-->
Julia Sáez-Angulo y Carmen Valero
3/6/19.- Madrid .- Artistas,
coleccionistas y amigos de la Galería Ra del Rey se han reunido en una jornada
de arte y gastronomía, convocados, como es habitual cada año en junio, por la singular
matemática Charo Rincón en su amplia
y particular residencia ajardinada, arbolada y decadente, en el madrileño
pueblo de Quijorna. Una ciudad amurallada en medio del municipio, junto a la plaza Mayor y la iglesia. La música sesentera envolvía el ambiente bajo las plataneras y los ailantos.
Estar invitado a esta reunión
artística y fiestera es un signo de distinción, de lo más plus, del que más nos sentimos
orgullosos y honrados los agraciados. Si uno no es invitado a esta fiesta, no existe
socialmente. Tomen nota. De momento estaba casi toda la “cuadra” de la calle la
Reina.
Además de la abundante y buena
gastronomía: changurro exquisito, ensaladillas, empanadas y empanadillas de
toda clase y sabor, aceitunas del Guadalquivir con cebolla, pimientos rojos, tortilla
de patatas que no puede faltar y patatas diminutas al ajillo -especialidad de la casa- para las que picaron tres cabezas de ajo (Drácula ahuyentado), embutidos de jamón, lomo, salchichón, morcilla,
butifarra..., panes gallegos y el sabroso candeal... Todo ello regado con vinos
de las tres “R”: Rioja, Ribera y Rueda, amén de unas botellas de cava catalán que llevó la
crítica de arte Carmen Valero y que se recibió como bien merece el ilustre
huésped de las burbujas. Los postres iban desde la sandía roja, fría y troceada
–maravillosa para refrescar- a los dátiles y tartas seca de Santiago o cremosas
de toda nata o natillas... ¡Qué bien se alimentan los artistas cuando no pasan
hambre!
No faltaron tampoco los cadáveres
exquisitos, este año singularizados en papel para la escritura y en lienzo para
un hermoso cuadro de vistas altas para no decir aérea, en amarillos, naranja,
negros... Varias manos con destreza le dieron forma.
Ra
del Rey, como una diosa egipcia, reposaba solemne y
mayestática en el porche sombreado. Todos fuimos pasando junto a ella para
rendirle el homenaje y pleitesía que se merece. Ella ganó el juego de las imágenes y miradas mudas a las que había que poner sus nombres.
Carlota
Cuesta estaba radiante y feliz con su gran premio, recibido por su brillante
trayectoria artística en Serrada (Valladolid),
donde la trataron como a una princesa en un certamen que vale la pena visitar
en este pueblo de vinos y artesanías queseras. Varios artistas prometieron
asistir el año próximo. Después, en el baile, Carlota y un mozo campero
hicieron gala de cierto exhibicionismo con pases de brazos y cabezas ornadas
con coronas troqueladas.
Carlota y Jesusa Quirós van a exponer en brevre en el Museo María Pita de La
Coruña, sus pinturas a tres manos con el mexicano Alberto Gironella, cuando
este pintor residió en el Madrid en los años 80. Toda una primicia y
acontecimiento artístico de relieve.
Encarna
Pisonero, con su notoria voz, me comunicó que ha sacado un libro de poemas con
un título de Lucifer como Luzbel ángel caído o algo así, y que presentará en la
próxima temporada. Todavía tenemos el gusto de su último poemario Los niños amargo caramelo, en la
editorial Ars poética. La atlántica localidad de Corme en Galicia será su
refugio veraniego, donde Carlota tiene también su estudio para el estío, así
como Cristina Cervigón, Ra del Rey Otras que honran y ornan la localidad como
golondrinas de verano.
Magali
Berenguer, acompañada de su amiga María, llegó tarde, pero con unos dátiles
con membrillo que quitaban el hipo. Todavía se recordaban su espléndidos videos
expuestos en la galería Ra, y también el fallecimiento de su querido y llorado Joaquín
Barceló. Concha Hermosilla observaba todo
desde su sillón cómodo con cojines acogedores.
Paz
Santos, discreta y gallega, iba, venía y no se detenía. Todos pudimos ver en
la casona su estudio impoluto con exposición de sus esculturas, la lado de su
taller donde manipula y pule a gusto la madera.
No había niños, pero los canes campaban por sus respetos.
No había niños, pero los canes campaban por sus respetos.
Echamos de menos a Kuka Bastardés, la pintora que está
actualmente en cartel en la galería, pero circunstancias ajenas a su voluntad
le impidieron asistir. Lo mismo que a Ricardo
G. Goñi, pintor y responsable
día a día de la galería; ídem de ídem: los imponderables de la vida le
impidieron acudir. Y la misma cuestión con María
Jesús Aragoneses que, por carecer del don de la bilocación y encontrarse en
Alemania, no pudimos verla. Cristina
Cervigón también se encontraba fuera, en Andalucía, por visitas familiares;
también carece del don de la ubicuidad. Carmen
Pallarés también estaba ausente, pero quizás se encontrara abismada en los
altos estadios de la Filosofía.
Estos cinco últimos fueron
invitados, pero no estaban, así que este año no son porque no están. A la
tercera falta todos corremos el riesgo de ser excluidos fulminantemente y eso
sería de llanto y crujir de dientes. Ya lo saben, si quieren estar, hagan
méritos y luego, ya se verá. Los que estuvimos, lo pasamos de cine.
NOTA BENE .- Se decía soto voce, que Charo Rincón iba exponer sus fractales y algorritmos en la galería Ra del Rey. Esperar y ver.
No hay comentarios:
Publicar un comentario