sábado, 4 de mayo de 2024

Encuentro de artistas y críticos en Manzanares El Real, nacimiento del río Manzanares, la Pedriza y embalse de Santillana. Mercedes y Pablo, anfitriones

Mercedes Ballesteros y Pablo Reviriego en su casa de Manzanares el Real

Pablo Reviriego, cordial y servicial


Julia Sáez-Angulo
       Fotos: Luis Magán; A. Zapisek; L. Rodríguez

4/5/24.- Madrid.- ¿Quién se puede resistir a una barbacoa en Manzanares El Real, con la Pedriza en lo alto, el embalse de Santillana -todo un lago- junto al pueblo, el castillo renacentista de los Mendoza evocando su historia, y un senderismo en la umbría hacia la Charca Verde, donde nace el río Manzanares? Los pintores Mercedes Ballesteros y Pablo Reviriego han sido los anfitriones de la invitación a su casa de campo, a la que han acudido artistas y críticos de arte.
El campo en la primavera madrileña está renovado. La jara restalla por todas partes. En el muro del jardín la pasionaria (passiflora) invade rampante. Mercedes me ha preparado una maceta con un esqueje prendido, para trasplantarlo en mi jardín. Patricia Larrea se interesa por esta planta y la anfitriona le promete otro tiesto, bien arraigado con la flor de la pasión, para el año que viene.
Las caléndulas crecen dentro y fuera del jardín. Hacemos intención de llevarnos un ramo. “Las rosas florecerán muy pronto”, anuncia Mercedes. Paseamos por el amplio terreno posterior de la casa. “Compramos la parcela de al lado para que nadie construya delante”, explica. Con las lluvias han crecido los cardos silvestres -los borriqueros-, pasaron las amapolas y ahora son los jaramagos y dientes de león son los que lucen su amarillo luminoso. La antigua pista baloncesto se ve invadida por la uña de gato. “Traje una pequeña planta y se multiplicó sin fin”, nos cuenta la anfitriona. Volvemos al jardín y Mercedes presume del olivo que plantó y del aroma del lilo blanco. Nada como la naturaleza, aunque ya se sabe que es “la naturaleza la que, envidiosa, imita al arte”.
El aperitivo, a base de “matrimonios” de anchoas y sardinas, sobre una rodaja de tomate encima de una tosta. “Es un invento cántabro”, explica Pablo. Los vinos franceses, Merlot, traídos por Luis Magán y Susana Arregui o Soros de Uruñuela (La Rioja). Pero una sangría bien nutrida  de melocotón, naranja y limón reposa igualmente para tomarla.
Comienza la barbacoa, no lejos de la bonita mesa que ha dispuesto el maestresala Pablo Reviriego, con manteles y platos claros de porcelana de Santa Clara, y las servilletas en granate, para poner color. Él preparó también aperitivos y ensaladas. Y atendió a los invitados. Todo, bajo un emparrado tupido. Mercedes y Antonio Calderón dirigen la operación de la parrilla sobre unas brasas rusientes. El humo los envuelve de vez en cuando, pero se sacrifican con gusto por el resto. Alguien tiene que hacerlo. Otrora lo hizo Mario Saslovsky.
Patatas revolconas con torreznos, de Ávila, para empezar. Llegan las fuentes con los chorizos rezumantes, acompañados de morcilla de arroz de Burgos y morcilla de cebolla de Segovia. Ambas exquisitas. Vienen de seguido las chuletas de cordero y cabrito. Magníficas. Pan de rosca, para cortar a mano; el cuchillo sería un sacrilegio.
Los postres, a base de cuatro clases de tartas, tres de queso del obrador Alex Cordobés y una de almendras, cierran la comida, junto a un licor de arándanos rumano, traído por Antonio Calderón y su esposa Auriestela.
    Durante todo el banquete no faltan las palabras, el delicioso encanto de la conversación. El primer asunto que se abordó fue Noblejas, el pueblo natal toledano de Mercedes, “que va como un tiro”. “Allí no hay paro. Hay trabajo para todos. El año pasado nacieron 47 niños, algo impensable en otros pueblos. Y el futuro es aún mejor, pues le espera un polígono industrial gigante, como depósito, almacenaje y distribución de mercancías. Logística a lo grande. No olvidemos que no está lejos de Madrid”, nos cuenta Pablo, que tiene bien estudiado el tema.
                    ARTE Y EXPOSICIONES
    No faltó hablar de arte, de las tres puertas en relieve de bronce, encargadas a Antonio López, para la catedral de Burgos, que no acaban de terminarse. El artista manchego siempre es lento, como si esa lentitud le diera noticia y prestigio. Antonio de la Cuerda está bien informado y nos habla del asunto. Se discute si Antonio es artista hipervalorado o no. 
Se habló también de exposiciones en distintos corrillos. La próxima de Julio Galán en Hortaleza, a la que iré con Lola Rodríguez y Luis. La de Espiral XIII en distintos foros. Patricia Larrea se prepara de nuevo para la Bienal de Florencia; Mercedes también, por vez primera. En La Vaguada habrá homenaje para los miembros de la AEPE, que lleven más de 25 años en la asociación. El curso que viene, Adriana Zapisek y Patricia expondrán pintura y escultura, respectivamente, en la Fundación de los Pizarros en Trujillo-Cáceres. Pablo Reviriego se dispone a preparar con calma la retrospectiva de su 50 aniversario en la acuarela. Tiene obra para ello, pero ha de ultimar algunas obras más. Hay tiempo.
La invitación de los anfitriones a la Charca Verde, al camino -más bien sendero- donde nace el río Manzanares, fue un reto, al que asentimos varios invitados. Fue una experiencia grata por el paisaje de árboles y arbustos junto al rumor del agua. Pasamos por el Molino del Fraile, un edificio histórico del XVI. No llegamos, ni de lejos a la Charca Verde; son quince km, pero fue grato. Treinte senderistas con los que nos cruzamos subieron. La cima de el Yelmo preside las cercanías. "Manzanares es un pueblo tranquilo, demasiado tranquilo, a veces”, comenta Pablo.
Contemplamos el precioso embalse de Santillana -todo un lago-, de él llega el agua a Madrid, junto a la del río Lozoya y la de la presa del Atazar. El agua, esa mercancía tan valiosa, por la que se disputarán los hombres en el futuro, a medida que nos deserticemos. Con las últimas lluvias, parece que nuestra pertinaz sequía, endémica, se ha mitigado. Este verano, podremos beber agua.

Lola, Antonio y Auristela





El Yelmo en la cumbre de La Pedriza
Paseo hacia la Charca Verde, nacimiento del río Manzanares


Mercedes y Pablo


2 comentarios:

Julia Saez Angulo y Dolores Gallardo dijo...

ADRIANA ZAPISEK : Muy linda cronologia del hermoso dia de ayer. Mario estará recontento porque lo recordaste, a él le gustaba mucho ir a Manzanares y colaborar en todo lo q pudiera con Pablo y Mercedes.

Julia Saez Angulo y Dolores Gallardo dijo...


Manuela Picó : Me ha encantado. Qué descripción para que sintamos que hemos estado allí con vosotros. Gracias por estos minutos de lectura