martes, 6 de diciembre de 2011

Juan Moral, Esculturas de acero cortén en la nieve de la sierra


Estudio de Juan Moral




Julia Sáez-Angulo


El arte de felicitar la Navidad con “chrismass” o tarjetas postales es un arte, al que los artistas se consagran con verdadero talento y hacen de aquellas, objeto de colección. El escultor Juan Moral  ha ideado una exposición de sus esculturas en acero corten y piedra en medio de una gran nevada.

La instalación del conjunto de piezas la situó en el jardín de su casa/taller ecológica, situada en Torrelodones, sierra media de Madrid. El contraste entre la nieve del suelo y el rojizo del acero corten, junto al verdor de los árboles de hoja peremne ha dado lugar a instantáneas de gran belleza, una de las cuales ha sido seleccionada para felicitar la Navidad de 2012.

Juan Moral Moral (Torre del Campo. Jaén, 1941) es artista de prolongada trayectoria y en su haber figuran esculturas monumentales como las dos al aire libre en la Universidad de Jaén, el “Monumento a los Pueblos Iberoamericanos” en Coslada (Madrid); “El Copo” en Algeciras (Cádiz); “La Torre de los tiempos” junto al Centro Cultural de Torrelodones (Madrid) y otras.

El escultor jienense, residente en Madrid, partió de los “litospacios”, superficies metálicas revestidas de piedras naturales, con los que ha trabajado en diferentes series, la última sobre el Renacimiento, después de un largo viaje a Italia, a la que ha añadido algunos homenajes a figuras del renacimiento español como Pedro de Vandelvira (finales del siglo XV), arquitecto de la catedral de Jaén.
Pizarras, cuarzos, mármoles, piritas, sodalitas, aragonitos, carborundum, corales, ágatas, lapislázulis, malaquitas, rosas del desierto, fósiles... Todo un despliegue pétreo de gran belleza que el escultor maneja con vocación plástica y cromática en litospacios bidimensionales o esculturas.

Las últimas piedras traídas de Riaza (Segovia) fueron la dinámica que llevó a Juan Moral a componer la “Trilogía de Otoño”, estación colorista en la bella e histórica ciudad castellana, que le motivó tres piezas espléndidas, con materiales pétreos del lugar, especialmente pizarras y cuarcitas. El “Espejismo de Otoño", lleva cuarzos espejados y traslúcidos; a la “Luna florida de Otoño", incorporó tres bellas rosas del desierto y el “Homenaje a Goya” trae a la memoria por alusiones, el perro semi-enterrado en la arena del pintor aragonés.



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