domingo, 26 de marzo de 2023

FERNANDO CASTRO FLÓREZ: “Picasso, modelo del deseo. El voyeurismo desvelado”. Conferencia en el Ateneo

Fernando Castro Flórez, profesor de Filosofía y Teoría de las Artes 
Oscar Mariné, José Rayos y Fernando Castro Flórez

Julia Sáez-Angulo

Fotos: A.Zapisek y M. Saslovsky

            26/3/23.- Madrid.- La Sección de Ciencias Históricas del Ateneo de Madrid organizó la conferencia “Cincuenta aniversario. Pablo Picasso: modelos del deseo”, impartida por Fernando Castro, profesor de Filosofía y Teoría de las Artes de la Universidad Autónoma de Madrid. Introdujo el acto Oscar Mariné, presidente de la Sección de Artes Plásticas del Ateneo y presentó José Rayos, Secretario de la Sección de Ciencias Históricas

    Entre el 16 de marzo y el 5 de octubre, Pablo Picasso (1881-1973) realizó (asistido por el estampador Piero Crommelynck) 347 grabados, en los que encontramos desde escenas circenses a imágenes de intenso tono erótico. La Suite 347 se presentó en 1968 en la galería parisina de Louise Leiris, para viajar posteriormente al Art Institute de Chicago. Picasso realizó los grabados de la Suite 156 entre enero de 1970 y marzo de 1972 (si bien retomó dos obras anteriores de 1968 y 1969) y también fueron expuestas en la misma galería cuando todavía el artista estaba vivo en 1973. Cinco años después, al presentarse esas piezas, en la Kunsthaus de Zurich, se reconoció que eran obras fundamentales que tenían algo de testamentario. 50 años después de la muerte de Picasso podemos revisar sus “modelos del deseo” a partir de esas impresionantes series de grabados realizados en sus últimos años de vida, cuando parecía sublimar la impotencia; aunque el artista era ya un anciano no dejaba de re-imaginar obsesivamente el encuentro erótico, consciente de que el arte puede ser una promesa de felicidad o, por lo menos, un instante para recordar el placer.

Castro Flórez dijo que volvía al Ateneo de Madrid después de su conferencia a los 18 años, cuando él era antipicassiano furibundo, porque estaba más bien adscrito a las nuevas vanguardias conceptuales. El estudio, investigación posterior, le hizo reconocer a Picasso como cabeza de las vanguardias históricas de los años 20, más que de las radicales, a partir de los 50-60, de las que esa cabeza estaría en Marcel Duchamp. Nombres como Paul Klee, Mondrian o Malevich, también serían claves en el arte del siglo XX. Castro Flórez es autor del libro “Picasso, rey de los burdeles” (2008).

Señaló que la fuente del antipicasianismo estaría en el libro de su ex pareja Françoise Gilot “Vida con Picasso” sobre sobrevivir a artista malagueño.

Para el conferenciante, Picasso es un grabador de primer orden, que echó un buen pulso a Goya Y Rembradt , y en el dibujo lo hizo a Rafael y a Ingres. Ciertamente superó a su padre, profesor de Dibujo en Bellas Artes. Castro Flórez habló del interesante “estilo tardío” de Picasso y otros artistas, donde dan el do de pecho o canto del cisne en su obra. En los dibujos, grabados y pinturas de su última etapa, Picasso fecha las obras, como si fueran páginas de un diario. Los grabados son una biografía. Su vida sepultada en la pintura. Como la obsesión del protagonista de la obra de Balzac, “La obra maestra desconocida”.

En la conferencia se habló de la obsesión de Picasso con Matisse, por la elasticidad de sus ritmos y sobre todo por el color. La angustia de las influencias. Picasso buscó la luz del Mediterráneo como Matisse, pero no la encontró, sí encontró la sombra. “El arte es un proceso de espiar el sueño del otro mientras duerme”, recordó y así se manifiesta en algunos grabados de Picasso, donde la obsesión del pintor por la modelo, es una manera de referenciar su impotencia frente a la juventud. La relación de Apolo y Dionisos, Acteón y Diana, el Minotauro, previo al “Guernica”... Picasso pinta el paso del tiempo, dinámica de la metapintura... La mitología fue importante para Picasso, “artista de finales del XIX”, al decir del conferenciante en cuanto a temas. Conoce bien las “Metamorfosis” de Ovidio. Picasso, como maestro de la vanguardia, fue siempre figurativo, narrativo obsesionado por la figura y la vida.

Para el artista “el arte es un completo inacabamiento. Hay muchas piezas inacabadas en su obra”.

Picasso era un maníaco-depresivo, que practicaba el dicho de Plinio: “Nulla dies sine línea”, si un solo día sin pintar o dibujar. Le atraía el rostro y, sobre todo, la mirada; le atraían los ojos, lo mágico… de ahí su preferencia por las máscaras africanas, oceánicas y el arte íbero, así como las imágenes, retratos de los sarcófagos de El Fayum… Ahí está su relación de autorretratos con miradas poderosas, el cuadro sobre la Celestina…Picasso creía en las presencias y fantasmas, como le sucedió en su estudio de la calle parisina des Grands Augustins...

En su serie “Las Meninas”, Picasso engrandece la figura de Velázquez, del pintor y la pintura, la obsesión de Picasso. Eros y Thánatos en su obra. El rostro y su descomposición en el siglo XX. “El rostro humano se propone como lugar electivo de todas las perturbaciones. En el espejo aparece la fealdad invertida”.

“Entre el elogio y el vituperio hay un paso”, concluyó Castro Flórez. En el cincuentenario de la muerte de Picasso es tiempo para estudiar, investigar y criticar, que no es descalificar. 

        No olvidemos que el Museo del Prado y el Museo Reina Sofía, se diferencian por una fecha clave: la del nacimiento de Picasso, 1881. Algo ciertamente singular.



Ante el cuadro de Picasso "La sombra"

2 comentarios:

Norma D Ippolito dijo...

Excelente artículo!!!!! Felicitaciones !!!!!

Emilio Porta dijo...

Què buena e instructiva entrada. En Picasso sí hay que distinguir entre la persona y su obra, aunque parte de esta se deba también, temáticamente, a sus obsesiones.De lo que no cabe duda es de que fue, y es, una de las grandes figuras de la Historia de la pintura aunque en su vida haya muchas cosas, como su propio concepto del arte como mercancia, algo que también fue inherente a Dalí, otro excepcional dibujante y pintor. Y sus cuantiosas contradicciones respecto a muchas cosas. Quiero hacer una apostilla sobre una frase de la conferencia: "Picasso buscó la luz del Mediterráneo, como Matisse, pero no la encontró, sí encontró la sombra". Muy adecuada. Y me da pie a esta otra: El que sí encontró la luz del Mediterráneo fue Sorolla.