lunes, 22 de febrero de 2021

Juan Van-Halen. “Donde nombras la lluvia”, libro de sonetos editado por la Fundación Jorge Guillén de Valladolid


Fundación Jorge Guillén (Valladolid)



L.M.A.

21/2/21.- Madrid.- “Donde nombras la lluvia”, libro de sonetos,  de Juan Van-Halen (Torrelodones. Madrid, 1944) ha sido publicado por la Fundación Jorge Guillén de Valladolid, colaboración de la Junta de Castilla y León, Ayuntamiento, Diputación y Universidad de Valladolid. El libro, encuadernado en plasta dura y dividido en cuatro partes, tiene 137 páginas.

Los sonetos elegidos por el autor se refieren al amor y el desamor, a la memoria y al olvido, que el amor madeja y al poso del tiempo que escombra este sentimiento indefinible por tan indefinido”.

“Casi setenta de este centenar de sonetos fueron escritos entre los años 2005 y 2011. Otros son mucho más recientes, del último quinquenio”, explica el autor en la nota introductoria titulada Noticia de estos sonetos. “Incluyo una decena de sonetos anteriores, escritos entre los años 1999 y 2003, que aparecieron en recopilaciones, plaquettes o revistas y resultan hoy prácticamente inaccesibles”.

“Estos sonetos reelaborados han sido recuperados y aquí aparecen en versiones que espero sean definitivas. Por puro sentimentalismo escribo uno de los primeros sonetos que escribí: “La loba” de 1964, revisado ya años atrás y que ahora entiendo lega a su versión última. Por ello, el material que conforma “Donde nombras la lluvia”, es inédito”. 

“Considero al soneto el gótico de la poesía y desconfío de quienes lo ningunean o devalúan. He frecuentado esta forma estrófica con mimo en mi más de medio siglo de poeta”.


ARIADNA Y EL LABERINTO


Lo ignoras, pero acecha el laberinto

Y no es el Minotauro como esperas.

Tras cálidas y alegres primaveras

Vendrá un invierno gélido y distinto.


En su fantasmagórico recinto

El Minotauro no encontró barreras.

Envuelto en tus palabras hechiceras,

Teseo quedó atrás y el sueño extinto.


Negabas Ariadna aquella historia,

Y el Minotauro, sin saber que muere, 

Gozó lo que tan frágil se entregaba.


En la pasión creció la desmemoria.

Y Teseo venciendo cuanto hiere

Entre los brazos de Egle se salvaba.

2 comentarios:

Angelina Lamelas dijo...

Un gran placer acompañar a ARIADNA
por el laberinto. Gracias, Juan Van Halen.
Llegó en un momento de encierro. La lectura es más amiga que nunca.
Un abrazo. Angelina

Raúl dijo...

Con esto soneto vuelven a vivir las figuras de la mitología. José Zorrilla, Miguel de Cervantes y Gaspar Núñez de Arce, todos vallisoletanos (Cervantes "modo suo"), saludan la aparición de este libro.
Muchas gracias y saludos,
Raúl