sábado, 22 de junio de 2024

"Terra incógnita" Una historia de la ignorancia (siglos XVII-XIX), de Alain Corbin, en edición de Acantilado


Alain Corbin, ensayista



J.S.A.

22/6/24 .- Madrid .- "Terra incógnita" Una historia de la ignorancia (siglos XVII-XIX) es el título del libro de Alain Corbin, publicado por la editorial Acantilado. El libro ha sido traducido por Marco Aurelio Galmarini. Un ensayo que ofrece una reveladora historia de la ignorancia como motor de la curiosidad humana, que despierta nuestra sed de conocimiento y transforma nuestra visión del mundo.

Durante miles de años, los seres humanos ignoraron gran parte de los territorios, paisajes y pobladores del planeta, y en los mapas las regiones desconocidas recibían el nombre de Terra incognita. Todavía en el año 1840, el fondo marino era un completo misterio, treinta años después los científicos seguían defendiendo que el mar cubría los polos y en 1900 nadie había logrado alcanzar aún la estratosfera. Y, sin embargo, todas estas lagunas se convirtieron en el estímulo que nuestros antepasados necesitaban para desentrañar los secretos de la Tierra que los maravillaban y aterrorizaban a partes iguales. En pos del conocimiento cometieron innumerables errores, a veces brillantes, a menudo extraños, pero siempre fascinantes. En este magnífico ensayo, Alan Corbin nos ofrece una reveladora historia de la ignorancia como motor de la curiosidad humana que despierta nuestra sed de conocimiento y transforma nuestra visión del mundo.

Alain Corbin (Lonlay-l’Abbaye, 1936) es historiador y uno de los más conspicuos exponentes de la denominada historia de las sensibilidades. Profesor emérito de la Sorbona, ha publicado, entre otros, los ensayos Historia del silencio (Acantilado, 2019), «Terra incognita» (Acantilado, 2024), Le Miasme et la Jonquille (1982), Historia del cuerpo (2005), Historia del cristianismo (2007) y La Douceur de l’ombre (2013).

COLECCIÓN: El Acantilado, 482
TEMA: Ensayo
AUTOR: Alain Corbin
TRADUCTOR: Marco Aurelio Galmarini

1 comentario:

Anónimo dijo...

Qué buen tema: la docta ignorancia cusana.