miércoles, 5 de octubre de 2011

“Aleksandr Deineka (1899-1969). Una vanguardia para el proletariado” en la Fundación Juan March



L.M.A.


El viernes 7 de octubre, a las 19,30 horas, se inaugura una completa retrospectiva de ALEKSANDR DEINEKA (1899-1969). UNA VANGUARDIA PARA EL PROLETARIADO, en la Fundación Juan March (www.march.es y también en Facebook y Twitter: @fundacionmarch), en Madrid. La muestra, comisariada por Manuel Fontán del Junco, director de Exposiciones de la Fundación Juan March, abarca desde los inicios de Aleksandr Deineka, la principal figura del llamado realismo socialista soviético, en los establecimientos de vanguardia de las primeras décadas del siglo XX hasta la práctica del realismo y la figuración de los años treinta a cincuenta. Sus escenas de masas y fábricas se revelan como formidables metáforas de los ideales que comenzaban ya a convertirse en el motor y la fuerza de una de las potencias que definiría buena parte del siglo XX: la utopía soviética de la total transformación revolucionaria de la realidad social y material por la dialéctica del capital y del trabajo. Estará abierta hasta el 15 de enero de 2012.

LA FIGURA MÁS RELEVANTE Y AMBIGUA
DEL REALISMO SOCIALISTA SOVIÉTICO


La exposición ALEKSANDR DEINEKA (1899-1969). UNA VANGUARDIA PARA EL PROLETARIADO es, desde luego, una completa retrospectiva –la cuarta tras la muestra pionera de 1982 celebrada en Düsseldorf y las más recientes de Helsinki y Roma– y, con 80 obras del artista (lienzos de gran formato, además de dibujos, bocetos, revistas, libros, fotografías hasta un total de 250 piezas), la más amplia dedicada fuera de Rusia a la figura de Deineka. Pero la exposición, por primera vez también, pretende presentar a Aleksandr Deineka –y, a través de él, a toda su época– en el doble contexto al que pertenece: el del final de la vanguardia y el del advenimiento del realismo socialista.

Ése es un objetivo para el que resulta difícil encontrar un ejemplo mejor que el que proporcionan tanto la fuerza pictórica de Deineka como la fascinante ambigüedad de su arte y de su figura: formado en los establecimientos de inspiración vanguardista, fue miembro de las últimas agrupaciones de la vanguardia constructivista (como Oktyabr ) y también agitador comprometido con la revolución y la construcción socialista del país, lo que no evitó que fuera acusado de formalismo, al mismo tiempo que obtuvo permisos para viajar al extranjero y recibió destacados encargos del estado soviético, de cuyas utópicas pretensiones consiguió algunas de las figuraciones y representaciones más logradas.

Esa cierta “ambigüedad” ha sido aprovechada para, mediante una cuidada y amplia selección de obras de artistas de la vanguardia rusa –atendiendo en especial a su desarrollo revolucionario–, de revistas, carteles, libros, documentos y objetos, presentar en ALEKSANDR DEINEKA (1899-1969). UNA VANGUARDIA PARA EL PROLETARIADO la peculiar (y desconocida) lógica de las relaciones entre la vanguardia y el realismo socialista, que se entendía a sí mismo, con toda evidencia, como una suerte de vanguardia artístico-política para el proletariado, más radicalmente sincronizada con la construcción política de la utopía soviética que la propia vanguardia artística: por eso, la exposición traza un arco que parte de la primera ópera futurista –La Victoria sobre el Sol de Kruchionij y Malévich, de 1913– y concluye con la muerte de Stalin en 1953, atendiendo a las más diversas manifestaciones de un arte que permeó todas las esferas de la vida y acompañó los intentos de transformar radicalmente la realidad por parte de un poder político que se concebía a sí mismo en demiúrgicos términos artísticos.

MÚSICA SOVIÉTICA EN EL CONCIERTO
DE INAUGURACIÓN


Como complemento de la exposición, se ha programado en la Fundación Juan March para el mes de octubre un ciclo de conciertos titulado MÚSICA SOVIÉTICA DE LA REVOLUCIÓN A STALIN. El ciclo se centra en uno de los periodos más convulsos de la reciente historia de la música occidental: el desarrollado en la extinta URSS entre el estallido de la Revolución en 1917 y la muerte de Stalin en 1953. Durante estas tres décadas y media, la creación artística soviética pasó de una fértil e imaginativa vanguardia a la más violenta imposición de los dogmas del “realismo soviético”, un viraje extremo marcado por un decreto estalinista proclamado en 1932. Las diversas tendencias compositivas y las diferentes relaciones que los principales compositores del periodo lograron mantener con las autoridades del régimen son las líneas que articulan los programas que conforman este ciclo de conciertos, con siete compositores (Aram Khachaturian, Dimitri Shostakovich, Sergei Prokofiev, Dimitri Kabalebsky, Sergei Rachmaninov, Mieczyslaw Weinberg y Galina Ivánovna Ustvolkaya) cuyas carreras nacieron o se forjaron en estas complejas circunstancias.


El primer concierto se ofrece el mismo viernes 7 de octubre, a las 19,30 horas, en el acto de inauguración. Tras la intervención de Manuel Fontán del Junco y de la profesora Christina Kiaer (Northwestern University, Illinois), la mayor especialista mundial en Deineka, el Dúo de pianos Moreno Gistaín (Juan Fernando y José Enrique Moreno Gistaín, ofrece un concierto con obras de A. Khachaturian, D. Shostakovich y S. Prokofiev.

Este concierto inicia el ciclo que continúa el miércoles 19 de octubre, con la intervención de la pianista Mariana Gurkova, con obras de D. Shostakovich, A. Khachaturian, S. Prokofiev, D. Kabalevsky y S. Rachmaninov; y concluye el miércoles 26 de octubre con el concierto del grupo OXALYS (Shirly Laub y Frédéric d´Ursel, violines; Elisabeth Smalt, viola; Martijn Vink, violonchelo, y Nathalie Lefèvre, clarinete) y el pianista Boyan Vodenitcharov, con obras de S. Prokofiev, M. Weinberg, G. I. Ustvolskaya y D. Shostakovich.

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