HOLBOX, CHINCHÉN-ITZÁ,
YUCATÁN.
Escribir lo no vivido, es, vivir lo no vivido.
Invitados por nuestros amigos Guillermo Horrach y Antonia Moyá,
propietarios del hotel HM Villas Paraíso del Mar de Holbox, debíamos pasar unos
días en su hotel de Méjico.
Viaje, experiencia, y deseo por lo que nos contó nuestra ahijada Ana, lo referido
por el “grupo de los lunes” y, sobretodo,
por Guillermo y Toñita.
No pudimos realizarlo por culpa de una lumbalgia hiper-dolorosa.
No me resisto a transcribir lo que había anotado, antes de partir, para vivir más intensamente los días de relax,
naturaleza y cultura esperados.
Yucatán: La península de
Yucatán debe su nombre a la Yuca ,
planta muy valiosa para los indígenas y abundante en esta tierra. Fue asiento de la cultura maya-tolteca
que nos
dejo innumerables monumentos:
Tulum, Chinchén Itzá –Patrimonio de la Humanidad , séptima
maravilla del mundo moderno -, Uxmal, etc.
Cristóbal Colón, en su segundo viaje, descubrió Jamaica, recorrió el sur-oeste
de Cuba; Jardín de la Reina , Golfo de Cazones,
Golfo de Botabano, la Isla
de San Juan Evangelista, etc., encontró hombres de piel clara que iban vestidos
con túnica blanca y que los demás habitantes isleños decían que eran hombres
con rabo, conclusión, para ellos, de su forma de vestir con bata. Colón no
llegó al extremo occidental de Cuba, y pensó
que la isla era tierra firme. El 12 de
junio de 1494 hizo jurar a su tripulación que Cuba era “como tierra firme”. Su hijo,
Hernando, nos describe “Viernes, a 13 de Junio, viendo el Almirante que la
costa de Cuba se extendía mucho al Occidente; que su navegación era dificilísima
por la innumerable multitud de isletas y barrancos que había en todas partes, y
que ya le comenzaban a faltar los bastimentos, por lo que no podía continuar el
viaje según su propósito, resolvió tornar a la isla Española”.
(*)
En su carta náutica (*), de septiembre de 1492, vemos las costas de
Euráfrica, el océano Atlántico, con muchas islas, y la costa de Asia, mientras,
en la reconstrucción de su carta náutica (**) de 1494, vemos que Cuba forma una
misma península con Mangi, Catay, etc., y también las islas ya descubiertas;
Sant Salvador, Babeque, Isabela, Islas Vírgenes, Antigua, San Juan,
Marigalante, Guadalupe y Dominica, al creer, Colón, que había llegado a la India. Son las dos primeras
noticias cartográficas, equivocadas, que tenemos de Yucatán, confundida, la
península, con la India. Se
ha escrito mucho del “error” en creer que había llegado a la India. Este “error” colombino puede
motivar infravalorar el Descubrimiento de Cristóbal Colón, pensando que su
hallazgo fue por suerte y no algo buscado en ciencia.
En mí escrito, en
el blog LA MIRADA ACTUAL
del 21 octubre 2010 “LAS SUPUESTAS
EQUIVOCACIONES DE CRISTÓBAL COLÓN” intente
clarificar este hecho. Sólo unos breves apuntes; Desde Eratóstenes, dos siglos
y medio antes de Cristo, sabemos de la esfericidad y medida de la tierra. Al
ser Cristóbal Colón una persona culta y muy religiosa se debió dejar
influenciar por la teoría recogida en el Libro de Esdras, seguida por San
Ambrosio, San Agustín y por el Cardenal D’Ailly, de que la tierra estaba
formada por 6/7 de tierra firme –desde la Península Ibérica
hasta la costa de la India-
y 1/7 de mar océana, Océano Atlántico.
Con esta suposición no existía el Nuevo Mundo ni el Océano Pacífico y le era
más fácil convencer a los Reyes Católicos de la posibilidad de su proyecto.
Contempló el mapa de Ptolomeo -150 años D.C.- leyó el libro de Marco Polo, estudió el mapamundi de Cresques Abraham,
etc., que en parte apoyaban su idea de los 7/7 de la tierra. Lo cierto es que Colón sabía
donde iba, la distancia a recorrer y lo que encontraría. Eratóstenes, en aquel
momento, no le era útil. Sus ideas religiosas si lo fueron.
En su libro “LA RUTA T
y D”, Don José Antonio Hurtado García, demuestra que el mapa utilizado por
Cristóbal Colón fue el llamado Atlas Catalán, obra maestra de la cartografía, confeccionado por Cresques Abraham en Palma de
Mallorca el año 1375 y que se conserva en la Biblioteca Nacional
de París
CHINCHÉN-ITZÁ:
Lo leído en el libro “El Dios de la lluvia llora sobre Méjico”, en otros libros,
en estudios, etc. y oído a tantas
personas que me han hablado de esta colosal maravilla, me han inducido a comentar la semblanza, para interpretar y ver, la posible analogía en el hacer de sus
constructores con la Catedral
de Mallorca. En mí escrito en LA MIRADA
ACTUAL “CATEDRAL DE MALLORCA (LA SEU ), Rica historia y
arquitectura” del 2-V-2011, escribía sobre las combinaciones de luces, colores
y formaciones de figuras que se crean, en días señalados, dada la situación de
sus rosetones y el recorrido del astro Sol. ¿Es una casualidad que la luz solar
que penetra por el rosetón grande de la Catedral de Mallorca ilumine el rosetón pequeño? ¿Es casualidad que
esta misma luz forme la figura de un 8 con el rosetón pequeño? Sabemos que la fábrica de la Catedral tiene una
asimetría de 10º respecto a su campanario y que los cimientos de éste eran los
del minarete –alminar- de la Mezquita Mayor
que estaba dirigida hacía la Meca.
Convendremos que al no
seguir esta simetría, los albañiles-arquitectos
cristianos que construyeron la
Catedral , fue buscando unos resultados o efectos
preconcebidos.
Parecido resultado el conseguido en la Pirámide de Kukulcán –Chinchén-Itzá- con las luces y sombras que forman la Serpiente Alada.
Son el resultado de una asimetría de 17º respecto a los cuatro puntos
cardinales. ¿Casualidad o ciencia? Creo
que fueron sus conocimientos científicos, fruto de intensa contemplación y
asimilación de unos hechos naturales que aplicaron en ciencia, los que han
hecho posible que la luz y sombras formen la Serpiente Alada , y,
empiece a andar. Interpretaban la ciencia que poseía lo que observaban y la utilizaban
en sus obras.
Conclusiones, para muchos, que han
hecho avanzar la ciencia.
El conjunto arquitectónico debe ser impresionante y habrá que ir a vivirlo.
Recordar a Moctezuma, Tecuichpo, el rey
Molch, Tenochtilán, Tezcuco, Anahuac, Cholula, Hernán Cortés, etc. será revivir
un tiempo histórico muy interesante.
Subir y bajar la Pirámide ,
cuando era permitido, lo realizo Rafael
4 veces, y, también, alguna vez
otros amigos del “grupo de los lunes”.
Debía ser un espectáculo horrendo ver a los sacerdotes sacrificando seres humanos para
aplacar la ira de sus dioses.
Debe admirarse, y valorar, la perfección en la confección y encaje de las
piedras que forman los monumentos del conjunto. Piedras trabajadas, ajustadas
tan perfectamente que una hoja de cuchillo no podía penetrar en sus juntas,
formando la colosal Pirámide. Recordemos que antes de la Conquista no conocían el
hierro y por ello las tallaban con otras piedras más duras. Qué trabajo. Y
cuanta perfección. Unamos a ello que estas piedras, hoy negruscas, las pulían
consiguiendo aparentar edificaciones de plata al iluminarlas el sol. Este pulimento lo realizaban con piedras, raíces y plantas obteniendo un gris claro y brillante. Me lo
imagino, y tengo escalofríos. La visión
sobrecogedora que debían contemplar en su deslumbrante pureza, rota por las
manchas de sangre de los sacrificados, de sus cuerpos y de los sacerdotes
ataviados en sus túnicas emplumadas, que oficiaban los sacrificios.
Sacrificios humanos ofrecidos para saciar a los dioses paganos que requerían
más y más doncellas y jóvenes, para ayudar a sus reyes. Los corazones, aún palpitantes,
eran ofrecidos a la Serpiente Alada.
Un cuchillo de ichtzli era el medio utilizado para abrir sus pechos
vivos.
HOLBOX, en maya yucateco, significa hoyo negro.
Flamencos rosa, pelícanos, patos,
tortugas, manglares, mar, peces, sol, luz, ambiente primitivo, etc. etc., ¡naturaleza en total abundancia!, llegar y
disfrutar del hotel. Toda una experiencia que no hemos podido deleitar. Lo
siento.
Cristóbal Colón buscaba el Paraíso Terrenal. De haber llegado a Holbox, posiblemente hubiera creído que un
trozo de tierra, una isla, se había desprendido del mismo y ese trozo de Paraíso
era la isla que contemplaba.
Por lo que he leído y me han contado, creo que la isla debería llamarse “HOLBOX, isla Paraíso”.
(*), (**) Museo del Tratado de
Tordesillas. Valladolid
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