02-octubre-2015.- Durante la 77ª reunión
del Consejo de Patrimonio Histórico celebrada hoy en Madrid se ha acordado la
inclusión en la Lista Indicativa de Patrimonio Mundial de la UNESCO de las
siguientes propuestas: Risco Caído y los espacios sagrados
de montaña de Gran Canaria (Islas Canarias), El Turó de la Seu Vella de Lleida.
Paisaje de la memoria, hito monumental y vacío urbano (Cataluña), La Rábida y
lugares colombinos (Andalucía), y el Palacio de los Duques del Infantado
(Castilla La Mancha).
El Consejo de Patrimonio
Histórico es órgano de coordinación entre el Estado y las CCAA, presidido por
el director general de Bellas Artes y Bienes Culturales y de Archivos y
Bibliotecas, Miguel Angel Recio.
El
primer paso para la declaración de un bien como Patrimonio Mundial que debe
llevar a cabo un país, siguiendo las indicaciones de la Convención de París, es
la realización de un inventario, denominado Lista Indicativa. Esta Lista es de
suma importancia, ya que, si un bien no figura en la misma al menos con un año
de antelación, el país no podrá elevar al Comité una propuesta de candidatura
de dicho bien. Además, las Listas Indicativas de todos los Estados Parte son
una herramienta de planificación ya que nos ayudan a prever el futuro de la
Lista de Patrimonio Mundial y a conseguir que ésta, siguiendo los principios de la
Estrategia Global, sea más representativa y equilibrada.
Risco Caído y los espacios sagrados de montaña de Gran Canaria
Conjunto de sitios Arqueológicos situados al
noroeste montañoso de la isla de Gran Canaria, de marcado carácter arque-astronómico,
que testimonian la cúspide de una cultura insular desaparecida que, en
situación de aislamiento, fue capaz de desarrollar una cosmovisión única en su
género y un sistema de excepcionales asentamientos trogloditas integrados
inteligentemente en el medio y en el territorio.
Se trata de un patrimonio excepcional que
expresa un proceso único e irrepetible en la evolución insular, asociado a la
astronomía cultural y sus paisajes.
El
Turó de la Seu Vella de Lleida
La candidatura del El Turó se compone de
tres elementos arquitectónicos, la Seu Vella de Lleida, el castillo del Rey o
Suda y el conjunto de fortificaciones. Los tres elementos, considerados parte del patrimonio urbano del
paisaje, se ubican en una colina con tres escalones diferenciados, señalándose
que la Seu Vella es el elemento que reúne en su construcción las condiciones de
Patrimonio Monumental de Valor Universal. La Seu está constituida por la antigua iglesia,
claustro gótico trapezoidal, el edificio de la Canónica y una torre-campanario
octogonal.
El valor universal excepcional del Turó
radica en su dimensión simbólica, al tratarse del icono leridano y de su
representación ante el mundo, de valor cultural indiscutible y “faro terrestre”
como metafóricamente se le denomina.
Monasterio
de Santa María de La Rábida y Lugares Colombinos
La propuesta del Monasterio de Santa María
de La Rábida y Lugares Colombinos incluye 14 bienes culturales pertenecientes a
cuatro municipios de la provincia de Huelva, que componen, en su conjunto, un
"bien en serie" de los definidos en el párrafo 138 de las Directrices
Prácticas para la aplicación de la Convención del Patrimonio Mundial. Testimonia
el lugar donde se inició la primera expedición que encabeza la Era de los
Grandes Descubrimientos marítimos que habrían de cimentar el mundo moderno.
La propuesta se estructura alrededor una
figura de extraordinaria significación universal, Cristóbal Colón, representada
en la serie por los sitios o monumentos seleccionados, algunos de los cuales
fueron testigos de la presencia del Almirante y sus compañeros.
Palacio
de los Duques del Infantado (Guadalajara)
El palacio renacentista de los Duques del Infantado, situado en el
centro histórico de Guadalajara, es una expresión original del lenguaje
artístico del siglo XVI que permite conocer el papel del mecenazgo de la
nobleza en la arquitectura mundial y poner en valor obras que son el crisol de
corrientes estéticas de culturas enfrentadas, además de constituir un ejemplo
de edificio civil que supuso una
renovación de las ideas estéticas.
Se trata de una obra de madurez de Juan
Guas, un palacio señorial innovador y un
modelo germinal de la arquitectura peninsular y ultramarina del siglo XVI que
ayudó a la creación de los estilos plateresco y manuelino. La
combinación de elementos góticos, orientales y renacentistas sirvieron para
configurar un modelo de palacio nobiliario con influencias italianas y que, sin
duda, influyó en la arquitectura peninsular
y americana del siglo XVI, especialmente en lo referente a la fachada
retablo y a las galerías de ventanales.
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