L.M.A.
La galería Marlborough se complace en presentar la exposición
Cortando flores, del artista franco español Charles Jaulerry que se celebrará
del 12 de enero al 11 de febrero. Charles Jaulerry (Bayonne, 1981), el artista
más joven del catálogo de Marlborough, presenta en esta muestra una decena de
collages sobre lienzo realizados con recortes de pintura, siguiendo una técnica
absolutamente personal.
Su obra tiene una doble dimensión, tanto en su percepción por
parte del espectador como en su proceso creativo. En la distancia, sus cuadros
parecen mosaicos bidimensionales vibrantes de color, pero en la cercanía se
aprecia que sus girasoles y pájaros están construídos superponiendo fragmentos
recortados de lienzos pintados. Esto les da un carácter matérico, casi de
bajorelieve. “Utilizo el material acumulado en mi taller durante años. Es un
proceso de descanso del material y las ideas hasta encontrar la buena
alquimia”.
Su camino va de la abstracción a la figuración. Primero pinta
telas a brochazos, de manera expresionista, y después recorta esas obras para
construir sus collages como si estuviera componiendo un puzzle de color del que
no hay guías. Un rompecabezas que va evolucionando en la mente del artista. “El
proceso que sigo es el de componer motivos figurativos con elementos
abstractos. La composición es algo fundamental en mi obra, creo que esta
fijación viene de mi bagaje en la ilustracion y el diseño gráfico”.
Y es que Jaulerry se formó como diseñador
gráfico e ilustrador en París y Nueva York, dos mundos aparentemente alejados
de la pintura pero que le han proporcionado una perspectiva fresca y
contemporánea sobre su trabajo. Comenzó a pintar durante una estancia en
Estados Unidos, pero en un momento dado decidió regresar a Europa para instalarse en el suroeste de Francia, en
Arcangues, donde sigue residiendo hasta hoy. “La naturaleza y el campo son
motivos y fuentes de inspiración que ya estimularon la imaginación de muchos
artistas a lo largo de la Historia del Arte’’.
Sus influencias van desde los impresionistas
hasta el pop art. Trabaja en serie, repitiendo motivos como con los girasoles o
los pájaros pero variando composiciones, colores y tamaños. ‘“Estas variaciones
implican resolver nuevos problemas que impriman diferentes ritmos y colores a
cada pintura’’. Su gama de colores vibrantes, el uso del esmalte y el goteo de
color son sus señas de identidad. Cada elemento se construye independientemente
del lienzo antes de ser incorporado a la composición. “Las flores y en concreto
los girasoles, tienen una larga historia como motivos. Ademas de los mitos y
símbolos que los rodean, resulta evocadora su presencia en verano que me
recuerda a la figura humana”.
Entre sus exposiciones individuales destacan Histoire Sans Fin en
la Crypte Sainte-Eugénie de Biarritz (2015) o Mirrors en la Feast Projects
Gallery de Hong Kong (2013).
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