martes, 1 de septiembre de 2020

Blanca Martí: “Trascender el caos en la materia”. La aventura de pintar a fondo

 Exposición en "Espacio Cultura". Madrid
c/ General Arrando, 14; 28010 Madrid
Septiembre Del 1 al 20 de septiembre de 2020



Blanca Martí, pintora


L.M.A.

2/9/2020 .- Madrid .- El acto creativo en el arte tiene tres fases: la inspiración, la aplicación de la técnica y el acto expresivo. Siempre tratado con sinceridad y entrega. La obra de arte transmite emoción al espectador. Más allá de los trazos está el pulso firme del artista en su necesidad de comunicar y la voluntad de llegar al público. El público no existe sin valoración de la obra y sin posición crítica. La obra de arte se comparte hasta cuan- do rezuma resistencias al acto creativo. El mejor colega de un pintor en su trayectoria es el conocedor crítico. Siempre atento a los detalles y a las circunstancias. A la vez que exigente en la consecución de resultados.
Estamos ante la exposición de la obra reciente de Blanca Martí. Pintura que transmite seguridades y perplejidad. En primer lugar quiero expresar mis agradecimientos a la Fundación Iberoamérica Europa por haber cedido este magnífico espacio, en la capital madrileña, a la artista valenciana, Blanca Martí. Su obra fresca e intensa encuentra en este espacio el marco idóneo para disfrutarla y contemplarla.
Dos años después de haber comisariado la exposición de Blanca Martí en el Palacio Colomina, en la Universidad Cardenal Herrera en València, vuelve a confiar en mí para que colabore con ella en mi papel de comisario en esta nueva exposición en 2020. Después de este tiempo sin tener contacto con la obra de Blanca Martí, vuelve a sorprender- me con su vitalidad. La espontaneidad de la obra de Blanca me hace sentirme muy cómodo al afrontar el trabajo que ha desarrollado para, finalmente, abordar esta exposición con la nutrida colección de pintura que es capaz de producir con constancia y saber hacer. Notable en número y calidad de las obras que podemos admirar.
    En mi experiencia ante la pintura de Blanca Martí, me sorprende la capacidad de trabajo que ha desarrollado en conjunto. Más concretamente en los cuadros de mayor envergadura. En los que emplea técnicas y materiales tan agresivos –por su densidad y masa plástica– que requieren unas facultades físicas adecuadas, que Blanca posee. La sitúan a mitad de camino entre la pintura y la escultura. En ese campo he podido apreciar en sus cuadros, seguridad y el control de la materia, que destaca. Nada hay en ellos de improvisación. Desprenden la sensación de que, detrás de los cuadros, está la experiencia de muchos años de experimentación y estudio para culminar la obra que apreciamos en la exposición.
    Personalmente no he tenido la oportunidad de seguir de cerca el proceso creativo de Blanca en la producción de su obra. No obstante como soy pintor con muchos años de oficio, sé cómo se pinta un cuadro del Mantegna en el Quattrocento italiano o uno contemporáneo de Miró. Blanca, con gran versatilidad, pasa de pintar un cuadro impactante, en el que utiliza materiales agresivos –a la manera de Jackson Pollock– a otro con veladuras sutiles e insinuantes.
    Para unos, por sus dimensiones, es seguro que no duda en subir a un andamio para realizar mejor su trabajo. En su otra faceta se mentaliza y crea con especial sensibilidad. Se expresa mediante preciosas veladuras sobre un cristal. Que impactan a la manera de Viera da Silva. Esta técnica, casi etérea, impacta por su sutileza y nos introduce en una atmósfera que se presta a múltiples interpretaciones.
    Cuando he pasado por el estudio de Blanca Martí, he podido comprobar que tiene un recipiente lleno de pinceles. Son más bien brochas de amplio trazo. Cada pintor conoce perfectamente los utensilios que necesita utilizar para llevar a cabo su trabajo con éxito. Forma parte de su bagaje de procedimiento. Y Blanca, es evidente que necesita aplicar todo su conocimiento y experiencia para obtener los resultados que desea. Los que atraen al espectador por su marcada fuerza creativa, tal como podemos contemplar. Es espectacular la capacidad de aportar el modus operandi personal con herramientas y recursos que llaman la atención por su rigor y fuerza expresiva, cargada de matices y sutilezas.
    La forma de trabajar de Blanca me recuerda el contenido de las fotos que acompañaban la exposición de Francis Bacon en el Museo del Prado, donde el estudio del pintor reflejaba la sensación de un caos tremendo. En ese contexto era capaz de realizar el pintor esos impresionantes cuadros, en los que no había ni una mancha que no se co- respondiese armónicamente con la obra de arte.
    Algún día le diré a Blanca que me permita observar cómo pinta para comprobar con qué orden realiza su trabajo. He de confesar que me intriga conocer de qué manera llega a la obra que contemplamos y cómo plasma su impronta en los cuadros a partir de los materiales pictóricos y su aplicación en el lienzo.
    Los comentarios volcados en esta presentación estoy seguro que son suficientes para comprender e interpretar el trabajo creativo de Blanca Martí. Si su vocación y trasvase fue tardío, creo que podemos concluir que pertenece plenamente al mundo del arte, donde ha venido para quedarse.

Vicente Colom
Comisario

Más información
www.fundacionfie.org

 Pintura de Blanca Martí



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