Julia Sáez-Angulo
El esplendor del Barroco Madrileño es el
tema de la conferencia que ha impartido el historiador y profesor José María
Quesada Valera en el Aula de la madrileña iglesia de San Ginés. El párroco de
la iglesia y delegado episcopal para el Patrimonio Cultural, don José Luis
Montes Toyos, hizo la presentación del conferenciante, diciendo que el
historiador tenía “una mirada fotográfica y una memoria portentosa”.
El acto
tuvo lugar dentro de la programación de la Real Parroquia de San Ginés y el
voluntariado cultural Spíritus Artis,
que ha presentado el programa del segundo trimestre del curso 2015/2016.
La
conferencia se centró fundamentalmente en el tiempo de Carlos II, de la
dinastía de los Austria, “momento álgido para la historia de España”, en el que
brilló un buen número de pintores españoles relevantes, posteriores a
Velázquez. El pintor y capellán de San Ginés, Antonio Palomino, escribió las
biografías de buena parte de ellos. Palomino está enterrado en la sacramental
de la citada iglesia, al igual que otros muchos pintores.
El
profesor Quesada insistió en que “el Barroco Madrileño fue un periodo memorable
del arte español”, donde recalaron más de ciento veinte pintores en la Corte.
Incluso los nombres de la escuela sevillana de pintura palidece ante la
brillantez de la escuela madrileña con nombres como Carreño Miranda, Claudio
Coello, Frías Escalante…
Si bien
la bella pintura de Luis Morales palidece ante lo que en su momento se hacía en
Italia o Flandes, la pintura madrileña del Barroco nada tiene que envidiar a la
que se hacía en esos mismos países en el mismo tiempo, señaló el
conferenciante.
El
historiador elogió el texto de Elías Tormo sobre el Barroco Español, escrito en
el que han entrado a fondo autores posteriores como Jonathan Brown o John
Elliot. El profesor Quesada repasó con ilustraciones de las obras, los
encargos, como mecenas, llevados a cabo por la Monarquía, la Nobleza y la Iglesia,
así como los correspondientes pintores.
La
construcción de El Escorial y el palacio del Buen Retiro requerían la
ornamentación de la pintura, lo que convocó a los mejores artistas españoles,
italianos y El Greco. El conferenciante mencionó y elogió las virtudes
pictóricas de Martínez del Mazo, Juan de Pareja y Sebastián Herrera Barnuevo,
José Antolínez, Frías Escalante, Alonso del Arco, José María Hidalgo, Pedro
Ruíz González, Sebastián Muñoz...
Capilla del Santísimo. San Ginés
Capilla del Santísimo. San Ginés
De
Carreño Miranda subrayó la buena técnica, donde es el ojo construye las figuras
de lejos y de cerca todo es pincelada que se destruye. Pintaba para los ojos. Por
otra parte dijo que Claudio Coello fue el gran pintor de las pinturas del
convento de San Plácido. Lamentablemente no se ha hecho exposición alguna de
Claudio Coello en el Museo del Prado.
El siglo
XVII fue un siglo de luces en las artes,
no así en la monarquía de los Austrias.
La madrileña
iglesia histórica de San Ginés cuenta con unas 60 pinturas, de las que 32
fueron adquiridas mientras estuvo el delegado episcopal del patrimonio
artístico, don José Luis Montes Toyos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario