichas funciones al conocerse los signos extravagantes que rodearon estos acontecimientos.

    ¿Cuáles fueron las razones de Borges de sujetarse a ese casamiento express con Kodama? La respuesta faltante se inscribe en la esfera de su intimidad y él ya no está para dar cuenta de su conducta, si así lo estimara necesario. Pero como los hechos privados de los hombres públicos son ineludiblemente ventilados en los medios de comunicación y en la literatura, cabe reflexionar sobre ellos. Las claves de su comportamiento podrian empero rastrearse en su cambio de testamento. El de 1985, poco antes de volar a Suiza, rectificó uno anterior de 1979. A Fani Uveda de Robledo, su ama de llaves de casi toda la vida, le redujo el legado a 2500 australes, cuando en el de 1979 se le adjudicaba, “la mitad del dinero en efectivo o depositado en instituciones bancarias sitas en el país o en el exterior ». En 1985 Kodama pasó a heredar la totalidad de los bienes. El testamento anterior del 79 tiene nueve clausulas, cronologicamente de 1 a 9. El que lo reemplazó en 1985 asimismo 9, pero la numeración es del 1 al 10 con ausencia del 8. Llama poderosamente la atención que ninguna de las personas presentes en el momento de labrar el acta en 1985 no aconsejaran colmar el vacio de la cláusula 8. Esa interrupción del orden correlativo de los artículos, despierta interrogantes. Sabiendo que Borges era ciego, podría pensarse que no se le leyó el testamento que se sometía a su firma. Conociendo la memoria del escritor, y su delectación para con los números, cuesta asimilar que, llegándole a leer lo que yacía bajo sus ojos inertes, omitió advertir que del 7 se pasaba al 9, sin la transición del número 8.

    Persiste entonces la duda si el reputado anciano pudo resolver plenamente en las estribaciones de su declive vital. ¿Era consciente de que médicos argentinos desaconsejaban aquel viaje que terminó en un selecto cementerio suizo? ¿Fueron ajenas a su voluntad las fuerzas que lo organizaron o pudieron inducir repentinamente su inhumación en el Panthéon de Ginebra, sin manifestaciones incuestionables, escritas u orales, que decidieran esa sepultura? Nadie podrá saber irrefutablemente, a ciencia cierta, si hubo o no captación de su voluntad. Para la ley argentina no la hubo y Kodama salió airosa en tribunales cuando se validara el testamento de 1985.

    Sin embargo, parece resultar claro que el fantasma de la boda es todo material. Huelga abundar que sin ese papel matrimonial el entierro en Ginebra no habría sucedido, y la repatriación de los restos a la Argentina ya estaría solucionada. Sin dicho papel no existiría un certificado de defunción de Borges donde Kodama se erige en “última conyugue”. Ese matrimonio fue en un primer momento la salvaguarda por si el testamento del 85 no surtía los efectos deseados cuando se reclamara la sucesión, en la eventualidad que Kodama no fuera satisfecha completamente como heredera universal. Porque va de suyo que si el testamento de 1985 no le granjeaba el control de los derechos de autor y no apartaba a Fani Uveda de la mitad de los depositos bancarios del escritor, el casamiento constituía el instrumento alternativo para arremeter por la captura de la herencia. No hizo falta. Como es sabido, otra fue la historia. Kodama atacó en justicia argentina las apreciaciones en torno al Borges crepuscular aquí abreviadas, pero fue vencida en los tribunales de Buenos Aires. Su derrota también es historia.

       

domingo, 19 de enero de 2020

Artur Lundqvist, de la Academia Sueca, le tenía antipatía al escritor argentino J.L. Borges


J.L. Borges


L.M.A.

            19/1/20.- Madrid.- Julia Sáez-Angulo envió al escritor argentino Roberto Alifano, que trabajo con Borges, el artículo de Loreto Sánchez Seoane en El Independiente, titulado “Borges, el escritor que perdió el Premio Nobel por apoyar una dictadura”, artículo publicado el 19 de enero de 2020. La respuesta de Alifano fue la siguiente:

Respuesta de Roberto Alifano:
            Querida Julia. No es tan así. 
Si hay alguien que conoce del tema -y por experiencia propia- soy yo.
Borges nunca apoyó a Videla y siempre estuvo en contra de la dictadura; firmó, además, manifiestos en contra de ella.
Te cuento en detalle lo que sucedió:
La Universidad de Santa María de Valparaíso le otorgó un doctorado honoris causa.
Cuando él me contó, yo le aconsejé no ir a recibirlo; en todo caso que vengan a Buenos Aires y se lo den aquí.
Pero la señorita María Kodama, insistió en que debía viajar. En cuanto estuvo allí Pinochet aprovechó para condecorarlo.
Fue casi un escándalo y es verdad, le costó el Premio Nobel.
Por otro lado, el secretario de la Academia, el doctor Artur Lundqvist, le tenía antipatía a Borges. Yo lo oí decir, en un almuerzo que tuvimos en la casa de Camilo José Cela, que, mientras él fuera secretario de la Academia iba a impedir que le otorgaran ese premio a Borges.
Éramos cinco o seis en la mesa y, como puedes suponer, yo lo discutí, pero hasta el mismo Camilo estuvo a favor de Lundqvist.
Modestamente yo tenía razón, fue el disparate más grande de la Academia.


lunes, 25 de marzo de 2013




Edgard Allan Poe, Narrativa Completa, publicada en Ediciones Cátedra
 
 

 

 

Julia Sáez-Angulo
 

         El creador de las pesadillas al decir del escritor argentino J. L. Borges, el escritor de relatos de miedo o terror Edgard Allan Poe (Boston, 1809 – Baltimore, 1849), se nos manifiesta de nuevo en su Narrativa Completa, publicada por la editorial Cátedra en su Bibliotheca Áurea. La primera edición de este libro se hizo a finales de 2011.


         La edición, introducción y notas del libro es de Margarita Rigal Aragón y las traducciones de Julio Cortázar y Margarita Rigal Aragón.


         Todos nos hemos estremecido alguna vez con la lectura de los relatos o cuentos de Poe, verdadero maestro y cabeza de fila del género. Títulos como el de El duque de l´Omelette, El corazón delator, La caída de la Casa Usher, El escarabajo de oro, El gato negro, El timo, El alce, La esfinge, La carta robada, El tonel de amontillado, La caja oblonga y otros son ejemplo de una nueva forma de narrar que crea mundos inquietantes.
 
File:Edgar Allan Poe portrait B.jpg
Edgard Allan Poe


          Julio Cortázar ha dicho: “No todos los críticos de Poe han sabido estimar la enorme acumulación de lecturas de que fue capaz, su voluminosa correspondencia, y sobre todo el pulso de su obra en prosa, cuentos, ensayos y reseñas… Un cuento llegaría a ser el más famoso de los suyos, el que todavía tiene en suspenso el aliento de todo adolescente imaginativo. Era El escarabajo de oro, mezcla felicísima del Poe analítico con el de la aventura y el misterio”.


         “Mucho se ha escrito y dicho sobre la obra, y especialmente sobre la vida de Poe, pero a menudo ha sido sólo con el fin de alimentar una leyenda. No es extraño, sobre todo teniendo en cuenta que el propio Poe abonó el camino”, dice Margarita Rigal en la amplia Introducción, todo un ensayo sobre el escritor y su época.


         El volumen contiene los 67 cuentos Narración de Arthur Gordon Pym El diario de Julius Rodman.
 
 

jueves, 21 de febrero de 2013




“Esquilo, Sófocles, Eurípides”. Obras Completas en la editorial Cátedra





Julia Sáez-Angulo

         Los grandes nombres de la tragedia griega, creadores de grandes arquetipos literarios, Esquilo, Sófocles, Eurípides, son objeto de las Obras Completas que ha publicado recientemente la editorial Cátedra, dentro de su biblioteca Aurea.

         Los nombres míticos de Prometeo, Hipólito, Medea, Edipo, Antígona, Alcestes, Heracles, Ifigenia, Hécuba, Agamenón, Helena, Orestes, Andrómaca, Electra…arquetipos magníficos, muchos de ellos femeninos –los mejores de la literatura, pese a ser cultura de hegemonía del varón- que no han sido superados por Shakespeare o Calderón.

         Emilio Crespo es el coordinador del gran trabajo en el que participan los traductores José Alsina (Esquilo), José Vara Donado (Sófocles) y Juan Antonio López Férez y Juan Miguel Labiano (Eurípides). En edición, introducción, notas y apéndices figuran Luz Conti, Rosario López Gregoris, Luis M. Macía y María Eugenia Rodríguez. Más de mil quinientas páginas para un libro magno.

 Esquilo

         Carlos García Gual, gran conocedor de los clásicos ha dicho: “Los héroes de los mitos, figuras que la escena trágica reincorpora con una nueva iluminación, problemáticos, tremendos, son dignos de comprensión y compasión, más que de elogios”.

         El teatro occidental nació en Atenas, la gran patria de Occidente. “Todos somos griegos en el exilio”, decía el escritor Jorge Luis Borges con acierto. Conocer las tragedias griegas es clave de conocimiento de nosotros mismos, porque los arquetipos cristalizan las conductas humanas.

         El libro de Cátedra es total al comprender todo el teatro griego. Un libro que es un paso adelante, volumen bello e ilustrado en blanco y negro con fotografías de representación artística y de lugares. Para los que aman la cultura clásica,  Esquilo, Sófocles, Eurípides. Obras Completas, en un libro excelente.