Rodchenko y Popova: Definiendo el Costructivismo
Cimisaria: Margarita Tupitsyn
Museo Nacional Reina Sofía.
Edificio Sabatini. Sala 103
c/ Santa Isabel, 52. Madrid
Del 21 de octubre de 2009 al 11 de enero de 2010
Julia Sáez-Angulo
Se ha dicho que el Constructivismo era la imagen del marca de la nueva política económica de Lenin. Ciertamente fue el arte que mejor definió el diseño y cartelismo de la URSS en su sentido más amplio, después de la revolución soviética. Sus dos artistas más representativos fueron Alekxandrer Rodchenko (1861 – 1956) y Liuvob Popova (1889 – 1994). El movimiento cambió la cara del arte ruso hasta que el realismo socialista ahogó todo empeño de renovación vanguardia.
La exposición de 350 piezas que sobre Rodchenko y Popova se ofrece en el Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía fue organizada por la británica Tate Gallery, donde se inauguró previamente y comprende pinturas, esculturas, dibujos, fotografías, carteles de cine y teatro, diseños de trajes y joyas. Las piezas fueron realizadas entre 1917 y 1929, a las que se unen algunas de autores coetáneos a los artistas citados como Prokofiev y Einsenstein en música y cine respectivamente.
Con buen criterio, la exposición ofrece el mismo peso, consideración e importancia a Rodchenko que a Popova sin distinción de sexo, siguiendo el deseo en origen de la propia revolución soviética. El constructivismo creía en la obra de arte como un objeto manufacturado y eso lo haría cotidiano y popular; era una geometría en movimiento que permitía diseñarlo todo: de lámparas a muebles pasando por juegos de café o trajes como los que Popova diseñaba con sabiduría y de los que se muestran fotos y películas. Una “Bauhaus” a la soviética. Una revolución que comenzó con materiales alternativos. Una geometría que partía de la línea con regla y compás.
Arte accesible a las masas populares
El constructivismo ruso, en paralelo al suprematismo representado fundamentalmente por Kasimir Malevitch arrasaron con su estilo la sociedad y las escuelas en un deseo de derribar la iconografía del antiguo régimen zarista. Sus consignas políticas se imponían con la fuerza de los iniciados e irrumpieron sin barrera alguna. La Propaganda era el empuje que les movía. El arte habría de ser accesible a las masas, decían aquellos apóstoles de una modernidad rusa por excelencia.
Rodchenko sobrevivió a Popova que falleció pronto de una escarlatina junto a su hija. El artista volvió a casarse con otra constructivista, Várvara Stepánova. En 1951 fue expulsado de la Asociación de Artistas Moscovitas, si bien poco después se le rehabilitó. Los fervores de los comienzos quedaban lejos.
El constructivismo ha dejado una larga saga sobre el arte geométrico y neo-geométrico a lo largo del siglo XX: arte normativo, de borde duro… Nombres claves en España han sido Palazuelo, Elena Asíns, Carmen Zulueta, Julián Gil, Carlos Evangelista; Iluminada García Torres; Luis Caruncho, Álvaro Torroba…
Cimisaria: Margarita Tupitsyn
Museo Nacional Reina Sofía.
Edificio Sabatini. Sala 103
c/ Santa Isabel, 52. Madrid
Del 21 de octubre de 2009 al 11 de enero de 2010
Julia Sáez-Angulo
Se ha dicho que el Constructivismo era la imagen del marca de la nueva política económica de Lenin. Ciertamente fue el arte que mejor definió el diseño y cartelismo de la URSS en su sentido más amplio, después de la revolución soviética. Sus dos artistas más representativos fueron Alekxandrer Rodchenko (1861 – 1956) y Liuvob Popova (1889 – 1994). El movimiento cambió la cara del arte ruso hasta que el realismo socialista ahogó todo empeño de renovación vanguardia.
La exposición de 350 piezas que sobre Rodchenko y Popova se ofrece en el Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía fue organizada por la británica Tate Gallery, donde se inauguró previamente y comprende pinturas, esculturas, dibujos, fotografías, carteles de cine y teatro, diseños de trajes y joyas. Las piezas fueron realizadas entre 1917 y 1929, a las que se unen algunas de autores coetáneos a los artistas citados como Prokofiev y Einsenstein en música y cine respectivamente.
Con buen criterio, la exposición ofrece el mismo peso, consideración e importancia a Rodchenko que a Popova sin distinción de sexo, siguiendo el deseo en origen de la propia revolución soviética. El constructivismo creía en la obra de arte como un objeto manufacturado y eso lo haría cotidiano y popular; era una geometría en movimiento que permitía diseñarlo todo: de lámparas a muebles pasando por juegos de café o trajes como los que Popova diseñaba con sabiduría y de los que se muestran fotos y películas. Una “Bauhaus” a la soviética. Una revolución que comenzó con materiales alternativos. Una geometría que partía de la línea con regla y compás.
Arte accesible a las masas populares
El constructivismo ruso, en paralelo al suprematismo representado fundamentalmente por Kasimir Malevitch arrasaron con su estilo la sociedad y las escuelas en un deseo de derribar la iconografía del antiguo régimen zarista. Sus consignas políticas se imponían con la fuerza de los iniciados e irrumpieron sin barrera alguna. La Propaganda era el empuje que les movía. El arte habría de ser accesible a las masas, decían aquellos apóstoles de una modernidad rusa por excelencia.
Rodchenko sobrevivió a Popova que falleció pronto de una escarlatina junto a su hija. El artista volvió a casarse con otra constructivista, Várvara Stepánova. En 1951 fue expulsado de la Asociación de Artistas Moscovitas, si bien poco después se le rehabilitó. Los fervores de los comienzos quedaban lejos.
El constructivismo ha dejado una larga saga sobre el arte geométrico y neo-geométrico a lo largo del siglo XX: arte normativo, de borde duro… Nombres claves en España han sido Palazuelo, Elena Asíns, Carmen Zulueta, Julián Gil, Carlos Evangelista; Iluminada García Torres; Luis Caruncho, Álvaro Torroba…
No hay comentarios:
Publicar un comentario