jueves, 29 de octubre de 2015

Botí, Exposición de pintura en el Centro Cultural Moncloa de Madrid a los XX años de su muerte






Julia Sáez-Angulo

         Rafael Botí. XX Aniversario de su Muerte es el título de la exposición del pintor, del que, como se indica en el título, se conmemoran los veinte años de la desaparición del artista. El comisario de la muestra, que acoge una treintena de cuadros, es Tomás Paredes y la coordinadora Manoli Ruiz Berrio.

         Próximamente tendrá lugar una nueva exposición del pintor Botí en el Ateneo de Madrid, para conmemorar la misma efemérides.

         Para el evento se ha editado un amplio libro que recoge la reproducción de la mayor parte de sus obras, distribuidas en museos, fundaciones y colecciones particulares. Igualmente recoge los textos de los críticos de arte que han hablado del pintor Botí, en su mayor parte poetas.

         Antonio Gala ha escrito sobre el pintor Botí:

         “La pintura, como toda emoción estética, es inefable. Para definirla se precisa emplear términos perifrásticos; aproximarse a ella a través de rodeos. Porque a la pintura se la siente, no se la expresa: es, en sí misma, una expresión. De ahí que el efecto varíe según el sujeto que la perciba”.

         “Por eso, lo primero que sorprende en la obra de Rafael Botí, a un año antes de contemplarla, es precisamente la una ni mi edad no sólo de las críticas, sino de las palabras con que tales críticas se exponen. Pocas veces he visto repetirse tanto los mismos adjetivos. Reflexionando sobre la causa, he llegado a la conclusión de que quizá sea -como por paradoja- que se trata de una pintura no adjetiva. Y que, al ser una pintura sustantiva, se dirige a esa médula, misteriosa y sagrada, en que los seres humanos -todos- somos tan semejantes.”       “Admiro de corazón a Rafael Botí porque su pintura -tal como le es dada y tal como él la transmite- es un acto de amor. Como todo, en el arte y en la vida, tendría que ser siempre”.

         Discípulo de don Daniel Vázquez Díaz, Rafael Botí Gaitán (Córdoba, 1900 – Madrid, 1995) era músico de profesión, pero al mismo tiempo pintor  vocacional de gran maestría, reconocido por el propio don Daniel.

         Crítico de arte, su hijo, el coleccionista y crítico de arte  Rafael Botí Torres (Córdoba, 1930) y su esposa Dely Blanco han cuidado el legado del padre  y lo ha difundido con inteligencia a través de exposiciones, fundaciones y museos. Córdoba cuenta con la Fundación Rafael Botí, que conserva una buena colección de obras del artista. El museo de la Fundación se ha inaugurado recientemente.

 Más información
http://www.rafaelboti.com/
         


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