miércoles, 15 de diciembre de 2010

Juan Eduardo Zúñiga publica relatos en el libro “Brillan monedas oxidadas”



“Brillan monedas oxidadas”
Juan Eduardo Zúñiga
Galaxia Gutenberg/Círculo de Lectores
Madrid, 2010; 160 pags; 16,90 euros




Julia Sáez-Angulo


Las Obras Completas de Juan Eduardo Zúñiga siguen su curso de publicación en Galaxia Gutenberg/Círculo de Lectores, tanto de la publicada como de la inédita, según señaló Joan Tarrida, y en este caso ha sido el libro de relatos “Brillan monedas oxidadas” el que se ha presentado. Una novedad en el trabajo del escritor, ya que sale de su especialidad en el mundo eslavo para ofrecer otras atmósferas que recrean algunos episodios de Kafka o Sa Carneiro.

Juan Eduardo Zúñiga (Madrid, 1929) asegura dar importancia a la portada de un libro porque es la imagen que avanza visualmente el interior. En el caso de “Brillan monedas oxidadas” se ha elegido un cuadro de Wilhelm Hammershot que representa a una mujer de espaldas que mira la sucesión de penumbras de una casa, algo que de algún modo refleja la atmósfera del interior de los personajes en moradas que señalan el fluir del tiempo.

Algunos protagonistas de los relatos evocan personajes reales, sobre todo de la literatura, campo en el que Zúñiga reconoce sentirse a gusto: “son tentadoras ciertas figuras y el tratar de reconstruir algo de sus la biografías. Me gusta tomar esta materia narrativa”.

El autor considera que se trata de un libro más personal y distinto de los anteriores, al tiempo que avanza la preparación de sus memorias o “recuerdos desordenados de algunas etapas de mi vida, así como recuerdos de viajes, lectura y tipos raros que he conocido”. Reconoce que el pasado es un buen filón “para la inventiva porque se funde con la niebla y los sueños”.

Al hablar del alma rusa, tan presente en su obra anterior, Zúñiga dijo que se trata de “una exaltación nacionalista de Dostoievski, como el “alma que vive en el silencio y estalla de pronto en un gran apasionamiento. Pasión incontenible y hermosa. Nunca los europeos podrán comprender el alma rusa, afirmaba Dostoievski porque le daba una proyección sobrenatural”.

Un escritor riguroso que se lo juega todo en la escritura

Para Gustavo Martín Garzo, presentador del libro de Zúñiga, se trata de un regalo de un escritor riguroso que se lo juega todo en la escritura. Un corrector nato de su propio texto hasta la perfección. “No le interesan tanto los aconteceres externos sino como estos afectan y perturban a los personajes; personajes que a veces cargan con culpas de las que no se pueden liberar”.

“Los personajes de Zúñiga anhelan, a los que les afecta el deseo y la memoria, la búsqueda del amor y la vinculación al sufrimiento. Viven el amor como un deber. El mundo del deseo se repite. Todos se rebelan contra su destino”, dijo el presentador en otro momento.

El autor dijo que para escribir cuentos, “primero se acumulan vivencias y nociones de apariencia superficiales, de las que algún día se descubre el valor que tienen y pasan a la escritura. Con el tiempo las cosas se ordenan y se ven con más claridad literaria, después el escribirlas es una cuestión de cocina: hay que liminar sinónimos, cacofonías y los ruidos que entorpecen una frase”

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