viernes, 10 de enero de 2020

“Más que reinas: Cleopatra", Dos conferencias ofrecidas por Rosa María Cid


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Cleopatra, más allá de la historia. Un mito del poder femenino en la cultura de Occidente 

Liz Taylor en el papel de Cleopatra en el cine


L.M.A.


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          11/1/20 .- Madrid .-Ha tenido lugar en la Fundación Juan March un ciclo de dos conferencias sobre Más que reinas: Cleopatra, ofrecido por la catedrática de Historia Antigua de la Universidad de Oviedo, Rosa María Cid.

            La catedrática de Historia Antigua de la Universidad de Oviedo y especialista en la historia social y cultural de las mujeres en la Roma antigua, Rosa María Cid, ha analizado en dos conferencias la figura e imagen de Cleopatra, la última reina de la dinastía ptolemaica y con cuya muerte finalizó el periodo helenístico de Egipto.

            La biografía de Cleopatra ha suscitado siempre gran interés, aunque pocas veces –afirma Rosa María Cid–se ha intentado narrar la vida de una reina sino, más bien, la imagen de la mujer oriental que retó a Occidente. Desde un análisis imparcial de las fuentes de la época, aparece una mujer con sagaces criterios políticos que intentó defender su reino frente a Roma.
                                                      
            La azarosa existencia de esta reina la convirtieron en un mito, recreado frecuentemente como la vida de una mujer poderosa, seductora, ambiciosa, caprichosa e incluso cruel. Sin embargo, se están empezando a ver otras imágenes de la reina que rara vez han aparecido en la literatura, el arte o la historia.

Cleopatra, una reina en la encrucijada. Entre Oriente y Occidente

            En la historia de Occidente, sin duda, Cleopatra representa uno de los personajes femeninos más conocidos, incluso entre el gran público. Su biografía ha suscitado el interés de notables eruditos e historiadores, pero también de artistas y literatos, aunque pocas veces se ha intentado construir la vida de una reina, sino la imagen de la mujer oriental que retó a Occidente. Más allá del mito, y desde un análisis imparcial de los testimonios de la época, aparece una mujer con sagaces criterios políticos; una reina que gobernó en una etapa muy convulsa, con sus aciertos y errores.

            Cleopatra, la última descendiente de la dinastía ptolemaica, que controló Egipto durante 300 años, intentó defender la independencia de su reino frente al poder imparable de Roma. Fracasó en el intento, aunque había sabido granjearse primero el apoyo de César, el padre de su primogénito Cesarión y único descendiente biológico que sobrevivió al notable romano. Luego se unió a Marco Antonio, padre de sus otros tres hijos y también su esposo. Con este último, ideó un proyecto político de control del Mediterráneo que otorgaba un notable papel a tradiciones orientales y al propio reino de Egipto. Tales pretensiones condujeron a la rivalidad con Augusto, el hombre más poderoso de su tiempo, defensor de los valores de lo que hoy llamaríamos Occidente. El enfrentamiento entre Augusto y Cleopatra, unida a Marco Antonio, se dirimió en la famosa batalla de Actium, donde la reina egipcia fue vencida y se impuso la victoria de Roma, en el año 31 a. C. Casi un año después tuvo lugar el teatral suicidio de la reina, que ella perfectamente diseñó y que ponía de manifiesto su derrota. Con este hecho, daba comienzo la leyenda de la "terrible y funesta reina del Nilo".

Un mito que se prolonga

            Su azarosa existencia y los tiempos en que transcurrió su biografía, convirtieron a Cleopatra en un mito, que nació tras su suicidio y que no dejó de aumentar con el paso del tiempo. Pintores, músicos, poetas, dramaturgos, cineastas, e incluso el cómic, no han dejado de recrear la vida de una mujer siempre poderosa, seductora, ambiciosa, al mismo tiempo avara y derrochadora, caprichosa e incluso cruel. Se olvida con frecuencia que fue una reina, hasta el punto de que en la historia de la pintura puede aparecer desnuda, o semidesnuda. Ante todo, se evoca a una mujer amante del lujo y los placeres, despreocupada de los asuntos de gobierno e incapaz de controlar sus pasiones. Rara vez se encuentran versiones amables de su comportamiento, y, si sucede, es para presentarnos a la mujer enamorada de Marco Antonio, no a la reina.

            Paradójicamente, el personaje siempre ha suscitado una enorme atracción, que oscila entre la fascinación y el temor. Se reconoce su encanto personal, que la convirtió en la amante de hombres muy poderosos de su época, como César y Marco Antonio; aunque no lo consiguió con Augusto, hábil para evitar las artimañas de la egipcia. Este fue su enemigo, quien truncó su sueño político, e incitó su muerte. Él propició la creación de ese mito de los males del poder femenino, acrecentados en el caso de Cleopatra, personificación del peligro de Oriente sobre Occidente. De ahí la importancia de su suicidio, que se ha representado en múltiples ocasiones, porque el cuerpo inerte de la reina simbolizó tanto el poder masculino sobre lo femenino, como el triunfo de la cultura occidental sobre la oriental.

            Sin embargo, a lo largo de la historia, y especialmente en las últimas décadas, estamos empezando a ver otras imágenes de la reina que rara vez han aparecido en la literatura, el arte o la historia. Solo hubo una gobernante de Egipto llamada Cleopatra VII, pero de su aventurada existencia emergieron muchas Cleopatras. Valorar la creación y larga pervivencia de los relatos sobre la antigua reina del Nilo, sin duda muy ajenos a lo que fue su biografía histórica, nos permiten profundizar en los prejuicios persistentes sobre las mujeres, casi siempre peligrosas si son poderosas y orientales.

Datos biográficos de Rosa María Cid

            Catedrática de Historia Antigua de la Universidad de Oviedo, donde asimismo es coordinadora del grupo de investigación, acreditado con la excelencia, "Deméter, Maternidad, Género y Familia". Es especialista en la historia social y cultural de las mujeres en la Roma antigua, con especial atención a los temas del trabajo, la religión, el poder (con especial atención a las biografías de Cleopatra o Livia, entre otras), así como la historiografía sobre los estudios de mujeres y/o de género.
            Su línea principal de investigación se relaciona con la maternidad y las madres en el Mediterráneo antiguo, una temática que impulsó en la universidad española como investigadora principal de diferentes proyectos nacionales de I+D. En la actualidad, está desarrollando el proyecto titulado "Maternidades, filiaciones y sentimientos en las sociedades griega y romana de la antigüedad. Familias alternativas y otras relaciones de parentesco fuera de la norma", en el que participan profesoras de diferentes universidades españolas y europeas.
            De sus casi 150 publicaciones, entre las más recientes destacan la edición de las obras: Madres y maternidades. Construcciones culturales en la civilización clásica (2009) y Maternidad/es: representaciones y realidad social. Edades Antigua y Medieval (2010), Mujeres en la Historia (2011) y Horas de radio sobre mujeres e Historia (2013). Asimismo, ha dirigido La maternité à l´epreuve du genre. Metamorphoses et permanences de la maternité  dans l´aire méditerranéenne (2012, en colaboración con Yvonne Knibiehler y Francesca Arena) y es coeditora de Debita verba. Estudios en homenaje al profesor Julio Mangas Manjarrrés (2013, con Estela García Fernández) y de Motherhood and Infancies (2018, junto a Margarita Sánchez Romero). Ha publicado en revistas como Arenal, Arys, Asparkía, Studia Historia. Historia Antigua y Lectora, entre otras.
            Forma parte de los consejos editoriales de diferentes revistas y colecciones editoriales, siendo la directora de la colección "Deméter", editada por la Universidad de Oviedo y la editorial Trabe y especializada en temáticas de historia y derecho desde la perspectiva de género y feminista.

El audio de todas las conferencias está disponible en

La página web de la Fundación Juan March
 recoge un vídeo de algunas de ellas en

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