viernes, 15 de enero de 2010

Ha muerto Don Antonio

Dolores Gallardo


Sí, ya se que debería poner “Ha muerto Don Antonio Fontán” o el Dr. D. Antonio Fontán o el Excelentísimo Sr. Marqués de Guadalcanal o el primer Presidente del Senado de la Democracia o el último Director del diario Madrid, o… Todo eso lo fue, pero para muchos de nosotros –profesores y alumnos de la Complutense- fue simplemente D. Antonio, nada más … y nada menos. No hacía falta añadir apellido ni protocolario Dr. Si se decía D. Antonio, se sabía de quien se hablaba.

Hoy, 15 de enero, hace justamente tres meses que cumplió 86 lúcidos años.
Todos los periódicos y las emisoras de televisión y radio han glosado su figura y su carrera política, académica o periodística.

Yo quiero hablar del ser humano maravilloso que conocí hace treinta y tres años y con el que he compartido muchísimos días de mi vida académica. No fui alumna suya (cuando llegó en 1976 a la Complutense yo ya era profesora), ni colaboradora (teníamos campos distintos de investigación), pero compartimos durante todo el tiempo espacio físico –teníamos despachos contiguos a los que se pasaba por la misma puerta- y eso unido a su afable carácter y enorme humanidad nos hizo amigos, salvando, claro está, la distancia que mediaba entre su enorme talla académica y humana y la de una joven profesora.

Esa amistad continúo en el tiempo, más allá del momento en el que con sesenta y cincos años tuvo que dejar la docencia, y ha perdurado hasta ayer.

Con D. Antonio Fontán desaparece el último gran representante de la época grande de la Filología latina en España, en la que con luz propia brillaron en la Complutense, “los latinos” A. Fontán, S. Mariner o A. Ruiz de Elvira junto con los “griegos” Rodríguez Adrados, Sanchez Ruiperez, Lasso de la Vega y Luis Gil.

D. Antonio Fontán fue muchas cosas: ministro de Extensión territorial, Presidente del Senado, Director del diario Madrid y de unas cuantas revistas –la última y hasta su muerte “Nueva Revista”- pero por encima de todo fue Maestro. Por eso le hemos dado el último adiós en un Colegio Mayor, el Colegio Mayor España. No podía ser de otra manera.

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