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Carmen Valero
Fotos Peter Wall
22.5.19 .- Madrid .-El Diccionario de insultos extraídos y
trasvasados de las obras de Francisco de Quevedo, con prólogo de Santiago de Mora y Figueroa, marqués de
Tamarón ha sido el libro de José Antonio Martínez Climent y Ricardo María
González-Haba, ha sido presentado por la escritora Julia Escobar en la librería
Troa de Madrid.
El coloquio con un público de
numerosos filólogos ha establecido un vivo debate en el coloquio, al final de
la presentación del libro, sobre el “arte del insulto” y la “mala leche” entre Quevedo, Shakespeare,
Cervantes y Schopenhauer. A ello se añadió el comentario sobre los insultos de
Federico Jiménez Losantos.
El libro, que ha sido publicado por
Verbum Diccionarios quiere ser un “Breviario de pullas o vademécum de términos
arrojadizos extraídos y trasvasados de las obras de Quevedo. El volumen lleva
en su portada la imagen de “Mujeres
en la ventana” del pintor murillo, dos mujeres que sonríen ante el espectáculo
de la calle que se hurta al espectador.
El marqués de Tamarón dice en el
prólogo: Hoy en día los únicos escritores vivos son los clásicos, por estar
muertos. Por estar muertos son inalcanzables a la criminal estupidez de la
corrección política. Pero solo Dios sabe cuanto durará este estado beatífico, o
al menos de limbo, del que goza Don Francisco de Quevedo”.
Los autores hacen una introducción
titulada “De unos Don Nadie al Lector” en la que explican que el “Diccionario,
Breviario, Vademécum o hasta Faltriquera se cocibió como un generador de
insultos: un librillo segmentado que permitirá combinar varios acometimientos
verbales, de la mano del azar, en uno más poderoso aprovechando la abundancia
de Quevedo. La forma no era tan importante como el carácter de término
arrojadizo, de pulla verbal”.
Tamarón recordó la afirmación del
sabio rey Salomón en la Biblia de que “el número de tontos es infinito”, y
opuso a Quevedo y Cervantes en el arte del insulto, diciendo que el primero era
“un hombre bueno que fingía ser malo” y el segundo, viceversa. Y que “Cervantes
creó un estereotipo, Don Quijote para ensañarse con él”, a lo que añadió que
“Cervantes tienen mala leche y cinismo
en su obra; él era un escritor inteligente, pero no cobarde”. El marqués añadió
con humor, que a sus 78 años le queda muy poco tiempo para decir lo que piensa sin
cortapisa alguna.
Martínez Climent
Martínez Climent, Julia Sáez-Angulo y Carmen Valero
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