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Manuel Fontán del Junco, director de Museos y Exposiciones de la Fundación
Juan March y Pedro Azara, comisario
de la muestra y autor de uno de los textos del catálogo
L.M.A.
05.06.19
AL
/ Artistas de Latinoamérica
Juan Batlle Planas: el gabinete surrealista es la segunda de una serie
de exposiciones diseñadas por la Fundación Juan March para
presentar a escala reducida el universo artístico de algunos nombres
de la plástica latinoamericana del siglo XX. La publicación que
acompañará a cada una de estas exposiciones aspira a constituirse
en fuente sobre el artista y a difundir su figura y su obra.
La primera exposición de esta serie fue Esteban Lisa: el gabinete abstracto; en
los Museos de la Fundación Juan March, en el año 2017
Sobre esta exposición
La Fundación Juan
March dedica la segunda exposición de la serie AL / Artistas de
Latinoamérica a Juan Batlle Planas
(Torroella de Montgrí, Gerona, España, 1911-Buenos Aires, Argentina, 1966), figura clave de la vanguardia argentina de
los años treinta, pero desconocida en nuestro país. Nunca se nacionalizó
argentino y, si bien vivió en Buenos Aires desde los tres años, no regresó
nunca, siquiera de viaje, a España.
Juan
Batlle Planas: el gabinete surrealista, que se presenta
el 12 de junio en el Museu Fundación Juan March de Palma, ofrece una selección de casi cincuenta obras, además de una variada documentación en
la que se incluyen estudios, revistas,
libros y cuadernos ilustrados, fotografías y cartas, etc., del Batlle Planas
artista, poeta, ilustrador, coleccionista y, sobre todo, del creador de
mundos plenos de sueños y realidades paralelas a las cotidianas.
Juan Batlle Planas: el gabinete
surrealista es la primera exposición monográfica que podrá
verse en nuestro país del artista que desarrolló todo su trabajo en Argentina.
La muestra no es propiamente una retrospectiva que recorra toda la obra del
artista, sino una antológica que se
ciñe a algunos periodos (los años
treinta y cuarenta), a un tipo de obras (collages y gouaches de pequeño formato) y a
unos cuantos temas (que no incluyen los que hicieron de Batlle Planas un
artista popular en Argentina: las llamadas Noicas,
o figuras femeninas ensoñadoras, entre musas, ángeles y niñas que guían al
artista). Debe señalarse que, tras el poeta y teórico de las artes Juan-Eduardo
Cirlot, quien citó a Batlle Planas en varias publicaciones de los años
cincuenta, Juan Manuel Bonet ha sido uno de los primeros interesados en su
obra. Él intentó por vez primera organizar una exposición sobre su trabajo.
Además de la presencia de algunas obras de Batlle Planas en colecciones
particulares, desde la preparación de nuestra exposición, el MoMA de Nueva York
ha adquirido varias obras del artista (collages,
sobre todo) y el LACMA de Los Ángeles seleccionó, en 2012, un dibujo suyo para
la exposición Drawing Surrealism [Dibujar
el surrealismo]. El Museo Provincial de Lugo es la única institución pública
española que posee una obra del pintor (Euclides,
c. 1950). En cambio, en Argentina, la huella e influencia de Batlle Planas ha
sido y sigue siendo notable.
Conocedor profundo del psicoanálisis, Batlle
Planas consideró el automatismo gráfico una estrategia de creación con la que
bucear en el alma humana. La teoría del
inconsciente y los procesos internos de la energía psíquica se reflejan en las
diferentes manifestaciones plásticas de su prolífica producción. Salvador
Dalí, José Gutiérrez Solana, Joan Miró, Pablo Picasso, Giorgio de Chirico,
Francis Picabia o Max Ernst fueron los referentes de un universo iconográfico
que evolucionó desde los postulados surrealistas a la pintura metafísica o el
lenguaje de la abstracción, sin olvidar su práctica escultórica, su
participación en proyectos públicos y su trabajo como escritor.
Batlle Planas trabajó el pequeño formato,
mezclando en el recorte y la pintura formas geométricas y figurativas con un
fuerte componente onírico. Comenzó siendo autodidacta y haciendo
copias del natural, pero la insatisfacción de esos ensayos lo condujo hacia el método de la creación automática, elemento
clave para entender su proceso de trabajo, lo que explícitamente puede verse en
las dos producciones que constituyen el corpus de esta muestra: las denominadas
radiografías paranoicas y una extensa
y cuidada selección de collages, en
ambos casos, manifestaciones pioneras del surrealismo en Argentina.
En las radiografías
paranoicas los protagonistas son calaveras y esqueletos, siluetas
despojadas y huecas, seres misteriosos del subconsciente que nos recuerdan el
interés que el artista tuvo por la llamada “España negra” de Francisco de Goya
y de José Gutiérrez Solana o por la Dansa
de la mort [Danza de la muerte], tan típica de algunas localidades de
Cataluña. En los collages crea poemas
visuales aunando composición y contenido. Su lenguaje, lejos de permanecer
invariable, fue cambiando por cierta necesidad interior. En los primeros momentos usó el dibujo y el grafismo como elementos
básicos de su creación y descubrió, más
tarde, las posibilidades expresivas del color. Sus producciones tienen,
además, un interés añadido, al surgir en la década en la que tuvo lugar una
notable llegada a Argentina de escritores, editores e intelectuales españoles
como consecuencia de la guerra civil española. Batlle Planas conoció a una gran
parte de este nutrido grupo, y de la amistad que entabló con muchos de ellos
surgieron fructíferas colaboraciones, especialmente en el ámbito de la
ilustración literaria, incluido también en la muestra.
La publicación, que acompaña a la muestra,
incluye dos ensayos: en el primero de ellos, Pedro Azara, profesor de Estética de la Escuela Superior de
Arquitectura de Barcelona, emprende un análisis preciso del protagonista de la
exposición; Rodrigo Gutiérrez Viñuales,
profesor titular de Historia del Arte de la Universidad de Granada, dedica el
suyo al contexto artístico y cultural de Argentina en las décadas por las que
transcurre la trayectoria creativa de Batlle Planas. Aparte de una síntesis biográfica del protagonista de
la muestra y de una selección
bibliográfica y de sus exposiciones, esta publicación incluye dos textos sobre la biblioteca de Juan
Batlle Planas a cargo de sus hijas Silvia y Giselda, además de Rolando
Schere, y una pequeña antología que
recoge escritos del propio artista, dos
cartas inéditas de Enrique Molina, textos
de escritores (y, en muchos casos, amigos) que versan sobre su trabajo, así
como una entrevista realizada en
1957 por Alejandra Pizarnik y Elizabeth Azcona, además de poemas de la propia Pizarnik dedicados
a Batlle Planas, su maestro.
Juan Batlle
Planas: el gabinete surrealista se presenta en el Museu Fundación Juan March, en Palma del 12 de junio al
31 de agosto de 2019
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